Historia 100% real de amor con su prima

Esta historia es 100% real, solo cambiare los nombres (o quizás no haga falta que los mencione) para no tener problemas.

Vivo en el sur de la república Argentina, en una ciudad costera de la provincia del Chubut.

Tengo una prima que vive en Buenos Aires y que realmente tengo muy pocas oportunidades de verla, ya que vive a 1500 Km de distancia, pero así y todo la quiero de una manera que no lo puedo explicar. Este es un sentimiento que tengo desde que nació.

Yo soy un hombre normal, 1.75m, 73 kg, ojos verdes, pelo castaño oscuro.

La verdad es que no me puedo quejar ya que nunca tuve problemas para conseguir mujeres.

Mi prima es una hermosa adolescente de 17 años, rubia, ojos verdes, 1,70 m, tetas no muy grandes pero una cola y unas piernas espectaculares (al igual que su madre).

Bueno, no lo hago perder mas tiempo con descripciones y les cuento mi relato.

Resulta que este verano recibí la noticia de que mis primos de buenos aires (mi prima y mi primo) vendrían a pasar unos días a casa (yo vivo con mis padres y tengo un hermano que estudia en Buenos Aires y viene los veranos, y una hermana casada que casualmente esos días estuvo en casa con su marido).

La verdad es que me puso muy contento la noticia, ya que estaba ansioso por ver que tanto había crecido mi primita, que siempre supuse que podría llegar a ser una verdadera yegüita, hacía poco que la había visto, pero desde hacía unos años que no la veía en bikini, y a esa edad no se puede saber en realidad si va a estar buena o no.

Lo cierto es que llego y en cuanto nos vimos nos dimos un abrazo enorme y fuerte, quiero aclarar que entre nosotros siempre note como que existía un cariño más fuerte del que se pueda llegar a tener a un primo/a, como si los dos notáramos una especie de amor reprimido por la relación de parentesco.

Por fin nos fuimos a la playa y pude comprobar que mi sospecha estaba acertada, tenía un culo espectacular.

Esa misma tarde ella agarró su reposera y la puso al lado de la mía, y nos quedamos charlando y tomando sol hasta que nos dio calor y nos fuimos a tirar al mar.

En el agua me agarre una calentura más grande de la que tenía cuando estaba tomando sol, ya que aprovechábamos cada oportunidad que teníamos mientras jugábamos en el agua para abrazarnos o meter alguna mano casual, nunca en forma grosera ni descarada, sino de una manera muy sutil.

Quiero aclarar que los abrazos venían casi siempre de parte de ella, pero yo la verdad es que no los rechazaba de ninguna manera.

Seguimos así un rato hasta que llego mi primo y yo trate de mantener cierta distancia, además no quería salir del agua y que se me notase el bulto (que para ese momento estaba bastante grande), algo que me llamó la atención (o no tanto en realidad) era que uno de mis amigos se percató de lo que hacíamos y me pregunto entre risas porque era tan cariñoso con mi prima, obviamente le di mi respuesta y enseguida entendió.

Así pasaron los días, y con mi prima nos acercábamos cada vez más (yo tenía que cuidarme no solo de mi familia sino también de mi novia que es muy celosa, pero por suerte no sospechaba nada y se llevaba muy bien con mi prima).

En mi casa yo no me cuidaba de mostrarme en calzoncillos, en parte porque en ese sentido somos bastante liberales, y en parte para que mi prima me viese en ropa interior.

Un día logre lo que quería y cuando yo bajaba la escalera en ropa interior ella justo subía y cuando me vio, su mirada se clavó directo en mi bulto, y luego me miró a mí, y me saludo y me dio un beso (en la mejilla) y un abrazo como pasaba cada vez que nos cruzábamos en casa, sin importar cuantas veces nos habíamos visto.

Ese mismo día a la noche teníamos en el boliche de la ciudad la fiesta de la espuma.

Yo me junte con mis amigos y mi primo (como acostumbramos a hacer cada vez que salimos a bailar), mi prima se junto con la novia de mi hermano y sus amigas, mi novia con sus amigas, y luego nos encontramos todos en el boliche.

Por suerte esa noche mi novia estaba muy entretenida con sus amigas y yo aproveche para quedarme con mi prima y mis hermanos bailando en la espuma.

Ella no bailaba con otro que no fuera yo, y realmente bailábamos como si quisiéramos ir a acostarnos en ese momento, yo tenia una calentura que no podía más, además sentía que estaba cada vez más cerca de cumplir mi sueño de mucho tiempo, y era el de tener algo con mi primita.

Esa noche me fui a mi casa con mi prima y mi primo, y dado que estábamos todos mojados debido a la espuma, lo primero que hicimos fue subir a las habitaciones y sacarnos la ropa.

En ese momento pasó algo que me puso a mil, mi prima, a la que nunca había tenido la oportunidad de verla en ropa interior ya que en ese sentido era bastante vergonzosa.

Dejó la puerta de su habitación abierta y se sacó sus jeans sin ningún tipo de pudor, mientras yo hablaba con ella y mi primo.

Tenía puesta una bombachita rosa que se le metía toda en el culito.

El corazón se me vino a la boca, no podía creer que lo hiciera con tanta naturalidad.

En ese momento los despedí a los dos (a ella con un beso y un abrazo como siempre) y me fui a dormir a mi habitación, no sin antes clavarme una terrible paja pensando en ella.

Al otro día, después de ir a la playa, llegamos a mi casa y mientras mi primo y mi hermano se quedaron abajo jugando con la computadora, mi primita y yo nos fuimos a la habitación de mis viejos a ver televisión, obviamente lo que menos hicimos fue ver tele, ya que nos pusimos a jugar como siempre, y los abrazos y empujones se terminaron en un momento en el que ella puso su frente contra la mía y después de una mirada que fue desde los ojos hasta la boca nos dimos un pequeño beso, que para mi duró un año.

Yo estaba tan nervioso por la situación que no había una sola parte de mi cuerpo que dejara de temblar, en ese momento mi sueño comenzaba a hacerse realidad y además fue ella la que tomó la iniciativa (creo que de otra forma no hubiese pasado nada ya que no me hubiese animado).

-¿que hicimos? Le pregunté entre sorprendido y excitado -no sé, pero me dieron muchas ganas. -a mí también, pero si no llegan a descubrir se nos pudre todo -si, ya sé, mejor que sea nuestro secreto…

Y así seguimos charlando y los dos descubrimos lo que sentíamos entre los dos, y era que estábamos enamorados el uno del otro, pero era algo prohibido para los dos.

Por eso decidimos aprovechar el momento lo máximo posible.

Nos pusimos a hablar entre otras cosas de sexo y en ese momento confirmé que ella era virgen (como yo sospechaba).

Ella se volvía a buenos aires al otro día (sábado) a la mañana y me dijo (para mi asombro) que quería regalarme su virginidad, cosa que con muchísimo gusto acepte.

Para eso tuvimos que tramar un plan, y él mismo era que, dado que era viernes y todo el mundo a la noche saldría, cada uno de nosotros daríamos alguna excusa para volver temprano y de esa manera quedarnos solos en casa.

Así fue. A eso de las 2am me fui de la reunión que teníamos con mis amigos, y deje a mi primo con ellos.

Cuando llegue a casa ella todavía no estaba, pero al rato escuche el ruido de un taxi y vi que era ella.

Yo estaba tan nervioso como cuando debute.

Abrí la puerta, y luego de preguntarme si estábamos solos, me abrazo y nos dimos un beso apasionado que me estremeció todo el cuerpo.

Le pregunté si estaba segura de los que hacíamos y ella sin dudarlo me dijo que no veía la hora de que por fin estemos juntos.

Subimos a mi habitación y comenzamos a besarnos y a acariciarnos, yo baje mis manos hacia su culo y por primera vez tocaba ese culo que tantos pensamientos había causado en mi cabeza.

Así estuvimos un rato hasta que nos tiramos en la cama y comenzamos a desnudarnos.

Ella temblaba con una mezcla de nerviosismo y excitación pero conmigo se sentía muy segura.

Ella tenía puesto un vestido tipo playero, yo le baje los breteles y le saque el corpiño, sus pequeños pezones quedaron apuntando hacia mi cara y no tardé ni un instante el llevar mi boca hacia ellos, en ese momento emitió un gemido de placer que hizo que mi pija se ponga como una piedra.

Tuve que desabrocharme la bermuda y sacármela porque comenzaba a dolerme la pija.

Luego le saque el vestido y comencé a bajar por su abdomen besándola y pasándole la lengua hasta llegar a su bombachita.

Se la saque lentamente y apareció ante mi una conchita hermosa con sus pelitos bien prolijos y no muy largos (como a mí me gusta) le pase mi lengua por su clítoris y ella se estremeció y emitió un gemido todavía más fuerte que el anterior.

Estuve chupándole la concha hasta sacarle su primer orgasmo, agarro mi cabeza fuerte y emitió un grito contenido y luego unos jadeos y su respiración se entrecortaba.

Subí hasta su cara y me miró con una sonrisa en la que dejaba notar su lujuria.

Le pregunté si quería que la penetrara y me dijo que estaba lista e impaciente.

No me puse forro porque quería sentirla de piel a piel y quería que ella también lo sintiera.

No me preocupe por dejarla embarazada porque era su primer día luego de la menstruación y eran muy pocas las posibilidades de embarazo.

Pase mi dedo mayor por su conchita, y tras comprobar que estaba totalmente mojada, apoyé mi glande en su entrada y la mire a los ojos, ella con su mirada me dijo que se la metiera, pero cuando comencé a empujar note cierta resistencia y un gesto de dolor en su cara.

Así que paré y le dije que para que no le doliera o que el dolor fuera menor deberíamos cambiar de posición (tengo que decir que mi pija no es una monstruosidad pero para una virgen es bastante, mide 18 cm de largo y 4 de diámetro) la puse de espaldas en cuatro patas y comencé a penetrarla.

Lo que sentía era indescriptible, ella gemía con una mezcla de placer y dolor que me excitaba cada vez mas, le pregunté si quería que pare y me dijo que ni se me ocurriera.

Se la metí hasta el fondo y comencé un mete y saca suavecito para sentirla lo máximo posible y no lastimarla.

Enseguida tuve que sacarla y cambiar de posición porque estaba tan excitado y sumado a esa posición en la que no puedo controlarme y ver ese culo hermoso, casi termino en ese mismo instante.

La puse de nuevo boca arriba y la penetre suave pero sin pausa, los dos estábamos locos de placer, y mientras la cogía le besaba el cuello la boca y sus tetas.

Sentí que estaba cerca de su segundo orgasmo y entonces cambiamos nuevamente de posición.

Me puse boca arriba y ella se sentó arriba mío, agarro mi pija que (creo que nunca estuvo tan dura) y ala puso en la entrada de su agujero, se la metí hasta el fondo y se le escapó un grito de dolor impresionante (esa posición es la que más les duele) pero estaba mezclado con placer, en ese momento pare pero ella me dijo que siguiera.

Cuando su concha se acostumbró a mi pija, comencé un violento mete y saca hasta que le arranque su segundo orgasmo, mucho más fuerte que el primero.

Esto no lo pude resistir y le inunde la concha con mi leche, los dos nos unimos en un grito de placer y nos quedamos abrazados.

Luego de que todo terminó, se nos escaparon algunas lágrimas pensando en que al otro día ella se iría y que por un largo tiempo no nos veríamos.

Nos quedamos abrazados y ella me dijo que difícilmente pudiera volver a sentir con otro hombre lo que había sentido esta noche y que esperaba repetirlo en cuanto tuviera la oportunidad.

Ahora nos hablamos mas seguido, yo la llamo de mi oficina y nos quedamos charlando y pensando en el momento que estemos juntos nuevamente.