Abrazame

Todo comenzó la noche del viernes, pasado habíamos terminado de cenar, como de costumbre en casa hace mucho calor y ya empezamos a ir por casa fresquitos para combatir el calor, esa noche llevaba un pantalón corto de pijama y estaba sin camiseta lavando los platos cuando mi madre entró en la cocina y se acercó a mi y me acaricio la espalda.

Para poneros en situación, mi madre es una mujer divorciada, rubia, con gafas, de 49 años, delgada, pechos algo caidos pero para la edad que tiene esta super bien, bastante coqueta y le gusta siempre vestir bien.

Esa noche se acercó a mí y me preguntó ¿qué haces cariño? Le respondí que estaba terminado de fregar y que quería hacer ya que no tenía planes así que nos fuimos al sofá a sentarnos mientras veíamos una película.

A media noche la película terminó y nos fuimos a dormir cada uno a su habitación, un par de horas más tarde me levante a la cocina a beber un vaso de agua cuando escuche que se acercaba mi madre, al verla me quedé bastante impactado llevaba un vestido bastante escotado rojo con estampados de tirantes, al verla me quede impactado estaba muy guapa y a decir verdad me ponía bastante como iba vestida. No imaginé que pudiera poner mi madre pero sería algo que lo guardaría en secreto.

Me comentó que le dolía el cuello igual de alguna postura que había tenido la noche anterior o tal vez de algún movimiento que había hecho mientras trabajaba en la oficina, le dije que trabajábamos muchos y que ambos nos merecíamos un descanso y ella me dijo que tenía razón que estaba bien parar un poco y relajarnos, así que la cosa quedó ahí, ella me dio un beso en la mejilla y los dos nos volvimos de nuevo a la cama.

Como no podíamos dormir, mi madre se puso las gafas que suele llevar puestas y nos pusimos a hablar tranquilamente en la cama donde previamente ella me había invitado a dormir con ella ya que de esa manera tal vez los dos dormiríamos mejor. Minutos más tarde, Pilar, mi madre se quito las gafas, en se momento pude ver el enorme escote que mi madre tenía y del cual no pude evitar fijarme mientras dejaba las gafas en la mesita para intentar coger el sueño.

Acto seguido se dio media vuelta y me dio las buenas noches mientras le pasaba la mano por el costado preguntándole si estaba a gusto, ella asintió con la cabeza sonriéndome. Mientras dormía me quedé mirándola unos minutos mientras el pene se me empezaba a poner duro.

A la noche siguiente Pilar estaba en el baño peinándose mirándose en el espejo, vestida con una bata rosa cuando me acerque a ella, ella se alegró al verme diciéndome que se alegraba mucho de que estuviera en casa haciéndola compañía debido a que llevaba unos días que se sentía un poco sola.

Tenía su enorme culo a unos escasos centímetros de mi mano y sobretodo de mi pene y me moría de ganas por tocarselo, enseguida me dijo que otra vez no podía dormir y que le costaba mucho coger el sueño, tenía mucho calor y eso le impedía poder dormir, me pidió que le diera un masaje en los hombros así que hice realidad lo que me pidió, empecé a destensarle los hombros lentamente mientras ella jadeaba de placer, escuchaba como ella jadeaba y disfrutaba del masaje que le estaba dando hasta que me dijo «espera un segundo cariño» entonces se bajo la bata dejando al descubierto sus hombros por un momento creí que vería sus enormes y preciosos pechos pero por desgracia el momento no se dio.

Fui bajando lentamente por la espalda mientras me preguntaba ¿lo nota tenso cariño? Le pedí que se bajase mas la bata, se la dejo por la cintura y a través el espejo pude ver de nuevo sus pequeños aunque preciosos pechos.

Se apoyó sobre la encimera del lavabo y continúe dándole el masaje sentía como sus jadeos cada vez se intensificaban más, no podía perder la oportunidad así que aproveche y pegue mi pene a su culo, restregandoselo lentamente mientras  escuchaba como ella jadeaba sin parar.

Ella me susurraba «ohh mi amor que manitas tienes, lo estás haciendo muy bien». La situación cada vez estaba más caliente entre nosotros pero cuando le pregunté si se encontraba mejor ella me sonrió y acabamos el masaje, volvió a subirse la bata de nuevo y me quede aun mas cachondo que la noche anterior.

Le rodee con el brazo por la cintura y le pregunté ¿quieres volver a la cama? ella asintió diciéndome con una voz bajita que si.

Nos metimos en la cama a mi me era imposible dormir tenían un calentón bastante severo, cuando mi madre se giró hacia mi y me preguntó ¿estás bien cariño? Le asentí con la cabeza diciéndole que si mientras al instante me dice parece que hace más calor que otras noches, yo intenté evitar la situación pero terimien diciéndole que sí que parecía que esta noche hacía más calor que estas noches pasadas.

Entonces le dije igual estas mas agusto con la bata desabrochada y me dijo tienes razón ¿te importa que me la quite? Yo le dije que no, que ningun problema pero al ver sus enormes y preciosos pechos el pene no pudo por menos y me provocó una elección de infarto, me tape con la manta para evitar que mi madre me la viera.

Tras eso nuevamente mi madre se dio media vuelta para dormirse, a mi me fue incapaz de dormir debido a lo que acababa de ver estaba a mil y mientras ella cerraba los ojos yo aproveche y me baje el pantalón quedándome con el pene al aire tapada con las sábanas. Le acaricie el pelo ella me miró al instante y me dijo ponte cómodo cariño pero a pesar de ello no llegamos a nada y la cosa quedó ahí.

La noche siguiente estaba decidido a hacer algo con ella llevaba provocandome dos noches seguidas y de esta noche no pasaría, estaba tirado en la cama tapado con la sábana cuando mi madre llegó a la habitación, vestía con una bata gris que nunca antes se la había visto o al menos yo no me había fijado previamente, pero no tardó en quitársela, cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no llevaba nada debajo, estaba desnuda y yo no podía quitarle la vista de encima, se quitó las gafas que suele usar para estar por casa y se metió en la cama tapándose con la sábana, me preguntó si estaba agusto con ella en la cama y yo le dije que si ella me sonrió y nuevamente se volvió a dar la vuelta quedándose dormida o al menos haciendo que dormía.

A la mañana siguiente me desperté abrazada a ella y con una erección bastante considerable, empecé a tocarle las tetas a mi madre mientras ella seguía dormida, la destape poco a poco sintiendo que sus pezones estaban muy duros, nos destacamos por completo y le pase la mano por la pierna tocandole el coño, estaba empapado empecé a acariciarle con los dedos y poco después se la metí lentamente por el coño, empecé a penetrarla lentamente mientras le cogía la teta derecha poco a poco fui aumentando la velocidad cuándo poco después mi madre se despertó.

Ella me dijo que parase que esto no podía ser que sabía que estaba cachondo pero que esto no podía ser,  pero yo continúe, a medida que la seguía follando mi madre comenzó a jadear con más placer y fuerza estaba muy cachonda y podía sentirlo.

Cariñosamente la agarré del cuello mientras continuaba fallando de lado no aguanté mas y me lance hacia su boca como si fuera mi novia de toda la vida ella me correspondió con el beso y le cogí de la pierna separándoselas mientras ella deslizaba su mano izquierda hacia abajo tocándose el coño lentamente.

Me puse frente a ella mientras le penetraba lentamente cada vez la fallaba con más fuerza y ella me pedía más yo estaba a tope pero me queda muy poco, no aguantaba más y después de hacerlo a cuatro mi polla estaba a punto de correrse y así fue.

Por suerte la pude sacar a tiempo y me terminé corriendo en sus tetas.

Al terminar me beso y me preguntó ¿te ha gustado? Le dije que sí pero que quería más a lo que ella me respondió que cuando quisiera.