Un hombre de 35 felizmente casado con un bombón de 29 años de media melena rubia, preciosos ojos verdes y tetas de lujo que a la postre es sexualmente alucinante.
La experiencia que voy a relatar es real y ella desconoce que lo voy a hacer, aunque en alguno de nuestros lujuriosos días la haré participe para disfrute mutuo.
Desde el inicio de nuestra relación debo de decir que el sexo era algo delicioso hasta límites que pudieran parecer irreales, vivíamos y respirábamos para follar.
Un día salió el recurrente asunto de nuestras fantasías sexuales y ella me confeso que era follarse a otro en mi presencia. Describir miS sensaciones es difícil por que me encontré consentimientos enfrentados.
Por una parte mi instinto de macho al que su chica confiesa que le encantaría ser follada por otro, y por otra el lujurioso que alguna vez se había masturbado con imágenes de sexo inconfesables.
Pudo más la excitación, que por otra parte me hizo sentir como liberado al lado de la mujer más excitante que había conocido en mi vida.
A menudo mientras follabamos en pleno delirio fantaseábamos sobre esto, con la indecisa afirmación de que algún día lo llevaríamos a cabo.
Solíamos salir con una pareja de amigos con los que hablábamos sin tapujos de sexo cosa que nos divertía a ambas parejas.
Paso un tiempo en el cual esta pareja tuvo uno de sus habituales mosqueos que se tradujo en un periodo de separación. Nosotros decidimos acompañar a nuestro amigo puesto que necesitaba compañía.
Un día tras unas copas mi mujer me dijo al oído mientras su hermana, su cuñado y nuestro amigo charlaban que hoy quería follar con los dos, se me paralizo la sangre pero un excitante vértigo me hizo aprobarlo conscientemente.
Cuando decidimos irnos cada uno para casa le propusimos a el que se viniese a casa a tomar el último cubata de la noche.
Ya en el coche mi mujer dijo abiertamente que quería follarnos a los dos a la vez.
La reacción de el fue de puro miedo y alego que no creía que pudiese tener ni una erección de lo nervioso que se había puesto.
Llegamos a casa y tras servir el cubata de rigor mi amante esposa dejo caer su vestido a través de su sexy cuerpo diciendo «vamos hacerlo».
Yo con la respiración entrecortada por la excitación con mi copa en la mano me aparte viendo como ella se sentaba en el sofá con mi amigo comiéndole literalmente la boca.
A los pocos segundos el alargó sus manos a las tetas desnudas de mi mujer. Mi linda mujercita bajo con decisión su mano para acariciar la polla de mi amigo, que naturalmente estaba tan tiesa como la mía propia.
Ella llevaba totalmente la iniciativa y le bajo los pantalones a la par que dijo «estoy muy mojada»y tras pronunciar esta frase se introdujo totalmente la polla de el en la boca no sin antes dedicarme una húmeda mirada con sus preciosos ojos verdes, que tan solo recordar hace que mi polla se empalme ahora mismo.
El consiguió articular un comentario completamente hechizado por la mamada y acariciando sus tetas atino a decir «¿tú no participas? Yo conteste que ya habría tiempo para mí.
Ella sin aviso previo se sentó clavándose la polla de mi amigo en su rubio coño.
A los pocos minutos, en los que pude comprobar que hacia gala de su caliente instinto sexual ella pidió mi polla, diciendo «quiero comerme tu polla cariño».
Yo naturalmente accedí. Mi amigo intento apartarse para contener su cercana eyaculación, comentando que quería verme follandomela. Pero ella le agarro por la polla y se la metió en la boca mientras me follaba.
Yo comente que me gustaría verla comiéndonos las dos pollas a la vez, y así fue, ella sentada en el sofá con nosotros a ambos lados y en cada mano una polla las acerco a su boca diciendo «me encantan vuestras pollas». Me retire al rato de estar así intentando contener mi corrida sin resultado, mi leche lleno mi estomago de manera escandalosa.
Ella le pedía a mi amigo que se corriera en su boca.
Mi polla tras la corrida siguió tan tiesa como si no hubiese ocurrido nada, cosa que rara vez me había ocurrido con anterioridad. Y así empapada en mi leche la puse a cuatro patas y la folle por detrás mientras ella aceleraba su mamada a el.
La hipersensibilización de la polla de mi amigo hacía que le costase correrse, me senté y ella se giro metiéndose mi polla y besándome a la vez que me decía «que puta soy ¿te gusta que sea así? Casi no pude ni contestar por que tras escuchar con permiso por parte de el le metió su polla con una increíble facilidad por su culo a la vez que yo estaba en su coño, le pregunto que si le dolía y ella contesto que no que le encantaba.
Mi placer era inmenso con la polla de el dentro sentía una presión alucinante y poco me importaba que sus huevos rozasen constantemente mis pelotas.
Tras unos minutos me corrí de nuevo, y el continuo unos segundos pero ahora en su coño.
Varias veces al salirse su polla del coño yo la introduje cogiendosela con mis manos sin pensar que estaba tocando la polla de otro.
El se sentó y ella le masturbo y chupo hasta hacerlo eyacular en su boca, en un orgasmo tan escandaloso que nos dio hasta risa.
Se giro y con una malicia especial en sus ojos intento pasarme el semen de el a mi boca, yo no quise y ella se lo trago dio un trago a su bebida y después me beso.
Los tres coincidimos que había sido alucinante y el me felicito por la suerte que tenia de tener una mujer tan increíble. Yo al momento volvía a tener una erección y propuse continuar pero ella dijo que no le apetecía al igual que mi amigo.