Abusando de mi sobrina Ana
Aquella misma noche nos despertamos con una mala noticia, mi sobrina Ana, de camino a casa, de madrugada había tenido un accidente, se había golpeado el brazo a la altura del codo contra el espejo de un coche que había aparcado justo unas metros antes de llegar a casa.
En realidad no tenia mayor importancia pero de dolía mucho y casi no podía articular el brazo, a si que esa misma mañana mi cuñado la llevo al hospital.
Al llegar nos dio la mala noticia que al parecer tenia un o dos huesos pequeños del codo astillados y tendrían que operárselo de urgencia, a si que nos pusimos todos en camino, ya que la operaban esa misma tarde.
Cuando llegamos estaba tan nerviosa que el cirujano que la visito decidió que la dormirían por completo, ya que era una operación que requería cuando menos un poco de tranquilidad.
Mi cuñado dio su consentimiento y unas horas después comenzó la operación.
Todo salió perfecto, en poco mas de una hora le dejaron el codo como nuevo, al menos era lo que nos decían, pero esa noche y durante un par de días debería quedarse alguien para ayudarla a lavarse y todo eso, hasta que le dieran el alta.
Hable con la mujer de mi cuñado para que esa noche descansara ella en casa, ya que los dos próximos días tendría que estar con mi sobrina en el hospital y de todas formas esa noche, nos dijo el medico que al menos estaría con los efectos de la anestesia bien, bien hasta casi el amanecer.
Me di una ducha rápida, llegue al la habitación del hospital y mi cuñado y su mujer se despidieron de mi, cerraron la puerta y nos quedamos solas.
Seria casi la una de la noche cuando entro la enfermera de guardia a hacer la ronda, estuvimos hablando un poco y dada la situación me dijo que ya no vendría mas a no ser que necesitara algo.
En ese momento tomo conciencia de la realidad de la situación, la noche de antes me había masturbado con el bikini de mi sobrina y ahora la tenia allí, delante de mi, a mi merced, completamente dormida por la anestesia.
Me puse muy nerviosa por los pensar solo eso, así que salí corriendo de la habitación a respirar un poco de aire, trate de tranquilizarme y quitarme esas ideas de la cabeza, pero no pude, mi cuerpo volvió a tener esa sensación de furia interna, no podía controlarme, por un lado sabia que no eran mas que fantasías, pero por otro lado era una obsesión.
Entre el la habitación, estaba la luz encendida, me mire a un espejo que había en la entrada y me vi reflejada, mi mirada estaba llena de deseo, llevaba puesto un vestidito de verano de esos de tirantes, podía verme las piernas hasta justo un palmo antes de las bragas, siempre había sido una mujer bella, creo que con dieciséis años era igual que mi sobrina.
Cerré la luz y todo quedo en penumbras, abrí la luz y la puerta del servicio para que la iluminación fuera tenue, me acerque a la cama, mire a mi sobrina y decidí que seria mía.
Retire la sabana que la cubría lentamente, solo llevaba puesto un pequeño camisón de verano de color blanco que hacia que su moreno resaltara mas aun, pude notar sus pequeños senos por debajo de la tela.
Me acerque a ella hasta poner mis labios cerca de los suyos, baje un poco mas y la bese, note la sequedad que produce la anestesia y me retire rápidamente, la contemple durante unos segundos, esa fue la ultima oportunidad que tuve de no hacer una locura, pero volví a besarla y esta vez salió de mi todo el deseo que tuve cuando utilice su bikini en mi coño.
Saque mi lengua y lo pase por sus labios, con un dedo separe un poco los suyos hasta que le entreabrí un poco la boca, acople mi boca a la suya y le metí mi lengua hasta donde pude, busque su lengua, sus dientes, su saliva, trate de poseerla con mi lengua, me volví a separar, estaba completamente mojada, me quite el tanga negro que llevaba a toda prisa y el sujetador y los guarde el el bolso, salí a la puerta para mirar que no hubiera movimiento por el pasillo, pero todo estaba en silencio, volví a toda prisa junto a mi sobrina, le cogí la mano, me levante el vestido un poco, abrí mis piernas y coloque su mano en mi coño, su mano caía hacia abajo como si fuera de trapo así que la apreté un poco mas y yo misma me frotaba con su mano, tuve que parar porque me estaba corriendo y yo quería mas de aquella diosa que me había corrompido sin quererlo.
Le baje los tirantes del camisón y le remangue la parte de abajo, ahora la tenia casi desnuda ante mi, podía hacerle lo que quisiera y no se enteraría, le acaricie los senos, se los chupe, lamí, note como se ponían los pezones tiesos, así que me baje mis tirantes dejando mis pechos mucho mas grandes al descubierto, me incline sobre Ana y estuve frotando mis pechos con los suyos durante unos minutos y mientras le acariciaba el clítoris y la besaba con pasión, mas que con pasión, con vicio, estaba poseída, no quería tocarme porque me hubiera corrido, decidí que ya no podía mas, tenia que correrme, me remangue el vestido todo lo que pude, me subí a horcajadas cobre mi sobrina y puse mi vulva sobre un seno de Ana, empecé a frotarme contra su pezón y luego me restregué con mas fuerza, era como si quisiera que me follara con su pecho, luego subí un poco mas, me abrí la vulva con una mano y con la otra abrí la boca de Ana hasta que conseguí encajar mis labios vaginales con los de su boca, era una sensación de placer indescriptible, empecé a moverme muy lentamente, estaba muy excitada, casi a punto de reventar en un orgasmo inmenso, pero a la ver tenia miedo de que mi sobrina se despertara de la anestesia por alguna razón, o que entrara la enfermera, decidí que ya era suficiente, me senté con las piernas muy abiertas al pie de la cama, separe las piernas de mi sobrina y me fui acercando hasta que tenia su coñito justo en frente del mío, me toque con la palma de la mano para llenarme de mis líquidos que parecía que salían a litros y luego la toque a ella para humedecerla, le abrí un poco la vulva y me peque a ella, me frote como una loca, mi coño estaba pegado al suyo, recordé como me había masturbado con su bikini y me corrí como nunca me había corrido.
Por la mañana me relevo la mujer de mi cuñado, la madre de Ana, le dije que todo había ido normal, me despedí pues esa misma tarde regresabamos a casa, cuando llegue para hacer las maletas entre en la habitación de mi sobrina me lleve una foto suya en bikini, rebusque en sus cajones y encontré un cajón con su ropa interior, para tener dieciséis años tenia cosas muy sexys, cogí un tanga de encaje y una braga negra de blonda, las utilizaría yo a partir de ahora para recordarla.
Bien relató algo corto pero bien