Del cine a la cama

Tengo 40 años, pero cuando sucedió esto tenía alrededor de 28 y apenas iniciaba mi camino de gay pasivo.

Una noche aburrida, decidí ir al cine porno a deleitarme la vista con las vergas que ahí se ven.

Me siento al fondo y al rato se sienta un señor de barba al que le calcule unos 50 años pero luego me dijo que tenía 65.

Como a los diez minutos siento que la pierna de él se pega a la mía y comienza a friccionarla despacito, le llevo el apunte y dejo que haga; mientras comienza a tocarse el bulto y a mirarme como diciendo «es toda tuya», yo ya recaliente estiré la mano y se la agarré por encima del pantalón.

Acto seguido la sacó afuera y cuando se la agarré di un suspiro de lo grande que la tenía, empecé a masturbarlo y él pasó su brazo por detrás de mí, me hizo desprender mi pantalón y comenzó a tocarme la cola y meterme un dedo en mi agujero, yo ya estaba que volaba.

Entonces me dijo que se la chupara y le dije que ahí no, porque me incomodaba entonces me dijo que estaba solo y si quería ir a su departamento a lo cual le contesté que sí que fuéramos ya.

Salimos del cine y tomamos un taxi, cuando llegamos al departamento me dijo si tenía alguna preferencia o había algo que no me gustara y le dije que no me gustaba que me dieran besos en la boca pero que lo demás me gustaba todo.

Me dijo querés tomar algo, le dije bueno así que trajo whisky y tomamos una copa cada uno, mientras tanto me hizo pasar a la pieza y me dijo ponete cómodo así que empecé a desvestirme, cuando terminé él ya estaba desnudo y con la verga bien parada (dios mío pensé, que grande, me va a romper todo) y él se dio cuenta y me dijo, si es lo que estoy pensando no te preocupes, yo voy a hacer que la disfrutes.

Por lo pronto chupamela, me hizo sentar en la cama y él parado frente a mí me ofreció esa preciosidad que empecé a mamar como si fuera la última pija de mi vida, se la estuve mamando como 10 minutos, entonces me dijo espera, se fue y trajo un espejo de la altura de él y lo colocó al costado de la cama, me hizo poner en cuatro patas y me dijo tocate, metete los dedos y mírate en el espejo mientras el se masturbaba, yo empecé a tocarme y a meterme los dedos cuando siento que me dice hijo de puta como me haces calentar, a ver dejame a mi y me entró a chupar el culo como en mi vida me lo chuparon, fue algo hermoso, me metió la lengua y hasta tres dedos mientras me decía mírate al espejo y fijate como te acaricio, te chupo y te entran mis dedos, que hermoso culo que tenés.

Imagínense mi estado de excitación, era como si estuviera en el cine pero el actor era yo.

Después hicimos un 69 que fue de película, yo chupando aquel garrote y disfrutando de la lengua y los dedos de mi barbudo en la cola. Yo ya no daba más cuando me dijo querés que te la meta? Siiiiiiiiii, por favor, no doy más, la quiero toda, entonces me hizo poner nuevamente en cuatro patas y empezó a metermela.

Al principio costó un poco pues era muy grande y gorda pero yo ya estaba re dilatado después de tanta lengua y tanto dedo que al rato no le sobraba nada afuera.

El bufaba y me pegaba unos chirlitos en las nalgas y me decía que culo, que culo delicioso me estoy cogiendo.

¿Te gusta? Me decía.

Y yo le respondía que sí, que nadie me había cogido como él, entonces se volvía loco, me agarraba firme de las caderas y arremetía más fuerte y me hacía gozar como una puta.

Después se sentó al borde de la cama y se tiró para atrás, me hizo sentarme encima de él y despacito me fui tragando toda esa hermosa barra de carne mientras me decía date vuelta y mira cómo la tenés toda adentro, efectivamente, aparte de sentir como semejante pija me llenaba todos los espacios, me super calentaba viendo como suavecita pero con un bombeo rápido entraba y salía de mi culo, hasta que me dijo te voy llenar la cola, no doy más y sentí como me golpeaban adentro los chorros de leche, y siguió dándome hasta que la sacó, entonces me puse en cuclillas frente a él y se la chupé hasta dejársela bien limpita y aunque ustedes no lo crean todavía estaba semiparada, la verdad un espectáculo.

Y el me dijo no querés terminar, bueno le dije, entonces me hizo poner en cuatro patas y me empezó a chupar mientras yo me pajeaba, fue mi mejor terminada, me metió hasta cuatro dedos y me cogió nuevamente con la lengua, creo que se me fue la vida en leche, de la calentura que tenía.

Es sin duda el mejor polvo de mi vida.

Lamentablemente nunca más lo encontré para repetir tan super y excitante momento.