Iniciando a mi hermano Cristian
Hola les voy a contar algo que pasó hace un mes y que a hoy disfrutamos muchos con mi hermano Cristian.
Todo comenzó una noche de verano durante una tormenta eléctrica, de las más potentes que recuerdo; a mi hermano Cristian los truenos y los relámpagos le producen un miedo atroz desde que nació hace 13 años, es más por más débil que sea el trueno o apenas que ilumine el relámpago el enseguida comienza a temblar y hasta algunas veces a llorar.
Les cuento mi hermano es una persona frágil, de 1,55 metros de estatura, 45 kilos de peso, muy menudito para su edad, de temperamento casi de niña y como le dije antes se asusta por todo y sobre todo por los truenos y relámpagos, pero tiene algo muy especial tiene unas piernas y una cola bien formadas y es casi lampiño, o sea, que no se le nota ni el bello, será porque es de cabello rubio y piel bien blanca.
Como ya dije comenzó una de las peores noches de tormenta eléctrica, rayos, truenos, relámpagos que iluminaban todo y por momentos la luz se cortaba y volvía y eso le daba más pánico a mi querido hermanito, que mi edad con la de él dista de 7 años y siempre desde chicos tanto el me buscó como su protector y yo siempre traté de protegerlo, será por mi estructura física que es más desarrollada que la de él. Sigo, habíamos terminado de cenar y por orden mis padres, Cristian, se fue a dormir y yo al verlo tan tembloroso y echado en llanto, lo acompañé para que no se sienta solo porque se su sufrimiento.
Llegamos a la habitación y yo para consolarlo le digo que se calme que no le va a pasar nada estando yo cerca, él me abraza fuerte dándome las gracias.
Nos desvestimos y nos acostamos cada uno en su cama, él en la que está contra la pared y yo la del lado de la ventana y en ese preciso momento se corta la luz y un relámpago y un trueno y otro relámpago, en el intervalo de un relámpago y otro, Cristian se dio vuelta mirando hacia la pared tapándose la cara con la sábana y se dejó destapada la cola que solo la cubría un slip pequeño, que parece una bombachita de mujer.
Yo al ver este cuadro, iluminado con la luz del relámpago, le dije: «Cristian, ehi Cris, si tenés miedo porque no venís y te acostás conmigo y vas a ver que va a estar todo bien», al escucharme saltó de su cama y se vino ha acostarse a mi lado, y le comenté porque no cerrás la puerta así te puedo proteger mejor, fue cerró la puerta y en ese momento se descargó el relámpago más potente y el trueno más ensordecedor a lo que Cristian de un salto estaba acostado a mi lado y se ubicó mirando hacia la pared, entonces le pase mis brazos para abrazarlo y darle mi confianza de protección que siempre le doy y él se pegó hacia mi en lo que su culito me lo apoyó sobre mi pene que se puso firme al instante.
Sentía con las palmas de mis manos su piel suave y despacio lo comencé a acariciar no con fines sexuales, todavía, sino para tranquilizarlo y darle confianza de mi protección, toque su pecho, baja como haciéndole cosquillas hasta su estómago y el siguiéndome el juego movía su culito contra mi pene que cada vez se ponía más duro, y empecé a sentir otras cosas mas que ganas de protegerlo a mi hermano y las caricias de mi mano llegaron hasta la parte interna de sus piernas y en un momento con la punta de mi pulgar toco su pene que lo tenía duro y le comentó al oído: «te gusta?» y me responde que sí, y le pregunto que si quería que siguiera y me responde que sí nuevamente, yo al escuchar esto le meto la mano por debajo de su slip y le toco el culito que está muy suave y firme y siguiendo llegó a sus testículo y se los acarició con la punta de los dedos y siento un suspiro y le pido que me agarre el pene y me lo masajee y de inmediato siento su mano tocándolo con suavidad, subo por la zanja de su culito con mi dedo medio hasta llegar a su orificio anal y suelta otro suspiro a lo que entendí que se había acabado, enseguida pasé mi mano para adelante y si se había acabado y yo estaba casi apunto de hacerlo, pero me contenía, paso mi dedo medio por el semen que había regado Cristian y meto la mano debajo del slip y le meto el dedo en el ano, a lo que él ahoga esa sorpresa.
Le digo: «Cristian, por que no te sacas el slip y te acuestas boca abajo así estamos mas cómodos y ponte una almohada debajo de tu vientre», y él accedió bajándose de la cama y se agacho para sacárselos debajo de los pies y en donde aprovechó y le abro los muslos y le paso mi lengua por su ano, una vez y le pido me saque el slip y mi pene que estaba ya a punto de estalla saltó como un resorte, le dije:
«Cris, metetelo en la boca y mamamelo» y el como si estuviera en este mundo solo para darme placer se hecho sobre mi pija y me la comenzó a mamar con muchas ganas y al no dar mas le dije que le la metiera toda que iba a acabar y no quería ensuciar las sábanas y se la metió casi hasta la garganta y al sentir esto descargue todo mi semen y en su boca.
Mientras la lluvia y los truenos y los relámpagos seguían rondando la noche de verano y mi pija seguía dura como el primer momento, le repetí que se acostara boca abajo y lo hizo y le comencé a besar el cuello, baje por su espalda y llegue al culito, le abrí los glúteos y le pasé la lengua y sentía que mi hermanito suspiraba de placer y paré un instante y le pedí que se arrodillara un instante, saqué un preservativo del cajón de la mesa de luz y se lo puse, a lo que me pregunta para qué y le contestó que es para que no se acabe sobre las sábanas, puesto el condón lo hice acostar y continué con lo que estaba haciendo, le puse bastante, toda la que había en mi boca, saliva y le comencé a meter un dedo y luego otro y a moverlos muy despacio para que sus esfínteres se fueran adaptando y se agrandara el orificio del ano, mientras sentía gemiditos de placer y sentía también que movía las caderas y esto me erectó la pija a reventar y no pude más y me acosté sobre él y le comenté que se quedara tranquilo que no le iba a pasar nada y si quería que siguiera metiendo algo en su cola y él me respondió que le metiera todo lo que quisiera, mientras yo rogaba que en ese momento se descolgar un trueno así podía penetrarlo y si gritaba no lo iban a escuchar mis padres, le apoyé la cabeza de mi pija en la entrada y empecé a presionar muy lentamente para no causarle mucho dolor y que no gritar fuerte, pero al sentir que mi pija le entraba comenzó a dar ayes despacito y en el preciso momento que le estaba por dar mi envión para entrarla de un solo golpe el feroz trueno tan esperado se hizo escuchar y de un viaje se la metí hasta los testículos y enseguida comencé hablarle para calmarlo y que no empezara a gritar y que vinieran mis viejos, porque ahí si que se pudría todo, mientras le hablaba le bombeaba mi pija en el culo y sus gemidos de dolor empezaron a ser de placer, mientras tanto con una mano lo empecé a masturbar con fuerza y con la le acariciaba los pezoncitos que le habían puesto duritos, lo masturbe con fuerza y lo bombeé con mas fuerza todavía y sentía a través del preservativo que había tenido un orgasmo y eyeculado todo su semen, a lo que me puso con la pija ya a punto de estallar y apoye mis manos a cada costado de los hombros de Cristian y le di con fuerza y mientras le decía, con palabras entrecortadas:
«Si asi hermanito, haceme que te acabe todo adentro de tu culo, dale que ahí voy», y él levantó un poco sus caderas y no pude mas y descargue todo mi semen adentro y me recargue sobre su espalda para seguir disfrutando de ese momento, mientras descansábamos le pregunté, si le había gustado y me contestó que era lo mejor que había podido pasar en una noche de lluvia y que si podía darle más, a lo que comenzamos a movernos de nuevo y de movida de bombeé con fuerza y comencé nuevamente a masturbarlo fuerte también y otra vez sentí su semen caliente descargándose a lo que me hizo que yo me descargara de nuevo.
Desde esa noche, le hago sentir mi pene en su boca y en su culo todos los días; es más mis padres, me prometieron, que cuando cumpla los 21 años, me comprarán un departamento y soy capaz de pedirles, si Cristian, mi hermanito, mi amor, mi vida sexual, puede venir a vivir conmigo; si me lo permitieran les puedo asegurar que le voy hacer gozar del mejor sexo que ha tenido cualquiera en su vida.