Sin buscarlo, encontramos un amigo

Esta vez dejare de lado el orden cronológico de mis relatos, para contarles mi ultima aventura.

Hace unos meses por cuestiones laborales, Mar debió mudarse de ciudad, por lo cual ya no nos ha sido tan fácil encontrarnos, pero haces unos días lo logramos.

Era un lunes de mucho trabajo, cuando me informaron que debía viajar junto con un compañero de trabajo.

En el primer momento solo pude pensar en lo poco que me gusta viajar por trabajo, pero ya durante el viaje al día siguiente, reaccione que estaba viajando a la misma ciudad en donde Mar vive por lo que decidí llamarla en cuanto llegara.

Llegamos a destino mi compañero Jorge y yo, alrededor de las 2 de la tarde y no pasaba una hora de nuestro arribo cuando llame a mi amiga para decirle que estaba allí.

Mar se mostro feliz y por supuesto me pidió que me alojara en su casa, a lo que accedí sin dudar.

Ya en la noche Jorge me llevo a casa de Mar y al llegar mar nos esperaba a cenar a ambos, asique mi compañero acepto gustoso y minutos después ya nos encontrábamos con nuestra habitual copa de vino en mano brindando por el reencuentro.

La cena transcurrió tranquila, entre risas y relatos de aventuras de trabajo.

Luego entre todos recogimos la mesa, y finalmente mientras Jorge buscaba que ver en la tele, nosotras nos fuimos a la cocina a preparar café, pero mientras la cafetera eléctrica hacia su trabajo, nosotras decidimos saludarnos mejor y comenzamos a besarnos como locas, al punto tal que Mar subió mi blusa y mi brasier dejando al aire mis senos que acariciaba suavemente a la vez que me murmuraba al oído lo que me haría mas tarde cuando el invitado se fuera.

Claro que tanta pasión no permitió que notáramos la presencia de Jorge, que nos miraba sorprendido parado junto a la puerta.

Cuando al fin lo notamos, nos separamos bruscamente y arreglamos nuestra ropa a la vez que tratábamos de justificar lo obvio.

Jorge sonrió a la vez que nos decia que no nos preocupáramos, que el no había visto nada y que era asunto olvidado.

Así fue que pasamos a la sala con el café e intentamos continuar hablando pero no lográbamos estar cómodos como antes.

Hasta que Mar se puso de pie y dirigiéndose a Jorge dijo: -Mira Jorge creo que los tres estamos algo nerviosos por lo que acabas de ver.

En realidad nosotras somos amigas que compartimos nuestras fantasías sexuales y una de ellas ha sido la de estar con otra mujer, y por mi parte te confieso que lo que mas nerviosa me tiene ahora no es que tu lo sepas, si no que desde que te vi en la puerta mirándonos, he tenido el deseo de que nos veas aun mas y creo que tu quieres ver mas y no sabes como lograrlo y creo conocer bastante a Ana como para saber que ella desea lo mismo que yo.-

Ante tal declaración Jorge y yo nos quedamos mudos, ya que no lográbamos salir de nuestro asombro.

De todos modos el primero en reaccionar fue el que poniéndose de pie, tomo a Mar por la cintura, la beso casi con descaro y luego respondió:- tienes razón, muero por ver… y por tenerlas a ambas.-

La forma en que mi amiga y yo respondimos fue desnudándonos por completo, para luego besarnos nuevamente ante él.

Jorge se recostó en el sillón a la vez que su mirada y sus manos nos indicaban proseguir.

Confieso que el saber que nos veía me puso loquita. Ambas nos besábamos mientras nuestras manos acariciaban el pelo de la otra y recorrían nuestros cuerpos.

Mar se sentó en la mesa de la sala, frente a mi y se apodero de mis senos apretándolos con sus manos y succionando con su exquisita boca mis pezones.

Yo gemía, apretaba la cabeza de Mar contra mis senos a la vez que espiaba de reojo a Jorge que poco a poco se desnudaba sin dejar de vernos.

Luego me arrodille en el piso y empujando a mi amiga hacia atras, separe sus piernas y comencé a comer su sexo tibio, ella gemía y alzaba sus cadenas contra mi rostro, en tanto Jorge se acerco a ella e invadió con su verga la boca de Mar, que no dudo en tragarla por completo.

Así mi amiga tuvo su primer orgasmo que inundo mi boca y yo como siempre bebí de su sexo ansiosa.

Entonces Jorge quito el pene de la boca de Mar, que por cierto estaba mucho mas grande que la primera vez que lo vi, y se dirigió hacia mi.

Yo ya de pie, apoyadas mis manos en el respaldo de un sofá, con mi piernas separadas recibí aquella verga dura y gruesa que sin miramientos mi compañero de trabajo clavo en mi ano de un solo golpe arrancándome un grito de dolor.

Poco tardo el dolor en convertirse en placer a medida que el bombeaba en mi ano, mientras sus manos amasaban mis senos.

Mar se agacho como pudo entre mis piernas y su boca alcanzo mi vagina.

En un espejo de medianas dimensiones, ubicado a un lado de nosotros podía verme poseída por ambos, aquel macho penetrándome por donde mas me gusta, y esa hermosa mujer lamiendo mi sexo como loca, dándome los primeros orgasmos de la noche que sacudieron todo mi cuerpo en mil temblores, hasta que el semen de Jorge golpeo en mi interior.

Poco duro el descanso y Mar y yo nuevamente iniciamos la batalla, ambas nos dirigimos a Jorge que yacía en un sillón, y jugamos con su pene en nuestras bocas haciendo que nuestras lenguas se pelearan por el.

Nuestro nuevo amigo disfrutaba de nuestro trabajo mientras nos decia grosería que no nos bajaban de putas y eso realmente nos gustaba.

Mar trajo sus habituales aparatitos. Mientras Jorge se recostaba en el piso para sentarme sobre su pene y así penetrarme ahora por la vagina, mientras chupaba y lamia mis pezones.

Mi posición dejaba mi ano a la vista de Mar que no dudo en hundir su lengua en el y luego me penetro con un vibrador enorme que nos hizo gritar tanto a Jorge como a mi.

Y así, en tanto el vibrador y Jorge peleaba por lugar dentro de mi, Mar se arrodillo con su sexo sobre la boca de Jorge, de espalda a mi, invitándonos a ambos a un banquete que no rechazamos, Jorge succionaba su clítoris, mientras mi lengua se apoderaba de su ano.

Conforme sentíamos próximo el orgasmo Jorge y yo acelerábamos nuestras lenguas de modo que nos corrimos casi al unísono los tres.

Pasaba ya casi una hora del ultimo orgasmo, y Jorge seguía como loco por lo sucedido y nosotras también ya que para todos era nuestro primer trio y por ser inexpertos, obviamente no lo hacíamos tan mal.

Y claro volvimos a empezar, esta vez ya en la cama, nosotras con un 69, yo debajo por lo que Mar quedaba sobre mis labios y su culo paradito invitando a Jorge una vez mas.

El la penetro analmente con la misma furia que antes me penetrara a mi, en cada embestida de el, Mar succionaba con mas fuerza mi clítoris por lo que fueron varios mis orgasmos mientras el se la cogía.

La siguiente en correrse fue mi amiga que empapo mi rostro con al menos tres orgasmos, hasta que Jorge comenzó a correrse mitad dentro de Mar y mitad fuera, regando sus nalgas y mi rostro de semen.

Después de eso solo pudimos dormir el resto de la noche… pero aun tendríamos una noche mas de orgia… claro que esa será motivo de otro relato.