Sexo en carnaval

Me llamo Juan, soy moreno, mido 1,80 m, de espaldas anchas y no soy ningún guaperas, mas bien corrientito.

En la época de este relato, en el año 1993, tenía 20 años y estaba mejor físicamente, ya que jugaba a baloncesto en un equipo de categoría regional.

Tengo que decir también que era bastante tímido con las mujeres, enfermedad que «curaba» pillándome unas cuantas copas.

Era la noche de Carnaval y salimos una pandilla de amigos (todo rabo, como se decía en aquella época) todos disfrazados de monjes, con la cara descubierta.

Como es natural para entonarnos empezaron a caer cuba litro tras cuba litro.

Cada vez mas achispados fuimos hablando con diferentes tías, algunas conocidas y otras no.

De repente empecé a hablar con dos chicas disfrazadas de diablesas sin conocer ni sus nombres ni nada.

Estuvimos hablando hasta que propusieron ir a otro bar.

Yo, bastante achispado y presintiendo que allí había rollete le dije a los colegas que nos fuéramos al bar que querían esas tías y me fui con ellas. Les pregunte el nombre y me dijeron que se llamaban Laura y Marta.

Por culpa del maquillaje, del disfraz y del pedo que llevaba no pude verlas bien pero a pesar de todo para un rollete no estaban mal.

Laura era morena, mediría, 170 y delgada, con un buen tipo, y unas piernas estilizadas y muslos bien torneados, no parecía tener muchas tetas pero como se dice vulgarmente tenia un polvo.

Marta era morena, más bajita, 1.60 y más gordita, con unos muslos carnosos y unas tetas bastante grandes, la típica tía a la que no haces caso hasta que llevas un pedo descomunal y estas mas salido que el pitorro de un botijo.

De camino al bar, nos separamos del grupo y entramos en otro bar y pillamos un cuba litro entre los tres.

Como en ese bar había mucha gente estábamos apretujados y cuando empezó a pasar gente al lado nuestro me encontré con que las tetas de Marta me estaban frotando él estomago.

Yo ya empecé a ponerme a cien. Les propuse ir al bar donde estaban mis amigos porque tenía que conseguir que un amigo se enrollara con Laura, ya que me parecía que con Marta iba a conseguir más.

Cuando llegamos al bar convencí a dos amigos, Víctor y Rubén para que intentaran ligarse a la que estaba más buena. Cuando le empezaban a dar palique le dije a Marta que si nos íbamos fuera, a lo que accedió.

Nos fuimos fuera del bar, hacia unos bancos que había en un parquecito enfrente del bar y empezamos a hablar y me dijo que esa noche estaban ellas dos solas en casa de Laura y me guiño un ojo.

Yo ya estaba que no podía mas y me empecé a enrollar con ella.

Comenzamos a juntar nuestras bocas y lenguas. Yo cada vez más cachondo le empecé a sobar el culo, que era bastante grande y rellenito.

Ella me empezó a chupar el cuello, sin saber que es mi punto débil, que cuando lo hacen me pongo cachondísimo.

Empezó a besarla con mas pasión y fuerza mientras mis manos le sobaban las tetas.

Ella me dijo que no, que parara que nos podía ver cualquiera, con lo que a duras penas pude contenerme.

De todas formas seguimos morreando y sobándonos un poco.

La verdad se la veía que estaba cachonda, pero le cortaba estar a la vista de todos los que pasaban y no podíamos irnos porque tenía que ir con Laura para poder entrar en su casa.

Seguíamos enrollándonos cuando vino Laura, sola y con cara de mala leche y diciendo que quería irse.

Yo con un calentón de cuidado veía que de la posibilidad de tirarme a una tía pasaba a quedarme sin ni siquiera un rollete, así que empecé a preguntarle que le había pasado y me dijo que mis amigos eran unos gilipollas, que habían pasado de ella y se habían largado con otros colegas a hacerse unos petas.

Hablando y hablando le dije para ir los tres a otro bar y a que me parecía que Laura lo que tenía era ganas de marcha.

Allí recurrí a la vieja táctica de intentar emborracharlas. La que más bebía era Laura y estaba empezando a pillar un pedo cojonudo.

Empezaron a tocar unas canciones de salsa y baile, primero con Marta, a la que sobé descaradamente el culo y con la que me frote, produciéndome el enésimo empalme de la noche y luego con Laura, que ya bien cargada de alcohol se empezó a frotar contra mi paquete, yo que también iba bastante cargado le cogí el culo y la apreté contra mi dureza.

Ella cachonda me dio un morreo de flipar. Yo ya me había olvidado de Marta y solo tenia manos y ojos para Laura.

Cuando acabo la canción y nos separamos la vi, enfadada y cogió a su amiga y le empezó a decir no sé que cosas.

Por suerte para mí vi a Marcos, que es hermano de una ex novia mía, con el que no me llevaba mal, aunque me parecía un poco chulo.

Le comente rápidamente la situación que estas dos estaban solas en casa y que me había enrollado con las dos y que podía haber posibilidad de folleteo, pero que para que eso ocurriera tenia que enrollarse con Marta.

Marcos me dijo que un polvo es un polvo y rápidamente se lo presente a las dos, que estaban con cara de cabreo la una con la otra.

Marcos es mas bajo que yo, 1.65, rubio y delgado y con una cara de crío que pone a muchas mujeres, y también he de reconocer que con bastante labia, por lo que enseguida empezó a hablar a solas con Marta.

Yo mientras tanto me puse a bailar con Laura y aunque al principio estaba un poco rígida poco a poco se fue soltando y empezamos a darnos el lote.

Vimos a Marcos y a Marta darse el lote y le dije que porque no nos íbamos a un lugar mas intimo y ella me dijo que no podía porque tenía que irse con Marta, ya que iba a dormir en su casa.

Le pregunte que si había alguien en su casa y ella tras pensarlo unos segundos me dijo que no. Le propuse irnos a su casa, pero no estaba del todo convencida.

Yo le dije que no iba a violarla ni nada parecido, que tomaríamos algo tranquilamente y que nos enrollaríamos y que si no quería nada mas que no iba a pasar nada. No muy convencida se fue a hablar con Marta.

Al rato vinieron y nos dijeron que nos fuéramos a casa de Laura.

Este era un piso con tres habitaciones, la de sus padres, la de su hermana mayor, que estaba estudiando fuera y la suya y un salón comedor con un sofá grande y confortable.

Lo primero que hicieron fue irse al baño ellas dos y nos dejaron a Marcos y a mí tomándonos una copa.

Cuando vinieron, después de un buen rato, venían con casi todo el maquillaje quitado y pude observar que Marta tenia una cara redonda y gordita pero a pesar de estar un poco gordita, con cierta belleza, mientras que la de Laura era más angulosa y más llena de granos, pero yo tampoco era perfecto y en ese momento lo que menos me preocupaban era que no fueran unas modelos.

Marta se sentó encima de Marcos y empezaron a darse el lote en un extremo del sofá y yo hice lo mismo con Laura en el otro.

A los pocos instantes Marta cogió la mano de Marcos y se lo llevo de allí en dirección a la habitación de la hermana de Laura.

Esta y yo seguimos enrollándonos, y al estar solos empecé a meterle mano al culo, que era más pequeño, duro y apetecible, intente profundizar mas, pero ella me dijo que no.

Seguí entonces morreando con ella y sobándola por encima cuando oímos unos ruidos en la habitación de la hermana de Laura.

Laura se levanto y fuimos a investigar. La puerta estaba semicerrada y empujándola un poco la abrió lo suficiente para ver a Marcos, desnudo y arrodillado frente a la cama comiéndole el coño a su amiga, que estaba desnuda y echada en la cara gimiendo y no parando de moverse y sobarse unas tetas enormes.

Con los ojos semicerrados y la espalda arqueada parecía una artista de una peli porno, aunque más gorda.

Yo después del rollete que estaba teniendo y de ver esto ya estaba a mil, por lo que situado detrás de Laura me apreté contra ella y puse el bulto de mi paquete en su culo.

Ella sin dejar de mirar lo que hacían los otros dos empezó a restregar su culo contra mi paquete y a coger con sus manos mis caderas empujándome contra ella.

Yo ni corto ni perezoso empecé a sobarle las tetas con mi mano derecha sobre el disfraz, mientras que la izquierda la dirigí a la raja de su falda en dirección a su chocho.

Al llegar a este ella separo un poco mas las piernas y yo empecé a frotárselo por encima de las bragas, movimientos a los que correspondía apretando su culo contra mi polla y moviendo un poco las caderas.

Decidí aprovecharme de la situación y le baje las bragas. Le separe un poco mas las piernas y me senté en el suelo, de espaldas a Marcos y Marta pero enfrente del coño de Laura, la cual estaba con el disfraz puesto y agarrada a ambos lados del marco de la puerta.

Su coño era peludo, pero se le notaban los labios mayores hinchados y por el olor que ya estaba mojada.

Me situé justo junto a sus piernas y ella flexiono un poco las rodillas para que mi boca quedara a la altura deseada.

Al estar en cuclillas tenia los labios abiertos, menos mal, ya que necesitaba mis manos para sostenerme, a pesar de estar sentado.

Sin dudarlo y excitado por esa visión y ese olor a coño mojado empecé a chupárselo con unos suaves lametones, incrementando la presión de mi lengua y la rapidez de la misma.

Con mis lameteos en su almeja, ella empezó a mover las caderas de forma suave y acompasada, incrementando la velocidad según seguía chupando sus labios y su clítoris.

Leves gemidos se le escapaban y estos debieron ser escuchados por los otros dos, ya que escuche a Marcos decirme sigue así que esta gozando como una perra.

Vernos así en el marco de la puerta debió excitarles mucho ya que a los pocos instantes empecé a oír unos gemidos más fuertes y oír unos movimientos que me hicieron pensar que estaban follando.

Laura excitada al máximo por lo que estaba haciéndole y por lo que estaba viendo se corrió, gimiendo en unos quejidos entrecortados y luego un gemido sostenido y apretándome la cabeza con sus muslos y flexionando las rodillas debido al orgasmo, posición de lo mas incomoda para mí.

Cuando aflojo los muslos, yo me incorpore, escupiendo los pelos de su chocho que tenia en la boca, y mire a los otros dos follando en la cama, Marta debajo y Marcos encima moviéndose a un ritmo en el cual yo calcule que no tardaría mucho en correrse.

Totalmente empalmado me quite la sotana y bajándome los pantalones y calzoncillos.

Mi polla, por desgracia para mi no es como la de otros relatos, solo me mide unos 14 cms. y medio y de un grosor regular y encima cuando me empalmo se curva un poco hacia arriba, lo que suele hacer un poco de gracia a algunas tías, pero es la que tengo y le saco todo el partido que puedo.

Le dije a Laura que le tocaba a ella darme placer a mí, ella me dijo que nunca había chupado la polla a nadie y que le daba asco.

– ¿y Follar? Dije yo desesperado.

– Eso si que ya lo he hecho. Me respondió.

– ¿Quieres que lo hagamos?.

– Si, pero tienes que ponerte un condón.

Menos mal que siempre llevo un condón en la cartera, me dije a mí mismo. Lo saque y le dije que porque no me lo ponía ella, a lo que se negó.

Le propuse ir a otra habitación para tener mas intimidad pero no quiso, ya que le excitaba mucho ver follar a los otros. Por lo menos quítate el disfraz mientras yo me pongo el condón.

Lo hizo y pude verle bien el cuerpo. Tenía buen tipo, delgada y con unas piernas casi perfectas. Los pechos pequeños para mi gusto, un a talla 80 u 85, con unos pezones de regulares dimensiones.

Cogió la silla del escritorio y la puso junto a la pared, enfrente de la cama donde Marcos y Marta follaban.

Se puso con el culo pegado a la pared y subió la pierna derecha en la silla dejando el coño abierto y dispuesto para que yo lo penetrara.

Me acerque a ella con la polla en la mano y flexione un poco las rodillas para embocar la entrada de su almeja y poco a poco fui empujando penetrando dentro de ella.

En esto oigo detrás de mi decir a Marcos, Me corro Me corro AAAAAAAHHHHHH.

Yo no podía ver la escena, ya que estaba bastante ocupado metiendo y sacando mi polla y sujetándome para no caer y que ella tampoco.

Debido a la posición las penetraciones no eran muy profundas pero su clítoris rozaba con la base de mi polla dándole placer.

Después de 5 minutos en esa postura yo ya me estaba cansando y ella a pesar de que estaba disfrutando también.

El ritmo de mis penetraciones empezó a disminuir un poco por lo que dándose cuenta Marcos y Marta, que nos estaban mirando nos acercaron y nos dijeron que fuéramos para la cama, pero que me la llevara ensartada en la polla.

Marcos cogiendo a Laura con una mano del culo y el otro en la pierna izquierda me dijo que la apretara con mi cuerpo contra la pared y le cogiera el culo con mis manos para sostenerla.

Yo lo hice y él le levanto una pierna pasándosela por mi espalda, mientras que Marta le ayudaba con la pierna que estaba en la silla.

Con Laura ensartada en mi polla me fui moviendo hacia atrás despacio hasta que al llegar al borde de la cama le agarre de las caderas para que poco a poco fuera quitando las piernas de mi espalda y me pudiera echar boca arriba.

Gracias a la ayuda de los dos logramos nuestro objetivo, aunque todavía no se como. Laura encima de mi se puso a horcajadas y me follaba cabalgándome en penetraciones bastante mas profundas que las anteriores acelerando poco a poco el ritmo.

Marcos se arrodillo en la cama y empezó a chuparle las tetas a Laura y esta mientras incrementaba el ritmo de la cabalgada se puso a menearle la polla.

Marta, ni corta ni perezosa se acuclillo con sus piernas entre mi cara poniéndome el chocho a la altura de mi boca.

Este era mucho más peludo y con unos labios menores más gruesos y más colgantes y a pesar de que no sabia si Marcos se había corrido dentro de ella, ni si lo habían hecho con condón o no, debido a mi excitación empecé a chupárselo.

Yo debido a mi situación no podía ver nada, pero Laura estaba muy excitada ya que el ritmo que llevaba era impresionante y la mojadura del coño de Marta no se quedaba atrás.

Sin poder resistir mas me corrí dentro de Laura (menos mal que llevaba condón) y esta notándolo por mis espasmos me dijo aguanta un poco mas que ya me viene y acelerando un poco mas, parecía casi imposible, siguió la penetración.

La situación era tan excitante que mi polla solo se desinflo un poco pero entre la edad, que llevaba mas de 6 meses sin follar y estar follándome a una mientras le comía el coño a otra volvió a recuperar la rigidez.

Muy poco tiempo después de correrme Laura empezó a moverse de forma incontrolada dando pequeños grititos entrecortados y emitiendo un largo gemido y con una penetración muy profunda y violenta se corrió apretando y relajando con los músculos de la vagina mi polla y dándome un placer parecido al del orgasmo.

Marta se me quito de encima y saque mi polla del coño de Laura, que no dejaba de pajear lentamente a Marcos.

La leche de mi polla mojaba el condón que no estaba bien colocado y le dije a Laura que convenía que pidiera la píldora del día después, porque no sabia si se había quedado dentro algo de semen.

Ella le dijo entonces a Marcos que ya que tenía que tomar la pastilla que quería follárselo sin condón.

Marcos tenía una polla recta, no mucho mas larga que la mía pero si más gruesa, no dudo un minuto, la cerco al borde de la cama y poniéndole una almohada a la altura de las caderas para elevarle la pelvis se puso de pie y empezó a metérsela.

Marta me dijo que cuando quisiera ella también quería mas caña.

– No tengo mas condones, le dije.

No importa, antes follamos sin condón aunque Marcos se corrió fuera, ya que voy a tener que ir con Laura a por su pastilla, que más da que pida otra para mí.

Si quieres puedes correrte dentro de mí. Dijo ella, subiéndose a la cama y poniéndose a 4 patas encima de Laura y empezado a comerle las tetas, dejándome el espectáculo de su gordo culo y de su vulva entreabierta.

Ante una invitación así de una desconocida, he tenido 2 en casi 30 años, me subí a la cama y le abrí un poco más las piernas.

Me arrodille con la pierna izquierda y con la derecha semiflexionada le introduje la polla, lentamente y con mucha fricción, provocándome un placer fuera de lo normal.

La penetre muy despacio ya que si me aceleraba un poco me correría enseguida, debido a lo cachondo de la situación.

Yo veía como Marcos se follaba a Laura, mientras yo a Marta y ellas entretanto estaban comiéndose las tetas la una a la otra.

La situación era muy excitante y vi que Marcos quería bajar un poco el ritmo pero Laura no le dejo, ya que anudo sus piernas a su culo y le atraía hacia ella moviendo las caderas a un ritmo desenfrenado.

En esto veo a Marcos echar la cabeza hacia atrás y decir me corro, me corro, aaaaahhhhh, y acto seguido Laura se puso a gemir y con una serie de grititos y un gemido profundo y unos movimientos pélvicos espasmódicos se corrió.

Yo ante ese espectáculo y la posibilidad de que me diera un calambre en las piernas, empecé a penetrar a Marta más rápida y violentamente.

Laura acabado el orgasmo ayudo a Marta, chupándole las tetas y con una mano acariciándole el clítoris y los labios mientras yo seguía con mi polla en su chocho, penetrándola por detrás.

Poco tiempo después de que ellos acabaran Marta se corrió, arqueando la espalda y elevando el cuello mientras emitía un MMMMMM profundo.

Yo ya sin poder aguantar mas aceleré un poco mas las penetraciones y me corrí dentro de ella.

Ya hechos polvo, nos echamos los 4 en la cama y nos besamos y les chupamos un poco las tetas a las dos, aunque Marcos mas a Laura y yo mas a Marta. La sesión acabo al poco rato, todos muertos de cansancio.

Yo al día siguiente tenía unas agujetas que no podía conmigo.

Marcos y Laura estuvieron saliendo durante una temporada y a Marta, que se fue a estudiar fuera solo la volví a ver otra vez.

Esta fue la única vez que me folle a 2 mujeres a la vez o que estuve en una orgía, pero quizás eso hace que lo recuerde mejor y con mas excitación.

Espero que a vosotros también os haya gustado y espero vuestros comentarios.