Bajaban cargadas con bastantes bolsas de ropa, al ver que estábamos en el porche, las cuatro entre risas, se acercaron, soltaron las bolsas y sin dejar de reír, una a una, se fueron poniendo ante mí, siendo la primera Lidia…
Así terminó el último capítulo…
El día que conocí a Gina vestía un jean super apretado que acentuaba su cola y una camisa escotada que sugería más de lo que mostraba, desde ese primer día meterme en su cama se volvió para mí casi una obsesión.
Con cariño la llevé al sofá y dejé que se tumbara y me fui a ver quién me acababa de llamar, llevándome la sorpresa porque no esperaba que fuera…
Así terminó el último capítulo…
-Celi. -Lo siento, perdón me corrooooooo aggggg, perdón mama, ufffff no lo puedo evitar aggggg. Deje a Celia, entrando en la ducha, sin dejar de obsérvalas, viendo con gran placer cómo Celia… Así terminó el último capítulo…
Otra vez me mantienes pendiente de tus mensajes, contando los días y minutos, sin ti me vuelvo loca, solo me antojas al ver tus mensajes calientes y a veces tus videos o fotos de tu verga dura…
Tumbada sobre su espalda me puse sobre ella y fui directo entremedio de sus piernas abiertas, me metí a besar sus muslos, iba acercándome a mi meta centímetro a centímetro con mis labios y lengua, pero al ver su rostro se cruza en mi vista esas tetas que tantas noches besé...
Deseaba sentir el cinturón de piel impactando en sus nalgas, dejando a un lado su papel de madre y esposa ejemplar, para transformarse en algo sucio y vulgar, que merecía ser disciplinado.
"- ¿Qué te hubiera gustado ver? ¿Qué parte de mí te gusta más? Si tuvieras solo una oportunidad, ¿qué parte de mí besarías primero? Seguro que has fantaseado, ¿no?"
Una vez estuvimos a menos de un segundo de ser descubiertos por otra de mis hermanas mayores cuando jugábamos mi hermanita y yo todos los sábados con mi pene.
Begoña estaba loca por llegar a casa y masturbarse, el roce con los zapatos en vez de calmarla le había puesto más caliente. Esta nueva experiencia la había puesto muy cachonda y necesitaba una satisfacción. Caminaba por la calle, esperando llegar a casa, estaba ansiosa.
Anita me volvía loco en el instituto. Han pasado diez años y me la he vuelto a encontrar en las redes sociales. Creía que era mi momento, pero ahora creo que en realidad era el suyo.