Una noche de marcha me follo a la camarera de la discoteca

Hola a todos, me llamo José Manuel, soy madrileño y os voy a contar lo que me sucedió este pasado verano en mis vacaciones que pasé en Valladolid con una camarera.

Estuve un par de días en casa de un amigo, ya que me había invitado, y el día que llegué, nos fuimos de marcha con sus colegas, pues bien esa noche me enseñó todos los garitos de la ciudad.

Y esa noche, en la que estaba predispuesto a hacerme a una chica esa noche, y lo conseguí, vaya que si lo conseguí. Fuimos a una discoteca, de la que no recuerdo el nombre, de la que solo recuerdo La Camarera, se llama Eva, es alta, morena, delgada, unos pechos impresionantes y un buen culo.

Pues esa noche, como ya he dicho y habréis supuesto, me la hice.

Estuve hablando con ella, hasta las tantas, entre copa y copa, y a eso del cierre, decidimos irnos a darnos una vuelta los dos juntos.

Seguimos hablando por las calles de Valladolid hasta que llegamos a su casa, a la que me invito a subir.

Pase a su casa, ella se fue a dar una ducha y yo aproveché para ponerme cómodo.

Estaba tan a gusto que decidí ir al baño, para observarla, mientras se duchaba, y de camino escuché como pronunciaba mi nombre de su dulce boca. Pase y me invito a entrar con ella para ducharnos juntos. Eso de ducharnos es un decir porque en la ducha ella me hizo la mejor mamada que me hayan hecho nunca, y por supuesto yo le comí su precioso coñito hasta que tuvo un orgasmo.

Tras secarnos, pasamos a la habitación, en la que hicimos más comidas, nos pusimos ciegos a besos, caricias, abrazos, hasta que empezamos a joder.

Se abrió de piernas e indicándome que fuera hacia a ella para que le metiera mi verga por su coño, empecé lentamente, muy lentamente para ir poco a poco subiendo el ritmo.

Hasta que llegó un momento en que sacó mi pene de su vagina, antes de correrme y se lo metió en la boca, para que me corriese en ella. Y ella se tragó toda mi leche.

Luego me ofreció su precioso culo para que la diese por detrás, y dicho y hecho.

Al principio le dolió pero luego fue algo increíble, según me contó después.

Esa primera noche fue genial, y la segunda algún día la contare.

Me despedí de ella y quedamos en vernos la próxima vez que fuese por Valladolid, y espero que este verano sea como el anterior ya que pienso ir por allí.