Querido diario
Querido diario:
Es la primera y última vez que te digo «querido diario». Francamente me parece una estupidez y una pérdida de tiempo.
A partir de mañana iré directamente al grano y empezaré a escribir. Te compré con un solo motivo. Narrar y guardar los pormenores de mi proyecto. Querido Diario: Hoy he decidido cogerme a mi maestro de Inglés.
Septiembre 10
Lo sigo a todos lados. Me he vuelto casi su sombra. Si conozco sus hábitos, sabré de cual pie cojea y mi conquista será más fácil. Ya mañana es sábado, no sé ni siquiera donde vive… que haré???
Septiembre 16
Lunes al fin!!!!!! Nunca sentí tantas ganas de ir al colegio.
El fin de semana fue una tortura. A mis padres se les antojó irse para la playa, y por supuesto, los hijos también teníamos que ir…
Que aburrimiento, llovió todo el fin de semana, ni siquiera podíamos salir de la casa.
Mis padres se la pasaron en un coger eterno, solo salían a comer. Ellos siempre han sido muy liberales y de mente abierta, es maravilloso tener unos padres como ellos.
Nos inculcaron que el sexo es algo bello y no algo que deba hacerse a escondidas y con prejuicios. Solo debes ser juiciosa a la hora de practicarlo.
Claro, ellos todavía no saben que su nenita, o sea tu humilde servidora, lo practica tan a la ligera y con cualquiera…
Los arreglos para dormir, eran siempre los mismos, ellos en una habitación, mi hermano Rafael (el mayor) en otra y Samantha, mi hermana de 13 años, Emilio, el pequeño de 8 y yo (tengo 17) en la tercera habitación.
Durante la primera noche, todo pasó normal.
No sé que le estaba haciendo papi a mi mama, pues gritaba como loca. Nunca la había escuchado gritar así.
Si no hubiera sabido que estaban cogiendo, pensaba que la estaba matando. Sus gritos me ponían cada vez más cachonda.
Me quité los panties y empecé a hacerme una paja que lo único que logró fue ponerme peor. Me dormí un poco inquieta.
El sábado lo pasé encerrada en la habitación leyendo, por suerte llevé varios libros.
Mis padres salieron un rato a comprar comida. Mi mama iba despatarrada, casi ni podía caminar.
Que bien lo estaba pasando la muy guarra. Que envidia me daba!!!
Llegó la noche otra vez y todos nos preparamos para dormir.
No tenemos vergüenza de mostrar nuestros cuerpos, solo mi hermano Rafael se ha vuelto un poco solitario este ultimo año y ya no le gusta que lo vean desnudo. Samantha fue la primera en empezar a desnudarse.
Es bonita la chiquita, delgadita, y con el culito parado. El pecho totalmente plano, pero creo que cuando crezca va a tener las mismas tetas de mi mama que tiene dos hermosos globos.
Yo seré la única de está familia que no estará tan bien aventajada en el departamento lácteo. Mis tetas, aunque pequeñas, son redondas y duras y siempre saludando a la bandera.
Cuando me quité la camiseta para ponerme mi pijama, noté que Emilio empezaba a mirarme con carita de vicioso. Siempre le ha gustado verme las tetas, aunque no dice nada.
Ya él estaba acostadito en la cama, solo con sus pantaloncillos y arropado. Le dijo a Samantha que hoy quería dormir conmigo y ella no se opuso, le cedió su lugar.
A mi no me extrañó, pues cuando mis padres no están, el se mete en mi cama a dormir, pues dice que ahí está más calientito. Terminé de cambiarme y apagué la luz.
Todos dijimos buenas noches y hasta mañana y nos acomodamos para dormir. No había pasado más de dos horas cuando empezaron los gritos de mami. En un día normal, no le haría caso y me dormiría de nuevo, pero la frustración que sentía me tenía cada vez peor.
Está vez, los gritos iban acompañados de las exclamaciones de papi.
No se cansaba de gritarle puta. No aguante más y me quite el pantalón de mi pijama y los panties. Empecé a masturbarme rápidamente con desesperación. De repente mi hermano se volteó y me quede fría. Pero solo se acomodaba en sueños. Su mano quedó muy cerca de mis tetas.
Yo estaba súper caliente. Tomé su mano y me la llevé a mi húmeda rajita y comencé a sobar mi clítoris con la palma de su mano.
Mirándole siempre a la cara por si despertaba. Con mi otra mano me agarraba mis tetas y me las apretaba por encima de la camisita de seda. Cerraba las piernas y apretaba la mano de Emilio cada vez más. Ya sin miedo a que despertara.
Pero esto no era suficiente… quería más… Le moví un hombro mientras lo despertaba llamándolo por su nombre… Emilio… Emilio… Abrió los ojos y me miró.
Esperé a estar segura de que había despertado y le pregunté si quería tocarme las tetas. Se sentó en la cama como si tuviera un resorte en el culo y sin más invitación empezó a sobármelas bien despacito. Le dije que podía hacerlo más duro, que no me dolería. Y él comenzó a apretarlas como si estuviera exprimiendo dos naranjas. Divino.
Yo seguía acariciando mi clítoris debajo de la sábana, pero él ni cuenta se daba. Tenía una cara de lujuria que nunca había visto en un niño tan pequeño. Sin que le dijera nada, empezó a subirme la camisita hasta dejar al descubierto mis tetas.
«Quiero verlas», me dijo. Yo le pregunté si no quería chuparlas también. Abrió los ojos como platos, pero no espero una segunda invitación y se pego a mis tetas. Mamaba, chupaba y mordía. Nunca nadie me ha chupado las tetas como él, con una desesperación… Me metí dos dedos en mi vagina y tuve que morderme los labios para no gritar cuando me llegó el primer orgasmo.
Aunque no creo que Emilio se dio cuenta, estaba extasiado con mis tetas. Era como su sueño hecho realidad… Yo quería devolverle algo de lo que me dio y le pedí que dejara de chuparme las tetas y se sentara en mi pecho. Quería comerme su pajarito que tenía como un palito. No podrían ser más de 3 pulgadas y media de verguita (aprox. 9 cms ) Lo pegué bien a mi cara y metí su vergita en la boca.
Que delicia tener ese trocito de carne en la boca. Lo chupé todo. Me metí hasta sus dos huevitos sin pelos. El se movía adelante y hacia atrás, me estaba cogiendo por la boca, mi hermanito el viciosito.
Mis dedos volvieron a mi coñito y me lo atacaba con furia. Emilio me cabalgaba la boca con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados.
Saqué mi mano empapada de mi leche y la llevé a la boca de Emilio. La chupó toda y me pidió más.
Sacaba mis jugos de mi rajita y se los daba a beber… y como bebió. No pensé que a esa edad se lograba un orgasmo, pero Emilio empezó a temblar y tuvo que taparle la boca pues tenía miedo que gritara, lo que él aprovechó para chuparme todos mis dedos y dejarlos limpios. Claro está que no se corrió, pues todavía no tiene leche.
Pero si, estoy casi segura de que aquello fue un orgasmo. Le dije que se pusiera encime de mí y lo tapé con la sébana.
Cuando tuvo mis tetas a su alcance las agarró con ambas manos y empezó a chuparlas, eran su delirio. Yo lo tenía bien acomodado entre mis piernas y lo agarré por el culo y empecé a frotármelo por mi rajita abierta. Sentí como su pitito me rozaba el clítoris
Acomodé un dedo dentro del surco entre sus nalgas buscando su hoyito. Así volvimos a corrernos los dos. Y ni aun así la boca de Emilio soltó mis tetas. Siguió mamándomelas como 5 minutos más, hasta que se durmió.
Septiembre 19
Estos tres últimos días, he hecho de todo para llamar la atención de mi profesor de Ingles, pero no me ha valido de nada. Todos los días le he enseñado mis panties.
Desde principio de año, me siento en la silla que está más cerca de su escritorio para poder verlo mejor.
Me siento descuidadamente en mi pupitre procurando que mi falda se levanté y pueda verme mis panties. Hoy llevé puesto unos de encaje transparentes y me asegure de abrirle bien las piernas para que pudiera ver mi rajita sin pelos.
NO valió de nada!!! Se dio cuenta, lo sé, pero solo me dijo que me sentara derecha. Ayer necesitaba ayuda para llevar unos papeles a su oficina y yo me levanté corriendo a ayudarlo.
En la oficina hice el teatro de que me caía de espaldas y quede con la falda hasta la cintura, mis piernas abiertas y en la boca un pucherito como si fuera a llorar… Y que crees que hizo?? Me ayudo a levantarme, me sacudió por detrás el sucio del uniforme y me dio su pañuelo!! Los dos solos en su oficina, yo dispuesta y caliente y él no me hizo caso.
Septiembre 20
La desesperación por espiar a mi profesor, me llevó a encontrar un escondite perfecto. Entrando por el cuarto del conserje, que está al lado de su oficina, me subí en unas cajas y me metí por el conducto del aire acondicionado.
La rendija quedaba justo detrás del escritorio. Allí estaba mi profesor, pero solo podía verle la espalda y la cabeza. Estába sentado leyendo algo. Y cual no fue mi sorpresa cuando lo escuche gemir.
Mi profesor se estaba pajeando!!!! Me acomodé para ver mejor y no me cupo la menor duda, veía el movimiento de su brazo derecho y como pasaba las hojas de una revista con la izquierda. No podía ver las fotos de la revista pues su espalda me tapaba.
Parece que mis tácticas están empezando a surtir efecto!!!!!!!! Estaba feliz!
Pobrecito de mi maestro, debe estar sufriendo… Quiere cogerme y no se atreve…
Septiembre 21
Tomar la decisión fue fácil. Lo difícil ha sido llevarla a cabo. Hasta ahora he sido sutil, pero mi maestro no se quiere dar por enterado. A partir de mañana le declararé la guerra.
Septiembre 23
NO PUEDO CREERLO!!!!!!!!!!!! Qué equivocada estaba!! Mi amado profesor es MARICON. Y yo que pensaba que me deseaba y se masturbaba en mi nombre….
Debe haber sido una revista gay la que veía aquel día. Hoy vi como le acariciaba las nalgas a un niño de primaria mientras lo entraba en su oficina. Me pareció raro y sin perder tiempo me dirigí a mi escondite.
Por la rendija vi como sentaba al niño, debe tener como 10 años, en el escritorio y le abría el pantalón para sacarle su verguita y comérsela toda. El niño le acariciaba la cabeza. Parece que no era la primera vez que lo hacían.
Después de unos minutos, mi profesor se irguió para bajar sus pantalones y por primera vez pude ver su verga en toda su plenitud. Se me salían las babas, y al niño también, al ver ese hermoso aparato.
Vi como el maestro dirigía su verga hacia la boca abierta de su alumno, quien empezó a mamar enseguida. Hasta los huevos se los chupó.
Nunca había visto a un chico tan pequeño (Que diablos!!! a ningún hombre!) chupar como él. Me moría por ser yo quien tuviera ese trozo de carne en la boca.
Mi profesor le culeaba la boca con furia hasta que empezaron a salir borbotones de leche por las comisuras de la boca de Daniel (así se llamaba el niño, pues podía escuchar los gemidos de mi profesor no se cansaba de repetir: «Así, así mi puto. Tómatela toda Daniel». Y se la tomo toda, o por lo menos, trato.
Daniel no perdió tiempo y se puso en cuatro patitas encima del escritorio, para luego apoyarse en su cara y con sus dos manos abrirse su culito.
Mi profesor tampoco perdió tiempo y comenzó a comerse ese culo que se le ofrecía. Cuando lo tuvo bien dilatado y ensalivado, con tres dedos metidos hasta los nudillos, se irguió y agarró su propia verga, que ya estaba dura de nuevo y se acomodo detrás de su alumno.
Pensaba que no iba a poder meterle esa tranca que tiene por verga, pero el puto de Daniel se la trago hasta los huevos, solo necesito dos culeadas y ya lo tenía bien encajado y se movía como una perra en celo. El mismo se agarraba su pajarito y se lo sacudía al ritmo que mi profesor.
No duró mucho esto, pues en menos de tres minutos las embestidas se aceleraron hasta que ambos llegaron al orgasmo y el escritorio se lleno de leche.
Se quedaron en esa posición, el adulto aplastando al niño como por 5 minutos y luego se separaron, se limpiaron, arreglaron la oficina, se besaron en la boca y salieron. Yo no podía moverme pues todavía estaba en «shock» .
Salí de mi escondite 10 minutos después y todavía ahora, las 9 PM, no salgo de mi asombro. Que mala suerte la mía…
Mis agujeritos, mis teticas y mi boca, toda yo, a la disposición de mi profesor y resulto ser un maricón chupavergas. Lo odio.
Septiembre 23
No me puedo conformar… Cada vez que recuerdo la verga de mi profesor parada en todo su esplendor, se me hace agua la boca (y mi chochita). Tengo que idear la forma de tenerlo para mi… Tengo que sentarme y pensar fría y calmadamente hasta que encuentre la solución. Pero que??????? Ayúdame estúpido Diario!!! NO te quedes como un mamón espaciado… NO! Cálmate, Sabrina. Piensa… Piensa… Piensa…
Septiembre 24
Ya tengo la solución!!! Voy a entregarle a mi profesor un culito virgen de niño, como a él le gusta, a cambio de que me deje participar en sus juegos. Ahora me falta encontrar el borreguito para el sacrificio.
Septiembre 27
He visto como mi maestro de ingles le mira el culo a varios niños. No se como nadie más nota su mirada lujuriosa. Será que como ya estoy sobre aviso, no pierdo detalle. Tengo que idear la forma de hacerle mi proposición.
Septiembre 30
Decidí no ser sutil e ir directo al punto. Le he dicho que conozco su preferencia por los niños y que había visto como se cogía al pequeño Daniel y que lo habían hecho más de una vez.
Cambió de color y empezó a tartamudear una explicación que yo pare en seco diciéndole que tenía pruebas (lo cual, como sabes, no es cierto).
También le dije que si se atrevía a negarlo, iba a denunciarlo y que luego que creía que iba a pasar cuando examinaran a Daniel y le encontraran el culo abierto como puerta de oficina pública. Creo que no lloró por no darme el gusto.
Pero bajo la cabeza y me dijo que lo tenía en mis manos, que si quería me podía dar mucho dinero por mi silencio.
Casi me da pena, pero mi obsesión por su verga fue más grande y al verlo a mi merced, sentí como mi puchita se llenaba de jugos, «Solo quiero tu verga», le dije. «Pero como quiero que tu también disfrutes, voy a conseguirte un culo virgen de niño solo para ti. Que me dices?? Mientras hablaba me le fui acercando y comencé a acariciar el paquete que se adivinaba debajo de su pantalón. Nunca había sentido una verga empalmarse tan rápido. Me gustaría pensar que fueron mis caricias, pero sé que fue la promesa de un culo virgen de niño. Ahora si lo tengo a mi merced…
Septiembre 30
Mi búsqueda empieza hoy mismo. Tengo que ser cuidadosa, pues de verdad no quiero causarle un problema a mi profesor, y de paso a mi misma. Lo que busco es un niño crédulo, que le tenga un poco de miedo a los adultos, y si es un poco afeminado, mejor.
Octubre 1
Creo que ya encontré a mi presa, es Reynaldo. Después de descartar a todos los demás candidatos de mi lista, me quedé con él. Reúne todos los requisitos principales, muy respetuoso y su mamá y hermanas lo tratan como la niña de la casa.
Sus compañeros de clase le dicen «mariquita rosa». La única condición que me puso el maestro es que deberíamos hacerlo fuera del colegio (claro que, aunque el no está en posición de poner condiciones, acepte). Planearé todo para este fin de semana
Octubre 5
Lo logré!!! Triunfé!! Tuve en mi boca la verga de mi amado profesor, conocer su olor, saborear su leche… que sensaciones. Pero que equivocada estaba… Nada fue como lo planee. Que ingenua debí haberle parecido. No puedo decir que se aprovechó de mí, pues yo lo quería también, pero me tenía completamente engañada.
Mi profesor le pagó a Reynaldo para que se dejara convencer por mí diciéndole que todo era una broma, una sorpresa, y vaya sorpresita la que me llevé….
Con la excusa de recoger un libro en casa de mi profesor, le pedí a Reynaldo, que vive frente a mi casa, que me acompañara, pues mi mama no me dejaba ir sola. Francamente no sospeché nada cuando aceptó tan pronto.
A los 20 minutos ya subíamos al piso de mi maestro. Yo me había arreglado expresamente para la ocasión. Tenía puesto un «top» azul de tirantes y una minifalda de corte redondo y ancha amarilla, más arriba de medio muslo y cuando la brisa soplaba, podía enseñarle mis tanguitas a los transeúntes.
Esa mañana había afeitado mi chochita completamente y sentía que hasta el roce de la tanga al caminar me excitaba y hacia que mis pezones se endurecieran.
Mi cuerpo sabia que le iban a dar la mejor cogida de su corta vida y estaba a la expectativa. Mi profesor nos abrió la puerta y fingí un grito de asombro cuando lo vi parado vestido ( o desvestido? ) solo con sus bóxer. El grito de Reynaldo no fue fingido.
Rápidamente mi profesor se excusó y mientras nos decía que entráramos, se dirigió a su habitación a ponerse una bata de casa.
Rey y yo nos miramos riéndonos y nos sentamos en el sofá. Cuando regreso, traía dos vasos de refresco en las manos.
Me dijo, con un guiño, que no podía encontrar el libro y que necesitaba nuestra ayuda. Nos mando a su estudio a buscar allí, parece cuarto de cachivaches más que estudio por tantas cosas amontonadas que tiene. Al ver el amplio sofá comprendí las intenciones de mi maestro al enviarnos a este cuarto. Empezamos a buscar por todas partes y acercándome a Reynaldo, fingí tropezarme y caímos los dos encima del sofá, mojándonos ambos con el refresco.
«Mira nada más lo que hiciste!!! «Le dije riendo. Déjame secarte» -. Tomé un trapo y comencé a secarle los pantalones teniendo mucho cuidado de rozarle su verga, todavía dormida.
Me acomodé frente a él, de rodillas. Mientras Rey me agarraba por los hombros para no caerse. «Crees que llegó a los pantaloncillos?» Le pregunte y sin esperar su respuesta empecé a desabrocharle el pantalón hasta que se los bajé y quedaron en sus tobillos. Seguí frotándolo directamente en encima de su verga y sentía como empezaba a ponerse dura.
«Que tenemos aquí??» Le dije y rápidamente sus pantaloncillos estaban junto a sus pantalones. El se dejaba hacer sorprendido. Tomé su pitito entre mis manos y me lo llevé a la boca. Se sentía divino. Me sorprendió su tamaño (aprox. 15 cms). Rey parecía haber olvidado su miedo y empezaba a disfrutar la primera mamada de su vida. Yo también lo estaba disfrutando, por que negarlo.
No sentí la puerta abrirse, pero no me sorprendió la voz de mi maestro cuando dijo: «Niños cochinos!! Que están haciendo??» Sin soltar a mi presa voltee a verlo diciéndole que me perdonara, pero que la verga de Reynaldo se veía tan rica que no pude resistirme y que si no me creía, que la probara el mismo. Mi profesor puso cara de incrédulo y se arrodilló junto a mí. La polla de Rey no había perdido sus dimensiones y pude disfrutar de cerca como era tragada por la boca hambrienta del hombre.
Hicimos que Rey se sentara, pues estaba a punto de caerse por el placer de sentir dos bocas haciendo maravillas en sus partes bajas. La ropa me pesaba, dejé a mi profesor en su tarea y empecé a desvestirme sin quitarle los ojos de encima a la pareja. Vi como mi maestro se ponía las piernas de Reynaldo en los hombros y empezaba a pasarle la lengua por su culito apretado.
El niño tenía los ojos fuertemente cerrados y se notaba lo mucho que estaba disfrutando. Yo quería comerme la verga de mi profesor antes que se la metiera a Rey, pero él tenía otros planes. Cuando me vio desnuda, me ordenó que cambiara sitios con Reynaldo en el sofá.
Me abrió las piernas y comenzó a comerse mi coñito afeitado. Me lo llenaba de saliva para luego chuparlo todo, usando lengua, dientes, labios y dedos. Agarró al niño de una mano y abriéndose la bata, lo puso a que le mamara la verga. Aprendió rápido el putito y era goloso pues podía escuchar los ruidos que hacía.
De pronto sentí los dedos de mi maestro rondando mi culito. Los tenía llenos de su saliva y mis jugos y sentí como poco a poco los fue metiendo en mi hoyito apretado. Primero uno, luego otro. Estaba en éxtasis y escuché como le decía a Rey que le llenara la verga de saliva, pero ni siquiera así comprendí lo que se proponía.
Solo cuando se llevó mis piernas a los hombros y de un tirón me acomodó en la orilla del sofá, solo entonces, cuando sentí la cabeza de su polla rompiendo mi culo y abriéndose paso por mis tripas, solo entonces comprendí lo que él había planeado. «Esto te enseñara a no jugar con los demás.
No querías mi verga??? Pues aquí la tienes!!» Yo daba alaridos de dolor y movía mis caderas tratando de huir del castigo. «Si te tranquilizas empezarás a disfrutarlo». Yo quería disfrutar, pero el dolor era muy fuerte. Mi profesor no dejaba de bombear su duro palo cada vez más dentro de mí. Le ordenó a Rey (quien veía todo con los ojos desorbitados y pajeándose) que me chupara las tetas.
Él empezó a mamarlas y morderlas y el dolor en mi culito empezó a disminuir y sentí un estremecimiento correr por todo mi cuerpo. Era increíble lo que sentía.
Mi culo apretaba la verga amada queriendo ordeñarla. Creo que se notó en mi cara que empezaba a gustarme, pues mi torturador se dio cuenta y sus movimientos cambiaron para ser más sosegados, dándonos más placer a ambos. Llevé una de mis manos a mi chochita y empecé a acariciarme el clítoris. Con la otra mano apretaba la cabeza de Reynaldo para que no soltara mi teta.
Mientras me corría, sentí como mis tripas se llenaban con la leche de mi profesor, la leche que ansiaba tragarme.
Saco su verga y la puso frente a mí. La veía chorreando liquido. No esperé a que hablara y como una loca la metí en mi boca y comencé a chuparla hasta dejarla brillando de limpia.
No sé en que momento me quede dormida, agotada, pues cuando volví a abrir los ojos estaba sola y tapada con una sábana. No se que paso con Rey y mi profesor.
Sentía mi culito adolorido y la boca seca. Me levanté, me vestí y salí hasta la puerta principal sin toparme con nadie. Me costaba caminar y tarde media hora en llegar a casa.
Y aquí me tienes contándote todo lo que me pasó hoy.
Al final, todos salimos ganando mi profesor desvirgó un tierno culito y yo tuve su verga en la boca, aunque no probé su leche a plenitud… Eso lo dejaré para después. No me despido de ti, Diario, pues todavía no he terminado con mi maestro de Ingles.