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Desvirgado por el padre y tío de su amigo X

Después de pasar 3 noches en el apartamento de Mario, siendo follado por el padre y tío de Iker, Oscar y Mario, todos los días y en más de una ocasión, por fin nos íbamos al pueblo de Iker, a pasar el resto de los días.

Aunque lo estaba deseando, me encontraba algo nervioso, temía encontrarme con Iker, más que nada era por si pudiera notar algo. Lo que más temía es que se pudiera enterar de lo que estaba haciendo con su padre y tío.

Ya llevaba tiempo intentando decirle lo de mi homosexualidad, y ahora que ya sabía a ciencia cierta que era gay, que mi gusto por los hombres no era una fantasía, que ya había probado y aquello me volvía loco, no sabía como decírselo.

Como iba a decirle que ya había probado, que no era virgen y que quien me había desvirgado había sido su padre y su tío. Bufff, aquello cada vez que lo pensaba, me ponía nerviosísimo.

Mario y Oscar, al ver lo nervioso y preocupado que me encontraba aquella mañana de viernes, me preguntaron lo que me pasaba, al principio les dije que nada, que solo eran cosas mías, pero tanto me insistieron que terminé por contarles aquello que me estaba corroyendo.

No te preocupes por eso, estoy seguro de que Iker no te rechazará, se que no es homófobo, sabe que yo soy gay y siempre lo ha aceptado, me dijo Mario. En esos momentos me quedé algo perplejo, pues Iker, jamás me había contado nada.

Mario al ver mi cara de extrañeza, me dijo:

¿No sabías nada, verdad?

¿Iker nunca te contó que tenía un tío homosexual, eh?

No, le contesté.

Pues ya ves, así que no le des tantas vueltas y cuando estés preparado, díselo sin temor.

Ya, pero… cuando me pregunté con quién lo hice y con quien he estado, ¿que le voy a contar?

Pues dile simplemente que lo hiciste con un desconocido, que fuiste al cine, y que allí contactaste con otro chico y que así surgió todo. Y sino, le dices que fue conmigo, eso a mi no me importa, me decía Mario, pero eso sí, esto no se lo vayas a contar delante de la madre, eso de momento no quisiera que lo supiese mi cuñadita.

Además, no tienes por qué decírselo ahora, puedes decírselo cuando estéis estudiando en la universidad, así además tendrás más tiempo y estar preparado.

Así fue pasando la mañana de aquel viernes, hasta que tuvimos preparado el equipaje y listo para salir rumbo al pueblo.

Habíamos dejado los juguetes sexuales en el apartamento de Mario, solo me hicieron llevar puesto la jaula de castidad, el tapón anal y los tapa rabos que me habían comprado. Yo no lo tenía muy claro, temía que Iker me descubriera y me viera con aquello puesto, temía que se pudiera notar.

Pero tanto Oscar como Mario, se negaron, decían que no se notaba nada ni siquiera con el bañador puesto se notaba. Además, que el Blutt Plug, podría quitármelo yo solo en cualquier momento, y también me serviría de calmante para el vicioso y ardiente culito que tenía.

Anda, ya verás cómo esto te va a ayudar y calmar las ansias que siente tu caliente culito, me decía Oscar, golpeándome los cachetes del culo cuando trataba de ponerme el pantalón.

Como tardes mucho en vestir, no se si podré aguantarme, verte este culito con este hilo dental, me está poniendo malo, me decía Oscar apretándome los cachetes del culo luego de habérmelos palmeado.

Cuando por fin llegamos al pueblo de Iker, ya eran las 2 de la tarde, habíamos llegado justo a la hora de la comida, así que no tuvimos tiempo más que para descargar el equipaje, dejar todo en las habitaciones de cada uno y sentarnos para comer.

A Iker se le veía muy feliz de vernos por fin allí, había pasado toda la mañana en el hospital junto a su abuela, y ahora que había sido relevado por su madre, había venido para poder comer con nosotros. Luego de que comiéramos y me instalara, tenía pensado que saliéramos juntos, quería enseñarme el pueblo.

Después vamos a dar una vuelta, me decía Iker, quiero que conozcas el pueblo.

Bueno, le contesté algo nervioso, pues no sabía a donde me iba a llevar y con la jaula de castidad puesta y aquel Blutt Plug, no me sentía muy seguro, cosa que Mario se percató y salió en mi ayuda.

Yo voy con vosotros, no tengo nada que hacer y no quiero aburrirme aquí solo, dijo Mario, sin que ninguno pudiera decirle nada, pues no era plan de dejar solo al tío de Iker, y como no nos molestaba, al que menos a mí, pues no dijimos nada.

Luego de haber comido y habernos instalado cada uno en su habitación, Mario, Iker y yo, salimos a dar una vuelta como habíamos quedado. Oscar iba a ir al hospital junto a su mujer y luego ya nos llamaría para saber por dónde andábamos y como quedábamos, pues no sabía si su mujer se iba a quedar a dormir en el hospital o cuales eran sus planes.

Aquella tarde la pasamos recorriendo todo el pueblo, no es que fuese muy grande, pero yo cuando llegó la hora de ir a cenar, ya estaba algo cansado, además con la jaula de castidad que llevaba puesta, cada vez me encontraba más cachondo, menos mal que llevaba el blutt Plug puesto, y esto me tranquilizaba un poco, pues notaba el culo cada vez más caliente, no podía dejar de pensar en que me follaran, deseaba que me abrieran de piernas y me metieran una buena polla por el culo. Y es que hasta sentía un hormigueo por todo el estómago, es como si algo me estuviera royendo las entrañas.

Por supuesto que Mario veía mi nerviosismo y sabía que era lo que me lo estaba causando, pero es que hasta Iker pudo notar mi intranquilidad y el enrojecimiento de mi cara, llegándome a preguntar si me encontraba bien.

Te veo muy acalorado, Fer, ¿te pasa algo?

No, le había contestado, es que tengo algo de calor y estoy un poco cansado, le dije a modo de disculpa.

Bufff, si supiera lo que realmente me estaba pasando, pensaba para mis adentros. Tendría que decirle cuanto antes lo que me estaba pasando, pero es que era pensar en ello y me entraban escalofríos por todo el cuerpo.

Aquel día llegaba a su fin, por fin podría estar a solas en mi habitación, deseaba aliviarme un poco y dejar de sentir aquel hormigueo y aquella calentura que sentía en mi culo, tenía unas tremendas ganas de sacar y meter el Blutt Plug por mi culo para que este se calmase un poco, claro que preferiría que fuese la polla de Oscar o Mario la que calmase mi adolescente culo, pero sabía que aquello iba a ser difícil, estando Iker en la casa, la única que no iba a estar, era la madre que se iba a quedar a dormir en el hospital, había venido a cenar mientras Oscar se quedaba un rato y luego se fue a pasar la noche, solo le dijo a Oscar su marido, que fuese por la mañana a hacerle el relevo mientras ella venía a hacernos la comida y lavarse un poco y que luego volvería ella, que era su madre y era la que tenía que estar allí.

Así que tan pronto pude escabullirme para la habitación, no lo dudé, disculpándome que me iba a duchar que estaba sudando mucho, para allí me fui. Nada más entrar en la habitación, me metí en el baño, me empecé a desnudar, y tan pronto pude liberarme del pantalón, bajé el diminuto tanga, y sin habérmelo sacado por completo, empecé a sacar y meter el Blutt Plug por mi culo, como si de un consolador se tratase. En eso estaba, cuando noto como tocan muy suavemente la puerta del baño. Dios, alguien había entrado en mi habitación y ahora estaban tocando la puerta del baño. Desesperado y algo nervioso pregunté quién era, pudiendo oír que se trataba de Mario. Sabía lo que me estaba pasando y había venido a ayudar mientras Iker y su padre, quedaban recogiendo los cubiertos de la cena.

Cuando supe de quien se trataba, con algo de miedo abrí un poco la puerta y al ver que solo estaba Mario, dejé que pasara.

Este al ver en qué situación me encontraba, me dijo que terminara de desnudar cosa que hice al momento, y cuando me giré para ver que estaba haciendo, ya lo vi con los pantalones y bóxer sobre los tobillos, con la polla totalmente empalmada apuntando hacia mí.

Me hizo colocar de pie sobre el lavabo, me ordenó que me inclinara y abriéndome de piernas mientras colocaba una mano sobre mi espalda, me sacó el Blutt Plug del culo, colocó la punta de su polla sobre mi esfínter y de un solo movimiento de pelvis, me introdujo toda su verga por el culo.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemí notando como aquella gorda polla entraba por mi culo llegando a lo más profundo de mi ser.

Calla, maricón calla, no gimas tan fuerte que nos van a escuchar, me decía sujetándome por las caderas a la vez que tiraba por mi hacia él, clavándome más a fondo su estaca.

Así maricón así, calla y estate quieto, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Susurraba en mi nuca Mario mientras me daba por el culo allí recostado sobre el lavabo del cuarto de baño de mi habitación.

Yo mientras el me daba por el culo, abría la boca tratando de acallar mis gemidos arrimando todo lo que podía el culo a la pelvis de Mario. Aquello me estaba haciendo delirar de gusto, notaba como la gorda polla de Mario entraba una y otra vez por mi culo, como su pelvis golpeaba los cachetes de mi culo, pudiéndose escuchar el plof, plof plof plof plof, plof, plof plof plof plof, cada vez que su pelvis golpeaba mi culo con cada culeada que Mario me daba.

De mi polla caía un hilo de semen que iba pringando todo el suelo y piernas, pues con cada culeada que Mario me daba, esta se bamboleaba al ritmo de las embestidas, hasta que noté como Mario incrementaba la velocidad de las enculadas que me daba, como estas eran cada vez más profundas, hasta que sentí como me sujetaba con sus manos por mis estrechas caderas, clavaba sus dedos en ellas y soltaba unos gruñidos metiéndome más a fondo su gorda verga, haciéndome levantar los pies del suelo notando como su polla se clavaba en lo más profundo de mis entrañas y soltaba un largo chorro de semen, dejándome preñado con su semilla.

¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh ohhh que gusto! Jadeaba Mario soltando más chorros de semen dentro mía.

Sin sacarme la polla del culo, mientras me abrazaba a él, apoyó su cabeza sobre mi espalda y mientras me susurraba lo bueno que estaba, besaba y mordía mi nuca y hombro.

Dios, cachorrito, que bueno estás cabrón, que gusto da follarte este culito que tienes, Dios que gusto, susurraba mordisqueándome la nuca y cuello mientras su polla iba saliendo por si sola de mi adolescente culito.

Así que se hubo recuperado y su polla salió de mi culo, se agacho para buscar en el bolsillo de su pantalón la llave de la jaula de castidad, abrió la jaula liberando mi pobre polla, y así como me tenía, mientras me mordía el cuello y comía los labios, empezó a menearme la polla que en menos de 15 segundos estalló empezando a soltar varios trallazos de un espeso esperma, eran largos y abundantes chorros que fueron a parar a el suelo y mano de Mario, mientras yo me retorcía de gusto y gritaba que me corría.

¡Ohhh me corro! ¡ooohhh me corro! ¡ooohhh ohhh! Me corro, me corro, gritaba soltando varios trallazos de semen mientras Mario seguía meneándome la polla a la vez que mordía mi cuello susurrándome:

Así cachorrito así suelta tu lechita, así así.

Una vez terminé de eyacular sobre la mano de Mario y otra parte sobre el suelo del baño, Mario me hizo dar la vuelta, empezó a morder los labios saboreando mi boca a la vez que acariciaba mis genitales con su mano, pringando mis huevos y ano con mi esperma.

Yo temblaba y gemía mientras Mario me mordía los labios saboreando mi boca a la vez que acariciaba mi ano y genitales. Poco a poco fue bajando por mi cuello, siguió bajando por mi pecho y abdomen hasta quedar agachado delante mía. Buscó con sus dedos la entrada de mi agujero empezando a meter 2 de sus dedos por él, a la vez que llevaba su boca a mi polla que todavía se encontraba medio tiesa, empezando a chupar y succionar el glande.

¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gimoteaba yo sujetándome con mis manos sobre su cabeza, temblando como un cervatillo recién nacido, Dios que gusto estaba sintiendo, tenía 2 dedos de Mario introduciéndose por mi adolescente y caliente agujerito, a la vez que su boca succionaba mi polla una y otra vez, haciéndome retorcer y temblar de gusto.

Viendo que mis gemidos iban en aumento y yo le pedía que parara, Mario sabiendo que podrían escucharnos, sacó mi polla de su boca haciendo lo mismo con sus dedos, se levantó y luego de volver a morder los labios, metió su lengua en mi boca y luego de morrearme a conciencia, dejó que me metiera en la ducha y pudiera así lavar.

Mientras yo me duchaba, él se encargó de lavar y dejar bien limpia la jaula de castidad, jaula que volvió a colocarme una vez terminé de duchar, dejando sin ponerme el Blutt Plug, diciéndome que no lo pusiera para dormir, que ya lo pondría yo cuando viera que me hiciera falta, al día siguiente.

Ahora que ya estaba aliviado, decidí bajar y estar un poco con Iker, no quería que pensara que me encontraba mal, así que luego de ponerme el pijama, fui para la sala donde al poco de llegar yo, vino Iker junto a Mario.

Noté que Iker traía la cara un poco rara y que no dejaba de mirarme, cosa que me preocupo, pues estaba serio al igual que Mario, algo les pasaba. Nada más llegar a la sala, Iker al ver que estaba yo allí, dijo que iba a ducharse y sin decir nada más, marchó para su habitación.

Yo miraba para Mario sin comprender que era lo que estaba pasando, Iker se había marchado a duchar sin decir otra cosa y mirándome con una cara rara y demasiado seria. Además, me di cuenta de que faltaba Oscar, no lo veía ni se le escuchaba, así que le pregunté a Mario.

¿Y Oscar, donde está?

Está en su habitación, fue a ducharse, cachorrito, me dijo Mario tratando romper aquella extraña sensación que se empezaba a notar en el ambiente.

Ya no tienes de que preocuparte, cachorrito, me decía Mario revolviéndome el pelo con su mano.

Miré para él sin llegar a entender lo que trataba de decirme, en esos momentos pensé en la abuela de Iker, a ver si es que le habría pasado algo mientras yo había ido a ducharme, cuando Mario me soltó de sopetón:

Iker ya sabe todo, ya no es necesario que le digas nada.

Miré todo preocupado a Mario sin saber que decir, cuando Mario sin esperar a que yo hablara siguió contándome lo que acababa de pasar.

Ha visto la grabación que te había hecho en mi apartamento, cuando fui a tu habitación, se me olvidó el teléfono en la cocina. Estando Iker recogiendo y limpiando, sonó un mensaje de WhatsApp, era de Oscar que desde su habitación trataba de saber donde me había metido, era para avisarme de que mañana tendría que ir temprano al hospital. Iker al escuchar el sonido del mensaje, cogió mi teléfono y vio el mensaje de su padre así que entró en el mensaje, y al ver que era un grupo que habíamos creado, fue entonces cuando vio el video en cuestión, le llamó la atención y se puso a verlo comprobando que éramos nosotros. Se quedó de piedra. Así lo vi cuando llegué yo a la cocina, estaba aturdido terminando de ver el vídeo que te grabamos. Lo que más le chocó fue ver a su padre, ya sabía que es bisexual y que yo soy gay, pero verlo follándose a su mejor amigo no se lo esperaba. Eso fue lo que más le chocó, así que tendremos que darle tiempo para que asimile la noticia y se recupere del impacto que recibió al ver la grabación.

Yo no sabía que pensar, la cabeza no paraba de darme vueltas, que pensaría ahora Iker de mí, Dios que nervioso me puse.

Mario viendo mi azoramiento, trató de tranquilizarme, me dijo que estuviera tranquilo que lo peor ya había pasado, que una vez Iker se repusiera de ese primer impacto, razonaría y seguro que todo volvía a la normalidad.

Con esos pensamientos me fui a dormir, no quería ver a Iker cuando saliese de ducharse, mejor que pasara algo más de tiempo y pudiera asimilar la noticia que acababa de conocer. Dejaría que Mario y su padre hablasen con Iker y mañana cuando me levantase pudiese volver todo a la normalidad.

Al día siguiente cuando me desperté, ya era media mañana, a penas había podido dormir, me había costado mucho poder llegar a hacerlo, eso que estaba bastante rendido, pero al final el cansancio terminó por ganar la batalla y al fin quedé dormido.

No quería levantarme, seguía preocupado, pero no me quedó más remedio, al final, Mario dándose cuenta de lo que me podría estar pasando, vino a despertarme, pudiendo comprobar que ya estaba despierto, por lo que solo tuvo que animarme un poco dándome buenas noticias.

Venga cachorrito, hay que levantarse, venga que estamos los 2 solos, Iker no tardará en llegar y su madre ha tenido que volver a la ciudad. Así que vístete que cuando venga Iker va a querer hablar contigo, ya lo dijo esta mañana cuando salió a dar una vuelta.

Pero tranquilo que todo está bien, Iker ya lo ha asimilado, solo quiere hablar contigo y saber porque no se lo dijiste antes.

Al escuchar lo que Mario me decía, ya mi cuerpo se relajó, aquello me tranquilizaba un poco, ahora solo sería cuestión de cómo seguiríamos tratándonos Iker y yo.

Continúa la serie << Desvirgado por el padre y tío de su amigo IX Desvirgado por el padre y tío de su amigo XI >>

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