El mejor regalo de Navidad que me pudieron dar

Me llamó Raúl y les voy a relatar el mejor regalo de navidad que me han dado.

Yo tenía 18 años, era el mes de diciembre y me dirigí a la casa de mi novia, ella se llama Alicia.

Ese día íbamos a decorar su casa para la cena de navidad así que cuando yo llegué ya toda la casa y la sala estaba llena de cajas con adornos navideños.

Su papá le estaba ayudando a poner el árbol navideño mientras que su hermano decoraba las ventanas, yo llegué y comencé a separar las esferas buenas y las que ya estaban rotas o incompletas, por lo que toda la mañana y buena parte de la tarde se nos fue en decorar la casa y el árbol.

Después de un merecido descanso el hermano de Alicia se fue a la casa de su novia porque también le iba a ayudar a decorar su casa, mientras que su papá se fue a comprar las cosas para la cena.

Cómo se imaginarán nos quedamos solos en la casa para hacer travesuras, ya en otras ocasiones había pasado algo similar pero esa vez fue única.

Mi novia no era una modelo pero estaba sabrosa media 1.70 m., estaba un poco pasada de peso, pero tenía unas buenas tetas y un culo envidiable.

Comenzamos besándonos cachondamente en la sala, empezamos a tocarnos con desesperación, yo le amasaba sus grandes tetas y ella me sobaba el bulto, ya presos de la calentura pues decidimos hacer el amor pero ella no quería que fuera como siempre que quería experimentar cosas nuevas, así que le dije que se le gustaría que se lo hiciera debajo del árbol de navidad a ella le encantó la idea.

La llevé hasta el árbol y haciendo a un lado algunos adornos comenzamos a besarnos, yo metí mi mano debajo de su blusa y le comencé a tocar y pellizcar los pezones, algo que la volvía loca, así mientras que con una mano me ocupaba de sus pezones, con la otra empecé a tocar su panochita, que para esos momentos ya estaba algo húmeda.

Debido a que no íbamos a salir a ningún lado ella llevaba unos pants grises por lo que mi labor se facilitaba mucho.

Poco a poco la desnudé, además de la excitación por la calentura estábamos excitados por que en cualquier momento podía llegar su papá o su hermano, el riesgo de ser cachados en plena faena le daba un toque mágico a ese momento porque el árbol de navidad estaba junto a la puerta de entrada.

Pero ya que la tenía desnuda, yo seguí y me desnudé de inmediato, sin mas preámbulo decidí penetrarla, ella me pidió que lo hiciera que ya no podía más, así que comencé a meterlo y sacarlo, poco a poco, luego aumentaba la velocidad y trazaba círculos con mi verga en su vagina, ella me pidió que no parara pero me acordé que siempre lo habíamos hecho así, en la posición del misionero así que le dije que íbamos a experimentar algo nuevo, le dije que se pusiera en cuatro patas y comencé a penetrarla por atrás, cual sería mi sorpresa que comenzó a gritar y moverse como toda una puta.

Yo estaba excitadísimo con esa posición porque me permitía agarrar completamente su bonito trasero, así seguimos en tremenda lucha, mete y saca, mete y saca, cuando ella gritaba más…….—Papi, dame todo lo que tienes, no te detengas……….oh! si papí……..oh,oh,oh!!!!!!

Entonces los dos llegamos al orgasmo y yo me vine dentro de ella mientras me recargaba en su espalda, después de unos minutos de estar así nos recostamos, nos abrazamos debajo del árbol como si fuéramos parte de la decoración.

Así terminó ese día, en el que mi novia me dio el mejor regalo de navidad que hasta entonces me habían dado.