Capítulo 39
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
- Chantaje a mi puta perra XXV
- Chantaje a mi puta perra XXVI
- Chantaje a mi puta perra XXVII
- Chantaje a mi puta perra XXVIII
- Chantaje a mi puta perra XXIX
- Chantaje a mi puta perra XXX
- Chantaje a mi puta perra XXXI
- Chantaje a mi puta perra XXXII
- Chantaje a mi puta perra XXXIII
- Chantaje a mi puta perra XXXIV
- Chantaje a mi puta perra XXXV
- Chantaje a mi puta perra XXXVI
- Chantaje a mi puta perra XXXVII
- Chantaje a mi puta perra XXXVIII
- Chantaje a mi puta perra XXIX
-Ahora ve a adecentarte GUARRA, luego nos iremos a comer juntos y te pondré al día, pero antes coge del almacén un par de medias y unas bragas y te quitas esos pantis.
-Gabriela. -Gracias SEÑOR, ahora mismo…
Salió sonriente y aun temblando. Ya tocaba trabajar, pero antes le escribí a Gema…
Así terminó el último capítulo…
“Buenos días PERRA si no tienes ningún compromiso laboral, te espero a comer a las dos”
No tarde en recibir su respuesta…
“Allí estaré AMO”
Me dediqué a trabajar, no parando hasta las doce, sabiendo que en la tienda estaban muy liadas, Jara no había aparecido por la oficina en toda la mañana. Salí indicándole por señas a Rosa que fue la única que me vio a dónde iba. Pedí mi café y me senté en una mesa, aprovechando ese momento para escribirle a Julio.
“Buenas tardes Julio, tengo planes para ti, te espero a comer a las dos aquí junto a la tienda”
“Buenas tardes Raúl, perfecto, sé dónde es”
Su escueta respuesta me dio a entender que estaba liado, me tomé el café y me volví a la tienda, llevándome la sorpresa de que Lu había vuelto y estaba sentada trabajando.
-Lu. -Hola Raúl ya estoy por aquí, la obra ya está en marcha, como no hay que tocar muchos tabiques en quince días más o menos estará la obra terminada, así que tendríamos que ir viendo el mobiliario.
-Lo dejo todo en tus manos, dedícate solo a eso.
-Lu. -Me pongo ahora mismo.
Abrí mi correo y vi que tenía uno de la inmobiliaria, indicándome que para la semana siguiente lo tendrían todo preparado para la firma de las escrituras, fijándome en que también se lo habían mandado a Blanca. Sonreí al caer en que Lu aun no sabía lo de Penélope y menos lo de Gabriela. No le dije nada y durante un rato los dos estuvimos dedicados a nuestras tareas, hasta que apareció Jara.
-Jara. -Uffff, vaya lunes, menos mal que ya se ha tranquilizado todo.
Miré a la pantalla, comprobando que no había nadie y que las tres estaban ordenando ropa.
-Dile a Penélope y a Gabriela que vengan y quédate en la tienda por si Rosa necesita ayuda.
En contra de lo que esperaba, me sonrió y guiñó. No tardaron en entrar y cerrar la puerta tras ellas, haciéndome comprender que Gabriela sabía más de lo que me había contado. Tras cerrar la puerta se desabrochó la falda y se sacó la blusa, ante la incrédula mirada de Lu…
-Espero que le guste el conjunto que he elegido SEÑOR…
No había terminado la frase cuando con rapidez Penélope la imitó.
-Penélope. -Perdón AMO, no sabía…
-Tranquila no es fallo tuyo, es que esta PERRA ha corrido mucho, aunque otras ni una cosa ni otra.
Dándose cuenta de que me refería a ella, se puso rápidamente de pie e imitó a las dos.
-Lu. -Perdón AMO, me ha pillado tan de sorpresa que…
-Jajajaja, no pasa nada, solo quería ver tu cara, por ahora Penélope se va a quedar en mi casa unos días, pero está a disposición de todos. De Gabriela ya te diré como queda todo, tengo que pensarlo. Y esto va por vosotras dos, ella después de mí es vuestra AMA, ¿entendido?
Ambas asintieron con la cabeza…
-Lu. – ¿Puedo AMO? -asentí- de rodillas PERRA, quiero, necesito sentir tu lengua en mi coño.
El comportamiento de Lu no dejaba de asombrarme, cómo había evolucionado, como se sentía cada vez más dominante y menos sumisa. Penélope sonriendo y a cuatro patas recorrió la escasa distancia, comprobando como Lu se había apartado la braga, abriéndose de piernas de forma exagerada.
-Vístete -no le gustó- y dile a Rosa que entre.
Lo hice a conciencia y haciéndome sonreír su cara de desilusión y de deseo. Se vistió no tardando en salir y en aparecer una sonriente Rosa, que solo atravesar la puerta y cerrarla se sacó la falda y la blusa y fue a arrodillarse…
-No PERRA, quédate de pie.
Me levanté de mi silla y me acerqué, cogiéndola del pelo la besé, la besé con ganas, con deseo, solo la había hecho entrar para ver la reacción de Gabriela. Me encantaba, fue sentir mis labios y ponerse a temblar y a mojarse, ya que una de mis manos se fue a uno de sus ya duros pezones y la otra mano la introduje en sus bragas notando como su coño estaba chorreando…
-Rosa. – -Separando su boca lo justo- Uffff AMO, llevó deseándolo toda la mañana, desde que hemos sentido a Penélope ufffff.
-Córrete.
Se tuvo que abrazar a mí y pegar su boca a la mía para que no la sintieran correrse. Fue intensa, tanto que puso mi mano chorreando, cayendo bastante al suelo.
-Lu. -Ufff, ¿puedo AMO? -no me dio tiempo a asentir- agggggg me corrooooooo ufffffff que PUTA ha encontrado agggggg.
Se quedó derrengada en la silla, mientras que Penélope se ponía en posición de espera…
-Limpia mi mano y después el suelo GUARRA.
Con una sonrisa y ante la atenta mirada de Rosa y de Lu, se giró lo justo para lamer mi mano y seguidamente el suelo.
-En pie y córrete.
De un salto se puso en pie y mirándome fijamente con una sonrisa de agradecimiento se abrió de piernas y se corrió, aguantándose los gemidos.
-A que esperáis vosotras dos, limpiad su corrida.
Tanto una como la otra se fueron al suelo y mientras Lu se dirigió a su coño, a sus piernas, Rosa limpio el suelo…
-Vestiros y seguid trabajando.
Las tres lo hicieron rápidamente, dedicándose cada una a lo suyo. A la hora de cerrar…
-Vámonos a comer.
Salimos los cinco a comer donde ya estaban esperándonos Julio y Gema, a la que cada día veía más rejuvenecida. Nos sentamos los siete…
-Os he hecho venir porque hoy me voy a casa de Gema con Gabriela, voy a pasar allí unos días, y tú te vas a llevar a Jara a tú casa, por ahora y hasta nueva orden ella os va a servir a ti y a Isa, que ahora hablaré con ella, por ahora ha perdido todos sus privilegios.
-Jara. -Me lo he ganado Raúl, lo siento.
-Gema. – ¿Y qué vas a hacer con Pedro?
-Vamos a darle una alegría a Ceci, la vamos a dejar en casa de Isa a cargo de él y de Diego.
-Rosa. -Yo me quedo sola Raúl, mi hermana se va mañana de viaje de estudios y aunque sea anticiparme creo que Ana iba a pedirle permiso para que mi madre se fuese estos días con ella a casa de Jara.
-No, aun no me han dicho nada, y me parece bien, mañana vente con ropa para toda la semana y ya veremos, tengo que hablar con Lucía que llegan hoy.
-Rosa. -Gracias Raúl.
Terminamos de comer en buena armonía, aunque no podía evitar sonreír ante una triste Jara, y no por el castigo, sino por haberse equivocado. Julio se disculpó y se marchó…
-Iros para la tienda o a la barra si queréis tomar café, dejadme a solas con Gema y Gabriela. -Se levantaron y salieron del comedor- Vas a pasar en principio una semana en casa de Gema, vas a estar a prueba, la pases o no, no afectara al trabajo, por esa parte puedes estar tranquila. Creo que vives en un piso de alquiler, si entre lo que yo vea y me informe Gema cuando yo no este, y que tú quieras seguir, te acepto, te mudaras a casa de Gema, no pagaras alquiler, pero si los gastos de mantenimiento ¿te parece bien?, puedes hablar libremente…
-Gabriela. -A mí me parece más que bien Raúl, y el piso donde vivo es mío, pero no sé si a ella…
No la dejó terminar…
-Gema. -Parece que no lo has entendido, él es dueño de todo, lo que él decida está bien, ya te iras dando cuenta que cuando más le pertenezcas, más feliz vas a ser.
-Gabriela. -Es lo que deseo Gema, ser feliz y sé que no os voy a defraudar.
-Gema. -A mí no, jajajaja, yo soy feliz siendo nada, es a él a quien no tienes que defraudar.
Las dejé hablar, Gema era asombrosa, su forma de hablar, de tratar y de tratarse a ella misma, me encantaba.
-Gabriela. -Cuando salgamos luego si te parece bien me acerco a mi piso y cojo lo necesario, aunque…
-En estos días solo vas a salir para venir al trabajo, así que solo coge lo preciso, la lencería ahora la compras en la tienda, ellas saben mis gustos, y no te preocupes, no tendrás que pagarlo de golpe.
-Gabriela. -Gracias Raúl, y creo que tengo mucha lencería de su gusto, por lo que ya me han contado, a mí no me gustan los tangas, ni los pantis, así que toda mi ropa interior son bragas, medias y pantis como los que traía hoy.
-Perfecto, de todas formas al salir me iré contigo a tu piso y de allí nos vamos al de Gema.
-Gema. -Lo tendré todo preparado Raúl, ahora me tengo que ir a la farmacia.
Nos fuimos todos y tuvimos una tarde entretenida tanto en la oficina como en la tienda, por lo que paso el tiempo volando, tanto que aunque sentí el WhatsApp de Lucía no lo leí hasta que cerramos.
“Buenas tardes AMO, ya estamos en Alicante, si no me dice lo contrario me voy a casa de Manoli”
“Buenas noches PERRA, puedes quedarte con ella, mañana quedaremos para comer los tres si a ella el trabajo se lo permite, tenemos que hablar de tus otras dos profesoras”.
Tardó unos minutos tras leerlo en contestar, el tiempo de preguntarle a Manoli.
“Me ha dicho que si, AMO, que vendrá conmigo. Una cosa AMO, ella no sabe nada de los otros profesores o eso creo”.
“No te preocupes no está en condiciones de poner pegas, hasta mañana PERRA”.
“Hasta mañana AMO”.
Tal y como quedé con Gabriela nos fuimos los dos en su coche a su casa, tenía interés en ver donde vivía, sabía que le había venido muy bien el ampliar el horario debido al divorcio, pero se le veía clase en los movimientos y en las formas, y no me equivoqué…
-Gabriela. -Espero que le guste mi piso SEÑOR, me lo quedé tras el divorcio, y esta pagada, y menos mal. No fue un divorcio fácil…
-Eso ya no importa, es agua pasada -mientras entrabamos en el garaje- y esta zona está muy bien, ¿no has pensado en venderlo?
-Gabriela. -Es complicado, en la puerta de al lado vive mi exsuegra, que es divorciada y si no llega a ser por ella que se enfrentó a su hijo, hubiese salido muy mal parada, es un cabrón…, y bueno… el piso ya está a mi nombre, pero la luz, el agua, los gastos, los impuestos se cargan a la cuenta de ella.
-Entiendo, si ves que es un compromiso, te espero aquí.
-Gabriela. -Noooo, por favor SEÑOR, además ella siempre me anima a que encuentre a alguien.
No seguí, la vi nerviosa e intranquila, así que el trayecto en el ascensor lo hicimos en silencio… Me gustó que no actuara con prisa, al revés se tomó su tiempo para sacar las llaves del bolso y abrir la puerta, dándonos cuenta los dos de que tras la puerta de su exsuegra había alguien mirando por la mirilla, lo que le sacó una sonrisa y en contra de lo esperado, la tranquilizó.
-Vamos directos al dormitorio PERRA -Fue a desnudarse, parándose en seco cuando me vio negar con la cabeza- no nos vamos a entretener, ya tendremos tiempo.
El dormitorio era grande, muy grande, en un color gris claro y blanco, y un armario enorme de donde no tardó en sacar tras abrir varios cajones medias y conjuntos de bragas y sujetadores preciosos… descolgó sus otros dos uniformes…
-Gabriela. – ¿Echo ropa para salir SEÑOR?
-Si, por si acaso.
En diez minutos estábamos saliendo por la puerta…
-Gabriela. -Voy a decírselo a Lola, SEÑOR, no quiero que se preocupe.
Asentí, sin saber lo que el destino o las casualidades me iban a deparar.
-Lola. -Hola Gabri, te he sentido llegar, y como te he visto llegar bien acompañada no he querido molestar, jajajaja.
-Gabriela. – -Poniéndose roja- No Lola, es mi jefe, me voy unos días a la tienda de Madrid y me ha acompañado…
-Hola Lola, yo soy Raúl…
-Lola. – -Sin cortarse- Es una pena porque ya te hace falta un buen revolcón, jajajaja.
-Gabriela. -Lola por favor -más roja aun- perdona Raúl, es guasa.
-Lola. -De guasa nada, que pareces monja, ¿Por qué no pasáis y os tomáis algo? ¿O lleváis prisa?
-Encantado Lola -anticipándome a Gabriela- no tenemos prisa.
Pasamos a una pequeña salita, donde había un portátil y un montón de folios.
-Lola. -Perdona el desorden Raúl, estaba corrigiendo exámenes.
Me fijé por primera vez en Lola, cincuenta y muchos, muy guapa de cara, con el pelo por el hombro, su figura no la podía adivinar, llevaba una bata de estar por casa, que dejaba asomar un pantalón de pijama igual de antiguo que la bata, lo que si pude ver era sus pies, muy cuidados y con las uñas pintadas de rojo, ya que iba descalza.
-Si no te viene bien nos vamos Lola, no te sientas obligada… -me quedé parado al ver o creer ver en el ordenador la ficha de Lucía- ¿Dónde das clases?
-Lola. -Soy profesora de Derecho constitucional- mientras retiraba todo lo de la mesa- en la facultad, sentaros no tardo nada.
Me senté solo yo, ya que Gabriela siguió a la cocina a su exsuegra, momento que aproveché para mandarle un whatsapp a Lucía…
“¿Una de tus profesoras se llama Lola?”
En contra de lo que yo esperaba, no tardó en contestar.
“¿Cómo lo sabe? No le hablé de ella porque usted me dijo que ya hablaríamos AMO, y de las tres es la más guarra y masoca, es a la que trato peor, pero a la vez es la única que no ha puesto pegas cuando le dije que no la iba a usar más, solo puso mala cara. No me consta que este o tenga a nadie por lo menos en la facultad, es muy clásica vistiendo, por no decir antigua. ¿Quiere que le hable de usted.”
“No, ya te contaré mañana, buenas noches PERRA.”
Entraban las dos con picoteo y unas cervezas…
“Como usted diga AMO, por cierto se lleva fatal con Manoli”
Solté el móvil… Y cuando se fueron a sentar…
-No os he dicho que os sentéis…
La cara de las dos fue para foto, si la de Gabri era de terror y de no entender nada, la de Lola paso de incredulidad a ponerse roja y…
-Lola. -Me parece una falta de…
Levantándome antes de que terminara le solté un bofetón con todas mis fuerzas que la hizo caer al suelo y a Gabriela soltar un grito de espanto.
-¡¡¡Ni te muevas PUTA!!! Y tú desnúdate ¡¡¡Ya!!!
Gabriela tardó en reaccionar, no se le iba el temblor ni el miedo y me miraba con cara de súplica, hasta que vio como Lola incorporándose se quedaba de rodillas, agachando la cabeza…
-Veo que Lucía llevaba razón…
Estas palabras fueron mágicas, sobre todo para Gabriela que se tranquilizó, sin poder evitar mirar a Lola con extrañeza.
-Lola. – ¿La conoce? Y ¿Tú?
-Contéstale PERRA no seas maleducada.
-Gabriela. -Yo soy de él, él es mi SEÑOR, ahora estoy a prueba, porque deseo que sea mi AMO, pero…
-Cuando me he acercado en la mesa he visto la ficha de Lucía, supongo que no puedes olvidarte de ella, de que te haya dejado.
-Lola. -Visto que lo sabe, no le voy a ocultar nada, si la hecho mucho de menos, pero no puedo arruinar mi trabajo, tengo mucho que perder si intentaba algo contra ella…
-Ella solo cumple mis órdenes, yo soy el culpable, quiero que se saque la carrera sin ayudas, pero no conozco vuestra historia, solo que hasta la semana pasada era tu dueña.
-Lola. -Ahora entiendo su cambio, y no en lo que se refiere a que me haya dejado, pero de no asistir ni siquiera a mis clases, de ser una borde y estar a punto de ser expulsada a ser la primera en llegar y en participar y no solo en mi asignatura, yo soy su jefa de estudios y aunque llegué a sospechar que no era la única con la que se había liado, ese cambio me sorprendió, pero supongo que eso no es lo que quiere saber -asentí- todo fue rápido, la cité en mi despacho, donde entró con una chulería más típica de un macarra que de una estudiante…
Lo relato como ocurrió…
-Lola. -Buenas tarde Lucía, siéntese por favor.
-Lucía. -Tengo prisa, que coño quieres de mí
-Lola. -Para empezar me hablas con respeto…
-Lucía. -Que coño de respeto, si pareces una vieja de 80 años con esa ropa, que te crees que no me he dado cuenta de cómo me miras…
No se de donde se sacó eso porque no era cierto, si lo de la ropa, nunca he sido de vestir llamativa, y aquel día recuerdo que llevaba una falda por los tobillos, leotardos y unas sabrinas y por arriba un jersey de cuello vuelto negro. Sus palabras me descolocaron, jamás en toda mi vida me habían hablado así, por lo que me puse nerviosa y sin saber que contestar hasta tenerla frente a mi…
-Lola. – ¿Qué hace? Le he dicho que se siente…
-Lucía. -Me tenéis hasta el coño y si me vais a echar, lo vas a hacer con motivo vieja de mierda. -No reaccione por fuera, y si por dentro, por primera vez en muchos años sentí como mis bragas se mojaban, como mis pezones se pusieron duros, algo que no paso desapercibido para ella, que sonriendo- jajajaja, mírala si hasta te gusta.
Terminando de ponerse frente a mí y sin apartarme la mirada, llevó sus manos a mis pechos y cogiendo mis pezones los apretó con fuerza, tanto que me sacó un grito de dolor, a la vez que sentí mis jugos hasta escapar de las bragas.
-Lola. – -Casi sin fuerzas- Por favor déjame no diré nada…
-Lucía. -Jajajaja, que vas a decir GUARRA, que te has excitado -Sin que yo hiciera nada para evitarlo, al revés hasta la ayudé alzando mis brazos me sacó el jersey- ufffff que coño es eso.
Se refería a mi sujetador que según ella era lo más feo que había visto en su vida. En ese momento pude reaccionar…
-Lola. -Déjeme señorita…
Me soltó el primero de muchos bofetones, con tanta fuerza que me tiró al suelo y que para mi perdición hizo que me corriese, si, que me corriese después de más de veinte años y máximo cuando me dejó mi marido por frígida, y no pude evitar temblar y casi gritar hasta que sentí sus manos en mi pelo a la vez que se bajaba sus vaqueros y se sentaba.
-Lucía. -Que pedazo de GUARRA acabo de descubrir, termina de sacarme los pantalones y desnúdate VIEJA.
En un estado totalmente desconocido por mí e incapaz de negarme, en cuanto noté que me soltó el pelo, me puse delante de ella y con mucho miedo le quité sus deportivas, sus calcetines y los vaqueros, quedándome, lo pienso ahora y no lo entiendo, pero ver su tanga blanco totalmente húmedo, hizo que me volviese a correr, algo que a ella la sacó de sus casillas. Se incorporó lo justo para cogerme otra vez del pelo y soltarme otro bofetón…
-Lola. -Perdón, perdón -no entendía por que lo pedía, solo que sentía la necesidad de que me perdonase- no lo haré más…
-Lucía. -Levántate VIEJA, y desnúdate ¡¡¡ya!!!
Temblando me levanté y con prisa me quité el sujetador y me bajé la falda a la vez que arrastraba mis leotardos y mis bragas, no quería que las viese, siendo imposible.
-Lucía. -Pero que mierda de bragas llevas, jajajaja, ¿y eso que es?, ¡¡¡qué asco!!!
Me puse roja, y hasta se me saltaron las lágrimas, sabía perfectamente que se refería al pelo de mi pubis. A la vez que esa humillación me estaba excitando más…
-Lola. -Lo siento Lucía…
Ni terminé, fue el tercer tortazo a la vez que se levantaba y cogía su ropa…
-Lucía. -Ama o Señora, PUTA. Me voy, mañana lo quiero limpio, y por supuesto te quiero con tanga y un sujetador en condiciones
No volvió a hablarme, eso sí se vistió sin dejar de mirarme y reírse, y sin despedirse se fue, dejándome en el suelo, donde tras ver como cerraba la puerta tras salir, me volví a correr. Tardé más de quince minutos en recuperarme y sin dejar de llorar me vestí, y sin saber porque, no me puse ni las bragas ni el sujetador…
-Desnúdate PERRA.
Ante la atenta mirada de Gabriela, se incorporó y con algo de temblor, se desabrochó la bata, se sacó las dos partes del pijama, quedándose con un conjunto negro de tanga y sujetador.
-Lola. -Sigo cuidándome a pesar…
-A pesar de que ya no es tu AMA, -mientras me desnudaba y sacaba mi polla ya con liquido preseminal- apoya las manos en la mesa y saca el culo PERRA.
-Lola. -Llevo años sin que entre nada en mi coño SEÑOR, Lucía me lo tenía prohibido.
-Eso va a cambiar, ¡¡¡vamos!!!
Se sobresaltó, y se giró, dejándome ver su culo con bastantes morados y eso que hacía bastante tiempo que nadie la tocaba…
-Gabriela. -Ufffff, como tiene el culo SEÑOR.
-Deja de hablar y súbete a la mesa PERRA, ponle en coño en la boca, que eso seguro que lo sabe hacer muy bien.
No se había subido a la mesa, cuando agarré a Lola del pelo con fuerza y apuntando mi polla a un chorreante coño, la penetré de un solo golpe de riñones, notando para mi placer la estrechez de su culo…
-Lola. -Agggggg, ufffff, fuerte haga sufrir a esta VIEJA GUARRA.
-Cómele el coño a tu exnuera.
Conforme la solté y con la ayuda de Gabriela que se separó la braga, llevó su boca al coño de esta…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.