Mi gran polvo con una brasileña
Antes de comenzar mi relato, decir que voy a omitir varios puntos y sobre todo no voy a utilizar los nombres originales, para que mi experiencia y la de las personas que participan, siga siendo un secreto el cual solo conocemos nosotros.
En toda mi vida, desde que tengo razón de ser, siempre me han atraído muchísimo las negras y mulatas.
Pero nunca había tenido la oportunidad de mantener ningún tipo de relación sexual con una de estas mujeres, siempre mi pareja ha sido de etnia blanca, pero nunca morena de piel, siempre muy claras de piel y el pelo lo más oscuro ha sido castaño claro.
Llego el día que conocí a una muchacha, que aunque pelirroja de piel muy blanca y cuerpo escultural, no me llenaba por completo.
Pero esta a su vez tenia una amiga que era brasileña (a partir de ahora la llamare Lidia), mi chica era muy celosa y más aun sabiendo que a mí me encantaban las mujeres oscuras.
Lidia era preciosa, tenia unos labios gruesos, unos ojos grandes, una cara preciosa, su cuerpo era esbelto y de muy bonitas formas.
Como toda brasileña, su pecho no era grande, pero si estaba muy bien puesto, pero lo que más me llamaba la atención de ella era ese precioso culito respingón que se gastaba.
Yo estaba deseando hacer locuras con ella, ya que a ella parecía gustarle mucho las pollas.
Todos mis amigos se la tiraron y me hacían rabiar contándome la forma de la cual se la habían follado.
Ya no podía soportarlo mas, tenia que hacerlo con aquella cacho de puta.
Una noche, tras pensarlo mucho, decidí que se lo contaría a mi novia y le pediría ayuda a ella para tirármela, ya que Lidia era bisexual y por lo que se podía ver le encantaba mi novia, ya que se la comía con los ojos y siempre aprovechaba cualquier ocasión para sentarse cerca de ella o para propinarle algún roce fortuito.
Al día siguiente me arme de valor y decidí hablar con mi novia sobre este tema.
– Sonia tras mucho pensarlo y debido a la confianza que ya tenemos tú y yo después de 1 año de noviazgo, voy a contarte una cosa y a pedirte un favor, pero por favor te pido que no me contestes nada hasta el final. Mira como sabes a mí de siempre me han gustado mucho las mujeres negras o simplemente conque hayan sido morenas de piel me han excitado mucho. Yo por desgracia siempre he tenido novias de tez blanca y nada que ver con una mujer negra.
Tú eres muy bonita y me encanta tu cuerpo, pero el cuerpo de tu amiga Lidia me fascina, posiblemente esto te violente un poco, pero quiero follármela y la única forma que se me ha ocurrido es follármela contigo, ya que como sabrás Lidia es bisexual y por su forma de actuar estará muy de acuerdo en que yo se la meta mientras te come tu lindo chochito rubio. Que te parece?, estas dispuesta a ayudarme?.
– Ha ayudarte?!, lo que voy ha hacer es partirte la cara hijo de puta!, sal de mi cama cabronazo!, no quiero volver a verte.
Las cosas no me fueron muy bien y encima seguro que después de este mosqueo mi novia no volvería ha hablarme y perderla era lo ultimo que yo quería, porque es una chica maravillosa, solo que no entendía que Lidia iba a poder darme cosas que ella no podía darme.
Con la cabeza baja y triste me dirigí hacia el pub donde todas las tardes nos reuníamos los amigos.
Allí estaba Lidia, tomando café y riéndose como siempre.
Me dirigí hacia la barra, pedí y luego me fui y me senté en la mesa con mis amigos y amigas.
Lidia se percato de que estaba triste y como es muy buena amiga, se acerco a mí para consolarme.
– Que té pasa?, Dónde esta Vero?, os habéis peleado?.
– Si, nos hemos peleado, ella esta en su casa, estábamos en la cama y me echo. He sido tonto.
– Por que? – Aquí no puedo hablar sobre ese tema.
– Quieres que vayamos a un sitio más tranquilo? – Si quieres podemos ir a mi casa, mis padres trabajan y estamos solos, allí estaremos tranquilos.
– De acuerdo vayamos entonces.
No me lo podía creer sin planearlo había quedado a solas con esa negrita que quería follarme desde hacia bastante tiempo.
Llegamos a mi casa y le dije a Lidia que se acomodara, se sentó en el sofá.
– Quieres tomar algo Lidia? – No gracias, siéntate a mi lado y me cuentas lo que ha pasado
No sabia que hacer si contarle toda la verdad y que ella se fuera cabreada conmigo o arriesgarme y con suerte echar un polvazo.
– Pues estaba en casa de Vero, estábamos en su cama desnudos los dos, yo estaba totalmente empalmado, debido a la excitación le comente algo.
– Me lo puedes contar también a mí, puedes confiar en mi.
– Bien, para empezar a mí desde siempre las mujeres negras me han encantado, siempre he querido hacerlo con alguna, pero siempre mis novias han sido rubias, ni siquiera han estado bronceadas, siempre muy blanquitas de piel como es el caso de Vero. Al conocerte y saber de tus sesiones de sexo con la gente de la cuadrilla, he estado deseando follarte, pero no sabia como y como sé que eres bisexual y te gusta Vero, pues le pedí que participara en una sesión de sexo conmigo y contigo a la vez. Pero a ella no le sentó nada bien y me ha echado a la puerta, jodido porque seguramente la pierda, jodido porque me estaba acariciando la polla de una forma encantadora y me he quedado totalmente empalmado y lo peor de todo, jodido por que mi plan para hacerlo contigo se ha ido a tomar por el culo.
– Vaya no sabia que querías hacértelo conmigo, siempre he visto como me mirabas de arriba a bajo y nunca sospeche de tus piropos ni de tus sonrisas.
Pero ahora que lo sé, quiero que sepas que no tienes porque hacer nada mas que estar a solas para follar conmigo porque te ves muy lindo.
Mientras decía esto ultimo dirigía su mano hacia mi paquete acariciándolo.
No lo podía creer mi sueño se iba ha hacer realidad.
En un momento estábamos desnudos los dos, en el sofá, me recostó y bajando su cabeza, dirigió su boca hacia mi colorado glande, dándole un lengüetazo, que me produjo un placer infinito.
Empezó a mamar a un ritmo frenético y con una de sus manos acariciaba mis pelotas. De repente sonó el timbre.
– ¡¡¡¡RINGGGGGGGGG!!!! – Me cago en la puta!
Fui a la puerta sin taparme, porque no tenia la cabeza para pensar.
Era uno de mis amigos con su novia, ella al verme se asusto, pero él dirigió su mirada para dentro de la casa y pudo ver a Lidia desnuda.
Al ver esto cogió a su novia del brazo y entraron para adentro, antes de que me diera la vuelta ya estaba desnudo y de un tirón rompió el diminuto vestido que tapaba los secretos de su novia.
Tenia un cuerpo precioso. Llevaba un sujetador de encaje precioso que apresure a quitarle mientras a su novio le estabas propiciando una mamada de ensueño en su largo falo.
Aly (así llamare a la novia de mi amigo) empezó a reaccionar y mientras yo pegaba mas mi cuerpo para quitar el sujetador y besar su cuello, ella cogió mi polla con las dos manos y empezó a subir y a bajarlas, estaba en el limbo.
Carlos cogió a Lidia y la llevo hacia el sofá, le chupo el conejo y tras frotarle varias veces el nabo por su linda raja, se apresuro a metérsela.
Yo quite el diminuto tanga a su novia y dándole la vuelta, me arrodille y empecé a comerle el culo.
– ¡¡¡¡RINGGGGGGG!!!!
Todos los presentes allí pararon sus tareas.
Carlos no saco su polla del coño de Lidia y yo con las prisas, tampoco me tape, abrí la puerta y sorpresa, era mi novia!. Joder la había liado, ahora si que estaba muerto, pero por el contrario muy tranquila, me empujo hacia el interior, cerro la puerta tras suyo y arrodillándose empezó a comérmela.
Joder era increíble lo que me estaba pasando, pero estaba pasando de verdad.
Aly se acerco a nosotros, mientras su novio follaba con gran frenesí a Lidia.
Estaba deseoso de follar el culo de Lidia, pero no tenia prisa, tenia toda la tarde.
Aly desnudo en un momento a mi novia y situándose entre sus pierna empezó a comerle el coño a Vero que empezó a comerme la polla con mayor fuerza seguro que por el gusto que ella sentía en su sexo.
Un gran gemido señalo el momento de la corrida de Carlos, la saco y Lidia se apresuro a limpiarle la punta de los restos de semen.
Yo aparte a mi novia para que para su tarea y ella y Aly empezaron con un lindo 69. Yo me acerque a donde estaban Carlos y Lidia, quitando a Carlos le dije a Lidia
– Tu y yo tenemos algo pendiente – Fóllame papito
Llame a Vero y le ordene que lubricara el culo de la futura poseedora de mi polla, vero me ordeno al momento, no pude resistir metérsela al ver tan lindo chochito rubio al descubierto.
Se la clave de una embestida y empecé un bombeo muy rápido, esto duró unos 4 minutos, hasta que no aguante mas, la saque como pude y me corrí por toda la longitud de la espalda de Vero, aparte a esta del culo de Lidia, le pedí que me limpiara los restos de semen después de haberla follado, a lo que accedió con mucho agrado y le ordene que en cuanto empezara a follarme a Lidia me chupara los cojones.
Cogí la mano de Lidia y la dirigí a mi nabo para que lo pusiera a tono, que no tardo mucho en obedecer y recobrar el vigor que tenia al empezar con la orgía.
Puse la punta en la entrada del culo de Lidia y empuje progresivamente.
Oh dios que placer me recorre con solo acordarme de aquella penetración anal!, no tarde en sentir la lengua de Vero jugueteando por mis huevos, que chocaban locamente contra el inicio de los glúteos de mí sodomizada Lidia.
Ordene a Vero que se fuera con Oscar y Aly que quería follar a solas a semejante puta que tenia empalada en esos instantes por el culo.
Una vez nos quedamos a solas, le pedí a Lidia que se levantara del sofá, que ahora le tocaba a ella marcar el ritmo.
Me senté en el sofá, cogí mi rabo por la base apuntando al cielo, Lidia se acomodo para sentarse en el, y poco a poco fue clavándosela por el culo, yo le cogí sus lindos pechos y los masajeé mientras ella daba saltos sobre mi tieso capullo.
Después de unos instantes no pude aguantar mas y dando un fuerte grito descargue toda mi munición blanca dentro del culo de Lidia.
Se aparto de mí y se fue hacia el trío, yo quede tendido en el sofá, con una risa estúpida, Vero se acerco a mí, limpió los restos de semen de mi capullo y sonriéndome me dio un beso.
– De verdad creías que te iba a dejar solo en un polvo de tal magnitud?
Desde aquella vez no he probado un culo tan rico como el que tenia aquella Brasileña guarra.