Capítulo 6

En ese momento entró la GUARRA de Inés y viendo como estaban todas, se desnudó, dejándome de piedra, venia igual que MI PERRA, y cogiendo una silla la acercó a la mesa donde estaba MI PUTA, su pareja, y empezó a acariciar su cabeza, con mimo, con cariño.

-Y ahora vamos a hablar, y que nadie, nadie, -esto lo dije mirando a MI PERRA Merche-, me interrumpa hasta que yo acabe…

Así terminó el último capítulo…

-Como ya habéis podido comprobar, esta va a ser vuestra nueva vida, y ya veremos si os dejamos volver a vuestra casa o por el contrario os quedáis aquí, si os anticipo a las dos, que tú por lo menos hasta que des a luz, no vas a volver. -Fue a decir algo- He dicho que no me interrumpáis PERRA, aquí como ya os habéis dado cuenta el único que manda soy yo. No penséis mal, ellas están a mi servicio por propia voluntad, y son libres de dejar de estarlo cuando ellas quieran, y sé que al final vosotras tampoco querréis iros. Ahora sois menos que nada, pueden hacer con vosotras lo que deseen, como antes dijo mi PUTA Triana, hasta prostituiros si así quiere y desea. Lo que habéis hecho con mi PERRA Merche no tiene nombre, aparte de insultarla y faltarle al respeto, la habéis estafado, aunque para mí lo peor no es eso, eso en el fondo es solo dinero, y como tú VIEJA, dijiste, ella tiene, y si ella tiene es gracias a su trabajo, para mí lo peor, es el trato denigrante que le habéis dado a Triana y a Inés, y eso lo vais a pagar, aunque mi PERRA tiene mucha culpa por haberlo permitido, y no voy a seguir relatando los errores que ha cometido, en el fondo lo hacía por su hijo, -ella tampoco sabía dónde mirar, y se notaba que estaba bastante perdida- Ahora sacar los móviles y ponerlos en la mesa, y si tienen bloqueo quiero las claves GUARRAS.

Che se levantó y sin atreverse a mirar a su suegra, sacó del bolso el móvil y lo dejó en la mesa.

-Che. -No tiene bloqueo SEÑOR, a mi marido no le gusta.

Nati fue a levantarse…

-Rocío. -A dónde vas VIEJA de MIERDA, quien te ha dado permiso para levantarte, ni se te ocurra hasta que mi AMO o alguna de nosotras te demos permiso ZORRA.

Ya no tenía la mirada altiva, es más ni la levantó, a cuatro patas se dirigió a su bolso, sacó el móvil y lo puso en la mesa, y mirándome…

-Nati. -El pin es 0508 SEÑOR.

-Ok PERRAS, luego los examinaré, mientras tanto Inés será la encargada de controlarlos, solo vais a contestar a Luis, y lo haréis delante de ella, y si escribe algo, primero lo leerá ella, y contestará ella u os dirá que escribir, a lo más mínimo que le digáis de lo que pasa aquí, el trato se cancela y los tres a la cárcel -al decir esto vi la cara de asombro y estupor en Merche), y al ver como la miré, la verdad es que estaba un poco enfadado con ella, bajó la cabeza.

– ¿Habéis traído comida?

-Inés. -No AMO, como en principio íbamos a estar las dos solas hasta tarde, no compramos nada, y la verdad es que cuando Rocío escribió para decirnos que volviésemos no hemos caído.

-No pasa nada, buscar un sitio para comer todos, estas dos PERRAS también. Ir a ducharos y vestiros, y en media hora os quiero a todas preparadas, y como vosotras solo tenéis que vestiros, acompañadme al cuarto de estas ZORRAS, vamos a ver su vestuario, Triana y Rocío, tenéis media hora.

Todas hicieron lo que les pedí, y me fui a la habitación de Che y de la PUTA VIEJA, seguido por las cuatro, solo que la PUTA VIEJA, iba a cuatro patas. Una vez en su habitación, nada más entrar vi algo que no me gusto, y es que la VIEJA había dejado el albornoz y la toalla en el suelo, en principio no dije nada. Me fui al armario y lo abrí, y me llevé una sorpresa, estaba lleno de ropa, no creo que toda esa ropa la hubiesen traído ellas.

– ¿Y tanta ropa?

-Che. -La mayoría ya estaba aquí SEÑOR, así a veces no venimos con equipaje.

-Perfecto.

Empecé a mirar, y había un poco de todo, y fiel a mi forma de ser, los pantalones fui cogiéndolos y tirándolos al suelo, si dejé, un par de mayas y leggins que tenía, tiré algún que otro jersey y camisa que no me gusto. En el suelo del armario, había zapatos y zapatillas de deporte, tanto de él como de ella, y como todas los suyos tenían algo de tacón, y uno de ellos un tacón alto, los di por buenos. La de Luis no la toqué, ya habría tiempo de hacerlo con él delante, para humillarlo aún más.

– ¿Y la de la VIEJA?

-Che. -En la tercera puerta SEÑOR, ella no suele venir, así que lo que hay colgado es lo que ha traído hoy.

Abrí la puerta y en esta además de sitio para las perchas tenía también dos estanterías. Menos los vaqueros, que fueron al suelo, unos leggins blancos y un par de chaquetas, todo eran vestidos. En la primera balda tenía cinco juegos de ropa interior, dos blancos, dos negros, y uno beige, que lo tiré directamente, y luego tres tangas, los tres blancos, que también fueron al suelo. En la segunda balda tenía el neceser y varios juegos de pantys y medias, no los conté, cogiendo los pantys los tiré, y en el suelo del armario había cuatro juego de zapatos y otras zapatillas de deporte negras. Saqué unas medias negras y unos zapatos también negros y sin miramiento se los tiré delante de ella.

-Póntelos ZORRA.

-Nati. – ¿Puedo ducharme SEÑOR?

Fue la primera vez en mucho tiempo que me miró, ya no era esa mirada de superioridad, era una cara de resignación.

-Ni se te ocurra, y ya puedes salir a recoger tu sujetador y tus bragas y te las pones, eres una PERRA VIEJA, y así es como huelen las ZORRAS.

No sabía que hacer, si ponerse de pie para coger los zapatos y las medias…

-Por esta vez ponte de pie y ve a vestirte, y conforme lo hagas a tu sitio otra vez, acompáñala PERRA, no me fio de la VIEJA, vaya que coja el teléfono.

Inés no estaba dispuesta a dejar pasar ni la más mínima humillación, así que ella cogió los zapatos y las medias.

-Inés. -Ya las llevo yo, AMO, sígueme PERRA, ya aprenderás a usar la boca para llevar cosas.

Las dos salieron de allí…

-Tu ropa interior supongo que está en la cómoda.

-Che. -Si SEÑOR, en los dos últimos, los dos primeros son de Luis.

Abrí el primero de ellos, y había un montón de sujetadores y tangas, ninguno a juego, todos dispares, ni los miré, los cogí todos y fueron al montón de ropa que había en el suelo. Quedando este vacío, abrí el ultimo, y allí había calcetines de todo tipo, y todos menos los de deporte, fueron al suelo, si había unas cuantas medias, de varios colores y varios pantys, que también los tiré.

-No entiendo cómo puedes tener gusto en la ropa y ninguno en la ropa interior PERRA.

-Che. – ¿Puedo serle sincera SEÑOR?

-Siempre PERRA.

-Che. -Luis no me deja otro tipo de ropa interior, dice que la lencería es de PUTAS, eso sí, no me deja usar bragas, solo tangas, solo me deja bragas cuando tengo el periodo.

Tanto MI PERRA, como yo nos miramos asombrados.

– ¿Qué clase de hijo has criado?

-Merche. -Es igual que su padre AMO, solo que yo lo mandé a paseo, y sinceramente, siempre he esperado que cambie, y visto lo visto, me parece que no lo he conseguido.

La corté, no quería que metiese la pata y dijese que ella no sabía nada de lo que pasaba allí.

-Está bien PERRA, ya hablaremos luego, y ahora tú vete a la ducha, y cuando salgas tendrás lo que te has de poner, y como veras no tienes nada de ropa interior, y esa que llevas puesta la quiero en la basura, con el resto que hay en el suelo, la ropa dejarla por ahora ahí, la donaremos. -Se le escapó una sonrisa de alivio, supongo que esperaba que la hiciésemos salir sin ducharse- Vamos a mi cuarto mientras esta PERRA se prepara.

Antes saqué una falda de vuelo y una blusa ambas beige y unas medias beige también y se las dejé en la cama, no cogí zapatos, eso lo iba a dejar a su elección, era una pequeña prueba. Cuando salí hacía mi habitación, ya estaban las cuatro preparadas.

-Esperad aquí, y cuando salga la PUTA que queda, de su habitación, avisarnos.

No esperé contestación… Me metí en la habitación y le dije a MI PERRA que se sentara, cuando lo hizo, no pude dejar de ver la mirada de vergüenza que tenía. Le hice un resumen de todo, conforme le iba contando, su cara pasaba de la vergüenza a la indignación.

-Eso es más o menos lo que ha pasado PERRA, por eso has visto lo que has visto, pero la última palabra la tienes tú, si no quieres seguir, porque esto no acaba aquí, porque tu hijo lo va a pagar, yo me voy por la puerta ahora mismo, y aquí se acaba todo, creo que en su momento te dejé claro que para mí cuidar y proteger a mi pareja, a mi o mis sumisas es igual de importante que el someterlas, te gusté o no.

-Merche. -Ante todo gracias AMO, no sé qué decir, estoy muy avergonzada, y llevaba Usted razón cuando me culpó de permitir que humillasen a Triana y a Inés.

-Eso y que les pagues la hipoteca del chalé, después de cómo te trata u os tratan, me ha enfadado mucho PERRA, y si decides tirar para adelante, que sepas que vas a ser castigada.

-Merche. -Lo acepto AMO, primero y ante todo quiero que le quede claro que, acepto por mí, también sé, que si ahora paro, Triana y Rocío no me lo perdonarían nunca.

-Vamos al salón, te vistes y nos vamos a comer, quiero que sea tranquila, quiero que la PUTA de tu nuera me hable de su vida junto a ese hijo tuyo que tienes, y también la de la ZORRA de tu consuegra, porque esa de puritana tiene poco.

Salí al salón y ya estaban todas, no les di tiempo a que me avisaran, Nati seguía de rodillas con su culo apoyado en los talones, seguramente Triana o Rocío, me decanto más por Triana, le habría explicado que esa era la posición de espera. Rocío y Triana se acercaron a mí, y riéndose, ambas se levantaron las faldas y me dejaron ver que llevaban exactamente la misma lencería que su madre y que Inés, Mónica le había vendido el mismo conjunto para todas, aunque al día siguiente sí que me enseñaron, que habían comprado bastantes más para cada una, no ya iguales, aunque sí muy parecidos, fueron a enseñarme también el sujetador, y les dije que no hacía falta, que ya tendría tiempo a lo largo del día de verlo. Me fijé en el calzado de Che, y no me equivoqué, se había puesto los de tacón fino.

-A ver PUTA VIEJA, ahora vamos a comer, y mientras no diga lo contrario, todas estáis dispensadas de trato, Merche es mi pareja a todos los efectos, y vosotras su familia, así que levántate y vamos a comer, que tenemos mucho que hablar, bueno vosotras dos tenéis mucho de qué hablar y nosotros escuchar.

Bajamos todos casi a la vez en los dos ascensores, hacia sol y se soportaba el frio, echamos a andar al restaurante que había reservado Rocío, que estaba a 15 minutos andando, y a todos nos iba a venir bien el paseo. Contrariamente a lo que esperaba, Che no se quedó junto a su madre, se pegó a su suegra y a mí, no hablaba, y parecía que quería poner distancia entre su madre y ella. Así que íbamos de tres en tres, y Nati tras nosotros. Llegamos al restaurante, y a los dos minutos estábamos sentados, era un salón grande, y Rocío como las conocían pidió si nos podían poner en una esquina apartada, algo que así fue, tampoco había mucha gente.

-Como es tarde, tampoco vamos a entretenernos mucho en pedir, así que si no os importa pedimos todo a compartir, y no nos complicamos la vida. -Todas asintieron…- Antes he dicho que quiero que actuéis como normalmente lo hacéis, así que si alguna quiere algo especial que lo diga.

Che. -Yo sí puede ser pescado a la plancha.

Las demás no dijeron nada, así que le dije a Merche que pidiera ella, y le pasé la carta a Che. La mesa era redonda y estábamos distribuidos de la siguiente forma, Merche, Rocío, Nati, Triana, Inés, Che y yo, por lo que yo tenía a mi izquierda a Merche y a mi derecha a Che, como era una mesa donde cabrían perfectamente diez personas, estábamos muy cómodos. En las bebidas sí que hubo más discusión, no se ponían de acuerdo, así que pedí una botella de rueda fresquito blanco y una botella de ribera, menos para Che y Triana que se pidieron un refresco y agua. Cuando nos quedamos solos y el camarero se había retirado, mirando a Che…

-Aquí todas más o menos saben cómo os conocisteis, pero yo no y quiero que me lo cuentes tú, porque no lo entiendo, y eso que solo te conozco de hace unas horas.

-Che. –-Mirando con una cara de reproche y creo que hasta de odio a su madre-, Es corta, tampoco hay mucho por desgracia que contar, conocí a Luis en la facultad en Málaga, ambos estudiábamos la misma carrera, y como también coincidimos en la congregación católica, donde “obligada” iba, una cosa llevó a otra, y al principio creí que Luis iba a ser mi salvación, no podía estar más equivocada, él es peor que mis padres. Entre él y mi madre, porque mi padre murió, pero era igual, dirigieron mi vida, terminamos la carrera y aunque tenía mejores notas que él, y encontré un trabajo que ganaba más que él, me convencieron, bueno me dejé convencer para dejar el trabajo, y como él encontró, a través de la gente de la congregación, trabajo pronto, en dos años nos casamos, nos compramos el chalé, -agachó la cabeza-, ya sabe quién lo paga, y mi vida ha sido eso, de la casa a la congregación, y de la congregación a casa, y si asistíamos a algún evento, ya se puede imaginar qué tipo de eventos eran. Luis solo me llevaba para lucirme, para que viesen la mujer tan guapa y elegante que tenía, y reconozco que también la culpa es mía, por no saber en su momento separarme de mis padres y luego de mi madre y de Luis, porque los que parecen pareja son ellos, ellos deciden todo. -Mirando a Triana e Inés-, y lo siento, os pido perdón, yo jamás he estado de acuerdo con ellos, con su forma de pensar, y cuando ellos no estaban, procuraba ser amable, cercana.

-Es cierto, eso me lo han dicho ellas, que a solas no eras igual que con ellos.

-Che. -Poco más, que mi cobardía me hace tan culpable como a ellos, solo espero que sepáis perdonarme, y que, aunque humillada, me he liberado, no sabéis el lastre que he soltado cuando habéis descubierto todo lo que Luis y mi madre han hecho.

-Triana. -Por mí no te preocupes, estas perdonada y es cierto lo que ha dicho Raúl, nosotras le hemos dicho que a solas eras otra, pero más daño que a mí se lo habéis hecho a mi pareja, así que es a ella a la que se lo tienes que pedir.

-Inés. -No me tienes que pedir nada, por mi todo olvidado.

-Me parece muy bien, y esto no cambia nada, el castigo y la humillación, aunque en forma distinta lo vas a seguir sufriendo, toda acción tiene su reacción, y en este caso es en forma de castigos y humillaciones.

-Che. -Lo sé y como acabo de decir, soy tan culpable como ellos y acataré todo lo que ordenéis o pidáis.

En eso a Triana se le escapó una carcajada…

-Triana. – -Bajando la voz- Y si con esos castigos te corres, mejor que mejor jajajaja.

Empezamos a reírnos todos, todos menos Nati, que no levantaba la vista del plato, y eso que aún estaba vacío. Che se puso roja, pero no pudo evitar reír.

-Háblame del tema sexo

-Che. – ¿Qué quieres que os diga?, ¿Qué hoy es la primera vez que he tenido un orgasmo?, ¿Qué hoy es la primera vez que me he sentido mojada? -agacho la cabeza y en voz muy baja y poniéndose roja muy roja-, ¿y qué como no llevó bragas tengo la falda mojada?, pues eso, ya lo sabéis, el sexo con Luis era con la luz apagada, os aseguro que nunca me ha visto desnuda, lo más desnuda que me ha visto es en bañador, que llevar bikini es de PUTAS, eso sí, le gustaba que usara tangas para sus intereses, para que se me marcara en los pantalones o en los vestidos, para eso no era pecado, para lucir a su mujer ante los jefes de la congregación. Y para no alargar más mis penas, me echaba un polvo a la semana, solo se corría él, se salía y a dormir, y desde que me quede embarazada, ni eso, aunque como comprenderéis tampoco es que yo me preocupara.

En ese momento y como estaba pegado a la pared y podía ver todo el comedor, además que con el mantel no se podía ver nada, metí la mano entre sus piernas, que al principio cerró, pero cuando vio mi mirada, las abrió, y al llegar a su coño, efectivamente estaba chorreando, le metí tres dedos en su coño y empecé a entrar y salir de ella fuerte y rápido.

-Córrete PERRA.

Pegó su cara a mi brazo, para silenciar sus gemidos y para que no se le notara.

-Che. -Me corroooooooo, ufffffff, como puede serrrrr, ufffffff, todo esto lo dijo sin despegar la cara de mi hombro, que por cierto dejó lleno de babas.

-Triana. –-Que parecía la que mejor se lo estaba pasando, levanto su bebida-, brindo por el segundo orgasmo, jajajaja.

-Che. – -Riéndose por primera vez-, Tercero Triana, que en la ducha al sentir el agua me he corrido, sin tocarme, así que el tercero.

Esta vez hasta Nati se soltó y nos reímos todos a carcajada limpia. Esto a final hizo que la cosa se suavizara y la comida fuese más de familia que de otra cosa, hasta la ZORRA de Nati se humanizo y participaba como una más, estaba relajada, y eso deseaba yo, a fin de sonsacarle lo PUTA que era. Cuando acabamos de comer, y nos sirvieron los postres y café a la que quiso…

-Bueno y ahora te toca a ti Nati, -no quise llamarla como se merecía-, la vida sexual tuya no tiene nada que ver con la de tu hija.

Estaba un poco achispada, entre Triana y Rocío y por indicación mía no habían parado de llenarle la copa.

-Nati. -No sé por dónde empezar, tampoco sé que quiere saber, pero cuando a alguien crece como yo con dinero, poder y riqueza, cuando todo eso se esfuma, una hace lo que sea para no perder el estatus social. Y eso pasó, el tonto de mi marido porque mira que era tonto y meapilas, lo perdió todo, y yo para evitar el escándalo, para no tener que humillarme ante los que con mi posición humillaba a diario.

-Rocío. -Menuda hija de puta.

-Vamos a evitar comentarios, aquí solo interrumpo, hablo o pregunto yo ¿de acuerdo?, si es que hay algo que preguntar.

Ninguna habló, se limitaron a asentir con la cabeza.

-Sigue hablando, y ve directa a la PUTA que eres.

Mientras continúo hablando y como yo no tomaba postre ni café, metí mis manos entre las piernas de Merche y de Che, acariciando el final de las medias con el principio de sus carnes, sin llegar más arriba, las quería encender no que se corrieran, además ya estábamos solos en el salón y no quería montar un espectáculo.

-Nati. -El socio de mi marido, que se quedó con todo, y no fue culpa suya, porque el idiota lo perdió todo en otros negocios, ¡¡fue el primero!!, fui a su despacho a hablar con él, solo a hablar, y con toda la razón, fue un cabrón, pero llevaba razón, me dijo que se lo advirtió un millón de veces, y que ahora él no iba a sacarle las castañas del fuego, pero que lo mismo podía echarnos una mano. Fue muy directo, me dijo que, si me convertía en su PUTA, si, fue así de directo, nos dejaría la casa, aunque por supuesto a su nombre, y a mi marido, porque era buen trabajador, en su puesto, claro cobrando como uno más, y que si no aceptaba que a la puta calle los tres. Yo era igual que Che, de sexo sabia poco, no sabía más allá del misionero, sí que me había corrido, porque hasta yo me he extrañado cuando la oí decir que era su primera vez, pero cierto es que a partir de esa día descubrí un nuevo mundo.

– ¿Cómo fue esa primera vez?

-Nati. -¿Cómo fue?, jajajaja, ahora me rio, y queriendo parecer digna, le dije que lo quería por escrito, pero solo conseguí que se riera en mi cara, que se levantara de su silla, y se acercara a mí, ya que yo en todo momento había permanecido de pie, y sin importar que alguien entrara o lo viera, aunque después supe porque no le importo, su secretaria era también su putita, y sabía lo que iba a pasar allí, el muy cabrón me conocía muy bien y sabía muy bien que yo iba a hacer lo que fuese por no perder mi estatus. Se colocó tras de mí, y sin que lo esperara, con fuerza me reclinó sobre su mesa y aun no sé cómo tardó tan poco y ya tenía la polla fuera, y subiéndome la falda apartó la braga que llevaba y me la metió en el culo, si, mi primera vez con otra persona fue por el culo, menos mal que no era gran cosa, y estoy segura que el grito se escuchó en todas las oficinas, y el muy cabrón mientras con una mano me apretaba la cabeza en la mesa, con la otra empezó a pellizcarme los pezones a través de la blusa, en ese momento me avergoncé y hasta se me escapó alguna lagrima, me corrí, y me corrí como jamás lo había hecho, él tampoco tardó mucho, se salió de mí, y cogiéndome del pelo me obligó a ponerme de rodillas y me dijo que se la limpiara, yo jamás había hecho algo así, pero estaba tan excitada, que me la metí en la boca y sin importarme, aunque eso a él le daba igual, se la limpie, pero solo me dejó limpiársela, se separó de mí y simplemente me echó de su despacho. ¿Y sabes Raúl?, no derrame una lagrima más, pero desde ese día no deje que me tocara mi marido.

-Jajajaja, y si como dices que él no la tenía gorda, como tienes el culo tan abierto, porque para que este así, has tenido que ser follada mucho y repetidamente.

Se puso roja, y entendió que quería saber más, aunque viendo la cara de las que nos rodeaban, no era el único que quería saber más. Seguía aun con mis manos acariciando los muslos de mis PERRAS, y mientras Merche mantenía el tipo y solo se le escapaban pequeños gemidos, Che estaba agarrada a mi brazo, para evitar que sus gemidos se escucharan. Nati ya tenía la lengua suelta, así que no le costó mucho seguir.

-Nati. -Si, me han usado dos más, el segundo, como podéis imaginar fue el notario, que hasta hace unos meses era el que más me usaba, y ese sí que tiene una polla gorda, muy gorda, y además es un puto pervertido. Había pasado más o menos una semana sin tener noticias del socio de mi marido, cuando me llamó y me dijo que nos quería a mi marido y a mí al día siguiente en su despacho, que Mario -notario-, ya tenía toda la documentación preparada, y que el lunes él se iba de viaje, así que tenía que ser el domingo, y que me pusiera guapa. No sospeche nada, a pesar de ese ponte guapa, no íbamos a estar solos, y además venia mi marido, así que, al día siguiente me vestí con un traje de chaqueta y falda negro, me puse mi mejor lencería y como ya estábamos en octubre, me puse unas medias también negras y unos zapatos de tacón. Yo esperaba que el cabrón de mi marido me dijese algo, no le gustaba que vistiese así, pero no dijo nada, solo me miró con cara de asco. Cuando llegamos allí, ya estaba Mario, Juan -socio- y Magda, la secretaria. Fueron al grano, aunque no me esperaba lo que leí, al principio todo normal, firmamos la cesión de las acciones, la venta del chalé, el reconocimiento de deuda, vamos todo lo que nos dejaba en la calle, y al final nos puso un documento privado, donde ponía que nos cedía el chal y mantenía a mi marido en su puesto a cambio de la entrega total mía. Al leer eso me quedé de piedra, pero lo que peor me dejó fue que el muy cabrón de mi marido lo firmó, lo leyó por encima y ¡¡¡lo firmó!!! No sabía dónde meterme, tampoco me dio tiempo a decir nada, Juan miro a Magda y le dijo que trajese el cava, está que había estado allí todo el rato de pie salió, y en seguida apareció con una botella y cuatro copas, la ilusa de mí, pensé que Magda no iba a celebrar nada, aunque yo tampoco estaba para celebraciones. Juan la abrió, y le dio una copa a Mario y antes de seguir me miró y dijo desnúdate, que ya todo es oficial, y no me va a templar la mano si os tengo que poner en la calle. Creo más por indignación al haber visto a mi esposo firmar ese documento, sin decir nada, y lo que es peor sin dudar, me desnudé, me quedé con las medias y los zapatos de tacón. Lo que también me sorprendió es ver como Magda hacia lo mismo, se quedó totalmente desnuda, solo los zapatos y las gafas. Nos dio una copa a cada una y sin mirar a mi marido solo le dijo que se sentara, que iba a ver lo que eran unos hombres de verdad. Brindamos, y nunca lo olvidare, “Por el cornudo y la PUTA”, y ahí ya había tomado la decisión de ser una PUTA. Mario me alabó, pero no a mi sino a Juan, llevabas razón Juanito, que buena esta la muy PUTA, y se me acerco y quitándome la copa me la vertió por encima de mis pechos y empezó a lamerlos, y morderlos, y me dejé llevar, ahí empezó una vida distinta para mí, y no te voy a engañar, he disfrutado casi todo el tiempo, y continuó, cuando se cansó de morderme los pechos, hizo lo mismo que me hizo Juan, aunque este me desgarró, me tumbó en la mesa y sin lubricar ni nada me la metió en el culo, y mientras me follaba vi como justo en el otro lado de la mesa estaba Magda igual que yo, siendo enculada por su jefe, mientras el cornudo de mi marido solo se limitaba a mirar. Cuando se corrió Mario se salió y me obligó a ponerme de rodillas y chupársela, pensé que solo quería que se la limpiase, pero no, el muy cabrón se había tomado una viagra y cuando vio que no tenía experiencia me cogió de la cabeza y me folló la boca, sin importarle mis arcadas, o si me asfixiaba o no, solo buscaba su placer, y no paró hasta correrse. Cuando Juan termino con Magda se sentó y no hizo nada más solo mirar, mirar, como el cabrón de Mario nos folló varias veces a Magda y a mí por el culo, porque no puso juntas y pasaba de una a otra, y sí, me corrí, ni me acuerdo cuantas veces, pero si recuerdo que pedía más. Cuando Mario dio por terminado el usarnos, ambas caímos al suelo, y como Magda ya estaba más acostumbrada, me ayudó a levantarme y me dio mi ropa para que me la pusiera. Como pude me vestí, por mis medias caían toda clase de jugos, el muy cabrón me desgarro el culo, oí como Mario le decía a Juan que me quería solo para él, que a partir de ahora si me cedía, no le iba a cobrar nunca por sus servicios, además de que le soltó, que él ya tenía PUTAS de sobra. Vi como Juan se levantaba y le daba la mano a Mario. Nos fuimos de la casa, el cornudo de mi marido no dijo nada, al llegar a la casa se dirigió a nuestra habitación y sacando sus cosas se fue el cuarto de invitados. Desde ese día Mario me llamaba cuando me necesitaba, y alguna vez cuando Che no estaba venia y me follaba en mi casa en mi cama, y el muy cabrito lo hacia delante de mi marido, y es que eso a mí me ponía más, me calentaba más, me había convertido en una PUTA, eso sí, una vez le pedí que me follara por el coño, y solo me respondió que por el coño solo se la metía a su mujer. Me pervertí tanto, que hasta yo lo buscaba lo llamaba, aunque este mal, mientras Che y Luis estaban de viaje de novios, y aun no tenían su casa preparada por lo que seguían en nuestro chalé, el muy cabrón mando a su mujer de viaje y se vino a mi casa, y me usaba cada vez que quería, y humillaba, algo que me daba igual, a mi marido, obligándole a servirnos, porque claro le dimos vacaciones a la mujer que teníamos.

En ese momento se quedó callada, Che, no aguantó más y diciéndole PERRA a su madre se corrió, aunque esta vez pudo disimular los gemidos, a costa de un morado que me hizo a mí en el brazo. A pesar de estar todos atentos a Nati, no pudimos dejar de reír al ver la cara de Che, y como se intentaba recomponer.

-Y tras esta interrupción jajajaja, continua

-Nati. -Poco más Raúl, solo que lleva sin entrar en mi coño nada desde uffff, ni me acuerdo, pero es follarme el culo y tocarme los pechos y pierdo el control.

Yo lo di por terminado…

-Triana. – ¿Cómo que poco más? De eso nada, antes has dicho tres y solo has hablado de dos.

-Nati. -Por favor esa parte prefiero no contarla…

-Triana. – -Sin dejarla terminar-, Recuerda el trato, a la mínima vais a la puta cárcel.

Cada vez estaba más asombrado con Triana porque fuera de su entrega, era diligente.

-Nati. -Es que de eso no me siento orgullosa, pero tampoco voy a decir que no lo disfrute, -y mirando a su hija, dijo algo que nos sorprendió a todos, aunque luego lo entendimos-, perdóname, hija. Hace uno meses Mario me llamó a su despacho, y ya llevaba tiempo sin hacerlo, supongo que ya no le ponía como años atrás y se habría buscado a otra, así que me arreglé para él, y pensar en sentir su gorda polla en mi culo, hizo que me mojase entera. Cuando llegué me llevé la primera sorpresa, Mario no estaba solo, estaban su mujer y Luis.

En ese momento a todos se nos abrieron los ojos…

-Nati. -Pensé que me había equivocado y que no me había llamado para eso, y no, no me había equivocado, al entrar allí, Mario se levantó y cogiéndome del pelo me puso de rodillas y sacándose la polla me la metió en la boca, a pesar de ser PUTA, no pude evitar de que se me escaparan dos lágrimas, aunque duraron poco, mientras me follaba la boca, empezó a hablarme, empezó a decirme que no llorase, que ellos ya lo saben, que han sabido desde siempre lo PUTA que eres, mientras seguía chupándosela vi como su mujer se levantaba y se la chupaba a mi yerno, y como este le decía toda serie de lindezas, y no pararon hasta que se corrieron en nuestras bocas. Y pasó lo que no esperaba, Mario se dio la vuelta y mirando a Luis, le dijo, que tal y como habían acordado, me cedía a él, que ya estaba cansado de mí, que ya estaba vieja, y supongo que el uso de la viagra era muy común entre ellos, los dos seguían empalmados, aunque la de Luis era como la de mi marido, una mierda de polla. Yo seguía de rodillas y no podía levantar la cabeza, pero soy una PUTA, estaba chorreando, la verdad que en ese momento solo pensé en que iba a volver a tener quien me follara.  Sin decirle nada me fui a gatas hasta Luis y levantándome me apoyé en la mesa y saqué el culo, no hizo falta decir nada, se levantó y apartándome las bragas, que ya estaban mojadas, me la metió en el culo, la verdad que me corrí más por vicio, que por sentirla dentro, mi culo estaba hecho a Mario. No penséis que hay acabó la tarde, Mario cogió a su mujer y poniéndola junto a mí, se la metió en el coño y empezó a follársela, con dureza, como tantas veces hacia conmigo, aunque a mí por el culo, cosa que yo esperaba que Luis hiciera que me follara el coño, ya os digo que me dijo lo mismo que me dijo Mario en su día. Y en ese momento por la puerta entro la otra sorpresa de la tarde, entró la hija de Mario, tenía 20 años recién cumplidos, era la menor de sus tres hijas y la más beata, otro error. Cuando creía que se iba a liar, ella siempre vestía con vestidos largos, zapatos planos y hasta el último botón abrochado, se dirigió a donde estaba su madre y cogiéndola del pelo, la separó de Mario, y escupiéndole en la cara, le soltó un bofetón, y solo dijo ya hablaremos. Y subiéndose en la mesa se subió el vestido, dejando ver unas piernas largas y hermosas, que aunque no me gustan las mujeres reconozco que eran muy bonitas, se abrió de piernas y no tuvo que decir nada, su padre se la metió de golpe en el coño. No paró hasta que se corrió y hasta que su padre se corrió dentro de ella. Se acercó a su padre y cogiéndole la polla de tal forma que hasta se le escapo un grito de dolor, le soltó que esa era suya, y que no volvería a repetírselo. Y tal como vino desapareció del despacho. Mario no dijo nada, tampoco hacía falta, solo nos despidió. Yo seguía caliente como una perra y cuando íbamos en el ascensor, Luis mirándome y riéndose solo me dijo, que mañana me quería en la casa, y que ya había hablado con Juan indicándole que dejaba mi casa. Simplemente baje la cabeza, pero soy una PUTA, y no lo puedo evitar, tenía el coño y el culo chorreando.

-Che. -¡¡¡Hija de puta!!!, esto lo dijo con lágrimas en los ojos, y a mí ni me tocaba, te mataba ahora mismo GUARRA.

-Baja la voz.

Se calló y bajó la mirada.

-Termina.

-Desde ese día, llegaba a mi habitación me follaba el culo se corría y se iba, y sí, me corría solo porque por lo menos me tocaba los pechos. Lo siento, no puedo es más fuerte que yo, necesito sentirme así.

-Pues no te preocupes que lo vas a disfrutar, y vas a recibir muchas pollas en tu coño, pero todas de plástico, porque te van a follar solo mujeres.

No dijo nada, solo agachó la cabeza.

-Nati. -De verdad que lo siento, he sido grosera y mala persona, pero es lo que me han enseñado.

-No te preocupes, que tú vas a recuperar el tiempo perdido, pero a tu marido lo vamos a volver maricon.

-Triana. -Vaya congregación, no se salva ni uno.

-Jajaja, si la hipocresía está a la orden del día en ese tipo de congregaciones. Venga vámonos a casa.

Nos levantamos y vi que la silla de Che era todo un charco, la miré y me reí, y a ella se le escapó una sonrisa, y no pudo evitar sonrojarse, pero mirándome…

-Che. -Gracias.

Llegamos a casa y todas lo primero que hicieron fue quitarse la ropa, hasta Che lo hizo quedándose desnuda solo medias y zapatos.

-Organizaros como queráis, pero MI PERRA, Che y yo, nos vamos a mi cuarto, y vosotras haced lo que queráis.

-Rocío. -Ahora me toca a mí, AMO, estas tres sumisas van a servirme, tú tráeme todos los juguetes que tenéis.

Se fue al suelo y fue a su cuarto, mientras Inés seguía de pie y Nati de rodillas. Me desnudé y me metí en la cama, la verdad es que estaba muerto, pero excitado así que les dije que las quería a las dos besándose, ¡¡¡pero ya!!!, quería que me dieran un espectáculo. Che se quedó parada, y mi PERRA se fue a por ella y cogiéndola del pelo de tal forma que le hizo daño, empezó a morrearse, y sin importarle las consecuencias, sus manos se fueron a los pezones de la PUTA de Che y se los apretó, apretó hasta que vi salir líquido de ellos y lágrimas de sus ojos, tirando de los pechos la hizo poner de rodillas y soltando los pechos, y agarrándole la cabeza se apartó la braga y le puso el coño en la boca, y aunque tardó en reaccionar, Che sacó su lengua y…

CONTINUARA…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

Nota del autor: Soy cómo escribo, soy exigente, dominante y no suelo dar segundas oportunidades, cuando ordeno algo es para ser obedecido, algo que suelo advertir a quien desea ser adiestrada o entregarse a mí. No trato con hombres solos, aunque no me importa hablar con ellos. Ni miento, ni juego, ni sigo ni persigo a nadie por muy buena que este o por muy sumisa o perra que sea.

No entiendo a quien estando advertida o advertidos en caso de parejas sumisas, se enfadan conmigo y hasta me tratan de mentiroso o manipulador cuando corto con ellos cuando no cumplen.

Seguro que en la red hay quien los o las acepte, yo no.

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