Una sociedad diferente
He vivido como las cosas se fueron dando, quizás muchas son similares a las que a usted o su mujer le sucedió, se que para mi no fueron fáciles en lo relacionado al sexo, un amigo me decía que tendría que ser nombrada reina de los relatos de incesto, pero quizás solamente sean estos relatos usados como chistes para cubrir la angustia que en mi ser han marcado mi existencia, primero con mi padre luego con mi hermano, alguna aventura con mi cuñado, han hecho de mi una persona con dos personalidades definidas responsable en la vida de trabajo y una amante de un hombre «grande» veinticinco años mayor que yo, para muchos solamente un remiendo de mis goces y sufrimientos de mi vida sexual.
Las confesiones de mi compañera de trabajo me incito a escribir nuevamente sobre el tema sabiendo que no me podré apartar totalmente de mis vivencias, Moira tiene 24 años un cuerpo hermoso, 1,70 de altura, caderas bien formadas, senos normales, una cara tipo «Nefertiti», llena de vida y misterio, en dos años de trabajo, nunca me dio problema alguno sobre sus tareas, su necesidad de contar su vida, sus cosas, me acerco nuevamente a mi vida sexual, que tanto quiero esconder en el trabajo.
Al no permitirle hablar en la oficina, acepto mi invitación de tomar un té y fue ahí frente al agua marrón de la dársena sur del puerto, que me contó su historia.
A los quince años su vida en una pequeña localidad cerca de la capital, se desarrollaba con la naturalidad propia de un pueblo, su familia madre, padre y dos hermanos varones mayores en tres y cuatro años, la hacían la nena junto con su hermana melliza, entre sus compañeras del secundario y las amigas del club, cuchicheaban sobre el sexo, nada de practica, en la casa de una de ellas una tarde un grupo de cuatro , se pusieron a ver una película pornográfica aprovechando la ausencia de los padres, poco a poco fueron avanzando una sobre otra acariciando sus cuerpos y jugando con sus rajas, desnudas bebieron sus flujos, naciendo algo más que la amistad, era pasión, sexo, al fundirse en un beso de lengua con su hermana Marta sintió amor por ella, refregando mutuamente sus senos sus manos se encontraron en sus vaginas con jugos , ambas vírgenes solo jugaron con el clítoris, eran inexpertas , más no consideraron perder el himen con los dedos una actitud positiva.
Una tarde de verano, a días de terminar las clases, ambas escuchaban música, unos picos preanunciaban el inicio de escarceos lésbicos, ya sus manos jugaban mutuamente con sus rajas, cuando se dieron vuelta al unísono mirando la puerta donde sus hermanos las contemplaban, se acercaron a ellos, los tomaron de las manos y se pusieron a bailar, tomaron sus falos y aceptaron el beso que buscaron.
Los padres en el Club y ellos gozando, fue Marta la que primero se puso desnuda, llevando a su hermano mayor al baño, mientras ella, imitándola lo desnudaba a su otro hermano, que en silencio asentía, abrió sus piernas y un gran falo se apoyo refregando los flujos, al introducirse contuvo un grito de dolor , por un instante hasta que su boca hizo eco del grito de gozo de su hermana, ahora si era mujer, acabo dentro un potente chorro , mientras se besaba cual amantes.
A los minutos sus hermanos se presentaron en la pieza y fue su hermana la que pidió el intercambio, Carlos el mayor se sentó sobre su cama, pidiéndole que montara ese falo, la irritación de la primera vez, no fue impedimento para sentarse , despacio entraba , mirando como sus hermanos los imitaban en la otra cama, la cara de goce de Marta, era el espejo del gozo que sentía.
Esa noche durmieron juntas , acariciando sus rajas introduciendo sus dedos, refregando sus senos, a la noche del día siguiente, salieron con sus hermanos rumbo a la Capital, el departamento de sus padres fue el cobijo por años, de un juego completo de lesbianas e incestos con acciones de intercambio.
Ella solo me tenia que decir que estaba embarazada, al escucharla me di cuenta que siempre hay vivencias no solo similares, también diferentes, el hijo puede ser de cualquiera de los dos, está decidido a tenerlo y criarlo con Marta que al conocerla, no dejo de mirarme para darle celos a su hermana.
Cuando analizo todas las confesiones y relatos, cada vez creo que estamos más cerca de algo distinto, familias y grupos sociales distintos.