Capítulo 8
Tras un tiempo sin vernos, mi señor y yo por fin hemos quedado para pasar un día los dos solos dentro de una cama de un hotel.
Tras toda la tarde jugando con nuestros cuerpos, sobre todo mi señor con mi cuerpo haciéndome gemir mientras me tocaba jugando con sus dedos en mi clítoris sin dejarme correrme hasta que el me diera permiso, teniendo el absoluto control de mis orgasmos.
Una vez que me había corrido que era el turno de mi señor así que me puse encima de él, empecé a besar, chupar y morder la oreja, el cuello para ir bajando hasta la parte baja de su abdomen para volver a subir y decirle al oído “quiero que mi señor folle la boca a su sumisa, por favor” así que me quitó de encima suyo, me tapo los ojos con un antifaz, me ató las manos con una cinta, me pidió que abriera la boca para primero escupirme y luego ponerme la punta de su pene en mi boca y empezar a introducirla en mi boca primero lentamente mientras el se masturbaba con su mano, por un momento me la sacó de la boca y me puso sus huevos en la boca mientras me decía chúpame los huevos y eso hice mientras él seguía masturbándose y cuando estuvo a punto de correrse me la volvió a meter en la boca y se corrió dentro de ella.
Tras pasar toda la tarde así, llegó la noche mi señor se había quedado dormido a mi me apetecía seguir jugando por lo que decidí despertarlo, estaba de espaldas a mi así que me abracé a él y empecé a besarle la espalda luego el cuello mientras mi mano le acariciaba el torso y abdomen hasta llegar al elástico de sus bóxer y tocar su miembro por encima de la tela, mientras le seguía besando, chupando y mordiendo la oreja, cuello y espalda hasta que se dio la vuelta para meter mi mano por debajo de la tela de su bóxer para tocar su pene y notar como se va poniendo cada vez más duro, así que se medio despertó y me dijo “cómemela” así que le dije “¿no querías que tu sumisa comiese de rodillas?” “ por supuesto”, por lo que me levanté de la cama, mi señor se sentó al borde de la cama me bajó los pantalones del pijama y me puso de rodillas y me dijo “come sin manos” así que le besé y acerque mi boca hasta su pene para poder comer hasta correrse en mi boca para después tragarme su corrida.