Abducción

Son las cuatro de la madrugada, me encontraba durmiendo plácidamente y no se como me he despertado, sintiendo un frío algo desconcertante.

Al abrir los ojos con esfuerzo, debido al marchón total que me pegue la noche anterior, compruebo desconcertado que una luz verdosa y tenue invade mis retinas, imagino que son los síntomas del profundo cansancio que me invade, ni siquiera tengo fuerzas para mover los brazos. Intento de nuevo abrir los ojos con algo mas de energía, pero nada, la luz verdosa sigue rodeándome, noto que tampoco mis piernas las puedo mover.

Al cabo de un rato, algo mas despejado, puedo mantener mas de cinco minutos mis ojos abiertos, y no logro ver nada, esta luz incomoda satura mis retinas y me oculta el contorno de mi habitación.

Con sorpresa siento que mi ropa ha desaparecido, no llevo nada y ni siquiera las sabanas logro encontrar, pero que coño pasa aquí, me pregunto extrañado y comienzo a tener miedo, como esto sea un sueño me voy a cagar en la leche que me esta acojonando, me digo a mi mismo.

Al cabo de un rato, la luz comienza a tomar una tonalidad blanca, los contornos de mi habitación comienzan a vislumbrarse difusamente, y al esforzarme para reconocer las figuras compruebo que nada de lo que me es familiar puedo reconocer, de echo cuando la luz baja de intensidad lo suficiente para que mis ojos se centren en ángulos y esquinas compruebo que nada de lo que veo me es conocido, es mas diría que ni siquiera lo he visto nunca.

Las paredes están recubiertas de algún tipo de material maleable, pues al fijarme detenidamente en alguna parte no solo los colores cambian aleatoriamente sino que hasta la forma parece cambiar, dibujando relieves y pliegues que me recuerdan a algún tipo de medusa.

El techo es idéntico incluso mas impactante pues da la impresión que cualquier imagen que te pasa por la mente es dibujada en sus pliegues cambiantes.

Definitivamente estoy muy acojonado y sigo sin poder mover un solo músculo de mi cuerpo, estoy inmóvil en no se donde y no sé por que, de veras que siento miedo.

Siento un murmuro que se acerca, cada vez es más intenso, parece un grupo de pájaros cantando, y sin saber como comienzo a sentirme relajado y del miedo paso a la tranquilidad.

Estoy muy confuso no paro de darle vueltas a la cabeza y de intentar imaginar que me esta pasando.

De repente veo atravesar las paredes polimorficas un algo que no sé muy bien describir, ya que confunde mis sentidos el echo de ver a través de él las paredes, pero noto como se acerca, aunque ya no tengo miedo, al contrario, noto como roza su cuerpo etéreo mi piel, y me sacude una subida de calor instantánea que recupera mi temperatura corporal casi al instante.

No hay rostro distinguible, ni nada que se parezca a nada que haya visto antes, mas bien es como una pequeña nube que cambia de forma continuamente.

Imagino que se detiene justo detrás de mi cabeza y siento que busca algo dentro de mí, pues casi al instante de notar como se para, mi cabeza comienza a recorrer todos los bancos de memoria que tengo y veo todos los recuerdos en un fluir rapidísimo de imágenes.

Todo parece detenerse, incluso mi aliento, da la impresión que se ha detenido el tiempo, no hay ruidos, no hay movimiento en las paredes, incluso ni siquiera noto el latir de mi corazón.

Parece que ha pasado una eternidad, y toda la quietud que siento se rompe al notar en mi mejilla derecha la presión de lo que sí que recuerdo como una mano cálida que acaricia mi piel.

No logro ver nada y como no puedo moverme ni siquiera puedo girar la cabeza para ver que es lo que me esta rozando.

Aunque me da igual es tan placentero que cierro los ojos.

Esa mano recorre mi rostro, marcando el contorno de cada parte de mi cara, centrándose en la comisura de mis labios para después bajar por la barbilla y acariciar mi cuello, noto como mi vello corporal se contrae y mi respiración comienza a incrementar su ritmo, no quiero abrir los ojos, no me atrevo a descubrir que es lo que me hace sentir estos momentos tan placenteros.

Continua explorándome y al llegar a mis pectorales noto una presión algo mayor, como si buscara el latido de mi corazón.

Casi al instante mis oídos sienten una respiración calmada que se va aproximando y captan lo que me parece un susurro que no logro entender, creo que va siendo el momento de tener el valor suficiente para abrir los ojos y con temor los voy abriendo poco a poco.

No salgo de mi asombro cuando mis pupilas al adaptarse a la luz van aclarando las imágenes y van descubriendo las figuras de dos mujeres.

Una, la que tiene su mano en mi pecho es tal y como la había soñado siempre, pero lacio, morena, de abundantes atributos, una piel tersa, esbelta como ninguna, lleva una especie de malla color crema uniforme de cuerpo entero muy ajustado, que resalta sus abundantes pechos y marca su sexo provocativamente.

Otra aunque esta mas alejada, manejando algún tipo de maquina, lleva el mismo tipo de ropa pero su pelo es mas rizado y de un color anaranjado, puedo ver su figura inclinada y mis ojos se detienen casi interminablemente en su seductor  y marcado culo.

En estos momentos estoy muy molesto por no poder moverme y dejar que mis manos disfruten de esos cuerpos que ahora tengo ante mí y mi excitación va en aumento, veo y siento como mi miembro, a pesar de la inmovilidad de mi cuerpo, se yergue ante las cosas que mi mente piensa, levanto la mirada hacia el techo y contemplo alucinado como cada uno de los pensamientos que me recorren son proyectados como si de un cine se trátese.

Al cabo de un instante veo que la mujer que está alejada se vuelve hacia mí (no me pasa desapercibida su belleza, una mezcla de todas las mujeres que ni en mis mejores fantasías podría haber imaginado), con algún tipo de objeto parecido a una lata de refresco, aunque de aspecto brillante y sin texturas ni colores.

Observo que con precisión milimétrica ajusta el artefacto en mi miembro erguido y cuando retira sus manos me asalta una explosiva ola de calor orgásmica casi fulminante.

Mis músculos están con una tensión extrema, aunque sigo sin poder moverlos y de reojo veo a la mujer morena como, flotando en el aire, se sienta en mis abdominales, sin ni siquiera notar el más mínimo peso, sus ojos penetran en mis pupilas dilatadas y me cautivan haciendo que mis sensaciones sean extasíales.

Sus manos se apoyan en mis pechos mientras desciende su torso esbelto hacia el mío, la otra mujer se acerca a recoger con suma suavidad el artefacto, cogiéndolo y mimándolo con las dos manos lo retira de mi miembro derrotado y lo lleva hacia la maquina.

Cuando termina de manejar lo que fuese esa maquina se gira y sus ojos brillan como dos esmeraldas y se clavan como dardos en los míos.

Aparto la mirada, con esfuerzo y veo que la ocupante de mis abdominales esta desnuda, no puedo disimular el brillo húmedo de mis ojos ante tal paisaje erótico, aunque mas se humedecen cuando la otra acaricia con sus uñas mis muslos estáticos y me estremece el roce sensible de sus cabellos sobre mis rodillas.

Ahora sé a ciencia cierta que estoy ingrávido en el centro (tridimensionalmente hablando) de una habitación.

Echo de menos la movilidad de mi cuerpo, pero por mas que lo intento es imposible, estoy a merced de ellas.

Están jugando conmigo tal y como lo haría un delfín en el agua, recorriéndome de arriba a bajo por delante y por detrás, acarician todos a cada uno de mis poros, besan cada una de mis células epidérmicas.

En el momento mas sublime cuando mis sentidos están al ciento por ciento de su capacidad de respuesta y cuando suceda lo que suceda ya te da lo mismo ocho que ochenta, vislumbro que sus cuerpos se transforman, su piel se oscurece y endurece, sus rostros se tensan, sus hombros se contraen y sus miembros se dilatan, sus ojos se alargan, sus dedos de unen y sus orejas se ocultan, ahora me doy cuenta que son seres de otros mundos y me han cautivado, excitado y como sigan por ese camino me follaran estoy seguro.

Pues dicho y echo es terminar la frase en mi mente y rápidamente una cosa de aquellas se sienta encima de mi miembro ardiente que va penetrando pausadamente en el agujero más húmedo y delicioso que he probado nunca, sus movimientos son suaves y constantes su rostro sin muecas apreciables y sus ojos se vuelven mas y más oscuros, mientras la otra cosa dibuja figuras indescriptibles en mi piel con su lengua puntiaguda.

Me llevan al clímax mas impresionante jamás pensado por una mente humana, y claro como era de esperar mi carga genética se prepara para salir en un chorro continuo y espeso de (que en estos momentos podríamos llamar) polvo cósmico.

Ellas lo notan y se preparan para capturarlo, y atraparlo en sus bocas sedientas de genes y ávidamente absorben hasta la ultima gota que queda flotando en el ambiente, incluso succionan mi pene para no dejar ni la muestra, se relamen y comparten entre ellas mi liquido vital en un beso salvajemente seductor.

Mi organismo esta muy deteriorado, entre los esfuerzos que hago por intentar moverme, la excitación sobrehumana que tengo y el polvo cósmico no me quedan muchas fuerzas para seguir consciente, creo que de un momento a otro voy a desfallecer, pero antes de que cierre los ojos de nuevo, veo que las criaturas estas vuelven a su estado etéreo sin forma definida, la luz se vuelve verdosa, se va difuminado y desapareciendo todo lo que me rodea.

A la mañana siguiente me levanto, como casi todos los días, temprano aunque esta vez con un cansancio fuera de lo normal, mi mujer hace rato que salió, y a nadie puedo contar mis aventuras nocturnas, por eso he decidido encender el ordenador y escribirlo, así cuando a alguno/a se os vuelva verdosa la luz de la habitación, prepararos por que será lo mas erótico y sensual de todo lo que podáis imaginar.