Capítulo 2
- Cecy salvando a un emigrante I
- Cecy salvando a un emigrante II
Cecy II
Hola, amigos, continúo con mi relato.
Alfredo que así se llama el chico a quien salvé y después me dio una rica cogida salimos rumbo a la casa en donde vivía con otros compañeros de viaje y según él tenían mucho sin coger y eso me emocionó tanto que quise conocerlos, en el camino me fue acariciando las piernas y mis chichitas, fueron como 10 minutos y al llegar me dijo donde dejar el auto y llegamos caminando con mis tacones iba haciendo ruido y eso me excitaba aún más, llegamos y tocó como en clave y abrió un chico de pelo rizado cortito, él moreno claro de ojos verdes, lindo el chico, al ver a Alfredo le preguntó quién era yo y se acercó juntando a los otros tres que había ahí y todos voltearon a verme, entonces Alfredo me dice, —-¡CECY con quien quieres empezar?—–, lógicamente elegí al que abrió diciendo llamarse EDER, me tomó de la mano y me llevo a una recamará con puerta, entramos y cerró con seguro, se acercó detrás de mí rodeando mi cintura y picándome con su verga en medio de mis nalgas y eso terminó de enervarme más, yo me giré y lo fui desnudando comenzando con su camiseta la cual se la saque de un tirón por la cabeza, me acerqué y bajando las manos le desabroché el cinto y zafé el botón del pantalón mientras besaba su pecho y cuello, al tenerlo a las rodillas él lo terminó de bajar lanzándolo con los pies, yo empezaba a desvestirme y me lo impidió y me dijo, —-¡así como estas quiero cogerte!—-, entonces me hinqué en el piso y tomando su rica verga que medía 19 centímetros y gruesa como 5 de diámetro al principio me dio algo de miedo pero lo puta afloró y me puse a mamar ese rico manjar, lo hice como 3 o 4 minutos, se le puso muy dura y me quitó pues no quería venirse, me hizo que me incara sobre la cama y me pidió me abriera las nalgas, así lo hice y acomodándose atrás de mi sentí el primer piquete de esa vergota y me relaje abriendo más mis nalgas, dio el primer empujón y entró la cabeza de esa trancota, sentí que me habría en dos y quise salir corriendo pero pudo más la puta que llevo dentro y afloje el cuerpo, él dio otro empujón y entró más de la mitad, sentí ahogarme por falta de aire, me salieron lágrimas de dolor, pero me repuse y aventando el cuerpo hacia tras yo misma me clavé lo que faltaba, al sentir los pelos de sus bolas en mis nalgas sonreí para mis adentros ya me la avía comido toda y le dije, —-¡que vergota tan rica tienes mi amor!—–, y me dice, —–¿te gusta mi verga?—–, —–si le grito me encanta—- cógeme papásito, —–párteme el culo—-, él puso sus manos en mis hombros y comenzó a cogerme muy rápido clavándome su vergota hasta el fondo yo solo hacía, hay, hay, hay, aah, aah, aah, aah, aah, aah, aah, cógeme, cógeme, cógeme, así, así, así, dámela toda aah, aah, aah, más, más, más, sus metidas y sacadas me estaban volviendo loca de placer, de mi verguita salieron varios chorritos de cemen este chico me estaba sacando un fabuloso orgasmo anal mismo que yo desconocía y que me encanto, me soltó y me fui de bruces sobre la cama y él pegado a mis nalgas salló sobre de mi enterrando su vergota al fondo de mi culo y se vino de una forma increíble llenándome los intestinos de su miel caliente, así nos quedamos un rato y su vergota fue perdiendo fuerza y con la presión que tenía dentro de mí la expulse y su cemen salió como en cascada llenando la sábana, pedí me dejara ir al baño a sacar lo que me avía quedado y diciéndome donde estaba salí corriendo y todos se me quedaron viendo, al llegar al inodoro me senté y salió una cantidad bárbara de cemen y mi culo estaba completamente abierto.