Este es totalmente para ti

Qué sorpresa me he llevado al abrir la puerta de la habitación, se ve que no me esperabas aún, te he encontrado totalmente desnudo delante de la computadora, y tocándote esa verga que a mí me encanta, te muestras sorprendido y un poco apenado de que te encuentre así, pero en un momento me acerco a ti, y te pregunto: ¿qué es lo que haces? » Nada … me respondes, solo chequeando aquí las paginas de Internet»… ¿desnudo? Replico yo… «Bueno… las paginas eróticas se disfrutan más así» ah, entonces te pones a tono ¿eh? Me sonrío mientras veo en la pantalla que estas en un chat erótico, estas platicando con una chica que según dice te estaría mamando la verga en ese momento… vaya, te digo, eso se ve interesante… déjame ayudarle a tu amiga,… así que me inclino y empiezo a mamar esa rica verga, humm qué limpiecita esta, antojable a más no poder. Succiono la punta de tu verga y siento que empiezas a tirarte… humm hechas tu cabeza para atrás, disfrutando de la sensación de mi boca en tu verga, yo sigo chupando incansable, pero me pides que no te haga venir así ya que quieres derramarte dentro de mí, no me importa, sólo te acerco lo suficiente para que disfrutes al máximo y luego te dejo un momento, es mi forma de acercarte al máximo placer, nos olvidamos de la computadora por completo, ahora me dices que estas en desventaja, ya que aun estoy yo completamente vestida, te pido que me ayudes a quitarme la ropa, con un enorme placer reflejado en tu cara me levantas y tú haces lo mismo, me quitas mi blusa, poco a poco y sin prisas para hacerme sentir un poco de ansiedad por tenerte, mi brassier queda al descubierto, te gusta porque mis tetas son grandes y el bra no me las cubre por completo, en este momento los pezones están totalmente erguidos, pidiendo tu boca en ellos, quitas el brassier también y tomas entre tus manos mis tetas dándoles un delicioso masaje, luego tu boca desciende hacia ellas dando deliciosos mordiscos que disfruto a lo grande , tu lengua traza un singular y erótico camino que amenaza con volverme loca, te pido que te apures a quitarme la ropa ya que te necesito dentro de mí, desabrochas ahora mi falda, descubres que debajo de ella llevo solamente un bikini, me besas por encima de él en mi panocha, ves que ya lo tengo mojado por mis jugos, me lo quitas y tus manos me tocan por entero, siento que mis piernas se debilitan y no me sostendrán, así que me invitas a la cama, terminas de quitarme mis medias y mis zapatos, sobas mis pies delicadamente dándome un masaje delicioso, empiezas a subir lentamente dando besos en tu camino, llegando hasta el centro de mi ser, tus manos abren mis labios vaginales mientras tu lengua se introduce buscando un néctar que no tarda en recibir, me has provocado con esa lengua traviesa un orgasmo riquísimo, al verme así, te aprestas a adentrarte en mi ser, pero te pido que lo hagamos en posición de perrito, sabes que me encanta, así que me pones a cuatro patas y te dispones a penetrarme, pasas varias veces tu verga en mi raja, dándote a desear, y cuando me tienes más que dispuesta apuntas tu verga , y la introduces de una sola estocada, qué rico se siente, te mueves delante y atrás haciendo que me excite nuevamente y que pronto esté lista para un nuevo orgasmo, te aprieto varias veces con mi vagina, me pides que no lo haga porque te vendrás pronto, pero no me importa, quiero que te vengas conmigo, que tendremos la noche por delante para seguir haciendo todo lo que quieras…

Sigo apretando y después de un rato siento que te vas a venir… apresuro mi placer tocándome con una mano en mi clítoris, no tardamos mucho, y pronto sólo se oyen los locos gemidos que acompañan a una espectacular corrida…

Me dejo caer en la cama suavemente, atrayéndote conmigo ya que aún estas dentro de mí. Reposas un momento en mi cuerpo, mientras tu verga se vuelve flácida por la corrida, luego te echas a un lado, me besas, te beso, ¿qué más se puede pedir? …

No, eso no fue todo, nos dimos un baño, y mientras tú me enjabonabas, yo suspiraba recordando los momentos compartidos en la cama, luego una vez los dos totalmente limpios, mientras dejábamos que el agua aún corriera por nuestro cuerpo sentimos renacer el deseo por las caricias que nos hacíamos al enjabonarnos mutuamente, tu lanza se pone en posición de firmes, me pides que me voltee y empiezas a tocarme el ano con tu verga, la siento rico, te pido que la próxima vez, sea por el trasero, cierras las llaves del agua y me llevas nuevamente a la cama para enseñarme lo rápido que te recuperas de un desgaste, en la cama me tiro boca abajo y empieza un sutil masaje… tu verga está más y más dura cada vez, traes un lubricante, me pones un poco en el ano y otro poco en tu dedo… pasas tu dedo por la orilla de mi ano y cuando ves que paro mis nalgas por tu caricia, introduces el dedo en él, qué rico lo siento, humm ese dedo es especial, luego siento algo más, son dos dedos los que ahora metes, yo me retuerzo de placer, me encanta, de repente los sacas y me quejo por ello, pero no tardas en remplazarlos por tu verga, ya la tienes llena de lubricante, y la introduces poco a poco, con cuidado y delicadeza en mi ano, amor, eso me vuelve loca realmente… ya va la mitad… ahora siento tus huevos en mis nalgas, qué rica sensación, me golpeas con ellos una y otra vez mientras ambos gozamos con el vaivén de tu cuerpo sobre el mío, mi ano esta apretadísimo pero tu verga lo dilata rápidamente, haciendo que se abra a la anchura de tu lanza, lo gozamos durante un buen rato cuando ya esta dilatado, me dices que cambiemos de posición, me llevas a donde todo empezó, enfrente de tu computadora, te sientas en tu silla y me atraes para que me siente sobre ti, pero… viendo yo a la pantalla y metiéndome tu verga en mi ano, poco a poco me voy sentando así, sintiendo otra vez tu lanza penetrándome el ano, en esta posición te es más fácil tocarme tanto el pecho como mi vagina, yo mientras empiezo a cabalgar… mis ojos vuelan a la pantalla, casi no distingo nada, pero de pronto sólo una pregunta llama mi atención : «¿te gustó?» … tu amiga del chat, se había esmerado en darte placer, así que en cuanto sentí que ambos nos vendríamos, sólo alcancé a escribirle…. «SI»