Capítulo 1

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Mi tía, una madura tetona I

Soy un profesional de 30 años.

Soy casado hace cinco con una mujer maravillosa y la verdad es que estoy muy enamorado de ella.

Tenemos una vida sexual espectacular, pero a mi siempre me faltaba algo.

Y es que desde pequeño, cuando tenía 10 años, comencé a fijarme en una tía amiga de mi madre.

En la actualidad ella tiene 55 años. Es bajita mide como 1.55 y siempre se ha visto como una mujer un poco rellenita.

Pero no es así. Lo que ocurre es que tiene unas tetas que deben darle una medida de al menos 180 cms!!!! Sí, créanlo y lo mejor es que sus pechuguitas son duras!!!, a pesar de haber tenido 2 hijos. Una auténtica madura tetona.

Su otra gran cualidad son sus labios gruesos y carnosos que cualquier hombre los desea de sólo mirarlos.

Como les contaba todo mi deseo comenzó a gestarse cuando yo tenía como 10 años.

Siempre soñaba con ella, trataba de imaginármela y cuando aprendí, como a los 14 años, comencé a masturbarme en honor a ella.

Debo decir que esas experiencias han sido una de las más placenteras de mi vida.

Cuando crecí, y al estar estudiando en la universidad, el esposo de ella me ofreció la posibilidad de vender unos juguetes que él había importado desde Corea. Era un buen negocio y acepté para solventar mis gastos de estudiante.

Acá en Chile la universidad es carísima y todos debemos hacer algo para poder ayudar a nuestros padres en las colegiaturas.

Debido a este negocio yo comencé a frecuentar mucho su casa.

En una de esas oportunidades, luego de haber vendido la mayoría de los artículos, pasé a retirar mas juguetes a la casa de mi tía.

Era temprano en la mañana y, por ende, ella estaba sola y vestida sólo con su camisa de dormir.

Ni decirles lo caliente que me puso… aproveché para tomarme un café con ella y conversamos mucho tiempo. Hasta que por fin comenzamos a tocar temas sexuales. En un momento yo le dije:

Oiga tía, una mujer tan hermosa como usted debe tener cientos de admiradores, verdad?

No lo creas, no es para tanto. En todo caso yo sólo amo a mi marido, estoy muy enamorada de él y tan satisfecha en todos los aspectos que no necesito a nadie más en mi vida.

Con lo que dijo se me cayó el mundo encima. Entendí de inmediato su indirecta. Luego de esa respuesta me retiré cabizbajo, sintiendo la frustración en mi.

Fue algo muy triste. Pasaron los días y luego de una semana, nuevamente tuve que ir a completar mi stock de juguetes a su casa.

Esta vez estaba con una vecina de su misma edad.

Desde el comienzo de la conversación, mi tía trató de ligarme con su amiga, me decía que ella era separada, que el marido nunca la satisfizo de ninguna forma, que era buenamoza, que en ella podría encontrar a una excelente amante, y todo eso.

Su amiga sólo asentía con su cabeza, como confirmando todo lo que mi tía decía. Y yo sólo me reía. No quería con su amiga. Yo quería con ella!!. Y no me atrevía a decírselo.

Luego de unos minutos, su amiga se fue y nos quedamos solos con mi tía conversando. Ella me increpó de por que no había tomado en serio a su amiga, que era una mujer atractiva y sensual. Me dijo:

Acaso no te gusta por que es muy mayor que tú?

No es eso tía. A mi me encantan las mujeres maduras.

Entonces si no es eso, entonces que?, me dijo ella.

Lo que ocurre es que a mi me tiene vuelto loco otra mujer madura, no específicamente ella.

En esos momentos estábamos sentados los dos en el mismo sofá. Separados sólo por un cojín. Ella me dijo:

Y se puede saber quién es la afortunada?

Ella es una mujer muy atractiva, está casada y el problema es que está muy enamorada de su marido. Yo creo que no tengo posibilidades con ella. Esa es la verdad.

En ese momento, y de los nervios, el estómago parece que se me salía por la boca.

Cuando le dije esto último ella se puso de pie y se fue a la cocina. Yo la seguí inmediatamente. Era ahora o nunca.

Usted sabe a quién me refiero cierto?

Por su puesto. No soy tan tonta para darme cuenta que estás hablando de mi.

Y entonces que me dice?

Que quieres que te diga?. No sé que decirte. Eres un joven muy atractivo y para mi es un honor que te fijes en una mujer tan vieja como yo.

Me acerqué por detrás y tomándola por la cintura le susurre al oído:

Como no me he de fijar en usted, con ese cuerpo que tiene, sus ojos, sus labios….

Le di la vuelta y comencé a besarle lentamente toda su cara. Con besos suaves y tiernos. Hasta que llegué a sus labios.

Nos dimos un beso muy apasionado.

Su lengua entraba en mi boca y yo jugueteaba con ella por todas partes. Aproveché de tocarle su culito y subí lentamente hasta el objeto de mi deseo sexual, sus tetas.

Al momento de tocarlas ella lanzó un suspiro que me indicó que iba por buen camino. Pero a cada momento ella me decía:

Nooo, para por favor… esto no puede ser… eres mi sobrino, nooo poorfavoooorrr….

Pero si nos deseamos no hay barreras en esto.. Somos un hombre y una mujer deseándose…

Noo para por favor…

Claro que la resistencia que me oponía era mínima…. ella estaba gozando y yo lo sabía.. En un momento y sin que pudiese darse cuenta saqué mi paquete y tome su mano….

Sin que pudiera reaccionar hice que me tomara el pene. Al principio se resistió, pero al insistir comenzó a hacerme la paja más maravillosa de mi vida.

Hasta ese instante yo ya tenía mi mano metida dentro de su blusa y por debajo del sostén le tocaba ese hermoso par de tetas…

Eran durísimas. Yo creía que a su edad las tendría por el suelo(lo que no me importaría), pero no.

Sus tetas eran duras y firmes, grandes y con una pezón chiquitito que a cada instante se ponía mas duro….

Mi otra mano se introdujo en su pantalón y comencé a masturbarla suavemente.

Ella sólo me decía:

ayyy no por favooorrr no sigas con esto… mmmmmmm…. ayyyyy… (mientras me pajeaba maravillosamente)

Si te encanta dímelo….. dime que te fascina que te toque el clítoris de esta forma….

Siiii, me gusta , me gusta… ayyyyyyy, sigue, sigue así yaaaaaaaa!!!!!!

En ese momento comenzó a contonearse y apegándose a mi, lanzó un grito que debe haberse escuchado por toda la cuadra.

Mientras tanto seguía pajeándome y dándome un beso espectacular…. y apretándome fuerte el pico… logró que mi leche saliera a borbotones, cayendo al piso la mayor parte y el resto en sus pantalones….

Cuando acabamos, ella salió corriendo y se encerró en el baño. Lloraba a mares diciéndome que por favor me fuera, que no quería verme más.

Que no le contara esto ha nadie.

Me suplicaba que me fuera y no volviera nunca…..

Yo no tuve más remedio que irme. Pero me iba con la sensación mas placentera que había tenido en el ámbito sexual.

Claro que de todas formas, había quedado caliente por chuparle sus tetas y meterle todo mi paquetito en su conchita…

Hoy ya tengo 30 años y me encontré con ella en la calle de pura casualidad.

Conversamos si tocar el tema de nuestro encuentro sexual y, para mi sorpresa, me invito a su casa a tomarme un cafecito.

Lo que ocurrió en ese encuentro, con mi tía la madura tetona, se los contaré en un próximo relato.

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