Fingió estar dormido mientras el mesero le tocaba

Les voy a platicar mi historia de cómo fue mi primera vez.

Cuando yo tenía 18 años de edad, decidí entrar a trabajar a un restaurante como mesero, un día fui a la entrevista de trabajo con el propietario del restaurante, era un tipo rubio, delgado lampiño y muy educado, al comentarle la intención de mi visita, él inmediatamente aceptó que entrara a trabajar como mesero ya que esa semana habían renunciado dos y requería mucho de personal.

Así transcurrieron tres meses, tiempo que con mi trabajo, me logre ganar la confianza de Carlos, (así se llamaba el dueño) así que decidió darme las lleves del restaurante para que yo abriera todas las tardes y supervisara que todo estaba listo para empezar a atender a los clientes.

Tanta fue la confianza, que un día me propuso que yo me encargara del restaurante por completo y como prestación me dijo que yo podía ocupar el departamento que estaba en el segundo piso del restaurante. Era un mini departamento con su baño completo su cama y un sofá. Inmediatamente me mude y viví ahí tranquilamente por dos meses.

Una noche me encontraba yo durmiendo en la cama, eran como las dos de la mañana cuando súbitamente me desperté, entre abrí los ojos y pude observa la silueta de Carlos parado al pie de la cama, yo fingí que seguía dormido para saber o descubrir cuáles eran sus intenciones que lo llevaron hasta ahí sin hacer tantos ruidos y a tan altas horas de la noche.

Él me observo por más de quince minutos, para asegurarse que yo me encontrara dormido, después sentí como una mano de él tocaba uno de mis pies, imagino yo para que él supiera que tan pesado tenía el sueño, yo me mantuve inmóvil y seguí fingiendo que dormía profundamente, poco a poco yo sentí como se fue sentando a mi lado cuidadosamente para no despertarme y poco a poco apoyo una mano sobre mi pecho. (Tengo que aclarar que yo siempre había acostumbrado dormir completamente desnudo solo me cubría con una sábana).

Así fue como sentí por primera vez el contacto de un hombre en mi lampiño pecho. El al ver que no me movía empezó a hacer caricias circulares en mi pecho y abdomen, movimientos que poco a poco fueron aumentando su intensidad y descendiendo por mi abdomen hasta llegar a mí entre pierna, el hizo una breve pausa para comprobar nuevamente que yo siguiera durmiendo y siguió con su masaje celestial, eso sirvió para que mi pene se pusiera duro como palo.

Confieso que yo nunca había tenido esa sensación y mucho menos con un hombre, siempre me considere un heterosexual, pero no sé qué me paso esa noche que me llene de curiosidad y deje que él hiciera lo que estaba haciendo. Poco a poco fui observando como él se despojaba de su ropa para quedar desnudo junto a mí y colocando su mano nuevamente en mi entrepierna y poco a poco fue colocando su mano sobre mi pene, ya que lo tubo completamente rodeado con su mano, empezó un súper masaje de abajo asía arriba y de arriba asía abajo palpando todo mi miembro él con más confianza, acerco sé boca a mi cuello para besármelo para ese entonces yo ya me encontraba totalmente a su merced para que hiciera de mí lo que a él se le antojara. El continuo con su lengua recorriendo todo mi cuello y pecho, masajeando mi pene cuando de repente dio un movimiento rápido asía abajo y fue cuando sentí que yo llegaba al cielo.

Me di cuenta que de una sola sentada se había metido completamente mi pene en su boca, sentí claramente como su lengua se apoyaba en la base de mi pene y succionando los abundantes líquidos preseminales que salían como catarata para tragar y tragar. Poco a poco y yo sin dar muestras de que me encontraba completamente despierto fui arrojando a su garganta varios trallazos de semen caliente, inunde toda su garganta y boca, él lo recibió con un suspiro y de reojo vi como batallo mucho para tragar tanto líquido.

El succiono hasta la última gota lamiendo todo mi pene y testículos para no desperdiciar nada de mi semen. Ya que termino su tan placentera tarea. Quedo recostado a mi lado y con su mano cubriendo la totalidad de mi pene. Yo tuve que hacer un movimiento ya que me había dejado exhausto con tan excelente mamada y fue cuando intencionalmente puse mi mano sobre su gran pene que aún se encontraba erecto y no se movió nada, yo con movimientos cautelosos fui palpando el gran tamaño que tenia. Solo unos minutos dure así porque de un rápido se movió se acomodó para quedar con su cabeza sobre mis rodillas para acercar poco a poco su pene hasta mi boca, la cual que encontraba totalmente abierta para tomar aire ya que con tanta excitación me había dejado sin él, fue ahí cuando me vi cara a cara con un pene de descomunal tamaño, en ese momento yo calcule 27 cm, logre apreciar el delicioso aroma a macho que desprendía. Aproveche que él ya se encontraba jugando nuevamente con su lengua en la punta de mi pene, para yo sacar la punta de mi lengua y catar el sabor de sus líquidos que ya se encontraban cubriendo todo su pene.

Me encanto, seguí fingiendo me sueño y con movimientos muy lentos toque con mis labios la gran cabeza de un solo ojo que ya exigía que la succionara con mi boca, poco a poca fui abriendo la boca para permitir la entrada hasta mi garganta, Carlos aprovecho mis movimientos para nuevamente tragar mi pene y succionarlo, yo ya no podía con los movimientos lentos y decidí despertar de mi profundo sueño dándole una gran mamada a su pene y testículos.

La verdad no me importo que él se diera cuenta, de hecho también él fingió que no se había percatado de mi reacción y continuo con su excelente trabajo, nos encontrábamos en un perfecto 69 solo se alcanzaban a oír los gemidos de placer que los dos lanzábamos, hasta que él en un fuerte suspiro lleno mi boca con toda su leche parecía que tenia meses que no descargaba tan delicioso néctar que de inmediato lleno mi boca, tuve que sacarme su pene para poder tragar tanto semen que arrojo para continuar succionando y no dejar que cayera ni una sola gota en la cama.

Eso basto para que yo inmediatamente soltara más churretazos de leche en su garganta la cual él recibió como un niño al regalarle caramelos.

Al dejarme limpio el pene y los testículos el giro para quedar cara a cara y propinarme un gran beso en la boca.

Yo sentí como su lengua recorría el interior de mi boca como buscando mezclar mi semen con los restos del suyo. Fue un beso prolongado que duro hasta que los dos nos quedamos completamente dormidos.

A la mañana siguiente al despertar, me di cuenta que Carlos ya no se encontraba a mi lado, así que me metía a bañar tratando recordar si había sido realidad ó solo un sueño lo que había pasado esa noche.

Lo pude comprobar ese mismo día en la noche. Que el nuevamente se presentó al pie de mi cama.