Capítulo 27

Por fin llego el día en el que mi señor vino a mi casa para verla, después de que viese toda la casa, nuestro juego empezó en la cocina mientras me servía un vaso de agua mi señor se acercó por mi espalda y metió su mano por mi pantalón para tocarme a la vez que me ordenaba que mantuviera el vaso en el aire y no lo dejara caer hasta llevarme al limite del orgasmo, parando justo antes de llegar dejándome a medias, al final mi señor es el que controla mis orgasmos, se separo e hizo como si no hubiese pasado nada. Al rato, mi señor me pidió otra cerveza, y me pidió que se la sirviera en un vaso, mientras se la echaba en el vaso, volvió a acercarse por detrás y volvió a meter su mano por mi pantalón para hacer lo mismo que antes, llevarme al límite sin dejar correrme.

Al rato nos fuimos a la habitación, me mandó quitarme la ropa mientras mi señor me observaba como lo hacía, me hizo ponerme de espaldas, para poder subirme las tiras del tanga como a mi señor le gusta y me dio un par de azotes en el culo, “ al final para eso esta mi culo” cuando me di la vuelta me agarro de los pezones y me indico que me arrodillara, me cogió del pelo y empecé a chupar, mientras que mi señor me ordenaba que me tocará a la vez que comía, hasta que me mandó parar y me dijo “elige 4 tangas”, así que me levante, y elegí 4 tangas que pensé que le gustaría a mi señor, al final me los había comprado él.

Me metí en el baño y me puse el primer tanga, uno naranja, sabía que ese le gustaba, ya me lo había dicho antes, mientras me lo ponía le oía que movía una silla para poder sentarse frente a la puerta del baño, salí del baño, me hizo un gesto para que me acercará y diese una vuelta para así poder verme mejor, me quede de espaldas y para poder irme le tuve que pedir un azote, cuando me lo dio, me volví a meter al baño para ponerme otro de los tangas, esta vez uno rojo, salí de baño y volví acercarme, me quede espaldas a mi señor, apoye una de mis manos en la pared y me mando darle el tanga, quedándome totalmente desnuda, mi señor se guardó el tanga y empezó a tocarme, volviéndome a dejar a medias, cuando terminó, le volví a pedir un azote y entre al baño a cambiarme, era el tercer tanga qué me ponía, esta vez uno negro, este no le gusto tanto así que me mando quitármelo y me lo puso en la boca, me dio la vuelta y me dio un azote, para decirme que me pusiera el último, entre al baño y me puse el ultimo, uno azul marino, volví a salir del baño me acerque a mi señor me di la vuelta, me dijo que me pusiera de rodillas a su lado, para hacerme sentir como una perrita, al final soy su perrita y mi sitio es estar a su lado de rodillas esperando a que me ordene lo que mi señor desee, y eso me gusta mucho, hace que lo disfrute, disfruto cuando mi señor hace sentirme su sumisa, su perrita y que me humille.

Mientras estaba de rodillas a su lado me hizo darle la “patita”, mientras me acariciaba el pelo, haciéndome sentir como una perrita.

Nos acercamos a la cama, y con un chasquido de dedos hizo que me pusiera otra vez de rodillas, y fue cuando le dije a mi señor que tenía todos nuestros juguetes, así que me mandó ir a por ellos y que les pusiera encima de la cama, por lo que me levanté y fui a por ellos, mientras les cogía me tuve que poner de rodillas, así que una de las veces que lo hice mi señor me volvió a coger del pelo y aprovechando que estaba de rodillas volví a comer.

Mi señor me levanto, primero me puso el collar y tiro de él como comprobando que estaba bien puesto, me dio la vuelta poniéndome de espaldas a él, me dio un azote y me tapo los ojos, primero con un antifaz y después con una cinta, asegurándose de que su sumisa no viera nada, me dio a elegir un numero del 1 al 3, yo elegí el 2, me llevo hasta el borde de la cama, yo le oía como elegia el próximo juguete, me mandó subirme a la cama y ponerme a cuatro, y note como me introducía el plug con cola que tenemos, haciéndome sentir aun mas su perrita, me volvió a dar un azote en el culo y me mando gatear hasta el otro borde de la cama mientras el daba la vuelta a la cama para ponerse justo enfrente de mí, me volvió a pedir la “patita”, levanté mi mano, la acarició, me dijo “ abre la boca”, primero me escupió y empezó a follarme la boca, y la verdad que tenia ganas de que lo volviesen hacer, anteriormente es cierto que ya había comido, pero no es lo mismo comer a que mi señor me folle la boca, y estuvo haciéndolo un rato, pensé que se correría en mi boca, pero se separó, volvió a dar la vuelta a la cama, me cogió de la cintura y tiro hacia atrás para acercarme a él y empezó a follarme mientras me tocaba a la vez, haciendo que me corriera, salió de mí, me dio la vuelta y me quito el antifaz, tiró del collar para besarme y cogió el satisfayer, me lo dio y cuando lo tenia colocado lo encendió y empezó a subir la velocidad, me dijo “ a ver quién aguantaba más” mientras empezaba a masturbarse delante de mí y seguía subiendo la velocidad, hasta que yo no podía más y justo cuando iba a correrme me lo quito, tiró del collar para levantar mi espalda de la cama y me mandó abrir la boca mientras seguía tocándose y me dijo “chupa pero solo con la lengua” es lo que hice, hasta que se corrió dentro de mi boca.

Nos volvimos a vestir y nos fuimos a preparar la cena, cenamos y cuando estábamos en el sofá medio tumbados, mi señor me dijo porque no volvemos a la cama, fuimos a la cama, nos tumbamos y empezamos hablar de lo que había sucedido antes, de cómo me había hecho sentir y yo solo pude decir, que lo había disfrutado mucho, me gusta que me humille y que me trate como a su perrita y cada vez que jugamos me gusta y los disfruto más.

Recordando lo que habíamos hecho antes terminamos desnudos, yo encima de mi señor, subiendo y bajando, mientras mi señor volvía a contar paso por paso, nuestro juego, hasta que me quitó de encima y se puso detrás de mi para seguir follandome a cuatro, hasta corrernos los dos.

Mi educación como sumisa

Mi educación como sumisa XXVI