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Un extraño juego

Un extraño juego

Alli estaba ella, en aquella cafeteria, lugar de paso y de encuentro de ejecutivos, sentada en una de aquellas preciosas mesas de marmol blanco y doradas patas forjadas. Nueve, nueve eran en total, en cada una de las mesas, uno de aquellos hombres, aquellos hombres inmersos en sus cosas, en sus negocicios, en algun periodico, aparentemente relajados, pero muy, muy estredados, sufriendo, pensando como podrian subir mas y mas.

Un hombre en cada mesa, menos en una de ellas, en una estaba ella, como ida, inmersa en algo, alejada de este mundo, aparentemente sola, puesto que ella estaba al tanto y sin mirar de cada gesto, de cada uno de ellos, analizandolos por sus reacciones, por sus miradas.

Ella mantenia una postura fria, distante, pero hacia sentir que estaba alli, con cada uno de sus movimientos, de sus gestos. Gestos provocativos, sin dar a entender absolutamente nada directamente a nadie, pero era consciente de que todos y cada uno de aquellos hombres no hacia mas que seguirle los gestos, cuidadosos, relajados, sensuales.

Se preguntaban , que estaba haciendo ella alli, aquella mujer, preciosa, enigmatica, seria y elegante, dulce y distante, con aquella blusa que dejaba entrever sus pechos, dasabrochada hasta casi por debajo de ellos.

Sus pechos, los que se percibian hermosos, bien formados, sus pezones erectos, y su piel tersa, morena, suave.

Tomaba un capuchino, un capuchino con la taza llena de crema, a rebosar, la que ella muy lentamente cogia con su cuchara, balanceandola, mirandola, y llevandosela a la boca, donde la recogia con sus labios, labios deseosos, humedos, humedos como su lengua, con la que lamia la poquita crema que quedaba de la cuchara, degustandola , como si estuviera sedienta de algo, y finalmente tragandola, lo hacia todo sin mirar a nadie, pero consciente del mal sentir que estaba provocando.

Eso no era suficiente, queria hacer mas, sentir mas, provocar mas, desafiaba.

Al llevarse la cuchara a su boca, dejo caer un poco de crema por su escote, que fue resbalando entre sus pechos, hizo un gesto de sorpresa, de incomodidad, como una ninya que acaba de derramar algo y presiente el castigo ajeno. Pero muy astuta ella, la fue recogiendo con su dedo y llevandosela a la boca, lamiendolo una y otra vez.

Continuo tomandola, mientras cada vez que se acercaba a la mesa para ello, dejaba rozar sus pezones con el borde de la mesa, pezones erectos, excitados, los frotaba suavemente, mientras con ello cambiaba la expresion de su rostro, expresaba deseo, extasis, agonia, ansia.

Y mientras eso ocurria, alli estaba el, observandola, controlandola, dejandola hacer, queria saber hasta donde era capaz de llegar, pero al mismo tiempo que le excitaba, le dolia, le dolia que tantos hombres la estuvieran ya poseyendo, aunque solo fuera con la mirada, con el pensamiento, con el deseo, al fin y al cabo, ella era suya, solo para el y de el, y los dos lo sabian, pero a el le gustaba el juego y ella se prestaba a el.

Ella tambien, se empezaba a excitar, a desear sentir la fuerza del hombre, deseaba ser acariciada, poseida, deseada y empezo a perder el control, se le estaba escapando de las manos el juego, se metio la mano entre las piernas, y como quien no quiere la cosa empezo a frotarse, a moverse, a suspirar, no podia mas, deseaba, y deseaba tanto, de pronto advirtio la mirada fria y cortante de el, y paro, se quedo inmovil, que estaba haciendo?, que le estaba pasando?, como pudo perder el control de aquella forma?, pero no podia moverse de alli sin el consentimiento de el, ese era el trato si no queria ser castigada, el juego debia continuar, sentia su propia humedad, sentia como le recorria el cuerpo un fuerte sentir de deseo, de sexo, y que podia hacer?.

De pronto se encontro, como poseida por un sueño, empezo a imaginar a vivir lo que deseaba en aquel momento, deseaba que alguno de aquellos hombres se levantara de su mesa y se dirigiera ella, uno, o varios, porque no?, y asi lo fue viviendo, una fantasia, imaginaba que dos de ellos se acercaban a su mesa, se sentaban junto a ella, con mucha elegancia, con mucha clase, y sin ninguna duda de lo que iva a hacer y desde luego sin mediar una sola palabra, para que?que falta hacian las palabras en aquel momento?

Uno de ellos la empezo a acariar su cabello, pasando su mano por su por detras de el, acariciandola, mientras empezo a besarla, besos lentos, besos de labios y jadeos, el otro poco a poco le fue metiendo su mano entre las piernas, le pasaba la mano por ellas, pero sin llegar a su sexo, pretendia excitarla aun mas, el otro mientras le acariciaba el rostro, el cabello, el cuello y la besaba, dejo caer lentamente su mano hacia aquel pecho de pezones erectos y piel tersa y deseosa, le tocaba el pecho cercandolo, tocandolos por fuera, sin llegar a los pezones, tambien el queria excitarla aun mas, mas, mas, mas y mas.

Ella estaba enloqueciendo, deseaba ser follada, ellos la ponian a un nivel de excitacion que ya era inaguntable, queria mas, empezo a moverse a retorcerse, a intentar desviar con sus movimientos las manos de ellos, hacia su sexo, hacia sus pezones, aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh, no podia mas.

De pronto le cayo la taza de cafe de las manos, la derramo sobre ella, desperto del suenyo, se quedo inmolvil, se sentia perdida, confusa, y advirtio la mirada desafiante de el, fria, fija sobre ella, sabia que se acercaba el momento, y ella empezo a sonreir.

El tampoco podia mas, su excitacion era extrema, se levanto, se dirigio a ella, y por sorpresa de los demas, la cogio de la mano, la levanto y la echo encima de la mesa, le abrio la blusa de un tiron, le cogio las manos por encima de su cabeza inmovilizandola, le levanto la falda, y ladeando sus braguitas, se la metio toda de una vez, toda, dura, grande, caliente, y la follo, la follo y la follo, como si se le fuera la vida en ello, como la follaba, con fuerza, con una pasion loca y desenfrenada, y besandola, mordienlola, lamiendola por todo.

Los dos empezaron a jadear, a gritar, que pasion habia alli, ella queria, deseaba moverse, pero el no la dejaba, deseaba sentir la posesion, el dominio, la tenia inmovilizada, y la follaba, como la follaba, que goce, que locura, que gritos.

Y asi estuvieron un buen tiempo, los otros hombres estaban embelesados, anonanados, se sentian traicionados por ellos mismos, por su cobardia, preguntandose, porque no fueron ellos los que se levantaron, sin saber que de haberlo hecho arriesgaban su vida en ello.

Mientras, el continuaba follandola, sudaban, sudaban y forcejeaban como animal en pelea, gozando como poca gente sabe, dejandose llevar por aquel loco y profundo sentir, por su pasion, por su locura, por su celo, hasta que salio de ella, se subio a la mesa sin dejarle las manos, cercandola, rodeando su cuerpo con sus rodillas , le empezo a pasar el pene por sus pechos, restregandolo entre y por ellos, acariciando sus pezones con el, como gritaba ella, sus jadeos de placer y dolor le cortaban la respiracion, y entonces el sin dejar sus manos, las acerco a sus pechos, para que con ellas y las manos de el acariciaran el pene, los pechos, los pezones, el pene, los pezones, los pezones, el pene, el pene,el pene, el pene, el pene, hasta que…………………….. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh–hhhhhhhhhhhhhhaaaaaaaaaaaaa, que placer………………., el dejo por fin sus manos y la acaricio frotando con todo lo que habia derramodo sus pechos, masajeando con ella su cuerpo, sus tetitas, sus pezones erectos, hasta que cayo, cayo sobre ella, vencido por el extasis, dejandose abrazar por las manos que tanto tiempo tuvo inmovilizadas, las de ella, las de la mujer a la que el AMABA.

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