Mi oculto pecado familiar

Este relato es totalmente real.

Comenzó hace varios años, cuando yo tenía 14 años, vivía con mi madre y mi padrastro.

Un día por casualidad miré cuando mi padrastro tenía sexo con mi madre.

Desde entonces las imágenes de entonces se me quedaron grabadas.

El llegó bebido y creyendo estar solos empezó por acariciar bruscamente a mi madre, ella parecía sentirse a gusto, de pronto de un golpe le bajó el sostén y quedaron al aire unos enormes pechos que de inmediato empezó a succionar su amante, seguidamente le bajó la falda y pude ver un ligero calzón celeste que al mismo tiempo cayó, por primera vez veía un chocho en vivo y en directo , era hermoso con una mata de vellos casi lacios y una vulva hinchada de la excitación.

El empezó a succionarlos y ella tubo su primera corrida, al rato se levantó y se puso frente a ella y empezó a bajarse el pantalón lentamente hasta que de un golpe salió al aire un enorme trozo de carne.

No supe que pensar al ver semejante miembro, especialmente porque tenía un glande desproporcionado con el pene, mas bien parecía una pelota de golf, era enorme.

Ella sin perder tiempo empezó a chuparlo como loca y al instante el la voltea y empieza a clavársela.

Me daba una rabia enorme ver todo aquello, especialmente porque a mi me trataban no tan bien, y el mis hermanastros eran mas considerados.

Al rato el eyaculó sobre ella y vi por primera vez como era masturbarse, se cambiaron y salieron de la habitación, luego de la casa con rumbo desconocido.

Como yo me encontraba solo ingresé a la habitación me tiré en la cama aún caliente y con olor a sexo y por primera vez empecé a masturbarme recordándome como lo había echo mi padrastro.

Al voltear la s{abana encontré el calzón de mi madre y se encontraba completamente mojado, se habían limpiado con el, no pude resistir y me lo llevé a la boca saboreando una combinación de semen y fluídos vaginales, de pronto tuve mi primer orgasmo, fue brutal, eyaculé como a dos metros, me limpié con el calzón, lo escondí debajo de mi camiseta y salí de la habitación.

Desde entonces buscaba el momento de estar solo para hacerme una paja oliendo la prenda y saboreándolo.

En adelante busqué la manera de vengarme.

Ya tenía 16, mi pene se había desarrollado y el de mi hermanastro también, con la particularidad que la de él era parecido al de su padre, es decir tenía el glande enorme y cada vez que lo veía me recordaba aquellas viejas escenas de mi madre chupándole la polla a su padre.

Un día en un de nuestras primeras borracheras el se quedó dormido completamente mareado.

Tuve que llevarlo a la habitación donde dormíamos, en una de nuestras casas.

Como éramos los únicos habitantes, al ingresar lo dejé tirado en el piso de la habitación, pues en el fondo lo odiaba un poco por ser mas querido que yo.

Al rato me entró la compasión y lo levanté como pude hasta su cama, le quité los zapatos, y cuando le quitaba el pantalón no pude evitar bajar un poco sus calzoncillos quedando al aire su juvenil pene.

Casi inconsciente y con el calor del alcohol empecé a acariciarlo con lo que empezó a crecer lentamente hasta estar completamente erecto, al ver aquella cabeza enorme, no resistí más y previo a cerciorarme que estaba completamente dormido empecé a metérmelo a la boca, de inmediato cerré los ojos

y empecé a sentir la suavidad y delicia de tener y chupar una verga, imaginaba lo que sentía mi madre poder tragarse un pene así, que delicia, no me conformé y me quité el pantalón, quería saber que se sentía tener un miembro adentro, que sentían las mujeres como mi madre, por qué se volvían locas.

Lentamente me fuí sentando sobre la verga erecta, al hacer contacto con mi ano me pasó un temblor por todo el cuerpo, pero mi excitación era más.

Al principio con un dolor y esfuerzo porque no entraba, para aliviar esto puse gel de cabello en mi ano y le eche saliva a la punta de su pene.

Al principio un sufrimiento pero a medida que me movía empecé a sentir un agradable sensación.

Ahora comprendía lo que sentía mi madre tener una polla adentro.

Me levanté y succioné hasta que eyaculó en mi boca, como no despertaba lo limpié y lo tapé.

Al día siguiente, se levantó como si nada hubiera pasado.

Desde entonces cada vez que miraba a mi madre siendo culeada por mi padrastro, me excitaba y bajo cualquier pretexto emborrachaba a mi hermanastro para disfrutar con él.

La cosa no queda allí, después de un tiempo asistimos a un compromiso y todos regresamos bastante embriagados, como siempre mi padrastro hizo de las suyas y luego de contemplar la escena ,estaba bastante excitado, como ellos pensaban que me había ido a la otra casa a dormir y mi hermana estaba de parranda me escondí en su casa, me fuí a la cocina y encontré una botella de vino furioso quería una nueva forma de disfrutar.

Como después de una hora de estar pensando, agarrándome la pieza y bebiendo solo en la oscuridad, decidí un acción atrevida, sigilosamente me introduje en el cuarto donde dormían plácidamente mi padrastro y mi madre después de haber culeado borrachos.

Me deslicé gateando hasta el borde de su cama e introduje mi mano suavemente por debajo de las sábanas hasta tocar con la pantorrilla de mi madre, me quedé quieto un momento y al ver que dormía profundamente continúe subiendo por la rodilla y el muslo hasta tocar con su calzón, como dormía con las piernas semi abiertas acaricié su raja por encima con cautela.

No sé, pero cero que debió sentir y creer que era mi padrastro que le metía la mano, pues en la oscuridad de inmediato se bajo el calzón, yo embriagado y atrevido puse la mano en la raja , húmeda y caliente de mi madre, lo sobé e introduje mi mano, de pronto escuché: ¡SIGUE LUIS, QUE RICO!. Ella creía que era mi padrastro quien la masturbaba.

Yo proseguí con más prisa hasta que ella arqueó su cuerpo dando un suspiro alargado y se reclinó.

Como pude, pero sin hacer ruido salí de la habitación.

Cuando me disponía a masturbarme con lo sucedido escucho un ruido que pone alerta y me escondo en un rincón cerca al bañó. Era ella que se había levantado y se dirigía al baño, al llegar entró y no cerró la puerta.

Todavía embriagada se desnudo de medio cuerpo para abajo, se lavó la raja y el culo , los cuales pude apreciar desde mi rincón a cabalida y regresó a la habitación.

Como ya no soportaba en esa posición de escondido y creyendo que se habían quedado dormidos con las luces de la habitación encendida, me acerque muy cauto y ¡OH SORPRESA!, mi madre le estaba chupando la polla a mi padrastro, tal vez le daba el vuelto por el orgasmo de hace rato que en realidad era obra mía, me quede observando hasta que un ruido en la puerta de la calle llamó mi atención.

De prisa volví a mi escondite.

Era mi hermana que a las 3 a.m. llegaba de la juerga que se había dado y se le notaba embriagada.

Torpemente trató de disimular el ruido, entró , cerró la puerta y cuando se disponía a subir a su habitación, le llamó la atención la luz encendida y se acercó silenciosamente. Yo me apretujé en mi rincón para no ser descubierto.

Se quedó boquiabierta con la escena que se desarrollaba adentro, y lejos de marcharse se apeó para poder apreciar el espectáculo de sus padres culeando como locos.

Mi hermana empezó a sobarse las tetas y luego metió su mano entre sus muslos y dentro del pantalón.

Así estuvo un rato hasta que se puso en alerta, seguro que adentro habrían terminado, en seguida se fué al baño y como también cría que nadie la miraba no cerró el baño.

Se bajó el jean que traía puesto, se disponía a mear.

Que culo más delicioso, blanco y grande , con un calzón blanco muy fino, se limpio de prisa y subió a su habitación.

Yo me encontraba en otro mundo, con todo lo visto mi mente, mi pene y mi cuerpo no soportaba más y elaboré mentalmente un plan.

A los pocos minutos de haber subido mi hermana a su habitación, subí lentamente y le toqué la puerta. Abrió y se sorprendió de mi presencia , me dijo: ¿Qué haces acá, no deberías estar durmiendo en la otra cas? a lo que respondí:

– Sí, debería , pero se me perdió las llaves y decidí quedarme a aquí hasta mañana para abrir la puerta con calma, Que me había despertado con el ruido que hizo al subir, había ido al baño y para mi mala suerte se había cerrado la puerta de la habitación donde estaba.

Le pregunté si tenía una copia y enseguida me hizo pasar para buscar.

Noté que aún con la ropa que había llegado, luego de un rato me dijo que no tenía copia y que tendría que dormir en la sala.

Me rehusé diciéndole que moriría de frio y ella accedió a que durmiera con ella, diciéndome bueno pero voltéate que me voy a cambiar.

Me hice al dormido y ella medio embriagada y yo casi totalmente creyó que por mi estado debía estar en » muerto».

Se puso de espaldas a mí se quitó el polo, los pantalones y se puso un pequeño camisón de dormir, apagó las luces y se metió a la cama a un costado mío.

Esperé como media hora y cuando sentí que dormía comencé mi faena.

Despacio y suavemente deposité mi mano derecha en su muslo y suavemente fui subiendo.

Al llegar a su raja por encima del calzón noté que estaba mojado, era la prueba que estaba excitada por todo lo que había visto.

Por encima introduje mi mano y estaba disfrutando tocándola ,cuándo ella despertó.

De un empujón me tiró de la cama y me dijo .

-¿Qué haces ,estás loco? –

Su voz entrecortada y susurrante me excitó más

-Calla- le dije- no digas nada

Mis manos se posaron en sus senos, ella estaba de espaldas, acerqué mi cintura a su trasero y posé mi verga sobre su culo que aún tenía el calzón puesto y le susurré en voz baja:

-¿Has visto como lo hacían, como disfrutaban?

– Sí- dijo- son unos desmadrados.

-Ahora nos toca a nosotros- le dije-

-Hazme lo que quieras. mejor hazme como le hace él a ella- me respondió-

La puse de rodillas le saqué el camisón y me lancé conta sus tetas que estaban bien duras, fui bajando por su ombligo hasta llegar hasta su monte de venus, tiré para atrás y saltó al aire un abultado clítoris lo cual chupé con desenfreno, al rato ella me apretujó sobre sus músculos y se corrió. Me tocaba a mí.

-Chúpamela – le dije- como chupa la zorra de tu madre

Se metió mi pene a su boca y lo mordisqueó, lo besó y empezó a implorar:

-¡Métemela, por favor métemela, hazme sentir como siente ella, soy tuya!

-Mira, este culo será siempre tuyo mi amor , cuando tú quieras

-Hazme disfrutar como disfrutaba esa zorra.

Yo sin esperar de un solo golpe se la clavé y empecé a cabalgar como loco, cuando estuve a punto de explotar ella me detuvo diciéndome

-Aún no, no acabes, quiero que me des por el culo, quiero que seas mi primer hombre que rompa el culo.

La volteé en seguida y sin perdida de tiempo me sumergí en su culo, lo besé, le introduje mi lengua y cuando estuvo dilatado se lo metí lentamente, me moví un rato hasta que no pude más y eyaculé dentro de ella.

Tuvimos un orgasmo delicioso juntos.

Le dije finalmente que me tenía que ir para que no sospecharan y que lo de la llave era mentira. Ella sonrió aún con los efectos del sexo y el alcohol me guiñó el ojo , me dió un beso y me dijo

-Perro , vuelve mañana.

Desde entonces comparto esta vida incestuosa bisexual y voyerista.

Espío a mis padres cuando tiene sexo y luego hago lo mismo que hicieron ello con mi hermana y mas tarde me como el trozo de mi hermanastro.