Relatos eroticos amor filial

relatos eroticos de amor filial e incesto: primas, tios, hermanas, madres...

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Un día diferente I

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Soy un chico de 17 años, me llamo José y tengo pocos amigos, y lo que es aún peor, pocas amigas. Durante los años que pasaron, vivía junto a mis padres en una bonita casa a las afueras de una gran ciudad; pero hace poco más de un año mis padres, por diversos problemas se divorciaron. Decidí quedarme a vivir con mi madre porque lo consideré lo más cómodo.

La primera vez de mi recatada prima

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Llegada la noche nos tuvimos que repartir en los cuartos, ya que no teníamos cuartos extra, afortunadamente cuando mi tía dijo que mi prima se iba a quedar conmigo, nada mas de pensarlo me excite así que me despedí y me fui a mi cuarto y me metí a la cama en ropa interior como era mi costumbre. Mi prima se había lavado los dientes y regreso a mi cuarto, me preguntó si tenía un short que le prestara porque había olvidado su pijama y le di uno que ya no me quedaba por chiquito así que lo tomo y se fue al baño y se lo puso...

Iniciándose con mami II

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Sumida en la fiebre del deseo, flor comenzó a imaginar situaciones con su hijo para lograr lo que quería. Entre todas las posibilidades que pasaron por su afiebrada mente, finalmente se decidió por aquella en que ella instruía a su hijo en educación sexual y le hablaba de las relaciones entre hombre y mujer, ya que sabía bien que aunque Raúl ya estaba en edad de saber de esas cosas, su padre no le había dicho nada ni nunca le diría una palabra al respecto debido a su falta de carácter.

Su hermana los pilló en plena faena y quiso compartir diariamente algo muy excitante que él no se esperaba

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Al día siguiente cumplí mi promesa y me enfilé temprano hacia la facultad de mi cuñadita. Al llegar al sitio acordado volví a sentir cómo me hervía la sangre por todo el cuerpo. Rosy se encontraba platicando con una de sus amigas y desde lejos pude verla con su batita de dentista y unos mallones (de esos que parece que sólo se pintaron las piernas) color azul rey... se veía realmente buenísima. Para colmo el zíper de su bata estaba un poco bajado, así que aunque yo venía caminando de su lado derecho, alcancé a ver parte de sus tetas... la cosa estaba para morir de un infarto, dado lo que ya había presenciado en la casa.

Él admiraba a su tía, sentía que había algo especial entre ellos dos y un día decidieron hacer realidad su sueño de amor platónico

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Ella vestía solo una bata, y yo estaba bañándome, déjenme describirles el baño de mi tía, es de color verde, con un pequeño jacuzzi, y las puertas de la regadera es de esas transparentes, por lo que mi tía me estaba viendo como me duchaba. En eso se acercó y me dijo que si no-tenía problemas por la hora, a lo que velozmente le conteste que no.

Diario de Vida V: Claudina

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Claudina era una muchacha que ayudaba en las labores de la casa. Era la típica niña de pueblo de pelo negro, piel tostada por el sol, bajita y robusta. En ella llamaba la atención sus caderas gruesas y un culo fuera de serie. Era de piernas delgadas aunque de muslos robustos. Y además era muy agraciada y siempre andaba con la sonrisa en los labios, como si la vida fuera para ella una permanente diversión.

Como un joven realiza el sueño de follarse a su tia tras unos años de fantasias con ella

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Hasta que un día llego el momento perfecto, mi tía siempre ha tenido confianza conmigo y no era extraño que mientras yo me duchase ella entrase así como así al baño a coger cualquier cosa y eso me ponía cachondo, me excitaba que me viese desnudo e incluso más de una vez empalmado porque me estaba ojeando pensando en ella, pero ella se lo callaba.

Un joven corteja y acosa suavemente a su madrastra hasta que consigue seducirla

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Mi habitación resultaba estar muy cerca de la que ocupaban mi padre y Verónica, demasiado cerca, diría yo. En más de una oportunidad pude escuchar discusiones y reclamos, pero otras veces llegué a escuchar los más excitantes sonidos, gemidos y gritos de placer provenientes de ambos. Muchas pajas me eché escuchándolos así y muchas otras imaginando el cuerpo desnudo de mi madrastra que a partir de dicho maravilloso descubrimiento me empezó a interesar sobremanera.

Mi prima Tina, su dulce puchita y yo

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Después de esto separe sus labios eh intentaba meterle los deditos en la pucha, y mi sorpresa fue sentir lo estrecho que era su agujerito, y eso me aseguraba de que ella aún era virgen (cosa que tuve el privilegio de quitarle y que contare más adelante) al sentir ella mi dedito deseo que querer meterse entre su vagina ella se apartó dando un gemido de dolor...

El incesto de Ana, padre e hija

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Se bañaron juntos, al salir de la ducha, no pudo evitar mamarlo nuevamente, se besaron como dos enamorados, su padre no le dijo palabra, hablaba el sexo, ambos se deseaban, ambos gozaban, sin palabras, al despertar a la mañana, el padre le hizo el desayuno, la llamo, se acercó al lecho y le dio un beso, se sentó de golpe, le saco el flácido pene, mamándolo como una profesional, lo hizo acabar en poco tiempo, trago toda su leche, y sus primeras palabras fueron , que lindo desayuno.

Laurasoledad III

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A la noche nos fuimos a acostar temprano, ambos estábamos ansiosos, una vez más me pidió como esa vez (ver primer relato) y trate de que fuera como esa vez, lo logramos, porque, puteaba, por lo que había hecho con sus amigos, porque me había apartado de su lado, que era un estúpido, que tendría que haber sabido, que era imposible que nos separáramos.

Una caliente jovencita se revuelca en el mismo día con su primo del campo y con el chófer que ha venido a buscarla

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El muchacho me contaba con lujo de detalles la aventura sexual con la viuda, yo imaginaba todo ese relato conmigo como protagonista. Él sospechaba que debajo de la mantita yo me estaba acariciando, miraba por el espejito cada vez con más atención, hasta que le dije que si estaba cansado de manejar estacionara el auto en algún lugar para despejarse un poco. No hacía falta tener mucha inteligencia para darse cuenta que es lo que le estaba pidiendo.

Dos hermanos que se ven envueltos como un par de amantes en el calor del juego desinhibido de abrazos, besos y caricias subidas de tono

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Juliana me sacó de mis pensamientos cuando me dio su respuesta a lo que le había pedido; me dijo que todas sus pertenencias se encontraban en su domicilio y, que por obvias razones no podía ir, pero que con una de sus amigas tenía guardado un televisor y algunos libros los cuales me los daba como garantía del préstamo. Tomé una bocanada de aire tratando de calmar los nervios y le dije que ese no era el tipo de garantía que yo necesitaba, que lo que le solicitaba era otra cosa

Soy muy ardiente, mi mujer no, pero mi cuñada me dejaba hacer todo aquello que me excitaba

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Cuando conocí a mi cuñada, era una mocosa impertinente y con muy mala leche, no tenía apenas amigas y siempre estaba en su casa. Pero el tiempo no pasa en balde, y esa niña, se ha convertido en una mujer, más bien, es un cañón de mujer. 174cm. 92, 60, 92, (confirmado por ella). Su cara es preciosa y sobre todo, sus pechos, que parece en constante lucha contra la gravedad y siempre sale victoriosa.

Hermanitas III

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Se separó, y se abrió de piernas tumbada sobre la cama, y le hizo un gesto a su hermana, que se agachó, y acomodándose cogió uno de sus pechos y empezó a frotarlo arriba y abajo de la vulva de Mónica, que mostraba una sonrisa en la que se adivinaba el placer que sentía en ese momento.

Papa es muy servicial

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Me duché y dejé mis braguitas en el cesto, como siempre. Me puse un liviano camisón que se transparentaba y unas braguitas negras para que se notasen bien. Mis pechos sin sujetador se erguían coronados por unos pezones endurecidos de la excitación que sentía.

Por fin pude tener a mi comadre que siempre había deseado

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Me incline y ahora si me ofreció su boca que bese con avidez. Puse mi mano en su entrepierna que estaba caliente y mojada. Le restregué mi mano sobre sus calzones y ella abría las piernas, me besaba introduciéndome su lengua que me absorbía, pero de reojo yo veía mi propio espectáculo: sus piernotas abiertas ya sin zapatos y la falda hasta la cintura.

Mi primera vez teniendo sexo con mi tío político

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Los veinte años de diferencia entre ambas pesaban demasiado, mi madre una mujer muy reservada, jamás hablaba de sexo conmigo, usaba prendas íntimas grandes y siempre andaba muy bien vestida, es más, no recuerdo haberla visto jamás con vestimenta sexy, o provocativa, o haberla sorprendido en algo turbio, creo que mi padre al igual que yo solo la veíamos como una buena madre, buena esposa, pero jamás como mujer.

Lavando el auto

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Hacía años que su marido no le satisfacía sexualmente y aquel día lavando el coche con su hijo se excitó, sintiendo que era deseada nuevamente.

Hermanitas II

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Mónica lo cogió y empezó a oler profundamente el perfume que emanaba, al tiempo que su vulva empezó a segregar gran cantidad de líquido. Se estaba poniendo realmente cachonda, por si eso fuera poco Susana había empezado a deleitarla con expertos movimientos de lengua en su conejito. Susana estiró un brazo y cogió algo de entre la ropa y se lo tendió. Eran unas bragas de seda, color crema, las palpó, sus pezones se endurecieron más aún; se acarició interponiendo las bragas entre su mano y su piel. Sus poros se iban abriendo al contacto de la suave tela mientras con la otra mano acariciaba el pelo de Susana y la atraía más hacia sí.

Sexo sin palabras con mi prima Silvia

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Ella no se asusta por el tamaño de mi pene y continúa saboreándolo, llegando desde su base hasta la punta de su cabeza, la que muerde entre sus labios cerrados. Empujo con más fuerza, con la idea de llenarle la boca de semen y que se lo trague todo y siento que estoy acabando, que mi leche está por salir, que le voy a inundar la boca, que mis líquidos empiezan a buscar la salida.

Mi padre

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A los 16 tenía un noviecito que me desvirgo, en mi casa, en una de las tantas tardes que nos quedábamos solos, mientras mis padres trabajaban y mis hermanos, estaban en el colegio, fue esa tarde, que si bien mi calentura era real, me percate, que el sexo, debía ser algo más, me ardió, no me gusto, mi desfollador un inexperimentado, no me hizo, gozar nada.

Así comenzó mi relación incestuosa con mi hermana, hoy somos fogosos amantes

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Una noche estábamos los dos solos, mis padres estaban en una cena de negocios, y ella entro a bañarse. La situación de por si siempre me excitaba, mi hermana y yo solos en casa, y ella desnuda bañándose a pocos metros mío. Estaba por ir a mi cuarto para masturbarme, cuando se me ocurrió por fin espiarla para hacer real así mi fantasía de verla desnuda. Así lo hice. Espere a que dejara correr el agua en la ducha, sabía que le gustaba llenar la bañera con agua caliente para luego relajarse en ella.

Mi dulce y adorable prima

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El día que nos fuimos ella llego al lugar adecuado y mi mirada quedo clavada en su figura cuando la vi, se veía sencillamente rica, con un pantalón ajustado y una pollerita corta, obviamente mis amigos quedaron embobados con ella y yo solo me imaginaba estando con ella.

Diario de Vida IV: Mi tia Clara

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Vivía sola con mis abuelos, pues seguía soltera, aunque nunca le faltaron pretendientes dispuestos a casarse con ella, pero mi tía resulto demasiado exigente con ellos y finalmente termino por desanimarlos uno tras otro. Por lo que supe, mi tía había tenido una desilusión amorosa con su primer pretendiente y eso la había marcado para siempre.

Iniciándose con mami I

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La relación de ellos había empezado a enfriarse debido a la frialdad de Manuel en la cama, la que se traducía en una falta cada vez mayor de actividad sexual, lo que Flor resentía y le tenía en estado de permanente insatisfacción. Y a su edad, que ahora se empinaba a los 37 años, esa situación era explosiva y sus deseos de satisfacer sus ansias sexuales cada vez eran mayores, con todas las implicaciones que ello tenía.

Perdí mi virginidad gracias a mi hermana

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Llego al fin a su habitación, entro y cerró la puerta, yo estaba con el corazón en un puño, pero al final salió y se dirigió a la cocina a comer algo, en ese momento aproveché yo para entrar y llevarme la cámara apagada a mi cuarto... Termino y se fue a su habitación.