Una pareja perfecta

Una pareja perfecta, esa era la percepción al verlos, los senos firmes de ella, con un cuerpo trabajado por el ejercicio y el sexo, su cintura nada decía de los dos hijos que habían tenido el metro setenta su pelos lacios y una sonrisa cómplice con un rictus felino si dejaban entrever sus ganas de aventura, él delgado bien provisto con un miembro deseado y entregado a varias «batallas» de un metro ochenta de altura, pelo crespo bien cortado, músculos formados, era famoso entre el ambiente de orgías.

No le extraño la invitación a una, pero si de hacerlo en pareja, nunca lo había hecho, al preguntarle a ella, como descontando su fidelidad y conducta para recibir un !NO!, comprendió que su pareja más de una vez tuvo alguna o ganas de tenerla puesto que su respuesta fue:

¿Te aguantas verme fornicar? Como yo me aguanto tus aventuras.

Con pocas palabras le dejo sentado que sabía de su actuar y que el permiso era lo de menos, el macho único dejo que transcurrieran y aceptó el juego, una fiesta de intercambio y orgía estaba en marcha, sus organizadores eran Jorge y Laura una pareja junta desde hace diez años.

El lugar, una quinta dentro de un Country , las parejas empezaron a llegar, bien elegidas de reuniones y amistades de los dueños de casa, cada una de las llaves de los vehículos fueron introducidas en una bolsa de tela con forro satinado como en otras reuniones, el juego estaba en manos de Laura quién indico las «reglas»:

Las mujeres sacarían las llaves de los vehículos eligiendo al hombre , en caso de ser (llave conocida o la de su marido) la apartaría y sacaría de nuevo.

La pareja formada fornicará en la mesa, silla, piso, frente nuestro (espacio en el living, abierto con sillas, empezando cuando lo determine la mujer, antes o después de terminado el «sorteo»

Hechas todas las parejas, se inicia la orgía. (a lo que venga)

Cada pareja formada se puede (si quiere la mujer) retirar después de la orgía con su pareja de la noche, hora de devolución antes de las 24 horas del domingo, se avisa que hoy es sábado.

Verla sacar la llave, lo ponía mal, pero era tarde de echarse atrás, los ojos de los hombres pedían «esa potra» su mente se explotaba, cuando el elegido fue un conocido de algunas andanzas compañero de trabajo, la bronca fue terrible cuando ella inicio un streptease, su pareja hizo igual y entre aplausos iniciaron su relación sobre la mesa, dos parejas más prontas se unieron, el último fue él, su compañera tuvo que incitarlo, tapando sus ojos, le pidió que no mirara que se entregara al sexo y se divirtiera, que si bien no era su marido la pareja, hiciera de cuenta que si y la reventara, los ruegos dieron resultados.

Recibir una mamada fue suficiente para entrar en el clímax de la fiesta, se olvido por un buen rato de su «flaca» hasta que la vio nuevamente, como un diosa, revoleaba sus pelos , era el centro de los que la deseaban, otro (no su pareja elegida) la penetraba por debajo de sus cachas mientras mamaba la pareja y la libre le acariciaba los senos, sesenta y nueve y poses colectivas encontraban su cuerpo, al pedirle ya terminada la orgía de retirarse, vio crecer su desesperación y una nueva crisis se iniciaba cuando sonriendo ella se fue con «su pareja» denotando en su cara, satisfacción por una noche gozada a pleno.

La suya prefirió retirarse, por eso a las cinco de la mañana estaba ciego de celos en la ducha de su casa, se durmió un buen rato, moviendo sus brazos en una búsqueda infructuosa, despertó sabiéndose cornudo .

Recién a la noche del domingo apareció en la casa, su cara reflejaba la aventura, al escucharla sus celos lo enloquecían:

Escuchar de esa boca que mamo frente a sus ojos , vergas desconocidas, que disfruto de esa orgía, como se retiro a descansar , en lugar de ir a la casa de su pareja fueron a un hotel, donde se despertó con la sorpresa de tener dos caras distintas al borde de la cama, de a uno penetraron y dejaron su semen, para en una sesión inolvidable mientras penetrada analmente y vaginalmente mamaba esa verga, que cambio repetidamente, dejaba en claro que le había gustado.

!Ahora si goce a pleno!

gritaba en la pieza desnuda, mostrando sus atributos que le hicieron olvidar a su cornudo !Que difícil es compartir!