Capítulo 18
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
-Ducharos, primero que lo haga Lucía y sales a secarte fuera, vamos a hablar un poco tú y yo.
No hable más, solo vi como Lucía entraba dentro de la ducha.
Estaba terminando de secarme cuando entró Lucía…
-Lucía. -Ya estoy aquí SEÑOR…
Así terminó el último capítulo…
– ¿A qué hora has quedado con tu madre?
-Lucía. -No he quedado a una hora en concreto SEÑOR, la tengo que llamar, solo hablamos de ir a comer juntas.
– ¿Quieres que tus padres vuelvan a estar juntos?
-Lucía. -Jajajaja, si esa pegunta me la llega a hacer usted ayer, le hubiese dicho que eso era imposible, ahora no sé qué decirle, no por poner en duda su palabra, pero ellos son iguales, tal y como vi ayer a mi padre, es un esclavo, que más o menos es lo mismo que mi madre, aunque a ella le vaya más el sado.
-Cierto, pero existen diferencias, tu padre no es esclavo, es sumiso, es distinto, pero por encima de todo es obediente a mis deseos, y tu madre puede ser sumisa o esclava, aunque sea sado, y es algo que vamos a averiguar, siempre que te veas capacitada para manejar esta situación.
-Lucía. – ¡¡¡Como!!!
-Tranquila, en todo momento serias guiada por mí o por Jara, y a riesgo de equivocarme, a ti te da igual tener delante a un hombre o a una mujer, y sobre todo te gusta que si es mujer, dominarla, y cuanto más mayor, más te excita, pero delante de un hombre no te sale ese poder, esa dominación.
-Lucía. -Uffff, ha dado usted en el clavo.
-No has contestado a mi pregunta.
-Lucía. – ¿Si me gustaría ver a mis padres juntos?, sospechando sobre sus planes, le diría que sí, sé que por lo menos mi padre aún sigue enamorado de mi madre, lo mismo que se, que si usted se lo ordena sería capaz de cortar del todo con ella.
-Se que eres lista, más de lo que muestras, así que te ofrezco unirte a nuestro grupo como Domina, solo estarías obligada a obedecer a Jara y por supuesto a mí, quedando fuera de tu alcance por ahora Susana y Lu, ellas te mostraran respeto, pero jamás a no ser que yo lo ordene tendrás poder sobre ellas. -En ese momento entro Lu, que había estado escuchando toda la conversación y Lucía fue a hablar. – Espera, deje que termine, que ya se está haciendo tarde y odio la impuntualidad, tú seguirás en tu casa, y tus padres serán tu responsabilidad, te harás cargo de ellos, ojo siempre en privado, ellos ejercerán como lo que son, tus padres, y si me presentan una sola queja referente a eso, pasarías a ser una más, pasando a estar en el escalafón más bajo, además tendrás que terminar la carrera, las notas irán ligadas también a tener más o menos poder, y sin usar a los profesores, si hay que cambiarte de facultad lo haremos, pero eso lo hablaremos en otro momento.
-Lucía. -Sabe que voy a aceptar, pero está usted suponiendo que mi madre va a aceptar, que no se yo…
-No me cabe duda, después de lo que has contado y de cómo es, y por lo que me ha dicho Isa, que lo hará, pero necesito tu colaboración y que lo hagas con firmeza y sin dudas.
-Lucía. -Ufffff, si le digo que noto como me corren los jugos.
-Jajajaja, no lo dudo y tomándolo como un sí, si todo sale bien, te regalare a Mimi en propiedad exclusiva, que también podría revocar.
Toda esta conversación la manteníamos mientras nos vestíamos, viendo cómo enfundaba sus largas y perfectas piernas en unas medias negras, se colocaba un conjunto de braga y sujetador negro muy normal, pero que a ella le quedaba precioso, terminando con un vestido de cuello alto de lana azul y unos zapatos de tacón negros, mientras Lu se ponía unas medias beige, un conjunto blanco de braga y sujetador y un vestido también de lana blanco, la vi emocionada, casi con lágrimas, di por hecho que era debido a ver como también la excluía del poder de Lucía.
-Lucía. – ¿Y que tengo que hacer con mi madre?
-Le dirás que has convencido a tu padre para que la ayude a encontrar trabajo y que anoche en la boda hablo con Pedro, que es jefe de RRHH en la Diputación.
-Lucía. -Si, lo conoce y sabe muy bien quien es.
-Mejor, le dirás que Pedro, quiere hablar con ella en un sitio privado, y que os espera en su casa a las cinco.
-Lucía. -Ufffff, tengo ya las bragas empapadas, allí estaremos, aunque le tenga que dar otra hostia, jajajaja.
-De eso se trata, sabrás cuando dársela, y vámonos, ve pidiendo un taxi, mientras aviso que dejamos la habitación.
Como ninguno tenía que llevar equipaje, no tardamos nada en coger el taxi que había llamado Lu. A la dos menos cinco, estábamos en la puerta del Ojeda, saliendo a nuestro encuentro Julio.
-Julio. -Están todas dentro AMO, como hacía frio Jara ha decidido que lo mejor era entrar y que alguien lo esperara.
-Jajajaja, y te ha tocado a ti.
-Lucía. -Hola papá -dándole dos muy cariñosos besos-, voy a casa – sin que la oyera su padre-, prefiero ir a la casa SEÑOR, así saldrá vestida para la ocasión.
-Si, y no quiero que le des pistas, pórtate como una buena hija, jejejeje, Julio dale tu tarjeta, que invite a comer a tu ex.
Ni se inmuto, saco la cartera y le dio una tarjeta a su hija.
-Lucia. -Hasta la tarde SEÑOR.
Antes de irse me pegue a ella y le pedí las llaves de su casa, y viendo que no quería que su padre se diese cuenta, se pegó a mí para darme un beso y sacándolas del bolsillo de su abrigo, las metió en el mío y echo a andar avenida arriba.
-Julio. -Gracias AMO.
Me sorprendió, pero me agrado.
-Te aseguro que esta tarde noche me las darás otra vez. -Entramos dentro y Julio me llevó a la sala que teníamos reservada, al entrar, casi me corro, no sabría cual estaba más guapa y elegante, hasta Carmen que era bajita y gorda, estaba deslumbrante. – Vamos a sentarnos a comer, que traigo hambre, Raquel llama a Miguel y pide por todos, cosas al centro, a no ser que alguna quiera algo especifico. -Entro Miguel y pidió de todo un poco, además de varias botellas de vino y agua- Ana mientras vienen con las bebidas, habla con Carmen.
-Ana. -Acababa de empezar a hablar con ella cuando ha llegado usted.
Separándose del grupo se pegaron a la ventana y se pusieron a hablar.
-Necesito hablar contigo Raquel, siéntate a mi lado, y al otro Yolanda, que ayer se perdió la fiesta.
Así lo hicieron, y el resto lo hicieron tal y como les indico Jara, le gustaba hacer notar al resto quien mandaba después de mí.
-Raquel. -Dime Raúl.
-Luego a las cuatro y poco nos vamos tú y yo a tu casa, espero que nos esté esperando el cornudo.
-Raquel. -Ya está avisado de que hoy iba a ir usted, pero no le dije hora.
-Escríbele, dile a qué hora vamos a estar allí, y que espero que sepa comportarse como lo que es.
-Raquel. -Puedes estar seguro de que lo sabe y como no le he dicho hora, le he ordenado que lo quiero totalmente desnudo.
-Está bien, cuando terminemos, todas os iréis a casa de Jara, mientras que Raquel y yo vamos a su casa, allí nos tomaremos el café.
En ese momento se acercaron a la mesa Ana y Carmen.
-Ana. -Tiene muchas cualidades Raúl, me ha dejado gratamente sorprendida, creo que tengo el puesto perfecto para ella, pero es un puesto que no va a quedar vacante hasta dentro de un par de meses, es un cargo de confianza, por lo que siempre quedara a expensas de quien gobierne.
-Eso no importa, el caso es meter cabeza, y demostrar que sirve, pues ya sabes Carmen, tienes que aguantar un par de meses más.
-Ana. -No Raúl, a eso iba ahora, le he ofrecido que trabaje en mi casa como asistente, asegurada por supuesto, ella hace las tareas de la casa, que no son muchas, suelo estar poco y mientras le voy mostrando y enseñando cuales van a ser sus obligaciones, pero es la idónea, sabe mucho de arte.
-No se hable más, mañana te despides, ya si quieres o no trabajar mañana es cosa tuya.
-Carmen. – -Con lágrimas en los ojos-, Gracias, sí, me gustaría irme bien, y mañana termino a las seis.
-Pues brindemos por Carmen.
Y como ya nos habían servido el vino, brindamos, siendo yo el más feliz viendo las caras de felicidad de todos.
-Ahora a comer, pero cámbiate con Lu, Raquel.
Sabía que eso le iba a gustar, quería tenerla totalmente enganchada a mí, para no mentir yo también lo estaba. La comida estaba siendo muy amena y distendida, pero eran ya las cuatro de la tarde y aún no habíamos terminado.
-Raquel, tú yo nos vamos, el resto os podéis quedar, por cierto esto lo pagan las madres de los novios.
Las dos con una risa en la boca, asintieron.
-Pero antes de irme, Juani y Carmen de pie, al centro de la habitación y fuera ropa.
Mientras Juani sonreía, a Carmen se la veía nerviosa, pero segura y excitada. Juani se sacó el vestido raso de seda azul que llevaba, quedándose con unos pantys azules y rotos por la parte del coño y un sujetador de encaje azul, me gustaba y mucho lo elegante que era. Carmen simplemente se desabrocho la falda negra dejándola caer al suelo, mostrando que llevaba unas bragas negras, bastante bonitas y a juego con el sujetador que mostró al desabrocharse la camisa rosa que llevaba y unas medias negras que apenas se sostenían en sus gordas piernas, pero al verla así ganaba mucho.
-Yolanda. -Le he indicado sus gustos AMO.
-Ya lo veo PERRA.
Mi intención era follarle el culo, pero allí iba a ser imposible, ya que era bajita y con sus carnes me iba a costar.
-Siéntate en esa mesa PUTA, y tú GORDA, apáñatelas como puedes, pero quiero sentir tu lengua en mi polla cada vez que salga de ella.
Se subió a la mesa no sin trabajo, pero deseosa, me acerque, me baje los pantalones y poniendo sus piernas en mis hombros, lo que hizo que se quedara totalmente tumbada en la mesa, y apartando una chorreante braga, la penetre en un coño estrecho…
-Carmen. -Aggg, gracias SEÑOR, aún no me ufffff, no me lo creo, ufff, aggggg.
Sentí como mi polla se llenaba de fluidos, pues se corrió en seguida, una polla que entre las lamidas de Juani, y sentir como se bebía la corrida de Carmen, cada vez estaba más dura, seguí entrando y saliendo de ella, mientras me fijé en Jara que se había separado de la silla y tenía a Ana entre sus piernas, comiéndole el coño.
-Juani. -No me he tocado AMO, pero necesito correrme no aguanto más, ¿puedo?
-Si GORDA, te lo has ganado.
Y haciendo esfuerzos para no gritar se corrió a la vez que Carmen lo hacía por cuarta o quinta vez, y casi me hace caer, porque las convulsiones fueron tan fuertes, que hicieron que me corriera en un coño, para mi sorpresa, depilado. Me salí, llevando mi polla a la boca de Juani, a la que no le tuve que decir nada, se tiró a ella y la dejo reluciente, pero lo que más me gusto es lo asumido que tenía su papel, pues al separarme de ella se fue al coño de Carmen que aún seguía tirada en la mesa sin poder moverse.
-Jara. -Me corro, ufffffff.
Lo hizo mientras apretaba con fuerza la cabeza de Ana en su coño. Me arregle y sin despedirme, dejando a Carmen corriéndose porque Juani aún seguía entre sus piernas…
-Jara acompáñame fuera, tengo que hablar contigo -Tirándole con fuerza a Ana del pelo se la quito de entre sus piernas, levantándose y bajándose la falda, salió tras de mí- Te las llevas a todas a mi casa, a no ser que alguien se tenga que ir, que no sea Juani e Isa, a ellas las quiero allí si o si, y a las siete le das estas llaves a Julio -se las di-, y cómo va a saber de dónde son, le dices que los quiero allí a él y a Mimi y que cuando me sientan llegar los quiero en posición.
-Jara. -Así lo hare AMO, ¿va usted a dormir en su casa?
-Jajajaja, por supuesto, espero llegar antes de las diez, pero si ves que tardo, pedir algo de cena, ah se me olvidaba, dile a Yolanda que esta noche duerme con nosotros.
-Jara. -Entendido.
Salimos Raquel y yo y cogimos un taxi, no tardando en llegar a su casa, que tampoco era chica, era un adosado a la entrada de Alicante. Nada más abrir nos encontramos al cornudo totalmente desnudo, de rodillas y empalmado, y lo mismo hizo Raquel, se quitó la falda y la blusa que llevaba, quedándose con un conjunto de lencería negro, incluidas las medias y los zapatos.
-Ufffff, pero si ya está empalmado.
-Raquel. -Ha encontrado su sitio AMO, ¿quiere un café?
-Si, pero que lo vaya preparando él, tú llévame a tu cuarto.
La seguí…
-Raquel. -No he tocado nada AMO, ni la ropa del cornudo.
Abrí el armario por la parte del cornudo según me indicó Raquel y sin mirar la ropa, abrí los cajones y tire toda la ropa interior, incluidos calcetines, solo le deje algunos de deporte.
A partir de ahora llevara medias bajo el traje y las bragas que tú te quites el día anterior.
-Raquel. -Así será AMO.
-Quiero que saque el resto de la ropa y que se mude a otra habitación, si no digo lo contrario podrás usarlo cuando quieras, pero también el resto, por lo que podrán venir aquí o reclamarlo cuando quieran, pero jamás en este cuarto, aquí solo dormirás tú y yo cuando me apetezca -solo asentía con la cabeza-, cuando vea la casa te diré dónde va a dormir, vamos a ver tu ropa.
No le deje ni un pantalón a excepción de un par de vaqueros, y fueron muchos, tenía un guardarropa como para vestir a medio país, tras los pantalones fueron bastantes faldas largas, algunas blusas y vestidos, pero mi sorpresa fue que no tuve que tirar nada de ropa interior.
-Raquel. -Hace tiempo que me deshice de todos mis pantys y calcetines AMO, así como de los tangas y algunos conjuntos beige.
-Mira que te costó, jajajaja, además tenemos que hacer sitio para la ropa premamá, vamos a ver los dormitorios.
-Raquel. -Este que hay aquí es el idóneo para el niño o la niña AMO, es el único que está montado, tenemos tres habitaciones más, dos son despachos y uno vacío.
Me los enseño todos, así como dos cuartos de baño más aparte del que había en su habitación, que no vi. Iba a decirle donde iba a vivir el cornudo, cuando llamaron al video portero.
Se sobresaltó…
-Tranquila PERRA, se quien llama.
Al ver quien era…
-Raquel. – ¿También?
No lo dijo mal, al revés, note como se le endurecieron los pezones a través del sujetador.
-Ponte algo y sal a recibirlas, diles que Pedro las está esperando y antes manda al cornudo al salón en posición.
Así lo hizo, y con una sonrisa, me miró…
-Raquel. -Lo siento AMO, es que le tengo ganas a esa.
-Jajajaja, no lo sabía, pero te vas a resarcir, no te entretengas y abre.
Entre al salón y ya estaba el cornudo en el centro, cogí uno de los sillones que había y lo encaré a la puerta, quería ver el espectáculo que me iba a ofrecer Lucía, porque no tenía dudas de ello.
Las sentí hablar y darse los consabidos y falsos besos y como entraban en el salón tras quitarse los abrigos, oportunamente Raquel se había quedado la última, dejando pasar primero a Victoria -así se llamaba, aunque yo no lo supe hasta más tarde-, y tras ella a Lucía. Al entrar al salón y encontrarse al cornudo de rodillas…
-Victoria. -¡¡¡Esto que es!!!
No dijo más, empezó el espectáculo…
-Lucía. -Tu nueva vida ¡¡¡PUTA!!!
Se puso delante, le dio un guantazo en la cara y un puñetazo en el estómago con todas sus fuerzas que la hizo doblarse y caer de rodillas, y aprovechándose de eso, la cogió del pelo, se subió el vestido, apartó la braga y empezó a mearse en su madre.
-Lucía. -Aggggg, ya no aguantaba más, chupa GUARRA o te sigo dando lo tuyo.
Para que mentir, me tuve que abrir la bragueta y sacar la polla de lo dura que se me puso, observe que el cornudo se acababa de correr y Raquel aún no salía de su asombro porque ni se movió.
-Lucía. -Me corroooo, agggggg, vas a ser una buena PUTA, como voy a disfrutar.
-Vale, déjala.
Se separó de su madre que fue a levantarse, pero con la cabeza le indique a Lucía que no.
Le soltó otro bofetón…
-Lucía. -Ni se te ocurra ZORRA.
Estaba llorando, paralizada y diría que aterrada, me fije por primera vez en ella, era muy guapa, y estaba buenísima, con unas tetas grandes y un culo que aunque no lo veía bien, se adivinaba grande y bien puesto. Llevaba, supongo que eso fue cosa de su hija, una falda negra de vuelo y una blusa negra transparente y debajo un top también negro, así como medias negras.
-Tócale el coño.
Se arrodillo delante de su madre, la cogió del pelo que lo traía recogido en una coleta, echándole la cabeza para atrás, le escupió y metió su mano entre sus piernas.
-Lucía. -La muy GUARRA o se ha meado o se ha corrido AMO, ha manchado hasta el suelo, y uffff, su coño esta…
-Poneros de pie.
Se levanto de un salto, pero sin soltar a su madre del pelo, lo que la hizo soltar un gemido de dolor, y una vez de pie ni se movió, su mirada iba del cornudo a mí.
-Veo que te ha gustado GUARRA, y no digas que no, que a las pruebas me remito. -Agacho la cabeza, mientras Lucía se apartó para dejarme frente a ella, y sin más le solté una hostia con todas mis fuerzas, que hasta le hice sangre en el labio- Quien coño te crees que eres, no vuelvas a mirarme más.
Agacho la cabeza, pero su cuerpo, su respiración agitada, sus pezones atravesando el top, decía que estaba disfrutando, y eso aumento mi ego.
-Lucía. – ¿He actuado como usted deseaba?
-Mejor PERRA, estas PERRAS son tuyas, mientras me follo a esta GUARRA.
La cogí del pelo y la arrastre al sillón donde hasta ese momento había estado sentado, mientras veía como Lucía arrastraba a una ya muy excitada Raquel al sofá, sin hacerle caso al otra vez empalmado cornudo.
-Apoya los brazos en el sillón GUARRA y saca el culo.
Me baje los pantalones y con mi polla que iba a reventar, le levante la falda, viendo que llevaba un tanga negro, lo aparte, notando que era puro líquido y sabiendo de su masoquismo, la penetre por el culo, no sin trabajo, pero con la suerte para mí de que estaba lubricado de sus propios jugos.
-Ufffff, que estrecho, tienes un culo perfecto GUARRA, uffff, que placer romperlo.
No hablaba, solo gemía, con la cabeza hundida en el sillón, lleve mis manos a la blusa y con fuerza la rasgue, haciendo lo mismo con el top, y sacándole los pechos de un sujetador negro, empecé a pellizcarlos.
Junto a mí, en el sofá Lucía se había sacado el vestido y estaba espatarrada con la boca de Raquel en su coño.
-Lucía. -Aggggg, SEÑOR, ufffffffff, esto es increíble, aggggg, ya me he corrido dos veces, esta PERRA chupa muy bien.
Ni la escuchaba, yo estaba a lo mío, hasta que note que me iba a correr y apretando con todas mis fuerzas sus pezones, que estaban duros como piedras.
-Me corroooo, agggggg.
Me salí y me dejé caer en el sofá junto a Lucía, mientras Victoria se quedó en la misma postura en la que la deje, sin atreverse a moverse, habíamos dado con una masoquista de cuidado, más incluso que Ana.
-De rodillas junto a esa otra PERRA.
Sin atreverse a mirarme, se fue junto al cornudo e imito su posición. Me reí al verla, con la blusa y el top rotos, las tetas por fuera y el rimen corrido, y también me di cuenta de una enorme mancha en el sillón. Quite a Raquel del coño de Lucía, y como quería dejarle claro a Lucía mi poder.
-De rodillas PUTILLA y limpia mi polla.
De un salto y con una sonrisa se puso a ello, mientras cogí a Raquel y empecé a besarla y a morrearla.
-Para PERRA, en pie, vamos a hablar con la GUARRA de tu madre, ¡¡¡frente a mí, PERRAS!!!
Tanto el cornudo como Victoria se giraron y se pusieron frente a mí, aunque no levantaron la cabeza.
-Mirarme los dos, voy a deciros como va a ser vuestra vida a partir de ahora y también lo que pasara si no aceptáis, voy a empezar por ti, que será más corto, a partir de ya, no dormirás ni tocaras a tu mujer, a no ser que ella te reclame, que lo dudo, vamos a respetar por ahora tu trabajo, debajo del traje siempre llevarás las bragas que se quite tu mujer el día antes, y medias, cualquier cambio tendrá que ser autorizado por mí, Jara o Lucía, -al nombrar a esta, vi asombro en Raquel y terror en Victoria-, no sé si alguien aparte de nosotros sabe que eres estéril, pero no me importa, porque a efectos de todo el mundo, el hijo o hija, será tuyo y lo cuidaras como tal, como te he dicho antes, vamos a respetar el trabajo, y el resto de horas, siempre estarás a disposición de todas, podrán venir aquí o reclamarte, además de que colocaremos cámaras en toda la casa, incluido los baños, también puedes rechazar lo que te ofrezco, y si es así, ahí está la puerta, el divorcio y por supuesto que todo el mundo sabrá que eres estéril y que se lo has ocultado a tu mujer.
-Pedro. -Con permiso de mi SEÑOR, ya había asumido servir a mi mujer, y aún soy más feliz con esta situación, no dude de mi fidelidad y que voy a cumplir con todo lo que se me pida u ordene.
-Gracias, no esperaba menos, y como todas o casi todas saben, el estatus puede cambiar en cualquier momento, por premio o castigo, y tú hasta la fecha me estas sorprendiendo gratamente, y a partir de ya, soy AMO.
-Pedro. -Gracias AMO.
-Ahora te toca a ti, no te voy a preguntar si te ha gustado, que tampoco me importa, ya he visto tu reacción y como has dejado el suelo y el sillón, jajajaja, si estás aquí ha sido a petición de tu hija, que quede claro, ella ha sido quien me ha pedido que te esclavice, y a partir de hoy eres nuestra esclava -la cara de miedo no se le quitaba, aunque la dureza de sus pezones decían lo contrario-, por ahora no vas a trabajar, aunque te anticipo que no te vas aburrir, has de obedecer ciegamente a todo lo que tu hija te pida u ordene, salvo excepciones que ella ya sabe y que luego en tu casa -me miró con asombro-, te detallaré mejor, y al igual que este PERRO, podrás ser usada por cualquiera de nuestro grupo, que ya irás conociendo, con la diferencia de que para usarte sí que tendrán que pedir permiso a Lucía, a mí o a otra tercera persona que ya conocerás, podremos usarte cuando cómo y dónde queramos, hasta prostituirte, porque uffff, ganas me entran de ganar dinero contigo, y como le he dicho a este, puedes negarte, solo tienes que levantarte e irte, pero tu hija se irá a vivir con su padre, por lo que como ya es mayor de edad, dejaría de pasarte la manutención, además de no volver a hablarte ninguno de los dos, y no creo que el paro te dure para siempre y menos que tu familia esté dispuesta a costearte, así que de ti depende, por cierto ¿Cómo te llamas?
-Victoria. -Me quedo, me llamo Victoria, y usted me puede llamar como desee, desde joven he soñado con este momento, no así, no con mi hija, y para serle sincera desde que mi hija me pillo masturbándome, deseaba que pasara lo que paso, que supongo que ya lo sabe, porque siempre borraba el historial, pero al verla pasar a su cuarto y sin saber porque, no lo borre, y cuando me pego, uffff, ella no lo sabe, pero me corrí como en mi vida lo había hecho.
-Jajajaja, y supongo que tú la provocaste.
-Victoria. – -Bajando la cabeza- sí.
-Está bien, se nos ha hecho tarde, quítate ese tanga, jamás lo volverás a usar y dáselo al cornudo. Te quiero con el puesto hasta mañana que te pongas el de tu mujer, esta noche puedes dormir en el otro cuarto, y mañana te quiero en el pequeño de la entrada, hay sitio para una cama y un armario, el resto ya te lo indicara tu mujercita.
-Pedro. -Así lo haré AMO.
Se levanto al igual que Victoria y se puso el tanga de esta, le quedaba algo grande pero no se le caía, lo que era asombroso es que estaba empalmado.
-Vámonos, tapate las tetas GUARRA.
Tanto ella como Lucía se vistieron y nos fuimos.
-Lucía. -Hemos venido en el coche de mi madre AMO.
– ¿Tienes carnet?
-Lucía. -No aún no, ya me he apuntado para sacármelo, pero está supeditado a mis siguientes notas.
-Recuérdamelo, quiero que te lo saques lo antes posible, que conduzca tu madre y nosotros nos subimos atrás.
Me di cuenta de que había asumido su papel de esclava muy pronto, abrió el coche con el mando y acercándose a la puerta trasera nos la abrió. No tardamos en estar entrando en el garaje de su piso, una vez aparcado hizo lo mismo, se salió rápidamente para abrirnos la puerta.
-Desnúdate GUARRA.
Sin hablar, se quitó el abrigo, la falda, y lo que quedaba de blusa y top.
-El sujetador no GUARRA, y tú a qué esperas.
Al igual que su madre, sin hablar, pero con una sonrisa en la boca, se sacó el vestido, quedándose en ropa interior, ninguna se preocupó por si alguien las pudiera ver, aunque pude comprobar que solo podría pasar del coche al ascensor, y este estaba junto a su aparcamiento, porque al llegar a su ático, vi que solo había uno.
Abrió la puerta y nos cedió el paso, siguiendo yo a Lucía que al igual que su madre que se le escapo un “joder”, al ver…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener y someter a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida
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