Capítulo 1
Hola a todos, es mi primer relato, así que espero que lo disfrutéis.
Empezaré por el principio, a mi novia y mi nos gusta mucho la música y hemos ido muchos años a un festival que hay en Aranda de Duero de música Indie, el Sonorama. No somos del pueblo, pero tenemos un amigo que nos acoge en su casa todos los años. Para los que os guste este tipo de música y hayáis ido, no os voy contar nada que no sepáis, hay un ambiente muy bueno, tanto en la zona de los conciertos como en el pueblo, ya que hay música por la calle, conciertos y debido al calor, alguna guerra de agua que otra. Si a todo eso le sumas que hay muchas cervezas y copas de por medio, pues os podéis imaginar que ya no es sólo la música, si no el ambiente lo que hace que sean unos días inolvidables…cómo dice una mítica frase…la vida es lo que pasa entre festival y festival.
Al haber ido varios años, además de algún amigo íntimo nuestro que va por su cuenta y nos encontramos allí, tenemos buena relación con los amigos de nuestro amigo que nos da alojamiento, juntándonos un grupo muy grande de gente, lo cual da la posibilidad de ir hablando con unos y con otros durante toda la noche. Al final te vas encontrando y perdiendo de la gente al mismo tiempo entre ir a la barra a pedir algo, al baño, a cenar o simplemente a algún concierto que le gusta más a uno que a otro. Como es muy posible que cada uno llegue a una hora, todos tenemos llaves y hay una ley no escrita que dice que el que se encuentre cansado y no pueda más se vaya y deje al resto para que sigan hasta que el cuerpo aguante. El festival se ha convertido en una fecha marcada en el calendario para nosotros y llevamos yendo varios años sin perdernos ninguno.
Los nombres que aparecen en la historia no son reales para salvaguardar la intimidad de todos, incluida la mía. Digamos que me llamo Juan y mi novia, la cual ha asistido conmigo todos los años que hemos ido, se llama Ana. Nuestro amigo que nos da alojamiento, tiene novia desde hace unos años y viven juntos en un piso de tres habitaciones, así que quedan 2 libres y según el año, entre el sofá, un colchón hinchable, etc. entra alguno más… El resumen de este año es que hemos estado tres parejas y un soltero, las parejas teníamos cada uno una habitación y al soltero le tocaba el sofá, aunque palabras textuales, sólo iba a dormir en el sofá si no encontraba nada mejor en compañía femenina o si conseguía llegar a casa… Con la otra pareja, David y María, ya hemos coincidido otros años y aunque la verdad es que el resto del año no mantenemos mucho el contacto, es volver a vernos y parece que nos conocemos de toda la vida.
Los grupos más conocidos suelen ir desde el jueves al sábado, no obstante, el miércoles y el domingo también hay festival. La historia comienza el mismo miércoles, hicimos una maleta festivalera, que básicamente consiste en mi caso en pantalones cortos y alguna camiseta o camisa hortera que no te pondrías fuera de estos días, y el look de Ana, que se traduce en lo mismo, pero cambiando la palabra hortera por sexy.
Llegamos por la mañana pronto, quedamos con nuestro amigo que estaba en casa y tomamos un café en su casa para ponernos al día. Lo típico, qué tal el trabajo, el verano, porque hacía un mes que no nos veíamos, y hablamos un poco de los conciertos que queríamos ver y el plan para hoy. Después de un café largo, nos dimos una ducha rápida, nos pusimos la ropa festivalera que tocaba para el miércoles y salimos a tomar unas cañas. Tras la primera caña, llego la otra pareja, David y María, que pasaron a dejar la maleta y como venían ya preparados se unieron a la siguiente ronda de cañas. Nos pusimos un poco al día y fuimos a la plaza mayor, que es el punto de encuentro para quedar con el resto de amigos y amigos de amigos. Allí tomamos otra caña y digamos que una vez estábamos todos juntos dimos por inaugurado el festival de este año. A partir de ahí, hasta las 7 más o menos que se sube a la zona de los conciertos es pura improvisación (cañas, comer algo, música en la calle, guerra de agua, etc). A la zona de los conciertos llegas con un puntillo, que hace que cuando empiecen a tocar no pares de saltar y seguir con ganas de pasarlo bien.
Me imagino que cómo en cualquier aglomeración de gente joven, las hormonas están un poco revolucionadas, por no decir que en mi caso iba bastante salido. Además, recordando años anteriores, siempre Ana y yo hemos estado juguetones durante el festival y digamos que mi mente estaba maquinando que situación se podía dar para echar un polvo de los que recuerdas el resto del año…
La verdad que fue una noche muy divertida, al ser la primera noche, la pillamos todos con muchas ganas y aunque no tocan los mejores grupos ese día, estábamos todos con muchas ganas de pasarlo bien. Cuando ya era de noche, en los conciertos me iba rozando con Ana. Cosas sutiles…un beso en el cuello durante el concierto…rozar mi polla con su culo unos segundos, lo justo para insinuar que estas caliente y tenía ganas de jugar, pero sin llegar a quemarme. Ella por su parte, tampoco es de piedra y no sé si antes o tras esos roces sutiles, también se puso juguetona…roces, beso intenso pero corto, como diciendo…estoy caliente, pero vamos a alargar la noche…
No sé qué hora sería, pero era bastante tarde, que estábamos ya bastante calientes y con ganas de irnos al piso. Así que hicimos lo que se llama una bomba de humo y sin despedirnos, nos fuimos hacia la casa. Por el camino, digamos que los roces sutiles se convirtieron en roces nada sutiles… nos comíamos la boca, mientras ella me agarraba del cuello y del pelo, y yo la tocaba el culo….nos comíamos la boca….y empezó la segunda fiesta….
A – ufff, joder que ganas de llegar a casa tengo…
J – ¿sí?, ¿por qué lo dices?, ¿estás cansada? – con un tono de ironía -.
A – Sí, estoy deseando meterme en la cama a dormir – con más ironía si cabe y a la vez comiéndome la boca, metiendo la lengua y tocándome la polla por encima del pantalón-.
J – Pues nada, te doy un masaje si quieres – tocándola el culo – y a dormir….
La casa estaba cerca, pero nos estábamos empezando a calentar de tal manera que o llegábamos o lo mismo acabábamos follando en la calle.
Voy a hacer un inciso, para decir cómo es Ana. En cuanto a carácter es simpática y muy positiva, siempre ve el lado bueno de las cosas. Y en cuanto a su físico, es bastante guapa desde mi punto de vista, alta, pelo liso moreno, ojos marrones, un muy buen culo y tiene buen pecho sin ser nada exagerado. A mí me vuelve loco, pero que voy a decir yo. Además, tiene pinta de niña buena, pero cuando se calienta, digamos que sale otra faceta y folla con mucho morbo. Yo creo que soy atractivo, soy también alto, pelo moreno, ojos castaños y hago bastante deporte (salir a correr y jugar al futbol con los amigos, no soy mucho de gimnasio la verdad, necesito que me dé el aire…). Nunca he tenido quejas por el tamaño de mi polla, no es nada descomunal, pero digamos que estoy en la media…media-alta.
Llegamos al portal y os podéis imaginar, después de todo el camino jugando, cuando estás a punto de llegar parece que entra el ansia por sentir, rozarse, follar… Las llaves las llevaba Ana, pero no se acordaba y metió la mano en mi bolsillo del pantalón para buscarlas….
A – ¿Tienes las llaves? – ufff – ¿Qué es esto que tienes aquí? – (tocándome la polla, que ya estaba dura desde hace un rato…)
J – No, pero puedes seguir buscando el tiempo que quieras…. – (mientras nos comíamos la boca) –
A – Cabrón, dámelas que quiero follarte….
J – Mira en tu bolso, anda.
Se dio la vuelta hacia la puerta y buscó en el bolso, mientras yo desde atrás la comía el cuello y las manos subían de la cintura hacia sus tetas…
A – Para un segundo o no las encuentro…. – resoplaba –
J – Y? ¿cuál es el problema? – seguía jugando con su cuello, mordiendo el lóbulo de la oreja y acariciando con sus manos su vientre, pasando los dedos por su tripita entre la costura del pantalón y la goma de sus braguitas.
A – Joder, estoy caliente y todavía damos el espectáculo en la calle…
Consiguió abrir la puerta del portal y con las llaves en la mano, fuimos hasta el ascensor. Parece que al entrar en el portal, subimos un punto más el grado de excitación que teníamos y los besos se volvieron más intensos. No parábamos de comernos la boca y tocarnos por encima de la ropa….
A duras penas, entramos al ascensor y dimos al botón. Nos volvimos a comer la boca, pero el viaje era corto, así que en seguida llegamos a la planta y salimos del ascensor. En el rellano tuvimos menos prisa, apoyé a Ana en la pared y le comí la boca. Le metí una mano por dentro de la camiseta y toqué una de sus tetas por encima del sujetador. El sujetador era negro y tenía la copa con bordados y algo de transparencia, así que ahí ya noté que tenía el pezón duro. Ella por su parte llevó la mano a mi polla. Me tocó por encima del pantalón y acarició desde los huevos, todo el contorno de la polla…
A – Ufff, está durita…me la voy a comer – me susurraba-.
J – Me tienes muy caliente, te voy a follar aquí mismo como no pares… – la verdad, que no tenía ningún problema en follar en el rellano -.
A – Ahhhh….la manita – había metido un dedo entre su pubis y las braguitas….sin tocar nada todavía –
J – ¿Entramos?, quiero comerte el coño – le susurraba -.
No sé como consiguió separarse un poco y abrir la puerta. Entró ella primero y yo iba detrás por el pasillo. Cómo no sabíamos si había gente en casa ya, llevaba la linterna del móvil encendida y andábamos hacia el cuarto. El pasillo era largo y nuestra habitación estaba al fondo, antes se pasaba por un aseo y otra habitación. La casa estaba en silencio, pero de la habitación antes de llegar a la nuestra, salía una luz tenue, como de una mesilla y la puerta estaba entre abierta. Yo seguía pegado a Ana, íbamos rozándonos, muy juntos, tocando la goma de las braguitas, las tetas por encima de la camiseta, lamía el cuello…íbamos en silencio para no hacer ruido…
Mi idea era llegar lo antes posible a la habitación, cerrar la puerta y follar intentando no montar un escándalo, pero al pasar por la puerta de Diego y María que ya estaban en casa, lo que vimos no nos lo esperábamos…
Voy a hacer otro inciso para comentaros como son Diego y María. Ambos son de nuestra edad, año arriba, año abajo. Diego físicamente se parece a mi, es alto y hace también deporte (él es más de gimnasio) y de rasgos físicos, lleva el pelo más corto y es algo más blanco de piel. María en cambio es bastante diferente a Ana. Es más bajita, aunque delgada y con buen culo también. Tiene el pelo algo rizado, castaño también y los ojos marrones. La verdad es que está bastante morena y tiene un par de tallas más de tetas que Ana.
Volviendo a la historia, Ana y yo, andábamos por el pasillo, calientes…muy calientes y al pasar por delante de la habitación…instintivamente miramos dentro porque la puerta estaba abierta casi entera y lo que vimos nos dejó descolocados. Diego estaba de pie, desnudo con las piernas ligeramente separadas y María estaba en cuclillas desnuda también, salvo porque llevaba todavía el tanga puesto con una mano en el culo de Diego y la otra agarrando la polla mientras se la metía en la boca…. Diego tenía la cabeza hacia atrás y estaba a todo menos a saber que pasábamos por allí y María tengo mis dudas, fue todo bastante rápido, pero vi una sonrisa como sé que estáis ahí y quería que me vierais comiéndole la polla a Diego. No fue mucho tiempo, pero parecía que el tiempo iba muy despacio. María estaba haciendo una mamada de escándalo a Diego, se la metía entera en la boca y le pajeaba a la vez. Diego seguía mirando hacia arriba con los ojos cerrados, disfrutando de la mamada y la verdad que nos quedamos parados en el pasillo sin movernos, mirando….yo seguía con la mano en una teta de Ana y la otra acariciando sus braguitas y ahí se quedaron, ni las quité, ni continué, es como si el tiempo fuera más despacio, salvo por la mamada de María que iba a velocidad normal. El siguiente en darse cuenta de nuestra presencia fue María, miró hacia nosotros y por eso pienso que nos había oído entrar, paró de chupar, pero no se sobresaltó en ningún momento, es más, la última chupada antes de sacársela de la boca fue lenta, como saboreando y cogiendo aire. A continuación,…
M – uuyyy, perdón – en un tono neutro sin sobresaltos, juguetón -, se nos olvidó cerrar la puerta…
Marta seguía pajeando a Diego, despacio como luciéndose. La verdad, que había mucho morbo en la escena. Diego al oír las palabras de Ana, abrió los ojos, bajo la cabeza hacia Ana y luego miro hacia la puerta, pero tampoco se sobresaltó. Yo sólo podía mirar las tetas de María como se movían con la cadencia de la paja que seguía haciendo y como los labios casi rozaban la polla y sólo me imaginaba que era mi polla la que tenía agarrada. Ana por su parte no sé lo que pensó, pero fue la primera que contesto…
A – No te preocupes, ya veo que estáis ocupados. No os preocupeis, que me llevo al cuarto a este a fallármelo y no molestamos…
María asintió a Ana y luego me miró a mi y me guiñó un ojo como diciendo, disfruta del polvo y mírame bien para acordarte de mi mientras follas a Ana.
Ana tiró de mí, yo creo que sólo me dio tiempo a mirar a María, morderme el labio y mirar una última vez sus tetas…
Continuará…
Espero la segunda parte con calentura