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Soledad en viaje de egresada

En la mañana del sábado, acostumbraba a ir de compras con mis amigas, charlábamos en la confitería de las cosas de la edad, en ese entonces teníamos 18 años.

Todas habíamos tenido la iniciación sexual hacia años (por mi parte) y en algunos casos meses, todas hasta ese momento, nos consideramos normales y el tema era el viaje a Bariloche, el cual considerábamos como el objetivo.

Carla, Laura y mi yo, éramos un grupo inseparable, todas teníamos novios, buenos alguna alegría, en ese viaje, nos acompañaría un profesor, solo, que nos intrigaba como seria, nos parecía, mayor fuera de toda relación con nosotros, cada uno plasmo su opinión, Carla lo consideraba un dinosaurio, incapaz de entrar en una relación con alguna de nosotras, Laura, en un ser muy formal y yo en un ser tímido, que sabía mucho y además, le gustaba la vida, hicimos una apuesta Laura la primera que le diera un beso, las otras dos le comprarían un kilo de chocolate, Carla, se avanzó un poco más, la primera que se lo cogiera, dos kilos de chocolate y ya que estábamos la que lo mamará , tres kilos, riéndonos, nos encontramos con otras compañeras, no dijimos nada, paso el tiempo, en el cual cada tanto, recordábamos la apuesta, y llego el viaje, desde mi ciudad el viaje, es cansador, salimos a la mañana y llegamos a las tres de la tarde del otro día, el profe se durmió, esa noche mientras nosotras, intentábamos estrategias, como estaba solo, cuando pasaba a su lado, le refregaba mi sexo, Carla, se sentó al lado de él, preguntando sobre la geografía, donde pasábamos, él quería dormir, y en un momento la dejo hablando sola, cuando se levantó, hizo como caerse y le apretó el pene, (seguía durmiendo), pero en ese estado, era impresionante, tanto que me comento, que la que se lo mamara, podía ahogarse, Laura se apoyaba en el brazo del asiento y fregaba su cuerpo, en donde lo tocara, su calentura, era tan evidente, que otra compañera, no del trío, le dijo, si estaba loca, haciéndose la disimulada, no le contesto, cuando desayunamos, las tres nos pusimos en la mesa del profe, creo que se dio cuenta , de nuestras ideas, o algo sospecho, porque poco a poco, entablo dialogo con nosotros, pero no las charlas de educación, denotaba su conversación, un dejo lascivo, ganas de voltear, nuestro cuerpo, se sentía en sus abrazos, Carla, me decía que el kilo de bombones, seguro tenía dueña, cuando llegamos, la pieza del profesor, estaba en otro piso, que el nuestro, pero enseguida la ubicamos, esa noche había una fiesta de bienvenida, todos fuimos incluso el profe, pero él se fue a visitar unos parientes, nosotras estábamos obsesionadas, Carla, lo espero en el palier del hotel, cuando llego, le pidió un calmante, por sus dolores, fueron a su habitación, y Carla se introdujo, dándose cuenta él, que las intenciones, eran otras, la calmo, igual ella lo besó y le manoteo su pene, las cartas estaban echadas, él le contesto el beso, le tomó sus ya crecidos senos, todavía no, pero todo llega, cálmate, esas fueron sus palabras, con un calentura, se fue a la pieza, donde estábamos con unos chicos, también de viaje de egresados, al verla desencajada, le preguntaron, que le pasaba, hizo un cuento de dolores, a los cuales, nosotros lo entendimos todo, cuando se fueron, la interrogamos, ella repetía, a este me lo cojo, como nunca soñó. Esa noche habíamos perdido un kilo de chocolates, Laura parecía preocupada, cuando me desperté, todos se habían ido de excursión, incluso el profe, me dedique a descansar y a pensar, a la tarde me duche, probé una llave, y andaba pensando en él, me puse, ropa sensual, me la saque y esperé, las chicas vinieron contentas fueron a puerto Blest, Cascadas de los Cántaros, y Laura lo había besado, en un pasillo, y salió corriendo, estaba contenta, esa noche las invite a mis amigas, he hicimos mi plan, el profe se fue al casino, volvió a las 2, cuando abrió su dormitorio, se encontró con nosotras tres desnudas, con el característico pedido de silencio, lo desvestimos, nos duchamos con él, Laura fue la primera, que se lo mamo y yo le ponía sus manos y dedos en mi vagina y clítoris hasta que en la cama, me penetró, le chupaba el clítoris a Carla, y Laura, me decía que, le tocaba a ella, mi orgasmo fue, hermoso, su corrida corría por mis muslos y Laura, la chupaba como elixir, me retire, y Laura se lo mamo, una vez otra vez alzado, lo cabalgo, hasta que extenuado, acabo en sus entrañas, no hablamos palabra, había sido cogido, mamado, chupo una vagina, y en ese instante, me subí sobre su boca, y suavemente, dijo, me estás ahogando, déjame respirar, me puse al lado de él (la cama era matrimonial) juntamente con Carla del otro lado y esperamos que ambos acabaran, fue hermoso. Nunca pensé que lo que había puesto como estrategia toda la tarde, se hubiese hecho realidad.

Éramos tres putas, y el profe, todo un señor, nos invitó a que nos ducháramos todos juntos, con sus dedos, me puso jabón en el ano, me lo abrió y en un segundo me penetró, fue un pequeño grito que pegue, pero en el piso de arriba, alguien, decía que pasa, hicimos silencio, mientras me echaban un pequeño chorro de leche en mis intestinos. 

Nos secamos, el profe tenía un secador de pelos y nos dijo, que hermosas alumnas, que tengo, así da gusto venir, al despedirnos, nos dijo que tal si mañana y los días siguientes, vienen una por vez, eso hicimos, nadie le debe nada a nadie, todas ganamos, el profe, es un genio, y nosotras, somos las putas que disfrutamos como nunca nos imaginamos este viaje.

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