Capítulo 3
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
-Ceci. – ¿Señora soy Ceci, me abre?
Ceci es la asistenta de Isabel y también de su hermana Raquel, ya que entro de muy joven al servicio de los padres de estas dos PERRAS, cuando llego a España procedente de Colombia.
Isabel me miro con cara de angustia y a la vez de súplica.
-Ábrele PUTA, tengo ganas de conocerla.
Y así era pues, aunque la había oído hablar más de una vez con mi PERRA Isabel, jamás la había visto y hasta en mi mente yo tenía dibujada a una mujer mayor que mi PERRA.
-Isabel. -Por favor Señor escóndase y déjeme que le diga que se vaya, por favor.
-Si claro que me voy a esconder, pero primero quiero que la invites al café, pues tengo ganas de conocerla PUTA.
-Isabel. -Gracias Señor.
-Y tu PERRA, (por Raquel), vente conmigo.
Fue a recoger su ropa.
-La ropa se queda donde esta.
Ella no dijo nada e Isabel me miro e iba a decir algo, pero cuando vio mi cara solo se limitó a agachar la cabeza, mientras Susana se volvía a poner el albornoz,
En eso que sonó el timbre y MI PUTA, abrió la puerta, yo siendo un poco previsor cuando sentí llegar el ascensor me fui a la mirilla de la otra puerta para ver por primera vez a la famosa Ceci.
Y lo que vi, me hizo ver lo equivocado que estaba respecto a ella, pues, aunque no era una belleza, tampoco era lo imaginado por mí.
Unos cuarenta y tantos, que luego supe que eran cuarenta y cinco, uno sesenta más o menos unos kilos de más, pero sin pasarse, pelo castaño y largo, su ropa, aunque al principio no se veía bien, pues llevaba un abrigo hasta la rodilla, sí que aprecié unos leguis de color negro, y unas zapatillas de deporte y calcetín de colorines.
-Buenos días Señora (educada sí que era), hola Susana, a esta la saludo con afecto, no me acordaba que tu madre me dijo que venias hoy.
-Isabel. -Buenos días Ceci, ahora te iba a llamar, para que no vinieras.
Yo me moví un poco para poder observar mejor, pues había dejado una rendija en la puerta que da al salón, pues como los cristales de la puerta eran biselados pues no se aprecia bien.
Observe también a Esther que estaba aún en estado de shock, como pensando en manos de quien había caído.
Al entrar Ceci y ver la blusa los pantalones y la braga de Esther, aunque claro esta pensaría que era o de Susana o de Isabel, esta fue a recogerla y hay dio un pequeño vuelco la situación.
-Susana. -Quieta Ceci, no lo recojas tú, lo va a recoger mi mami, ¿a que si mami?
Tanto Ceci como Isabel se quedaron paradas como no sabiendo que hacer, y yo de golpe volví a empalmarme.
-Isabel. -Si claro, tú siéntate y tomate un café, ya lo recojo yo.
Siguiendo con actos a sus palabras se agacho y lo recogió todo, pero sin saber si meterlo en la lavadora o con la ropa sucia, pero para eso estaba Susana.
-Susana. -Mami déjalo encima de la encimera ya veremos que hacemos luego, y tú Ceci quítate el abrigo y ponte cómoda que mi mami te va a poner el café o el té, ya lo que quieras.
Esta un tanto extrañada, pues no era lo normal y menos ver como su Señora hacia sin rechistar lo que su hija le pedía, le dijo que un té, se quitó el abrigo y se sentó.
Al quitarse el abrigo pude ver que la parte de arriba era una sudadera gris.
Entre tanto Isabel le preparaba él te, pero estaba temblando tanto que estuvo a punto de tirar un par de veces la taza, termino de prepararlo y se lo sirvió e hizo ademán de sentarse.
-Susana. -Mami, ¿yo no te he dicho que te sientes no?, quieres algo más Ceci, aprovecha ahora que mi mami está muy servicial.
-Ceci. -No nada más.
Esto lo dijo con una cara como de no entender nada, cosa que no pasó desapercibido para Susana.
-Susana. -No te extrañes Ceci, no pasa nada, solo que hoy mi mami nos va a servir, ella hoy va a ser tú y tú vas a ser ella.
Aun se le puso más cara de no entender nada.
-Ceci. -Como?
Susana. -Es que no me has oído? Que hoy tú vas a ser la Señora y ella la sirvienta, y además que le puedes mandar lo que quieras.
-Ceci. -No entiendo es que están jugando…
Pero Susana no la dejo terminar.
-Susana. -Mami desnúdate que te vea Ceci y vea que es verdad lo que digo.
En ese momento se le saltaron las lágrimas a Isabel, pero seguro que también tenía el coño chorreando, pues esa es su verdadera vida, la de ser humillada, pero se limitó a quitarse la camisola que llevaba quedándose totalmente desnuda.
-Susana. -Ves Ceci como ella obedece, ¿a que si mami?, a que hoy vas a hacer todo lo que te pida Ceci?
Esta agachando la cabeza se limitó a murmurar un sí.
-Ceci. -Me gustaría irme Susana, esto no me gusta y me está haciendo sentir incomoda.
-Susana. -A ver Ceci, te voy a poner las cosas muy claras, y solo tienes dos opciones, la primera es hacer y obedecerme en todo lo que te diga, y la otra opción es la de levantarte e irte y aquí no ha pasado nada, pero se acabó trabajar para nosotros.
En ese momento Ceci agacho la cabeza y no dijo nada solo se puso roja como un tomate.
-Susana.-A ver Ceci no me seas mojigata, llevas no sé cuántos años sin tener ningún tipo de relación según tú, desde que dejaste al parásito de tu marido, además te estoy dando la oportunidad de convertirte en la Señora de mi mami por un día, para que ella haga todo lo que tú le pidas, solo tienes que obedecerme en todo, y te aseguro que mañana todo volverá a la normalidad, es más, mami te subirá el sueldo, y te dará una gratificación por lo que hagas hoy y no habrá represalias de ningún tipo, pues todo quedara en hoy.
Pero que te quede claro a mí me tienes que obedecer en todo, así que tú decides.
-Ceci. -No tengo otra opción que obedecer Susana, bien saben ustedes que aquí no tengo a nadie más, pues ya sabe usted que, aunque esta mi hermana llevamos años sin hablarnos, y que mis hijos están en Colombia.
-Susana. -Está bien, pero ten en cuenta que un no o un solo reproche a lo que yo o quien yo diga, te ordene y todo se acabará, pero eso sí, mi mami te servirá en todo lo que tu desees, y cuando me refiero a todo es todo.
-Ceci. -Si Susana
-Susana. -A partir de ahora solo seré Señora o Ama te queda claro PUTA?
En ese momento creo que fue cuando Ceci se dio cuenta donde se había metido.
-Ceci. -Si Señora.
-Susana. -Desnúdate.
Por el tono y como se lo había explicado todo Susana, está, bien sabía que no iba de farol, y en su cabeza resonó el que no quería ni un solo reproche, se levantó de la silla y empezó a desnudarse.
Primero se quitó la sudadera, dejando ver una camiseta blanca que también se la quito, quedándose en un sujetador enorme de color beige, pero no se lo quito, paso a quitarse las zapatillas y el leguis negro, dejando al descubierto una enormes bragas también beige de tipo faja, pero bien sabía que se tenía que desnudar del todo, así que agachándose un poco se quitó las bragas a la vez que arrastraba los calcetines, se incorporó y se quitó el sujetador, dejando al descubierto dos tetas impresionantes y muy bien puestas.
La verdad es que está muy bien y aunque tenía barriga y más de un kilo de sobra, también se la veía fuerte y formada.
Susana sabiendo que yo está observando con la mano le indico que se fuera girando, cosa que hizo despacio y que a mí me permitió ver un culo de infarto y un coño muy peludo y desarreglado.
-Susana. -Sabes PERRA, ¿que no estas nada mal?, aunque esos pelos del coño tendremos que arreglarlos a que si mami?
-Isabel. -Si claro lo que tú digas hi…
Y para más asombro mío, ni la dejo terminar pues poniéndose de pie le soltó un bofetón a su madre.
-Susana. -Para ti también Ama o Señora, entendido PERRA.
Con las lágrimas saltadas y tocándose la cara
-Isabel. -Si Ama, lo que usted diga.
Aprovechando que estaba de pie se desabrocho el albornoz y lo dejo deslizarse por su cuerpo hasta el suelo.
Se acerco a Ceci y empezó a tocarla por todo su cuerpo, especialmente por sus pechos, que por sorpresa para Ceci pellizco fuertemente sus pezones, sacándole un grito de dolor, pero consiguiendo a la vez que se le pusieran tiesos.
Yo que ya estaba a reventar pero que aún no quería participar me acerque a Raquel y sin miramiento y cogiéndola del pelo la acerque a la puerta para seguir observando el devenir de los hechos, la puse de rodillas y sin hablar se la metí en la boca. Raquel ya no se si por miedo o por excitación, cosa que me daba igual, empezó a chupar, aunque no era mi intención la de correrme, pues lo quería hacer en el culo de Ceci.
Mientras tanto Susana seguía magreando más que acariciando a Ceci, pues supongo que esperaba excitarla y hacerla más participe y menos reacia.
Aunque Ceci seguía quieta casi petrificada, sí que sus pezones seguían tiesos y se le escapaba algún que otro gemido.
-Susana. -Te gusta PUTA?, ¿estas disfrutando eh?, y eso que aún no he tocado tu asqueroso coño, ni lo tocare hasta que te depiles PERRA.
-Ceci. -No me gusta Señora, pero ufff, no soy de piedra y hace tiempo que no me tocan… ufff
-Susana. -Pues eso lo vamos a cambiar PUTA, y en tus manos está el pasarlo bien o no, porque si te digo la verdad a mí que lo disfrutes o no me importa una mierda GUARRA, solo quiero complacer a mi AMO y SEÑOR.
Ese fue el primer momento donde me menciono, aunque por lo poco que podía ver de su cara creo que no se dio cuenta, ya que para que ella no nos distinguiese en todo momento Susana la tenía casi de espaldas a la puerta.
Como si al nombrarme se hubiese dado cuenta de que tenía que hablar conmigo, aun la giro más de tal manera que no podía ver quien estaba tras de ella.
-Susana. -Ni te muevas PUTA.
Y sabiendo que la iba a obedecer paso por el lado de la PUTA de su madre a la que le dio un beso en la boca muy fugaz
-Susana. -Tranquila mami, que no me olvido de ti, ¿además a que a ti no te tengo que preguntar por como esta tu coño eh?
-Isabel. -Por favor Ama…
Pero viendo que no iba a cambiar la actitud de su hija, bajando aún más la cabeza
-Isabel. -Si mi Ama, mi coño está chorreando y necesitado.
La dejo con la palabra en la boca y abriendo la puerta del salón se acercó a mí, y dándole un golpe con la cadera a la PUTA de si tía la quito de mi lado, obligándola a dejar de mamar.
Se cogió de mi cuello y empezó a morrearme.
Pero yo no estaba tampoco dispuesto a perder el control, así que cogiéndola del pelo la arrastre hasta uno de los dormitorios, y tras entrar cerré la puerta y sin más le solté un bofetón.
-Que sea la última vez PERRA que tu quitas a nadie de mi lado sin que yo te de permiso.
En ese momento se dio cuenta del error cometido y poniéndose de rodillas, y con la mirada al suelo.
-Susana. -Lo siento SEÑOR, no volverá a ocurrir, pero esta deseosa de besarlo y de ver si le gustaba como lo estaba llevando todo.
-No te preocupes, aunque te perdono, no te libraras de un castigo, que ya te impondré en su momento PUTA.
-Susana. -Lo que usted desee SEÑOR, lo cumpliré con agrado.
-Bien PUTA, ahora quiero que la obligues, a comerte el coño, de tal forma que su culo quede expuesto para rompérselo, pero también dile a la PUTA de tu madre que le coma el coño y a la vez el culo, quiero que se lo deje ensalivado y mucho, ¿entendido PERRA?
-Susana. -Si mi AMO, ufff, casi me corro, y me puedo correr SEÑOR.
-Ni se te ocurra PERRA, hasta que yo lo haga, y no te entretengas más que no quiero que se enfrié.
No dijo nada más se puso de pie y abriendo la puerta salió rauda a la cocina, paso por encima de su tía sin ni siquiera mirarla y cerrando la puerta, aunque esta vez la dejo aún más abierta, miro a las dos y las dos estaban en la misma posición que las había dejado.
Se acerco a Ceci y sin miramientos le volvió a pellizcar los pezones, que aun seguían tiesos.
-Susana. -Uhmmmm, mira la mosquita muerta esta, aun excitada PUTA?, la verdad es que me da igual PUTA, ¿te has comido algún coño?
Esta no contesto, pero sí que se puso roja como un tomate.
-Susana. -Jajajaja, mira la PUTA, lo mismo no es tan mosquita muerta, jajájajá, pero eso ya lo averiguaremos, ahora te vas a comer el mío entendido PUTA?
No sé si le gustaría o no, pero supongo que aún le martilleaba en la cabeza lo de quedarse en la calle.
Viendo la mejor forma de que el culo de Ceci quedara a una altura idónea para que le rompiera el culo, Susana se apoyó en la mesa de la cocina que tenía una altura ideal, como para que mientras Ceci le comía el coño su culo quedara totalmente expuesto para mí.
-Susana. -Ven aquí PERRA, cómeme el coño que lo tengo chorreando ZORRA.
Era asombroso como había asumido un papel dominante con tanta facilidad.
Sin hablar Ceci se acercó y se inclinó lo suficiente como para comerle el coño a Susana y la misma postura hacía que su culo quedara perfecto para la penetración.
-Susana. -Y tu mami, cómele el culo a esta PERRA
Con lágrimas aun en los ojos Isabel se agacho y empezó a comerle el culo, pues a pesar de las lágrimas la muy PUTA seguro que estaba chorreando.
-Susana. -Agggggg, pues sí que es verdad, que la muy PUTA ya se había comido más de un coño, agggggg, sigue PERRA, agggggg, no pares PUTA, ufffffffff, SEÑOR, no sé si voy a aguantar ufffffffff.
Esto lo dijo pues me vio que yo había entrado ya en la cocina y totalmente empalmado, y detrás mía, pero a cuatro patas tal y como le había indicado venia Raquel.
Yo, que ya no podía más cogí del pelo a la PUTA madre de Susana y la aparte de mala manera de culo de Ceci, y sin miramientos y con un poco de trabajo pues tampoco es que la altura fuese perfecta, se la metí de golpe y aunque estaba lleno de la saliva y babas de la PUTA de Isabel, me costó y hasta me dolió un poco penetrarla.
-Ceci. -Agggggg, que nooooooo, por favor.
Soltó un grito que resonó en todo el edificio,
Pero a la vez que se separaba del coño de Susana, para chillar, recibió uno de los bofetones más fuertes que yo había visto hasta le fecha darle una mujer a otra.
-Susana. -Agggggg, PUTA, quien te ha dado permiso para retirarte, agggggg, sigue ZORRA, o la hostia que te acabo de dar no va a ser nada, para lo que espera, agggggg PERRAAA.
-Ufffffffff, que culo más estrecho agggggg, estaba ya para reventar, ufff, me corroooo, agggggg, PUTA, espero a ver sido yo el primero ufffffffff.
Termine de correrme y sin importarme si le dolía o no se la saque de golpe, pero si le dolió, esta vez no dijo nada pues no se atrevió a separar su boca del coño de Susana.
Al salirme me dirigí a Raquel.
-A ver ZORRA, límpiale el culo a la PUTA de tu sirvienta
-Raquel. -Queeeeeeeeeee?, ni en broma voy yo a meter la lengua en ese si……
Sin dejarla terminar la cogí del pelo y la arrastre hasta el culo de Ceci.
-GUARRA, chupa, límpialo, quiero que te tragues la leche que está saliendo de su culo PUTA
-Raquel. -Ayyyyy, si SEÑOR, pero suélteme el pelo
La solté, pero no le quite la mirada para ver cómo se comía con su lengua la leche que salía del culo de Ceci.
-Susana. -Aggggggggggggg, me corroooooooo, SEÑOR, que lengua tiene esta PUTA GUARRA, uffffffffffffffffff, me corroooooooo.
Susana la soltó y se tumbó termino de tumbar en la mesa de la cocina, con la respiración muy agitada y recuperándose del orgasmo que acababa de tener.
-Susana. -Ufff, SEÑOR, que lengua como la chupe igual que me ha comido el coño, va usted a ver el cielo MI SEÑOR.
Me volví hacia la PUTA de Isabel.
-Acércate a la ZORRA de tu hermana y morréate con ella quiero que compartáis mi leche con el sabor del culo de vuestra sirvienta PUTAS.
Se acerco a su hermana y empezó a comerle la boca metiéndole la lengua en la boca y sacándola de vez en cuando para limpiarle a lametazos los flujos que aún tenía por la cara de Ceci y míos.
-Cómele el coño (mirando a Isabel), a la GUARRA de tu hermana, que se lo ha ganado.
No tardó en reaccionar y tirando a la PERRA de su hermana al suelo se tiró ella también, aunque no como yo le dije.
-Isabel. -Por favor SEÑOR, es que ya no puedo más, por favor déjeme.
Me pedía permiso porque se puso a hacer un 69.
-Isabel. -Come Raquel, por favor cómemelo.
-Sin favor ZORRA, ya estáis comiéndoos el coño las dos u os azoto hasta dejaros el culo rojo.
Al sentir mis palabras Raquel empezó a meter la lengua en el coño de su hermana, aunque se veía con poca experiencia en estos menesteres, pero conforme iba sintiendo la lengua de Isabel en su coño, ella debido a la excitación también empezó a mover mejor la lengua.
Mientras tanto me acerque a Ceci que estaba de pie en la mesa, sin entender, mientras Susana seguía tumbada en la mesa, con una sonrisa de satisfacción que rezumaba placer por todos lados.
-Supongo que aún no te has corrido no PUTA?, pero estarás caliente como una PERRA.
-A ver PUTA (Susana), incorpórate y mira ver como tiene el coño, que a mi da asco ese coño tas asqueroso y lleno de pelos.
Susana se incorporó y salto de la mesa, y metiendo los dedos de golpe y mala manera en el coño de Ceci.
-Susana. -Uhmmmm, SEÑOR, pues si, esta mojado, pero no sé si es de su corrida de antes o de las babas de las dos GUARRAS esas.
-Está bien, sea como sea se ha ganado el correrse.
La verdad es que me daba igual, pero yo sabía que lo que iba a decir ahora no le iba a gustar a Susana, pero como nunca me ha gustado que una sumisa se tome atribulaciones que no le corresponde y tenía que castigarla.
-Así que cómele el coño
-Susana. -Que?… No por favor SEÑOR me da asco
No tuve que decir nada cuando vio mi mirada y sabiendo que no iba a cambiar de idea la tumbo de mala manera en la mesa donde hasta hace un rato había estado ella.
-Isabel. -Aggg, SEÑOR me puedo correrrrrrr, agggggg, por favor.
-Si PERRA.
-Isabel. -Agggggg, me corroooooooo uffffffffffffffffff, gracias AMO, agggggg, me corroooooooo
-Raquel. -Aggggggggggggg, me corroooooooo, aggggggggggggg, uffffffffffff, no sabía yo esto, agggggg.
Se corrieron las dos y se tiraron un rato convulsionando, aunque a mí no se me paso el que Raquel se había corrido sin mi permiso, pero ahora mi atención era ver como Susana le comía el coño a Ceci.
Aunque esta no hacía muchos gestos de placer, aunque sí que se le notaba en la cara y en como apretaba las manos.
-Susana. -Uffffffffffff, SEÑOR, aunque el este asqueroso, sabe bien SEÑOR ufffffffff.
Y ya Ceci no pudo aguantar más.
Ceci. -Aggggggggggggg, mi niña, uffffffffffff, sigue que voy a explotar, ufffffffff, gracias mi niña.
Esto no debió de gustarle a Susana porque sin miramientos le mordió el coño de mala manera.
-Ceci. -Agggggg, perdón SEÑORA, ufffffffff, no lo diré más, pero no pare, ufffffffff, voy a venirme (supongo que será su forma de decir correrse), agggggg, me vengo SEÑORA.
Yo ya estaba empalmado otra vez, como para no estarlo con una mañana tan movida, aparte a Ceci un poco y tumbé a Susana en la mesa dejándole el culo fuera y de golpe se la metí.
-Susana. -Aggg, SEÑOR, gracias, uffff, como lo necesitaba.
-Ufff, PUTA como esta, ufff, voy a correrme dentro PUTA, voy a preñarte ZORRA, y se lo vamos a colgar a cornudo de tu novio, agggggg, ufff.
-Susana. -Aggg, si MI SEÑOR, lo que deseeeee, agggggg, me corroooo, no aguanto agggggg.
A mi esta vez me daba igual que se corriera antes pues yo también estaba a punto, pero mientras me corría, con mi manos cogí los pezones de Ceci y los apreté todo lo fuerte que pude, y durante un minuto solo se sentían los jadeos de placer de mi PUTA Susana y los míos y los gritos de dolor de Ceci.
Conforme me corrí me salí del coño de MI PUTA, me tuve que sentar, mientras tanto, Susana estaba morreándose con Ceci, cosa que está a pesar del dolor que había sentido mientras le apretaba los pezones, acepto de muy buen grado, pues le comía también la boca con la misma ansia que Susana le hacía a ella.
Mientras tanto las PUTAS de Isabel y Raquel estaban aun tumbadas en el suelo.
Me levanté pues tenía ganas de mear y acercándome a las dos empecé a mearme repartiendo mis meados entre las dos, tanto por el cuerpo como por la cara.
– ¿A ver PUTAS (por Ceci y Susana), tenéis que ir al servicio?
Ninguna de las dos me había visto pero Susana si sabía a qué me refería y separándose de Ceci y con una sonrisa irónica.
-Susana. -Por supuesto SEÑOR, a reventar, y tu no PERRA?
-Ceci. -Pues si SEÑORA, la verdad es que me haría falta.
Ambas se levantaron y Ceci hizo intención de ir al aseo que hay en la cocina.
-Susana. -A dónde vas PUTA, el aseo está ahí, o es que no lo ves.
Aunque al principio no sabía a qué se refería Susana en seguida se dio cuanto cuando vio como Susana se ponía a la altura de las cabezas de las PUTAS de su madre y de su tía y empezaba a mearse en ellas.
-Susana. -Ufff, iba a reventar SEÑOR, ufffffffff, vaya dos PUTAS, si hasta les gusta, Jajajaja.
Eso no era del todo cierto, pues a Raquel le estaban entrando arcadas además de estar llorando, pero no decía nada, solo se agarraba más a su hermana, pero a esta cuanto más humillación mejor.
-Susana. -Ufff, que descanso y ahora tú PUTA.
Ese fue el primer paso que dio con firmeza Ceci desde que empezó todo, pues con una sonrisa como de victoria se acercó a las dos e hizo lo mismo.
-Ceci. – ¿SEÑORA, según usted yo puedo usar a la PUTA de su madre todo el día?
-Susana. -Si, eso te dije y si mi SEÑOR no tiene inconveniente así será.
-No solo puedes usar a la PUTA de su madre sino también a la PUTA de su tía.
-Ceci. -Lo que yo desee?
-TODO lo que desees, como si quieres prostituirlas, pero siempre que tú obedezcas todos nuestras órdenes PUTA.
-Ceci. -Y puedo empezar ahora?
No era mi intención continuar, pero quería ver hasta donde podía llegar.
-Si, pero que sea algo rápido.
-Ceci. -Gracias SEÑOR, a ver PERRAS, ya estáis poniéndoos de rodillas y limpiando con la lengua los restos de meados que hay por el suelo, que si no se va a estropear.
-Raquel. -Qué?, ni loca
-Isabel. -Si SEÑORA.
Raquel miro a su hermana con la cara desencajada, como si no entendiera que su hermana llamase SEÑORA a Ceci, y menos para hacer lo que les había ordenado.
Pero Ceci no iba a dar un paso atrás, así que se fue para un cajón de la cocina y saco una cuchara de palo y cogiendo a Raquel de los pelos y no sin trabajo la hocico en el suelo
-Ceci. -Lame PUTA
A esta no le quedó más remedio que lamer pues observo como la PUTA de su hermana lo estaba haciendo.
Pero la cosa no queda ahí, Ceci mientras limpiaban el suelo con la lengua empezó a azotar sus culos alternativamente con bastante fuerza y saña.
-Está bien, basta ya por ahora, ahora quiero que te las lleves a las dos al primer baño, que te depilen, te aseen y te vistan, Isabel sabe cómo, seguro que algo te quedara bien, y cuando estéis os presentáis ante mí, yo voy a ducharme y descansar un rato con Susana, que nos lo hemos ganado, y luego nos iremos a comer.
Y así se hizo, las dos PUTAS hermanas siguieron a la que hasta esta mañana había sido su sirvienta, y Susana y yo nos metimos en el otro cuarto de baño, para que ella me duchara primero y luego lo hiciera ella.
Continuará…
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