Capítulo 11

Las dos a la vez se subieron a la cama y mientras Celia apartando la braga se metió de golpe mi polla en su coño, Noe con cuidado puso su coño en mi boca a la vez que cogiendo con fuerza a Celia del pelo, se morreo con ella, no soltándola, hasta que sintió como me corría, que la llevo a correrse con fuerza en mi boca.

-Celia. – ¿Puedo correrme SEÑOR?

Así terminó el último capítulo…

-Si.

-Celia. -Aggggg, graciassss SEÑOR.

No pudo seguir, Noe cogiéndola del pelo, junto sus bocas, sus lenguas, devorándose la una a las otra, mientras yo sentí en mi boca la corrida de Noe, lo que me hizo llevar mis manos a los pezones de las fofas y enormes tetas de Celia, apretándolas con fuerza, a pesar de tener la boca ocupada, no pudo evitar un gemido de dolor, a la vez que al sentir como me corría nuevamente dentro de ella, volvió a correrse, y esta vez con un squirt tan grande que además de ponerme perdido a mí, puso la cama chorreando. Con cuidado me quite de encima a Noe, pero no a Celia, y cogiéndola del pelo la tiré de la cama, levantándome y poniéndome a su altura me meé en ella, que aún seguía convulsionando, indicándole a Noe que hiciera lo mismo, algo que realizó tras separarme, paso sus piernas por su cara y flexionándose hasta casi poner su coño en la cara, soltó una meada larga e intensa, lo que para nuestro asombro llevo a Celia a correrse otra vez. Las deje, a una temblando en el suelo y a la otra con cara de asombro al ver la forma tan intensa con la que se estaba corriendo Celia, me pegué una ducha rápida, no tardando en salir y viendo como las dos a pesar de estar la cama hecha un asco, se habían tumbado y estaban abrazadas dándose besos y caricias suaves por sus respectivos cuerpos…

-Me voy al otro cuarto PERRAS, vosotras seguid con lo vuestro, mañana nos vemos.

Ambas me miraron y sonrieron, mientras salía de la habitación. Me pudo la curiosidad y abriendo con cuidado la puerta del dormitorio donde estaban Merce y Jaime, me asome lo justo para ver como este estaba a cuatro patas sobre la cama y tras él, de rodillas estaba Merce, que se había puesto unas correas con un dildo que desde mi posición no podía divisar el tamaño y se lo estaba follando y supongo que desvirgándolo, y aunque no me gusto, fui yo mismo el que le dio permiso para usarlo. Cerré con cuidado y me dirigí a la otra habitación, viendo con agrado que la cama estaba hecha, por lo que dejándome caer me metí dentro de las sábanas no tardando nada en dormirme. A las ocho de la mañana desperté al sentir como llamaban a la puerta y al darle permiso, entro Noe, ya vestida y preparada para irse al trabajo.

-Noe. -Buenos días AMO, son las ocho, ya tiene preparado el desayuno, ¿le espero?

-Ufffff, buenos días Nena, no, si te tienes que ir hazlo.

-Noe. -Tengo que pasar antes por casa a recoger mi portátil y mi bolso de trabajo, pero si llego más tarde no pasa nada.

-No, vete, nos vemos a la tarde, ¿comes allí?

-Noe. -Cierto, si no desea nada más, nos vemos un poco después de las seis.

Me levanté y la besé, notando como se estremeció y como afloro una sonrisa en su mirada. Desnudo como estaba, me acerqué a la que iba a ser mi habitación, llevándome la agradable sorpresa de que la habían dejado impoluta, por lo que cogiendo un pantalón de deporte y una camiseta de mi maleta, que estaba abierta sobre una silla, figurándome que el resto de mi ropa estaría colgada, como así pude comprobar más tarde. Me dirigí a la cocina donde estaban los tres desayunando, a los que di los buenos días y viendo que ya estaban instruidos por Noe o por Merce, que en ese momento no existía el tratamiento, por lo que me dieron unos buenos días efusivos, aunque al contrario que Noe, las dos estaban en lencería y Jaime con la braga de la noche anterior de su mujer.

-Celia. – ¿Quieres tomar algo con el café?, aunque solo hay galletas.

-No, luego más tarde, ahora con el café me conformo, ¿Qué planes tenéis para esta mañana?

-Merce. -Debería de ir a casa a dejar la maleta y cambiar el vestuario para estos dos días, el sábado viene mi marido, y aunque se cree que estoy en la playa, ya me ha preguntado si voy a estar en la casa cuando él llegue.

-Celia. -Nosotros tendremos que ir a comprar, que la despensa está vacía Raúl, además así te dejamos tranquilo para trabajar.

-Me parece perfecto, luego cuando acabe de trabajar tendré que ir a mi casa a coger más ropa y efectos personales.

Termine el café algo rápido, pues estaba meándome…

-Sígueme PERRA.

Me levanté y dejando a Merce y Jaime que terminaran de desayunar, me dirigí al cuarto de Celia, entrando directamente en el baño, dejándola pasar, comprobando que habían hablado sobre mis costumbres, sin decirle nada, entro en la ducha y sin quitarse nada, se arrodillo frente a mí, abriendo la boca y mirándome con una sonrisa. Me gustó a la vez que me excito aún más, haciendo que mi polla que ya estaba dura se pusiese más dura. Me saque la poca ropa que llevaba y entrando en la ducha, apunte a sus tetas y empecé a mearme en y tras terminar, la cogí del pelo con fuerza y se la metí de golpe en la boca, follándomela con fuerza, haciendo que varias veces sufriera arcadas, pero aguantando estoicamente. No me quería correr en su boca, lo quería hacer en su coño, así que cuando noté que faltaba poco, su boca es especial, se la saqué y sin soltarla del pelo, la levanté, le hice girarse, apoyar sus manos en la pared y sacándole el culo todo lo que pude, aparte una humedísima braga y de golpe se la metí en el coño, arrancándole un grito de placer.  No tarde en correrme dentro de su coño…

-Celia. -Aggg, gracias SEÑOR, ¿puedo correrme?

-Hazlo.

-Celia. -Me corroooooooo, aggggggggggggg, graciassssssss.

Fue tan fuerte que si no llego a seguir teniéndola agarrada del pelo, se hubiese dado de bruces con el plato de ducha. La deje caer poco a poco, a la vez que abrí los grifos para ducharme, viendo como sacando fuerzas, se giró y se metió mi polla en la boca para limpiarla. Satisfecho de más con su comportamiento, la ayudé a levantarse, le quité el sujetador, y llevándome a la boca sus fofas tetas, las lamí y mordí, notando como su cuerpo se volvía a agitar, la quería premiar, por lo que fui poniéndome de rodillas y empujándola sobre la cristalera de la ducha, llevé mi boca a su coño, atrapando su clítoris, que mordí y saboreé, hasta que…

-Celia. -Aggggg, ¿puedo?

La miré y asentí con la cabeza, no tardando en sentir su squirt en mi boca. Fui levantándome poco a poco, besando cada milímetro de su piel, hasta llegar a su boca, que morreé, hasta que esta vez sin permiso y agarrándose fuertemente a mí, se volvió a correr.

-Celia. – -Tras unos minutos que necesito para recuperarse-, lo siento SEÑOR, no lo he podido evitar, aceptare cualquier castigo…

No la deje terminar…

-Tranquila PERRA, está bien, te has portado muy bien, ahora te dejo que te duches, voy a secarme y a ponerme a trabajar.

La deje, contemplando como en su mirada sólo había felicidad y agradecimiento. Me fui al salón con mi portátil y allí estaban ya vestidos.

-Merce. -Vamos a llamar a un taxi, mi hija se ha llevado mi coche, y me ha dejado las llaves de la cochera y de su coche, así que iremos primero allí y luego los dejaré en algún súper, mientras voy a casa y cuando termine los recojo.

-Me parece bien, luego también iremos a por el mío.

-Jaime. -Nosotros teníamos pensado comprar uno pequeño en estos días, nos íbamos a quedar con el que íbamos a alquilar en Madrid, pero como por suerte todo cambió…

-Jajajaja, tú lo has dicho, por suerte, creo que en principio nos podemos apañar con el mío, teletrabajo y tú te lo puedes llevar, mientras os decidís por el que os guste, mañana podemos aprovechar e ir a ver coches ¿o ya tenéis claro el que queréis?

-Jaime. -Teníamos pensado uno eléctrico, nada más.

En eso apareció una deslumbrante Celia, con una falda negra, una blusa blanca, medias color carne y unos zapatos de tacón negros, y lo más llamativo, la sonrisa de su cara.

-Está bien, ahora iros que tengo que ponerme a trabajar, y antes me tenéis que decir donde ver la clave del wi-fi.

-Celia. -No la se SEÑOR, el router está ahí, junto a la tele y en la mesita de la entrada he dejado un juego de llaves, por si tiene que salir.

-Gracias PERRA, luego nos vemos.

Salieron los tres, mientras Merce llamaba a un taxi, quedándome solo, por lo que no tarde en ponerme a trabajar. Sobre las once y media pare para tomar un café y comer unas galletas, que era lo único que había. No habían dado las dos, cuando desde mi lugar de trabajo, vi cómo se abría la puerta de la calle y entraba el coche de Noe conducido por Merce. No tardaron en entrar los tres, cargados de bolsas, que tras asomarse al salón y saludarme, llevaron directamente a la cocina, no saliendo de allí, al ver que seguía trabajando no quisieron molestar. Al dar las tres de la tarde, paré para comer y me dirigí a la cocina, viendo que Merce y Celia, estaban sentadas en la mesa, mientras Jaime estaba liado con la comida, haciéndome reír, quedaba muy gracioso solo con las bragas y el delantal.

-Jaime. -Hola de nuevo SEÑOR, ¿ha terminado ya?, la comida estará en dos minutos.

-Perfecto.

Me empalmé, solo con verlas, en especial al ver a Celia, con un conjunto de braga y sujetador de encaje blanco, y Merce a pesar de sus kilos no se quedaba atrás, con unas medias azules a juego con la braga y el sujetador. Pero había que comer y seguir trabajando. Comimos relajadamente, el ambiente era muy bueno, cosa que me gustaba, y sobre todo, la felicidad que se les veía en sus gestos tanto a Jaime como a Celia. De cuatro a seis no sentí un ruido, en ningún momento entraron al salón a molestar, lo que me llevó a pensar que tenía que buscar otro sitio para trabajar. Entre en la cocina y estaban de cháchara animada, con un café, parando al verme…

-Celia. – ¿Ya ha terminado SEÑOR?

-Si, ponerme un café mientras viene Noe -acababa de leer un whatsApp que había mandado a las cinco y media, diciéndome que ya venía, por lo que estaría al llegar-, y después iremos a dar una vuelta por Granada.

No había terminado de hablar, cuando sentimos que llamaban a la puerta, comprobando Jaime que era Noe, le abrió la puerta pequeña y la vimos entrar con una maleta.

-Buenas tardes AMO.

-Buenas tardes Nena, ya veo que vienes preparada para quedarte, jajajaja.

-Noe. -Si, hasta el domingo no viene mi hija.

-Perfecto, mientras nos vestimos, tomate un café o un té.

Los cuatro nos dirigimos a nuestras habitaciones, quedándose Noe en la cocina. No tardamos nada en salir y como el coche de Noe es más grande que el de su madre, metimos el de Merce dentro de la casa y nos fuimos a pasear por el Albaicín. Pasamos una tarde bastante agradable, quitando los malos ratos de Celia con el empedrado de las calles del Albaicín, al llevar tacones y no estar acostumbrada, se llevó algún que otro trompicón. Los lleve a cenar a Casa Gabriel, donde Celia nos habló un poco más de sus hijas, de sus nietos, viendo que en su educación no estaban muy de acuerdo, Jaime más de una vez le reprocho con suavidad como eran estas, las veía muy elitistas y subidas, y que ellos nunca habían sido así. Eso me interesaba, pero no entre en ningún momento en la charla, cosa que tanto Noe como su madre si hicieron, poniéndose de parte de Celia y achacándolo a esa generación. Eso sí, aunque no opine sí que estaba de acuerdo con Jaime, para mí más que algo generacional, era clasista. También y al ver como yo asentí, Noe y Merce contaron como me conocían de hacía años y como habían llegado a estar conmigo, haciéndome sonreír al ver las caras de Celia y Jaime, cuando Merce conto su parte. Jaime por su parte también se sinceró, hablo de su sumisión, de que aunque había llevado bien el tenerlo apartado, no olvidado, más de una vez había soñado y deseado que Celia lo dominara, y por una casualidad, no conto esa casualidad, descubrió que su mujer también era sumisa, no era lo que él necesitaba, pero por lo menos, leyendo y viendo videos con su mujer, se desfogaba, por eso para él, el día más feliz de su vida, no fue cuando su sobrina los descubrió, fue cuando les dijo sin pedirles opinión que les iba a entregar a un Amo de Granada. Contó sus inicios, dándome cuenta de que por como lo miraba Celia, esta no tenía ni idea de la mayoría de las cosas que conto, sobre todo cuando hablo con quien se inició y de que no solo había sido él. Como era tarde y me pareció interesante el tema y no quería quedarme a medias, a pesar de las protestas de las tres, di por terminada la cena.

-Vámonos, en casa seguimos, jajajaja.

Pagué la cena anticipándome a Jaime y salimos a coger el coche, haciéndome reír, las caras de disgusto de las tres, pero ninguna se atrevió a abrir la boca, y como yo tampoco lo hice, y siendo cómplice de Jaime, que al ver como se habían quedado, también sonreía. En media hora ya estábamos entrando en la casa, donde nada más entrar, los cuatro se desnudaron.

Estaba cansado pero no tenía sueño, así que me senté en uno de los sillones…

-Yo no quiero tomar nada, pero si vosotros queréis tomar algo…

Excepto Merce que dijo que iba a tomarse un té, los demás no quisieron tomar nada.

-Sentaros y hoy voy a ser bueno con vosotros, porque yo también estoy intrigado, jajajaja, ahora cuando vuelva Merce, vamos a oír esa historia, porque has dejado a tu mujer con una cara que si la pinchan no sangra, jajajaja.

-Celia. -Sinceramente SEÑOR, así es, jamás me ha hablado de cuando empezó o supo que era sumiso, y por mi parte tampoco se lo pregunte.

Una vez sentados todos, y viendo como con la cabeza asentí, Jaime inicio su relato.

-Jaime. -No te lo conté al principio por vergüenza y miedo a que no lo entendieras, luego porque como antes he dicho, fue mi madre quien saco mi lado sumiso, y aunque murió pronto, también sometió a mi hermana -cara de asombro de Celia- y tanto ella como yo pactamos que ese sería nuestro secreto, de hecho desde el día que falleció mi madre, ninguno de los dos hemos vuelto a sacar el tema, hasta que te conocí sí que tuve bastantes experiencias tanto con Amos como con Amas, pero no conseguía nada estable, ninguno conseguía excitarme como lo hacía con mi madre.

-Supongo que no te excitabas porque tu madre sobre todo te castigaba o humillaba con o a través de tu hermana.

-Jaime. -Cierto, pero eso no lo he descubierto hasta que Usted uso a Celia sin importarle mi opinión, porque algo que no dije en su momento, es que cuando Celia siguiendo sus órdenes me mando a ponerme su tanga, al llegar al baño, nada más bajarme los pantalones, me corrí, me corrí como hacía años que no me corría.

Todos, incluido yo, soltamos una exclamación de sorpresa, a pesar de que en su momento Celia me confeso que él era el que más estaba disfrutando.

-Ya hablaremos de eso mañana, ahora ve al grano.

-Jaime. -Perdón SEÑOR, todo empezó a los pocos meses de morir mi padre, yo tenía 18 años y mi hermana 16, mi madre se había vuelto huraña y muy exigente con nosotros, por nada nos gritaba o nos regañaba, hasta que un día llegue un poco más tarde de la hora que ella me había autorizado, a pesar de ser mayor de edad y de estar compaginando mi estudios con el trabajo, seguía teniendo hora, nada más entrar por la puerta ya me temí una bronca, ella estaba sentada en una silla y con su zapatilla en la mano y mi hermana con la cabeza baja junto a ella pero de pie.

Lo voy a narrar con diálogo como si fuese Jaime.

-Madre. – ¡¡¡Qué horas son estas de llegar!!!

-Jaime. -Solo han pasado diez minutos de las once mama, tampoco es para tanto.

No me dio tiempo a decir una palabra más, dejó caer la zapatilla al suelo, se levantó y sin mediar palabra me soltó un bofetón, y cuando aún no había salido de mi asombro…

-Madre. -Jajajaja, si vas a ser igual que el cabrón de tu padre.

Al principio no sabía o no entendía a que se refería, hasta que la vi señalar a mi entrepierna, yo no me había dado cuenta de que me había empalmado. Me quede petrificado, sobre todo al ver como mi hermana no se movía del sitio y por sus mejillas caían lágrimas.

-Madre. -Bájate los pantalones y échate en mis rodillas.

A pesar de doblarle en estatura, a ser mayor de edad y hasta poder mantenerme por mí mismo, algo dentro de mí me hizo obedecer, a pesar de no ser virgen, jamás había sentido mi polla tan dura, así que con mucha vergüenza, más por la presencia de mi hermana que por mi madre, me desnudé e intentando taparme la polla, hasta que llegue a su altura, donde ella con una naturalidad que casi hace correrme, me la cogió con firmeza, para que esta quedara entre sus piernas, y sin miramiento me azoto con su zapatilla, no recuerdo las veces, pero sí que al segundo zapatillazo me corrí, poniendo sus piernas y el suelo perdido. Cuando dio por terminados los azotes…

-Madre. – ¡¡¡Eres tan maricón como tu padre!!! ¡¡¡de rodillas inútil!!!

A pesar de estar muerto de vergüenza, seguía empalmado y eso que me acababa de correr y casi lo vuelvo a hacer al sentir nuevamente a mi madre…

-Madre. – ¡¡¡Y tú a que esperas GUARRA, ya va siendo hora de que pruebes la leche de macho!!!

Sin decir ni palabra, con las lágrimas saltadas, que luego supe que eran de vergüenza de que me diese cuenta de que a ella llevaba usándola desde el mismo día que falleció mi padre, se arrodilló ante nuestra madre y primero lamiendo sus piernas y luego sin que mi madre hablase, lamió la parte de mi corrida, que no era poca, que había caído en el suelo, quedándose de rodillas junto a ella cuando terminó. Y así dio comienzo mi vida como sumiso, porque como luego me confesó mi hermana y he narrado anteriormente, la primera noche tras fallecer mi padre, ella le pidió que durmiera con ella y ahí también descubrió que era sumisa, a pesar de que las primeras noches, la ataba y amenazaba, ella no paraba de correrse. He de decir que yo jamás vi a mi madre desnuda, y tenía prohibido pisar su dormitorio, donde siempre dormían ellas, aunque sí que le gustaba sentarse en el sillón y ver como follábamos, porque yo desvirgué a mi hermana, nos indicaba las posturas, y si no la excitábamos lo suficiente, nos azotaba, o nos hacía azotarnos entre nosotros.

– ¿Y tú hermana, que ha sido de ella?

-Jaime. -Ella al igual que yo, se casó, no tiene hijos, y el trato es muy bueno, de eso pueden dar fe mi mujer y mis hijas, de hecho si no pasa nada, y aunque era una sorpresa para mi mujer, ellos van a venir a su cumpleaños, viven en Burgos.

-Celia. -Es cierto SEÑOR, y ahora no se si podre mirarla igual, jajajaja.

-Merce. -Ufffff, AMO, si me da permiso me corro.

Su salida nos hizo reír a todos, y no dejaba de ser cierto, yo también estaba excitado.

-Solo una pregunta, ¿ayer cuando te follo Merce -se sorprendieron los dos-, no era tu primera vez?

-Jaime. -No, la primera fue mi hermana -rojo como un tomate- con un pepino que luego nos hizo comer mi madre.

-Jajajaja, lastima no haber conocido a tu madre, hubiésemos hecho buenas migas, y ahora a dormir, esta noche la ZORRA de mi suegra es tuya.

Me miro con deseo y como lo entendí, antes de que hablara asentí con la cabeza, por lo que pillando por sorpresa a Merce, la tiró al suelo y como estaba empalmado y tenía la polla fuera de la braga, se puso encima de ella y apartándole la braga, se la metió de golpe, lo que la llevo a un intenso orgasmo.

-Merce. -Me corroooo, ufffffff, menuda PUTA soy, agggggg.

Encadeno varios orgasmos y todos ellos sin permiso, hasta que…

-Jaime. – ¿Puedo correrme?

Asentí con la cabeza.

-Jaime. -Me corrooooooo, agggggg, ufffff desde que la conocí, deseaba hacerlo, ufffff me recuerda tanto a mi madre.

Creo que menos yo, los demás, hasta Merce que estaba como ida, se sorprendieron de sus palabras. Aproveche para levantarme y desnudándome tranquilamente, mientras era observado por todos, hasta que termine y acercándome a los dos, y con la polla dura, me meé en los dos.

-Hoy os quedáis a dormir en el suelo PERROS, nosotros nos vamos a mi cuarto.

Dejándolos allí y siendo seguido por Noe y una sorprendida pero excitadísima Celia nos metimos en mi cuarto y tras cerrar la puerta…

-Las dos apoyad las manos en la cama.

-Celia. -Por favor SEÑOR, deseo que me lo haga al igual que a su mujer.

La entendí perfectamente…

-Si eso es lo que quieres…

Y de un solo golpe, sin lubricación, tampoco es que estuviese muy seco, debido a su excitación, se la metí en su culo, arrancándole un grito de dolor, que rápidamente amortiguo Noe, acercando su cara, sin perder la postura, lo mismo que hizo Celia, aunque esta por necesidad, se morrearon, mientras yo entraba y salía de su culo…

-Puedes correrte PERRA, te lo has ganado.

Sin dejar de morrear a Noe, se corrió, vamos que si se corrió, me puso chorreando con su squirt, momento que aproveché para salirme y cogiendo con fuerza del pelo a Noe, se la metí en su culo, el mejor culo del mundo sabía que ya se había corrido, me di cuenta mientras me follaba a Celia, ella no necesitaba de mi permiso, por lo que tras entrar dos o tres veces en su culo, me corrí dentro, mientras Celia se había derrumbado en la cama. Tras salirme del culo de Noe, cogí del pelo a Celia y tirándola al suelo, no hizo falta que le dijese nada, con una sonrisa, y con trabajo, porque aún temblaba, se metió mi polla en la boca, hasta que la volvió a poner dura. Vi que Noe se había tumbado en la cama, y como al día siguiente al ser viernes tenía que estar en su oficina a las ocho, la deje tranquila, por lo que cogí del pelo a modo de correa a Celia y me dirigí al baño, entrando en la ducha, ayudándola a ponerse de pie, la hice entrelazar sus piernas a mi cintura mientras se agarraba con fuerza a mi cuello, se la metí en el coño, notando como se volvía correr…

-Celia. -Lo siento agggggg, pero no lo puedo evitar…

No la deje seguir, tapé su boca con la mía y sin dejar de besarla me la follé, durante bastante rato, y tras volver a correrse dos veces más, me corrí. Me apoye en la mampara, hasta que note que recuperó la respiración y saliéndome sin soltarla hasta que note que había recobrado la estabilidad, deje de besarla…

-Espera fuera PERRA.

Salió de la ducha y aunque no se lo había pedido se puso de rodillas, feliz y sonriendo, mientras me duché, cuando vio que cerré el grifo, fue a levantarse para acercarme la toalla…

-Déjalo PERRA, ya la cojo yo, y por cierto, a partir de mañana…

CONTINUARÁ…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

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