Capítulo 10
Alex me contó al día siguiente con todo detalle la historia con Irene:
Alex le envió un mensaje a Irene y esta lo llamó casi de inmediato:
- Irene: hola cariño mío, he estado pensando en ti mucho
- Alex: hola zorra mía, ¿qué haces esta noche?
- Irene: nada en particular, íbamos a salir con mi marido al cine a la sesión de las 22:30
- Alex: de puta madre ¿a qué cine?
- Irene: a multicines a ver la última de Tom Cruise
- Alex: cojonudo, me dejaré caer por ahí y estaré pendiente cuando os acerquéis a la taquilla, os saludaré ya que conocéis a mis padres del club y el otro día me tocó llevar a la beata a su casa, y compraré la entrada para la misma película, será divertido, hasta puede que tu marido me invite y pague mi entrada
- Irene: madre mía, qué nervios
- Alex: fíjate que has dicho “qué nervios”, no has dicho, no, lo cual quiere decir que acabas de comenzar a mojarte ¿verdad zorra?, ¿te imaginas qué estaremos sentados en la misma fila, por supuesto tú en medio, viendo la película y mientras tanto yo metiéndote mano y tu metiéndome mano a mí, será una gozada?
- Irene: ¿pero, y si se da cuenta mi marido?
- Alex: no se dará cuenta, tú déjame hacer a mi ¿vale puta mía?
- Irene: ¡qué nervios!, vale, debo estar loca para hacer esto, pero si
- Alex: hoy comenzarás a entrenarte para llegar al paraíso zorra, otro día te llevaré a zorrear, venga, hasta luego
Alex, se preparó y media hora antes, ya estaba pendiente de la llegada de Irene y su marido, se acercó a saludar al marido, pues estaba en el grupo con mi padre el otro día y con el imbécil, cuando mi padre me pidió acompañar a mi chica
- Alex: buenas noches
- Marido: hombre Alex ¿tú por aquí?
- Alex: si, me gustan mucho las películas de acción y sobre todo las de Misión Imposible (dije mirando a Irene)
- Marido: mira cariño, este es Alex, el hijo de xxx y de xxx, del Polo
- Alex: un placer señora (Irene estaba haciendo verdaderos esfuerzos, pero como toda perra, la muy puta, supo poner cara de póker)
- Irene: encantada a mi marido también, le gustan mucho, a mí, no tanto, pero también
- Marido: venga que nos toca; señorita tres entradas por favor, no muy cerca de la pantalla, las salas son pequeñas y me fastidia tener la cabeza levantada
- Alex: no, por favor, yo me pago mi entrada
- Marido: de eso nada, que los jóvenes, andáis escasos de dinero todos
- Alex: muchas gracias, lo que dice es cierto, mis padres, como supongo casi todos, nos dan la semanada justa y hay que hacer equilibrios, si me quiero comprar una moto a los dieciocho (todos reímos de mi respuesta y entramos)
Entramos y después de los consabidos anuncios y publicidad típicas antes de cada película, se apagaron las luces y comenzó la película.
Me di cuenta, de que el marido se recostó bastante en la butaca del cine que y por un momento, pensé que se iba a echar una siesta, lo que favorecía bastante mis intenciones pues en su postura, a pesar de que Irene llevaba una gabardina por la temperatura de la noche, la puso encima de sus piernas a modo de tapa.
Irene estaba en medio de nosotros dos y la muy zorra se ladeó ligeramente, como si fuera a recostar su cabeza en su marido, quien le dijo que se colocara bien porque lo despistaba de la película. “genial”, pensé
Como en todas las películas de acción, que comienzan con la música a toda pastilla, reiniciando una serie de efectos especiales muy buenos, pero también muy fuertes de sonido.
Debido a que el vestido de Irene era bastante holgado y suelto, mi mano, comenzó entrar bajo él, estaba fuera del alcance de la vista del marido, me fui directamente a buscar su coño, cuál sería mi sorpresa, que la muy puta, no me había obedecido y no se había afeitado el coño.
Comencé a tirar 1 × 1 de sus pelos arrancándole un buen montón y la tipa aguantó como una jabata, al mismo tiempo que su coño chorreaba montón de flujos. Tomé su mano y la metí dentro de mi pantalón y cuando notó las dimensiones y grosor de mi polla, que aún estaba en modo reposo exclamó, casualmente coincidiendo con una acción de la película ¡madre mía!, ¡Dios mío!, yo estaba que me descojonaba; y comenzó a hacerme una paja de campeonato, que menos mal, no fue mamada, por qué hubiera sido capaz de morderme y tragársela, tardó poco en correrse, de nuevo mordiéndose el labio, para no gritar y mi polla, por efecto del meneo, también provocó que me corriera, en su mano, la fue sacando y chupándola, llevándose mi corrida a su boca saboreándola. Cuando terminó, le dijo a su marido que iba al servicio, pero, ni se enteró, pues efectivamente se había quedado dormido, pegando unos ronquidos tremendos; se levantó y salió, yo también salí detrás de ella por el pasillo hacia el servicio de señoras, no había nadie, ya que cuando comienza la sesión, todo el mundo se desaparece, hasta los de las palomitas. Entramos al baño y cerré el pestillo detrás de ella.
- Irene: cariño mío, qué sensación magnífica, has estado increíble, nunca había hecho algo así
- Alex: mira zorra le dije: dándole un grito, que la sorprendió totalmente: cuando yo te digo algo, lo haces, ¿está claro? Si te digo que te afeites el coño lo haces, si te digo que hagas esto o aquello lo haces, porque al fin y al cabo es para ti, para que lo pases, como no tienes ni idea de bien y que disfrutes al máximo, que estás muy acostumbrada a esas pollas de pijos que no valen para nada y que te has estado comiendo hasta ahora y no tienen ni idea como se folla y de lo que necesita una verdadera mujer y sobre todo una señora como tú ¿te enteras?
- Irene: aguantando las lágrimas, si cariño, es que no tenía cuchillas, pero te prometo que lo haré mañana mismo por la mañana, perdóname. Haré siempre lo que me mandes. Intentó besarme, pero la rechacé diciéndole:
- Alex: esto y más te lo tienes qué ganar, me largo, dile a tu marido que me han llamado y he tenido que irme, por cierto, no te laves, regresa con tu corrida en tu coño y con el sabor de mi semen en tu boca y antes de acostarte, le das un beso en la boca a tu marido, verás qué ni se entera y que la sensación que te da a ti es fantástica, ya me contarás que tal
- Irene: si, cariño, lo haré como tú dices, llámame por favor y haré lo que quieras, perdóname por favor
- Alex: bueno, pero de verdad, no me defraudes, yo no lo haré, ya veremos, ¿Qué haces mañana? Dándole un beso en la oreja y pasándole la lengua
- Irene: No tengo nada que hacer, pensaba ir Iradier al gimnasio, pero si quieres, estoy contigo cariño
- Alex: dale, recógeme en plaza Bonanova a las diez, le di un suave beso en los labios, presionando su pecho y dándole un pellizco
La mañana siguiente, cuando llegué, ya estaba allí esperando, cuando me vio, tocó la bocina, me acerqué y subí
- Alex: desde luego tanto el coche como el color de él, te pegan; me gusta mucho el Mercedes AMG descapotable, es una bestia, con un motor, que dice dame duro, méteme caña, mientras le levantaba la falda, buscando su coño, bien afeitadito y metiendo mis dedos dentro, que estaba chorreando. Vas muy caliente de buena mañana, me gusta
- Irene: cariño, me excitas mucho, de hecho, ya me he excitado esta mañana afeitándome la vagina, mientras seguía conduciendo, intentando no perder la concentración, ¿dónde vamos?
- Alex: vamos a que te laven el coche y de paso también a ti, dale hacia Castelldefels
Tomamos la ronda y nos dirigimos a la autovía de Castelldefels, a esa hora, no había mucho tráfico y era ideal, aproveché, para desabrocharle el vestido y chuparle las tetas mientras conducía, ella iba en silencio, jadeando como una perra en celo. Continuamos hasta Sitges y le ordené salir en Aiguadolç, recordaba que hay una gasolinera, a la que, a veces mi padre ha puesto gasolina y hay una zona de lavados a presión, nos dirigimos allí y le dije:
- Alex: desabróchate un poco el vestido, pero no mucho, que se te vean las tetas bien, vamos a comenzar, para que vayas te entrenando a ponerte al día y disfrutes del verdadero sexo. He visto que hay dos o tres tíos atendiendo la gasolinera, a ver si alguno se anima a meterte un buen lavado, jajaja
- Irene: ay, no sé, me da un poco de asco, no se
- Alex: mira, tienes que dejarte de prejuicios, le dije acariciándola, pero lo que has probado hasta ahora, es una mierda, comparado con lo qué harás a partir de ahora, nada que ver, mientras metía mis dedos en su coño empapado, te costará al principio, pero luego no querrás nada más, ya vengo, abróchate un poco el vestido, pero deja que se te vean bien las tetas, intentaré convencer a uno que venga a lavarte bien, te lo pasarás, así que limítate a hacerme caso, luego le damos una propina ¿vale?
- Irene: no sé cómo lo consigues, pero me vuelves loca, haré todo lo que me digas cariño
Me bajé del coche dejándola a cien y me dirigí hacia los tres tíos qué estaban allí, les dije: mirar aunque os parezca raro lo que os voy a decir, estoy con una piba pija, mirar el coche que lleva y que le gusta más una polla, que a un tonto un lápiz, es amiga de mi familia, pero anda tan caliente, que podría follarse a un perro, os quiero proponer lo siguiente: uno, pero de momento, solo uno de vosotros, quiero que se acerque a ella y el que sea, si le apetece, que seguro que le apetecerá, se la folle bien follada, no pondrá ningún problema, decirle cosas guarras y darle de ostias donde queráis, menos en la cara, darle toda la caña del mundo, cuando acabéis yo os daré 200 pavos, por el esfuerzo. Respondieron al unísono todos a la vez: follarnos a una pija y que encima nos pagué, de coña, vamos allá, dijo el más mayor, que tendría unos treinta años, más o menos.
Dale: vamos y sígueme la corriente
- Alex: hola Irene, te presento a Paco, que te va a ayudar en el lavado
Irene, visiblemente nerviosa y excitada
- Irene: un placer, muchas gracias
- Alex: bueno, yo os dejo con el lavado y me marché junto a los otros dos
No sé, lo que hablaron, pero Paco, tomo la iniciativa, descaradamente y aún sin bajar del coche Irene, te estampó un morreo, abrió la puerta y la sacó del coche, sin dejar de meterle mano brutalmente. Yo por mi parte les dije a los otros dos: quedaros tranquilos, que os la traeré a esta y a otras, para que las eduquéis, ahora, dejarme que voy a filmarlos; puse la cámara del móvil y grabé, para reír luego con mi vida.
Paco le dio la hizo agacharse y le metió su polla en la boca, (podíamos oírlo a él, desde donde estábamos), “límpiamela bien zorra, que hace días qué no me la lavo” ¿a qué tiene buen sabor? ¿te gusta verdad puta? A Irene se la veía desenfrenada, chupando su pene y lamiendo sus testículos como una loca; Paco se corrió en su boca y su cara, pero ella no estaba dispuesta a parar, siguió chupando, hasta que Paco se repuso, cuando de nuevo el miembro, de tamaño normal de Paco, se repuso, este la levantó, le dio la vuelta, le levantó el vestido, haciéndole apoyarse sobre el capó del Mercedes, mojando sus dedos con la monumental corrida qué había tenido Irene, se los metió en el culo y la penetró salvajemente, dando ella un grito, que si escuchamos, diciendo “Dios mío, qué maravilla, dame más fuerte, más, la siento toda dentro de mi” Paco, le tiraba del pelo y la azotaba fuerte en sus nalgas, le presionaba el cuello y tiraba de su cabello, dándole golpes en el pecho y pellizcándolos fuertemente; ni qué decir qué si Paco tuvo una corrida fantástica, ella más todavía, creo que fue el mejor polvo de su vida, como luego me confirmaría
Cuando acabaron, Irene entró en el coche y se tendió totalmente agotada, me acerque y viéndola casi me dio pena por el estado en que estaba, pero no había duda, fue el mejor polvo qué le habían echado nunca.
- Alex: veo qué te ha ido bien y te has quedado satisfecha, has agotado al pobre tío, anda, dame 500 euros, que se los doy por las molestias y por su trabajo
- Irene: ha sido fantástico, nunca me había sentido igual, abrió su bolso y me dijo: toma, dentro hay dinero, cógelo y se lo das, yo no puedo ni moverme, madre mía
Tomé el bolso de Irene y me fui donde los chicos, saqué 200 euros del bolso y se los di a Paco diciendo: no os preocupéis vosotros dos, que os la traigo más veces, solo os pido, que no alardeéis con nadie de esto, si me entero se acabó, darme vuestros teléfonos y os avisaré antes de venir, bien sea con ella o con otra y me marché hacia el coche, eso sí, sacando los 300 euros, que fueron a parar a mi bolsillo
Entré en el coche y le dije que arrancara, que tenía que estar en casa a la hora de comer. Se acomodó un poco el vestido, pero la hice ir hasta Plaza Bonanova enseñando las tetas, conduciendo con una mano y con la otra meneando polla, chupándose los dedos de vez en cuando.
Durante el viaje hablamos:
- Alex: ¿te das cuenta, que has sacado la zorra, que ni sabías qué tenías dentro y reconócelo, te han pegado el mejor polvo de tu vida? Ya te lo avisé ayer en el cine, que comenzabas un mundo diferente y no querrías regresar al anterior
- Irene: tienes razón, nunca imaginé tener tanto placer, ha sido increíble, no habría supuesto nunca sentirme así
A parte de continuar todo el trayecto hablando del mismo tema, cuando llegamos le dije:
- Alex: cuando quieras, puedes repetir, si lo haces, te sentirás plenamente satisfecha y llena cada día más, tu misma
- Irene: claro cielo, cuando tú quieras y tú me digas, ha sido maravilloso; fue a darme un beso y la aparté diciendo:
- Alex: quita qué llevas la boca llena de leche, jajaja
- Irene: perdona es cierto, jajaja
Simplemente un abrazo con la consecuente metida de mano, ya qué Paco ahí no había entrado. Y me bajé del coche, con la satisfacción de haber hecho una buena obra de caridad, jajaja