Capítulo 24
- Mi educación como sumisa
- Mi educación como sumisa II
- Mi educación como sumisa III
- Mi educación como sumisa IV
- Mi educación como sumisa V
- Mi educación como sumisa VI
- Mi educación como sumisa VII
- Mi educación como sumisa VIII
- Mi educación como sumisa IX
- Mi educación como sumisa X
- Mi educación como sumisa XI
- Mi educación como sumisa XII
- Mi educación como sumisa XIII
- Mi educación como sumisa XIV
- Mi educación como sumisa XV
- Mi educación como sumisa XVI
- Mi educación como sumisa XVII
- Mi educación como sumisa XVIII
- Mi educación como sumisa XIV
- Mi educación como sumisa XX
- Mi educación como sumisa XXI
- Mi educación como sumisa XXII
- Mi educación como sumisa XXIII
- Mi educación como sumisa XXIV
- Mi educación como sumisa XXV
Estimados lectores,
Este no es un relato cualquiera, mi señor está vez me ha pedido que os escriba un mensaje diciendo que, mi señor es el que decide si yo leo o no los mensajes que nos enviáis, me hace revisar el correo cada cierto tiempo para ver si habéis mandado mensajes nuevos o no, pero no me permite leerlos sin antes tener su consentimiento, así me demuestra que mi señor tiene todo el poder y control sobre mi, sobre su sumisa, hay algunos mensajes que me hace responderles, haciendo que me humille ante esa persona
El nombre del correo ya hace sentirme humillada, hace sentirme sin control, su sumisa, su perrita.
Escribiendo los relatos me siento expuesta ante todas las personas que leéis los relatos, y que algunos de vosotros los contestéis llamandome como mi señor me llama me hace sentirme aún más expuesta y «vulnerable», aunque todo ese control sobre mi solo le tiene mi señor, nadie más podría tenerlo
Soy sumisa de mi señor, nadie más puede hacerme sentir así, nadie más puede tener el control que mi señor tiene sobre mi, solo él puede hacerme sentir humillada y expuesta por el hecho de leer o no unos mensajes, de poder contestar solo a los que mi señor decida y que contestar, por supuesto, que si me manda contestar algún mensaje antes tiene que tener la aprobación de mi señor.