La confusión

La confusión

Mañana van a venir Oscar, Carlos y Gaby, me dijo mi esposa, vamos a terminar la maqueta.

Ella estudia en un Tecnológico, tiene 28 años y decidió terminar una carrera.

Las personas que mencionó son los integrantes del equipo en el que ella participa.

Por la mañana tocaron el timbre, era Carlos, le avisé a mi esposa, que aún estaba acostada. Ella siempre duerme desnuda.

Cuando lo hube pasado a casa mi esposa le gritó que subiera al cuarto.

Cuando el entró ella todavía estaba bajo las cobijas.

Con permiso, dijo Carlos y entró al cuarto, llegaste temprano, le dijo mi esposa, al momento que el se le acercaba para saludarla en la mejilla.

Entonces ocurrió lo inaudito: ya me voy a parar, le dijo mi esposa al mismo tiempo que se sentó, desnuda como estaba, tomó su bata y le dijo que prendiera la computadora mientras se daba un baño.

¿Qué estaba pasando? A ella no le importó que él la viera desnuda ¿tendrían algo que ver? Yo hice como que no me importaba y seguí haciendo mis cosas, pero atento a lo que pasaría.

Carlos se acercó a la puerta del baño y le preguntó que donde estaba el disco. Ella le contestó que ya iba a salir, que la esperara.

Para darme gusto, siempre salía del baño con una toalla amarrada a su cuero, le tapa sus pechos, pero por abajo le llega hasta donde empiezan sus nalgas, o sea que se le ve claramente el nacimiento de ese par de bellas nalgas.

Va a salir con su bata, o una toalla grande, pensé. ¡No! salió con la misma toallita, de inmediato se dirigió al cuarto de la computadora, buscó el disco, se lo dio y se fue al cuarto a cambiarse.

Me tiene que aclarar todo eso, pensaba al mismo tiempo que inconscientemente me acariciaba el pene que lo tenía totalmente erecto y que ya me había mojado el calzón.

Las sorpresas no habían terminado.

Se fue a la habitación a arreglarse, pero dejó la puerta abierta, de hecho nunca la cierra, pero estando otro pensé que la cerraría.

Cuando se baña, lo primero que se pone es el pantalón o la falda, luego se seca el pelo, se peina, se pone crema, perfume, rimel, etc. etc., finalmente se pone el brasier y la blusa o playera. Se tarda un buen tiempo antes de cubrirse arriba.

Como a los 5 minutos Carlos se asomó a la habitación y le preguntó que dónde estaba el material para la maqueta y que de qué color pintarían unas esferas.

Mi esposa le dijo donde estaban y le explicó los colores que deberían llevar las esferas, luego Carlos se retiró.

De seguro ya se cambió, pensé.

Pero tenía que estar seguro, ni modo que se dejara ver desnuda de la parte de arriba por Carlos.

Con el pretexto de ponerme un suéter fui a la habitación, y cual no sería mi sorpresa al ver que ella solo traía puesto un short, arriba estaba totalmente desnuda!

Te estás pasando, le dije, ¿cómo dejas que te vea así?, ¿qué tiene? Me respondió para mi sorpresa, cómo que que tiene, le respondí algo molesto, y cámbiate ese short que está tan chiquito que parece calzón; en ese momento se acercó Carlos, ¿se puede? Preguntó, si, le dijo mi esposa.

Allí estaban ellos dos comentando algunas cosas, ella con los pechos a la vista y yo como tonto buscando mi suéter.

Mientras platicaban, en la televisión comenzaron a pasar unos vídeos graciosos, Carlos le dijo que se podía quedar a verlos, ella le dijo que si y el muy confianzudo se acomodó en la cama para verlos.

Ella terminó de pintarse y antes de taparse arriba ¡se quitó el short y no traía calzones, desnuda como estaba se puso a buscar un pantalón, lo encontró y se lo puso, luego se puso las calcetas y sus tenis, por último y al fin se puso algo arriba: una playera semitransparente, sin brasier.

Que cosas, otro estaba viendo a mi esposa a sus anchas, le vio pechos, nalgas, vagina, todo. Yo parecía un tonto incapaz de evitar esa insólita situación.

Justo en ese momento llegaron Oscar y Gaby. Por lo que había visto,, a lo mejor hacían una orgía frente a mis narices.

Y yo incapaz de ponerle un alto a lo que sucedía.

Seguro Carlos se está cogiendo a mi esposa quien sabe desde cuando a escondidas y ahora frente a mi, ya comenzaba a sentir una protuberancias en mi frente, me toqué la frente y en serio que sentí algo.

Bueno, a todos los que nos gusta el sexo, consciente o inconscientemente soñamos con ver como otro se coge a nuestra esposa, pensando en todo eso ya estaba sumamente caliente.

Le preparé un licuado a mi esposa y se metieron al cuarto a trabajar y cerraron la puerta.

No los quise molestar. Que se la coja, pensé mientras me metí a bañar. Salí desnudo del baño y así me acosté en la cama a ver la televisión, dejando la puerta abierta.

Total, si Gaby me veía desnudo seguro que ella andaría también encuerada; a lo mejor los cuatro estaban encuerados trabajando y agasajándose entre ellos.

Con esos pensamientos se me paró el pájaro y comencé a masturbarme. En eso que escucho a Gaby pedir permiso para ir al baño. No voy a cerrar la puerta, pensé, a lo mejor si Gaby me ve que estoy caliente me invita a la orgía y de paso veo como se cogen a mi esposa.

Pues Gaby pasó al baño pero no me vió, para hacerlo tendría que voltear, pero de regreso por fuerza vería dentro de la habitación, y dicho y hecho: que se asoma, gritó ¡ay Dios mío! Y que se va corriendo a donde los otros, les contó lo que vio y que entra mi esposa hecha una furia.

Pues que demonios haces? me gritó, y añadió: si te la quieres jalar pues jálatela pero enciérrate, la pobre de Gaby está asustada.

Ya nomás eso me faltaba, que mi esposo fuera un exhibicionista y que lo haga frente a mis amigas, y ya deja de jalártela ( no había dejado de hacerlo), estaba a punto de venirme y en el preciso momento se asomaron los otros tres viendo como me brotaba la leche, mojándome manos, panza y pecho. ¡Ay! Volvió a gritar Gaby mientras Oscar y Carlos empezaron a carcajearse.

Pásame un papel, le pedí a mi esposa y al momento que me aventaba un rollo le expliqué todo, todo lo que había visto con Carlos explicándole que yo quería participar en la orgía que seguramente iba a haber.

¿Cuál orgía? Me dijo mi esposa, lo que pasa es que Carlos y Oscar son gay, son novios y a mi no me da pena que cualquiera de ellos me vea desnuda, pues no les gustan las mujeres, ¿ya?.

Finalmente me disculpé con mi esposa pero principalmente con Gaby, luego me encerré en el cuarto dispuesto a no salir por la vergüenza que sentía hasta que todos se fueran, pero como iban a tardar, mejor me salí y fui a visitar a mi hermano, regresando al anochecer.

¡Que confusión!