Capítulo 1
Con mi amigo Raúl I: nuestra primera experiencia
El presente relato es real y me ocurrió cuando tenia quince años con mi gran amigo Raúl éramos unas inocentes criaturas y todo comenzó como un juego inocente.
Raúl es de mi misma edad y somos amigos desde los seis años vivíamos en el Gran Buenos Aires (Argentina) a unos 30 minutos de la Capital Federal y concurríamos a la misma escuela y al mismo año
Él es un muchacho rubio, delgado, ojos verdosos, lampiño, su piel blanca como la leche,
Su cuerpo no estaba trabajado ya que era un pendejo (joven), pero deseado por todos (una Cenicienta), tenia una piel de terciopelo que me encantaba tocar.
Yo dos meses mayor que él, soy de tez morena, ojos celestes / verdoso, mi piel es más oscura que la de el y memos aterciopelada pero suave y deseable.
Era el verano de 1990 en la republica Argentina, la temperatura ambiente oscilaba en los 30 grado centígrado, siempre estábamos juntos, y jugábamos a todos los juegos de nuestra edad.
Una tarde de mucho calor nos encontrábamos en mi casa, es una casa muy gran de dos plantas con un parque al frente y otro al fondo y en el fondo un pequeño departamento con un dormitorio, cocina y baño, el cual utilizábamos para estudiar y jugar.
En la pieza había una cama de una plaza, escritorio, un placard y dos sillas, estábamos los dos solos y aburridos.
Él me pregunta.
-A que jugamos.
-No sé (le contesto).
-Que te párese si jugamos a la lucha en la cama.
-Si vos querés, pero como.
-Luchemos y el que primero le quita toda la ropa al otro gana.
-Dale.
-Y que pasa con el que pierde.
-Cada uno resuelve el castigo y el otro lo acepta.
Acepto las reglas, nos descalzamos y nos subimos a la cama.
Estábamos los dos vestidos con una chomba, pantalón corto y calzoncillos tipo slip.
Él da la orden de comienzo de la lucha.
Estuvimos luchando por lo menos treinta minutos y él me dejo completamente desnudo.
La lucha y los roces nos puso muy calientes y tenia una erosión impresionante.
Mi sorpresa fue al decirme el castigo, bueno no me la dijo directamente entro en acción, me tomo la pija con su mano y la introdujo en su boca, yo quede anonadado y lo único que atine a decirle es – seguí así mi putito, -que rico que lo estas haciendo, -que gran castigo, -que gran sorpresa me estas dando, -no conocía esta cualidad tuya, -seguí papito, -dale hóceme feliz
El quedo solo con el slip y tenia un pequeño bulto, le quiero sacar el slip pero el no me lo permite.
Yo le pregunto el motivo, el no me contesta nada, yo insisto pero el se niega.
Le insisto y le digo que también yo quería chaparle él pené.
Él sin mas remedio me cuenta que su pené en plena erección no alcanzaba los 10 cm. De largo, muy fino y sin poder correr el prepucio no sé podía descubrir la cabeza del pené, me dijo que tenían que operarlo, yo le pido que me lo muestre y el se baja el slip y comprobé lo que él me contó, yo le digo que no se acompleje y que me la deje chupar.
Él me dijo que si, yo la introduje en mi boca, no solo la pija, sino también las dos bolitas y que delicioso era ese conjunto.
Les comento que fue al único que pude tener dentro de mi boca todo junto y fue exquisito y delicioso comerme todo el seme que escupió sin fuerza y escaso cuando se corrió.
Esto lo terminamos con un 69, tanto el cómo yo acabé en nuestras bocas y no tiramos una sola gota de nuestro exquisito semen, limpiamos mutuamente muestras bregas con las bocas y luego en un beso intercambiamos nuestra leche que teníamos en la boca, saboreándola como si fuera un trago largo.
Nos lavamos en el baño no vestimos y salimos a la calle a jugar con nuestros amigos.
Al otro día reincidimos en el juego, y me deje ganar ya que el castigo anterior me encanto y pensé que si me castigaba con una penetración anal no seria perjudicado por el problema de el, esto no ocurrió y me pidió el 69, el cual resulta un verdadero manjar, pues me encanta que me acabe dentro de mi boca en pequeña escala con su pijita, los huevos dentro de mi boca saboreando ese manjar con todos sus elemento, yo tengo una pija de un tamaño considerado mas que normal en la actualidad me mide al máximo de le erección unos 22 cm de largo por 5 cm de diámetro, el quiso introducírsela toda en su boca pero al tocarle la campanilla de su garganta tubo arcadas, yo le dije si no la aguantaba no se la comiera toda, pero él insistió hasta que sentí que sus labios tocaban mis pelotas lo que me dio una satisfacción tremenda saber que se la comió toda, yo le dije al rato que me iba a correr y el siguió en su tarea y a los pocos segundo tuve contracciones y largue chorros de mi leche en su garganta la que tragaba y saboreaba con deleite hasta que llego a atragantarse por la ambición de comérsela toda y no desperdiciar nada, nos lavamos y nos retiramos a jugar con nuestros amigos ya que éramos como 15 muchachos y jugábamos al fútbol.
A la semana repetimos el juego y gano yo, le gano y él me pregunta.
-Cuál es el castigo que merezco yo le digo.
-Que es una sorpresa pero que empecemos con un 69.
A los minutos de chaparnos los penes sigo bajando con mi lengua hasta ese hoyito rozadito, dulce y virgo que tenia, le introduje la lengua en forma de cucharita, se lo dilate lo mas que pude y luego le introduje un dedo, se quejo pero me dijo que le gustaba y que siguiera, al rato le metí dos y luego tres, al ver que no se quejaba y que lo gozaba le introduje los cinco dedos y nuevamente se quejo y me pidió que se los sacar, le hice caso pero le pedí que me ensalivara bien mi pija, lo cual hizo y ya estando bien ensalivada le pedí que se la sacara de la boca y que se ponga en posición de perrito, él me pregunta.
-Que es lo que estaba por hacerle yo le respondo
-Voy a cumplir con el castigo prometido, él me dice.
-Si me la introducís en el culito no seas violento y pensa que tengo 15 años y soy virgen.
-Tendré mi amor todo el cuidado mundo.
-Penétrame despacio.
-Te pondré un poco de vaselina en ese adorado hoyito y en mi palo tan saboreado por vos.
Se la fui introduciendo lentamente, cada vez que le metía algún milímetro se quejaba
-Continua mi amor no pares que aguato.
Esto fue hasta que entro toda la cabeza y en esa postura estuve unos minutos y cada tanto le preguntaba.
-Sentís dolor mi amor
-Me esta pasando me gusta.
Espere unos minutos más.
-ahora relájate que te la voy poner hasta el fono.
De un solo golpe se la termine de introducir, el pego un grito como si fuese un alarido de un lobo mezclado con la letra y.
-HHHHHHHHHUUUUUUUUUUUYYYYYYYYYY.
Me pide a gritos.
-Sácamela mi amor no aguanto más.
-Espera cariño aguanta, él dolor se te transformara en placer.
-Por dios sácamela no lo soporto más.
Se la saco y veo mi pija toda ensangrentada, esto nos asusto, lo llevo al baño y le lavo el otro en el bidet
-Té calma el dolor
-Si, Tenes alguna crema para tratar de suavizar el dolo
Busco en el botiquín
-Si tengo
Volvemos a la cama y le digo.
-Acostate boca abajo.
Comienzo a untar ese rico culito con la crema humectarte, y con el dedo le efectuó unos masajes que el se estremece y a los minutos me pedía a gritos.
-Ensártamela cariño queme aguanto el dolor.
Lo hice poner de espalda a la cama y que pusiera sus dos piernas sobre mis hombros, lo que hizo y yo le unte su culito con la crema introduciéndole uno a uno mis dedos, hasta lograr introducirle los cinco, yo para esto me puse a mil y le saque los dedos le unte nuevamente esa rajita rosadita con mucha crema y también toda mi mano, luego de esto comencé de nuevo con la introducción de los dedos muy despacio y jugando dentro de la rajita, Sacando y poniendo hasta completar los cinco dedos, luego seguí, él gemía no sé sí de dolor o place.
-Si mi amor seguí que gozo como una puta.
Seguí por un tiempo prolongado con él mete y saca de los cinco dedos y a medida que efectuaba este trabajo él decía
– aaaaaaaaaa maaaaaaasss papitooo.
Yo seguía con la introducid y le miraba a la cara y veía como tenia una expresión de goce.
A todo este se me da por mirarle la rajita y veo que tenia toda mi mano dentro de el, lo miro nuevamente a la cara y veo que le caen unas lagrimas de sus ojos y pedía a gritos.
-Mas por dios más papito.
Yo me asuste y se la saque de solo un golpe, pego un grito de dolo y al salir mi mano hizo un ruido como si fuese una sopapa.
Le digo.
-Raulito mejor nos bañamos y continuamos mañana
Él quería mas
-Ya es demasiado por un día
Él insiste
-Quiero que me penetres.
-Solo una vez y nos bañamos.
-Ok.
Lo pongo nuevamente patitas al hombro y sin previo aviso se la meto hasta el fondo, pero como lo tenia tan dilatado ni siquiera se quejo, estuve bombeando unos minutos y descargue chorros de semen en su interior quedamos rendidos unos minutos se la saco y me la chupa pasándole la lengua hasta dejarla totalmente limpia, yo le pregunto
-Queres que te chupe el culo un rato para que le aliviara el dolor.
-Sí mi vida.
Le abro las piernas y veo que ese hoyito rozadito dejo de ser rozadito para pasar a sé un cráter lunar rojo.
Nos bañamos y el se fue a su casa sin ante programar nuestro encuentro morboso
Eso se lo relato en otra ocasión.