Los que ya han leído mis relatos anteriores sabrán que hace algún tiempo tuve un momento muy atrevido y excitante con mi suegra. Después ella me confrontó cuando estábamos solos y sin querer acepto que ella también se había excitado. Pasaron los días y una tarde sabiendo que la moneda aún estaba en el aire y sin querer presionar de más acudí a visitarla coincidentemente a la hora que sé que está sola.

Cuando llegue ella se puso algo nerviosa y me dijo: “Te agradezco que me visites pero después de lo que pasó la vez anterior no es prudente que me visites cuando estoy sola” yo haciéndome el inocente le dije pues yo no le veo nada de malo. Yo vengo a visitarla con la intención se

saber si se encuentran bien. Ella me interrumpe y me dice pues sí hijo pero tú y yo sabemos que somos débiles y no quiero que en un momento así vayamos a

hacer alguna locura. Yo no podía desaprovechar la oportunidad. Le dije “Entonces lo haz estado pensando, sé que no te soy indiferente” me contesta mira somos humanos y tenemos necesidades. Pero eres el marido de mi hija nunca le haría daño a ella de esta forma.

Le respondí “Míralo de esta forma. Yo amo a tu hija pero si somos sinceros por más que ames a alguien de vez en cuando se tiene la necesidad de cambiar la rutina para que la relación no se estanque. Que mejor que nos divirtamos juntos tú y yo que nos tenemos confianza y somos familia. Así con mucho más ahínco cuidaremos que nadie se entere porque ambos tenemos mucho que perder” ella me veía pensativa. La verdad me dice, mi hija me

tiene mucha confianza y un día que me veía deprimida me preguntó por qué? Yo le respondí que pues mi cuerpo de mujer aún tenía necesidades pero su papá ya no estaba en edad ni condiciones

para satisfacerme. Ella me dijo que era normal y tuvimos toda una conversación al respecto y ella me comentó que afortunadamente para ella le había tocado un marido que todo el tiempo tenía ganas de atenderla. Saber eso hizo que desde antes de lo que pasara ese domingo en el campo ya me llamaras la atención.

Le respondí: mira nada más mi esposita haciéndome publicidad. En fin mira suegra los dos nos traemos ganas y nos tenemos confianza. Por lo menos déjame esta vez hacerte sentir un orgasmo como te los mereces. Me responde: que te pasa tu esposa me regaló un juguete con el que conocí los orgasmos.

No lo dudo, respondí, pero créeme que lo que sentirás conmigo será mucho mejor si no mi mujer tuviera un juguete de esos y no te hubiera contado de lo extasiada que queda cuando cogemos. Pero como lo vamos a hacer? Tienes protección? Me reí un poco. Te preocupa que te embarace? Le dije. Me responde. No pero no le tengo confianza a tu suegro. De repente me da la impresión que se va a alguna cantina y luego viene a querer tocarme. Varias veces he tenido infecciones por eso y no quiero que contagies a mi hija por eso. Muy bien entonces no se diga más.

Tengo un paquete de condones en la camioneta. Me dice engañas a mi hija o por qué los tienes. Le respondo bueno ahora que nos tendremos más confianza no tengo problema en contártelo pero tu hija y yo cogemos prácticamente donde nos dan ganas, de hecho lo hemos hecho muchas veces aquí en tu casa y con ustedes presentes, pero eso es otra historia y pues apreciamos la libertad de no tener niños aún.

Mira nada más como me voy enterando que mi hija es una putita. Ok, solo apúrate porque no tenemos mucho tiempo. Solita se fue rápido a su habitación y se desnudó. Y ahora es buen momento para describirla. Es bajita 1.53 morena y aunque ya tiene sus años aún tiene el cabello negro. Tiene un par de buenas tetas, para su tamaño enormes.

Aunque pues el tiempo no pasa de en balde y ya ha hecho sus estragos pues ya no están turgentes pero para nada se ven mal. Su pequeño cuerpo después de 4 embarazos y cuatro partos naturales podríamos decir que está en el mejor estado que podría estar. Sus pezones son obscuros y un poco largos.

Como ya lo había mencionado en el relato anterior me llamó la atención que la panochita la tuviera completamente depilada y le pregunté que porque la tenía depilada. Ella me contestó que no tenía tanto depilándose pero que cuando mi esposa le regaló el consolador le dijo que se depilara para que se sintiera más cómoda y sintiera más rico. En fin. Ya estando ella desnuda y acostada con las piernas medio abiertas esperando que yo me subiera para penetrarla como supongo que estaba acostumbrada le dije no hermosa hoy te voy a enseñar nuevas formas de recibir placer.

Primero quiero probar las mieles de esa panochita prieta que tienes. Ni se te ocurra. Nunca he dejado que me chupen. Se me hace asqueroso. Le digo: princesa yo no soy tu marido a quien manipulas como quieres. Saqué mi teléfono y le saqué una foto así como estaba con las piernas abiertas y le digo de hoy en adelante eres mi putita. Si no haces lo que yo te pida estás fotitos las voy a hacer públicas y tus hijas verán la clase de madre que tienen. Cómo pudiste? Eres un animal. Le digo suegrita no exageres. Solo quiero hacerte sentir cosas que nunca haz experimentado.

Si no lo hago así no me dejarás. Te odio me dice. Le digo muy bien pero así quédate como estar que quiero probar esa panochita. Me acerqué. Olía muy normal parecía que no hacía mucho había tomado un baño. Poco a poco pasé mi lengua desde casi el orificio del culo hasta su clitoris provocando que despertaran todos sentidos de mi pobre y en este punto ya excitada suegrita.

Por un buen rato me concentré en que mi lengua hurgara en ella. Pronto sentí como ella comenzó a contraer su vagina y el primer orgasmo llegaba. Saco algo de jugos y me miraba ya sin reclamar nada. Muy bien suegrita ahora te toca regresar el favor. Le puse el pito cerca de su boca y ella lo veía sin hacer nada. Nunca he chupado uno. El de tu suegro siempre me dió asco y el tuyo es el segundo que conozco en la vida.

No creía que chupar fuera tan excitante y pudiera dar tanto placer pero ahorita que me chupaste mi cola sentí que estaba en el cielo. Si quiero chupártelo pero no sé cómo. Le dije mira imagina que es una paleta deliciosa. Chúpala poco a poco luego alternar con movimiento de tu mano puedes meterlo todo en tu boca si no sientes vomitar o pásale tu lengua por la cabeza. Poco a poco y de forma torpe comenzó.

Al principio no lo hacía tan bien pero que te de la primer mamada de su vida una mujer de 60 años genera mucho morbo. Tenía yo el pito ya como piedra. Entonces le dije ahora si suegrita vas a ver las estrellas. Me puse el condon y me coloque entre sus piernas. La comencé a penetrar lento pero profundo.

La besaba en sus labios y tetas. No besos bruscos si no más bien tiernos y cargados de pasión. Varias veces sentí como su vagina se contraía cuando engullía su pezon en mi boca. Poco a poco fui dándole ritmo a la penetración hasta que la señora era un gemido fuerte y constante.

Solo decía hay, hay, hay lo tienes muy grande. Aunque el consolador está más grande pero el tuyo si llena. Siento que nunca me había metido algo tan grande a la cola. Luego con cuidado puse sus piernas en mis hombros y comencé a penetrarla con más fuerza. Perdí la cuenta después del 5 orgasmo consecutivo.

Un poco después me dijo que quería cambiar de posición porque le dolía su espalda. En ese momento le dije ponte en 4. Ella no sabía cómo era. Le expliqué y por primera vez vi lo parecida que era con su hija así. Solo que mi suegra es mucho más morena por lo que tiene su panochita y su culito prietos. Eso me vuelve loco. Sin mucho preámbulo la seguí penetrando por su panochita. Y comencé a hacerle presión con el dedo en su culito. Cuando se lo puse por primera vez respingó un poco pero no dijo nada y le dejó continuar.

Un buen rato después ya le había metido el dedo completo y me intrigaba que se sentía muy apretado. Seguía cogiendola por su pucha y metiéndole el dedo al culo.

De pronto le digo. Ahora si mija voy a probar ese culito prieto que tanto me excito. Ella me dice hazlo con cuidado. Serás el primero que entre ahí. Cuando me dijo eso mi cabeza explotó. No lo podía creer. Le puse mucho lubricante. La estimule un poco más y poco a poco coloque la punta de mi verga en su entrada. Fui presionando con calma preguntando si le dolía o no. Hasta que estuvieron mis 18 cm dentro de su hoyito (virgen hasta ese día). Ella decía que le molestaba. Pero le dije que íbamos a dejarlo un momento para que se acostumbrara a él.

Poco a poco fui moviéndome hasta que ella comenzó a experimentar placer. En ese punto recordé como tiempo atrás había cogido a mi esposa por su culito imaginando que era el culo de su madre el que cogia y hoy estaba haciendo esa fantasía realidad. Llevábamos casi una hora así y le dice mi suegra ya termina ya estoy muy cansada. En ese punto no sé ya cuántos orgasmos había tenido pero su cama estaba completamente mojada. Acelere las embestidas y terminé abundantemente en su culo. Ella solo me

miraba y me decía espero que no nos vayan a descubrir. Saqué el condon y lo tiré. Luego me acerqué a ella y le digo límpialo. Me dice estás loco así con mocos no lo pienso tocar.

Le digo para empezar se llaman mecos y aparte no estás en posición de elegir que quieres hacer. Con cara de reproche se metió mi pito a su boca y lo comenzó a chupar hasta que no quedaron rastros. No saben tan mal, dijo. Reí y le respondí. Si supieras lo buena para tragar mecos qué es tu hija.

En fin. Este será nuestro secreto. Te gustó? Le pregunté. Estoy en el cielo aún. Siento mi culo muy magullado pero definitivamente es lo más rico que he sentido en mi vida. Le dije bueno pues yo creo que para no levantar sospechas me voy a ir antes que alguien más llegue.

Tu confía que nuestro secreto está a salvo. Más tarde mi esposa y yo regresamos a casa de sus papás y mi pobre suegrita tenía un dolor en la cadera.

Yo como buen yerno le decía que si quería la llevamos al doctor para que la revisen pero ella respondió que creía que era porque había hecho esfuerzo de más lavando la ropa de cama que el cochino de mi suegro tenía oliendo ya a sudor de tanto que transpira por las noches.

En fin… Los mantendré al tanto si algo más ocurre.