Mi novia me culio

Nosotros gozamos de buen y arto sexo, hacemos cosas diferentes para variar un poco y para que sea mas entretenido aun.

Hace un tiempo yo le empecé a meter el dedo en el culo a mi pareja ya que era algo que me calentaba mucho, siempre me han gustado los culos y la mayoría de las veces que veo pornografía, me dedico a ver culos y penetraciones anales y todo eso.

Sentir ese hoyito apretando mi dedo era algo que me calentaba mucho.

Un día quise probar como era y mientras estaba yo arriba montándomela le dije a ella que me metiera un dedito en el culo, lo hizo sin tapujos y yo la gocé al máximo, no es que yo sea gay ni nada de eso, de echo me dan asco los homosexuales y además quería probar una experiencia nueva ya que había leído mucho de eso y de que era normal y de que el punto G del hombre sólo se puede alcanzar con un dedo en el culo, etc.

Después de un tiempo en que a veces yo le metía un dedito y ella me lo metía a mí, ella me dijo que no le gustaba que le metiera el dedo en su ano, pero que no por eso dejaría de metermelo a mi, ya que me encantaba y a ella también le gustaba mucho ya que me ponía a mil.

Hasta ahí lo real de mi relato.

Un día que nos encontrábamos en mi casa y nos estábamos preparando para ir a una fiesta, yo estaba a punto de meterme a la ducha cuando ella me dice:

«Lávate bien el culito porque quiero que lo hagamos antes de salir, y te quiero meter un dedito». Yo acepte sin ninguna sospecha, pero no tenia idea lo que me esperaba.

Cuando llegue a la habitación después de ducharme y lavarme bien mi culito, ella me dijo que me tenia una sorpresa, saco de su cartera un vestido, un calzón colalés bien pequeño, y unas medias con ligas que tiempo antes habíamos comprado para «jugar» y que ella se ponía de vez en cuando.

Yo como estaba solo con la toalla que me tapaba me dijo que me pusiera la ropa que había sacado, yo solo asentí y me la puse.

En ese momento estaba muy caliente y parecía toda una puta con esa ropa.

No sabía que pretendía y me parecía bastante raro ya que era casi siempre yo el que tomaba la iniciativa en el sexo, pero me deje llevar.

Me dijo que me sentara al borde de la cama y me vendo los ojos con una tela, luego sentí que se estaba desnudando y que sacaba algo de su cartera, se lo puso y luego se paro al frente mío y me quitó la venda de los ojos.

Estaba con uno de esos calzones para lesbianas con un pene adelante y me dijo:

«Chupa perra», yo empecé a chuparselo mientras ella me insultaba y me decía que era una puta.

Después de habérselo chupado un buen rato se sentó en la cama y me dijo: «Ahora acuéstate en mis piernas que voy a castigarte por haberte portado mal putita», me comenzó a dar nalgadas y me decía que gritara que le gustaba que sufriera, yo gritaba y me estaba poniendo cada vez mas y mas caliente si se puede decir.

Cuando ya tenía mi culo rojo y dolorido me hizo ponerme en cuatro patas en la cama, subió mi vestido, bajo mi calzón, y me empezó a chupar el hoyito mientras me metía un dedo.

Yo me movía de adelante hacia atrás y no me podía contener de lo caliente que estaba.

Después de un rato, ella sacó un lubricante de su cartera y se lo unto en su «pene» y a mi me lo unto en el ano.

Lo acomodo en la entrada de mi ano y me dijo: «ahora si que vas a gritar perra, te voy a partir el culo», «basta de palabras y jódeme de una vez», le conteste.

Me lo empezó a clavar de a poco, a mi me dolía bastante pero por lo caliente que estaba solo quería que me culiara.

Cuando lo tuvo todo adentro se empezó a mover, primero lentamente y después más fuerte.

Continuó así un rato mientras me decía cosas y aumentaba las embestidas.

Después lo sacó y me dijo: «mira que abierto tienes el ano puta», continuo así un rato mientras lo sacaba y lo volvía a meter varias veces, yo mientras tanto sentía mi ano cada vez mas abierto y jugoso.

Después de un rato se acostó en la cama y me hizo sentarme encima de su «pene», me dijo:»ahora salta puta, si te gusta».

Empecé a saltar y continué así un rato hasta que estaba a punto de irme, me la empecé a correr y ella aumentó los movimientos mientras se tocaba como podía su concha por encima del calzón y sus tetas.

Terminamos los dos al mismo tiempo en un gran orgasmo y yo acabe en sus tetas, luego nos dimos un beso, me salí e hizo que le limpiara el semen con mi lengua, así lo hice, después quedamos exhaustos, sobre todo yo.

Fue realmente una nueva y gratificante experiencia.