Un joven de vacaciones en casa de sus tíos en Mendoza
Soy un joven de 27 años, 1,80m, pelo corto castaño claro, ojos color miel, buen físico.
En ese entonces me iba de vacaciones a la casa de mis tíos en Mendoza, pensé que el viaje iba a ser aburrido, pero no fue así:
Le pedí al señor de la boletería que me diera un asiento al lado de una mujer, me decepcionó ya que comencé el viaje solo, eran las siete de la tarde cuando emprendimos el viaje, detrás mío se encontraba sentado un matrimonio, ella de 48 años y el de unos 65 años.
Me dispuse a dormir ya que la cena la servían a las 23 horas.
Me acomodé en el asiento mirando hacia el pasillo cuando descubro unas muy lindas piernas que se asomaban detrás del asiento de mi acompañante, subí mi vista para ver quien era la dueña de esas piernas, y me sorprendió viéndoselas, ella veía que yo le miraba las piernas y las abría disimuladamente ya que su marido estaba al lado.
A las 21:00. Encendieron las luces de emergencias y era la única iluminación del colectivo, me dispuse para ir al baño, cuando descubro que el marido dormía y ella también, para comprobar que tan dormida estaba ella, cuando iba camino al baño pasé mi mano por su hombro, al ver que no reaccionaba me dije -¡está dormida!-.
Me volví a sentar en mi butaca mirando entremedio de los dos asientos y estiré mi brazo hacia atrás tocando sus piernas a la altura de las rodillas al ver que no reaccionaba decidí meter mi mano por debajo de su pollera hasta llegar a sus muslos, con el miedo de ser descubierto, llegué hasta sus bragas y encontré su vagina húmeda, lo que me exitó demasiado, estaba acariciándole su vagina a través de las bragas cuando comenzaron a encender las luces para servir la cena, retiré mi mano antes de ser descubierto.
Cenamos, y a los quince minutos volvieron a apagar las luces, esperé que su marido se durmiera y volví a la carga, nada más que esta vez ella no dormía, me atreví igual a ver que sucedía, comencé acariciándole las piernas, y subía hasta sus bragas, ella abriendo sus piernas.
Con mi otra mano fui acariciándole sus pechos, lo que me encantó porque sus pezones estaban muy bien erectos, a esta altura mi pija de 22cm.
Estaba al máximo.
Ella agarró mi mano, hizo a un costado su tanga y metió mi dedo en su cueva, la que estaba muy bien lubricada.
Se acercó a mi asiento y me dijo
-Esperame en el baño-(todo esto ocurría mientras que su marido dormía).
Yo encantado de su propuesta me dirigí hacia él, ella le avisó al marido que iba al baño, y el dormido le dijo que estaba bien, que lo dejara dormir.
Al llegar al baño me encontré con una hembra super caliente.
Nos empezamos a besar, mientras yo le levantaba la falda y acariciaba su parado culo, ella enseguida manoteó mi pene, el cual estaba al máximo, le bajé sus bragas, dirigí mi boca hacia su vulva, luego empecé a lamer su clítoris que parecía una aceituna, ella comenzó a correrse y a gemir-¡uuuhhhhh!, ¡aaaaaahhhhhh!, ¡sigue chupando!- me decía, mientras sus gemidos eran cada vez más fuertes.
Me levanté saqué mi polla hacia fuera de mis pantalones y ella se agachó a chupármela, me llevó hasta el límite con su lengua, lamiendo mi tronco, mis huevos, metiéndose mi polla en su boca mientra se acariciaba su clítoris, cuando se dio cuenta de que ya estaba por correrme, me pidió que la follara, la dí vuelta, la apoyé sobre el lababo y la penetré suavemente, me movía muy lentamente dentro de ella, hasta que empecé a follarla con más fuerza, empezó a decir que le gustaba mi polla en su coño, y a gemir a lo que tuve que taparle la boca.
Se corrió dos veces más y yo me corrí dentro de ella.
Nos acomodamos las ropas, ella volvió a u asiento y yo al mio y me dije
-¡que bien empezaron mis vacaciones!-.