Cuatro décadas

Su cuerpo no refleja los años que le podemos calcular, por la edad de su exmarido o la de sus hijos, es seguramente mayor de 38 años o quizás es algo mayor puesto que el ex tiene 56 años, tez blanca pero no ese blanco lechoso, ese blanco curtido piel endurecida por el sol pero tirante sin arrugas, labios carnosos, sus senos firmes que no saltan al verla trotar en sus remeras sin corpiño, el trasero firme que la hacen centro de las miradas de todo hombre o lesbiana interesada en ese cuerpo, un pelo fuerte quizás herencia de algún ascendiente indígena, rasgos levemente achinados ,profesora en educación física, algunas de sus conocidas dicen que es una mirona otras que es buscona, sin un lugar a dudas su carácter atrae, el continuo acariciar a su interlocutor puede llevar a malas interpretaciones, sus hijos son lo más preciado para ella, creo que tiene miedo cuando queda sola o dispone de tiempo libre, miedo a ser, a vivir ese cuerpo, pareciera que debería estar acostumbrada a gozar del sexo, las averiguaciones de varios quedaban solo en que mira y que la miren.

Esa tarde de invierno aparentaba ser una tarde más de su rutinaria vida, sus chicos con el padre y ella caminando un rato por la costanera, recordó con una sonrisa, cuando le robó un beso al marido de una amiga de la escuela, sonrío más fuerte al ver que otra amiga se había dado cuenta de todo eso en la casa de el, la costanera con los arboles sin hojas, flanqueaban el marrón río que bajaba presuroso como la vida que ella quería y no encontraba.

Al verlo venir en el auto, directamente lo paro, sus labios sensuales abiertos le dio un beso en la mejilla muy cerca de su boca y sonriendo le pidió que la llevará, el comprendió que no era momento de dudar , viendo enrollar su cuerpo en el habitáculo , mirando su rostro de trampa , acepto el envite.

La ruta estaba cerca, enfilaron el auto hacía el motel, recordando cuando salía con su ex en calidad de programa de esto mucho tiempo (casi 22 años) , pregunto en que lugar estaban , ya lejos de miradas se sentó a su lado, ambos sabían que hacer, la puerta se abrió, entraron pausadamente, frente a frente se dieron el beso que se debían, desvistiendo sus cuerpos uno al otro, juntaron su piel en la ducha, verdaderamente era un cuerpo portentoso era una mujer fuerte, las manos del amante no encontraban zona sin partes firmes, hasta sus pechos eran fuertes, esos labios eran especiales para mamar, no lo termino de pensarlo cuando a su lado arrodillada en la cama desde abajo del miembro subía hasta el glande , poniendo la sangre en ebullición dentro de ese falo, su primera penetración encontró la vagina más fuerte de su vida, con sus labios succionaban el miembro hasta hacerlo acabar, de ese primer beso que le había robado a ese momento solamente transcurrieron un poco más que cuarenta y ocho horas.

A ella siempre le gusto el sexo, era cierto que era una buscona, pero era la primera vez en más de veinte años que rompió esa barrera tan fácilmente superada por la chicas actuales, entregarse al goce, al sexo , por tener ganas, sin compromisos, ataduras , recordando esto, le pidió que otra vez la hiciera gozar, el no entendía mucho el porque, aprovecho la oportunidad.

Fue su primer amante de su vida de separada, no fue el último, a los días se encontró con un alumno de cursos anteriores de veintitrés años, se acordó lo bien que le venia esa canción de Arjona » señora de las cuatro décadas…» fue ella lo sorprendida con la invitación a subir al auto, acepto, para hacerlo sentir en clima de pecado también se agachó, el mismo hotel , la misma pieza que la primera vez con su primera aventura de veterana, pero con sangre joven, está vez se dio el gusto de usar su cuerpo a pleno, la juventud permite lujos en cantidad que la veteranía nivela con la calidad, al desnudarse llevo al joven a sentarse en la cama dura, el falo respondió erecto penetro esa cueva cubierta con pelos renegridos, con pinceladas del glande se hicieron a un lado, los jugos bajaron para lubricar , sopesando la posibilidad de acalambrar esas piernas con su peso, dio vuelta su cuerpo y subiendo y bajando el torso apoyada en sus piernas hizo para ella una original pose que con frenesí introdujo una acabada de gran volumen.

Tres meses desde que tiro totalmente la chancleta, sea en auto , en un departamento prestado, en una escapada a una quinta, solamente ocho amantes , multiplicaban los comentarios, ahora reales en todo el pueblo era una puta, , realidad que fue aceptada por ella , cuando literalmente violo a un amigo de su hijo de su misma edad (19 años) en su casa.

Al no poder contenerse de entregarse, de manotear ese falo, de desnudarlo y llevarlo a su cama, de exigirle ser penetrada, de limpiarlo con su boca y succionarlo para que acabará sobre su lengua , saboreando sexo, juventud y semen, se dio cuenta de que sí ahora era una total puta.

Al consultar a su ginecólogo, el diagnostico de el fue terminante «calenturas de vieja».