Capítulo 22
- Mi educación como sumisa
- Mi educación como sumisa II
- Mi educación como sumisa III
- Mi educación como sumisa IV
- Mi educación como sumisa V
- Mi educación como sumisa VI
- Mi educación como sumisa VII
- Mi educación como sumisa VIII
- Mi educación como sumisa IX
- Mi educación como sumisa X
- Mi educación como sumisa XI
- Mi educación como sumisa XII
- Mi educación como sumisa XIII
- Mi educación como sumisa XIV
- Mi educación como sumisa XV
- Mi educación como sumisa XVI
- Mi educación como sumisa XVII
- Mi educación como sumisa XVIII
- Mi educación como sumisa XIV
- Mi educación como sumisa XX
- Mi educación como sumisa XXI
- Mi educación como sumisa XXII
Mi señor me ha mandado que escriba un relato expresando las ganas que su sumisa tiene de que juegue con ella y la use a su gusto.
Es algo complicado, pero cuando me imagino que estamos juntos los dos solos en una habitación o en un apartamento y pienso en todo lo que podría hacerme, noto como empieza a subirme la temperatura, principalmente pensando en que como su sumisa que soy mi señor puede usarme y hacerme lo que se le pase por la cabeza, como por ejemplo, si quiere que le traiga un refresco o una copa pero quiere que lo haga con solo un tanga puesto es algo que haré, un tanga que por supuesto haya elegido y comprado mi señor, porque él decide que ropa interior ponerme en el caso de que mi señor quiere que lleve ropa interior.
Otro ejemplo de como mi señor puede usar a su sumisa es que simplemente me quede de pies o de rodillas junto a él esperando a que me mande hacer algo como que mientras mi señor este sentado viendo algo en la televisión su perrita se la este comiendo, o a que quiera empezar a jugar con su sumisa dándola azotes, poniéndose detrás y que con una de sus manos empiece a jugar con mis pezones mientras la otra va bajando haciendo mi clítoris y empiece a jugar con sus dedos haciéndome sufrir y llevándome al límite del orgasmo todas las veces que mi señor considere oportunas.
Otra cosa que me puede pedir es que salga al balcón sin ropa interior para que pueda hacer lo que mi señor considere, también me puede pedir que le ofrezca mi culo para que pueda ponerme un plug con cola para asi poder sentirme más su perrita.
En definitiva, pertenezco a mi dueño y él puede jugar y hacer lo que quiera con su perrita.