Todo empezó cuando nuestra relación sexual entró en una fase de estancamiento. No fue algo premeditado ni mucho menos comentado pero éramos conscientes de que el momento de abrir una nueva puerta hacia nuevas formas de placer había llegado.
La primera gran pista llegó cuando, supongo conscientemente me encontré el portátil de casa encendido y al maximizar las páginas escondidas en el menú me encontré con una web de contactos bastante famosa donde se ofrecen diversos tipos de intercambios sin cobrar ni pagar nada. Si anuncio rezaba así «mujer de 40años muy morbosa busca hombre o pareja para sexo esporádico». Seguidamente se ofrecía la forma de contactar a través de email. Pude leer los mensajes enviados y 4 o 5 contestados, en uno de ellos se especificaba un lugar y fecha concreta, de hecho el siguiente lunes por la tarde que coincide con la hora de salida de su trabajo entorno 4-6 tarde. El lugar era un buen restaurante situado a unos 40km de distancia y además la reserva del hotel corría a cargo de mi chica. El elegido fue un comercial de la provincia limítrofe de bastante buen ver. Musculado y bien vestido.
Al principio dude en que hacer pero conforme se acercaba el día junto a la excusa de que esa semana saldría todas las tardes sobre las 6.30 de la tarde me invitaron a desear llevar a cabo algo que en ocasiones habíamos comentado referido a tener sexo con otra persona mientras que uno de nosotros miraba.
El día llegó así que me adelante a la hora, aparqué mi vehículo donde no fuera visto y desde fuera del restaurante pude ver la escena sin poder escuchar nada de la conversación, seguidamente pagaron y se levantaron con un gesto de amabilidad y unas miradas cómplices. Muy juntos se dirigieron andando al hotel cercano intercambiándose miradas y roces entre sus manos. Al entrar al hotel me quedé retirado pero lo suficiente para poder escuchar el número de habitación que el recepcionista les indicaba. Ambos subieron por el ascensor yo por las escaleras. Entraron en la habitación y observando las posibilidades me di cuenta que por la parte externa se comunicaban las terrazas de cada habitación así que contando el número de habitaciones entre la suya y la última del pasillo me dispuse a ir moviéndome entre ellas contando con la suerte de que a esa hora estaban desocupadas. Me sitúe justo en la anterior agazapado para no ser visto con la suerte de que era una tarde calurosa del mes de mayo por lo que abrieron la puerta corredera de cristal del balcón dejando la cortina entreabierta. Ambos se desnudaron rápidamente excepto la ropa interior, que para mí sorpresa me era desconocida un maravilloso conjunto de una pieza roja con encaje, medias a juego y zapatos de tacón. El hombre que debería de tener unos 35 años en calzoncillos boxer negros y calcetines. Mi chica comenzó a darle órdenes! ponte a cuatro patas y no te acerques hasta que te lo órdenes! Pasado unos segundos!ven aquí y lame lentamente desde la parte baja de mi tacón hasta mi entrepierna… pero muy despacio sino quedo conforme te impondré un castigo. La escena se desarrollo según lo hablado y al terminar volvió a ordenar! túmbate boca arriba sobre el suelo con tus piernas entreabiertas. Seguidamente colocó su tacón sobre sus testículos presionando de diversa manera sin dejar que pudiera expresar emoción alguna. Al terminar volvió a ordenar…te has portado correctamente por lo que te permito que te quites los calzoncillos te los metas en la boca y te masturbes frente a mi el tiempo que yo desee, mientras ella se recostó en el sofá orejero tocando sus pechos primero y luego estimulando su clítoris..
Al pasar unos dos minutos dijo! túmbate en la cama boca arriba y tapa tus ojos con tus calzoncillos, no puedes hablar y solo puedes seguir mis indicaciones. Elles situó sobre su cabeza inclinando su cuerpo de tal forma que dejó caer su culo sobre la cara del chico y con movimientos irregulares restregaba su coño afeitado y su culo por toda la cara deteniéndose a gusto sobre su lengua que con fuerza lamía y absorbía el jugo desprendido de su cada vez más húmedo coño. Al rato cogió con fuerza su miembro con su mano derecha y comenzó a dar fuertes sacudidas hacia arriba y abajo. El chico comenzó a emitir pequeños sollozos de placer que ella silenciaba sentándose con más dureza sobre su cara. Al final si última orden fue! Quiero que me folles a cuatro patas, ponte este preservativo y ten en cuenta que quiero 5 minutos de penetración. No te puedes correr si lo haces correctamente te diré como lo harás. El chico lleno de lujuria y deseo se dispuso a emprender la cometida con grandes y fuertes sacudidas que hacían chocar sus partes contra el culo de mi chica mientras ella mirando un reloj le decía el tiempo que llevaba..30 segundos..un minuto..dos minutos.
El chico extenuado por el frenesí no pudo aguantar tanto y sacando su larga polla se corrió entre su culo y el suelo. Mi chica se giró estupefacta y se lo recriminó al decirle ya no volveremos a vernos y debes de chupar con mucho esmero el desastre que has hecho. Comienza por mi culo y pierna y termina con lo caído al suelo. Eso no me ha gustado nada! Como compensación te voy a dar cinco palmetazos en tus partes traseras… Recuéstate sobre mis piernas y abre tus piernas. Los golpes fueron fuertes y secos y algunos de ellos dirigidos a sus miembros. Al terminar le ordenó por último que no se moviera durante 30 minutos. Mientras ella se vistió y cerró la puerta con fuerza.