No tengo una cifra estadística objetiva, pero en mi experiencia personal, el 90% de los taxistas están dispuestos a coger con otros hombres...
Nos metimos a la ducha juntos, nos enjabonamos mutuamente y luego le pedí que se sentara en la banqueta para el efecto y yo me arrodillé en el piso para dirigir mi boca a su tranca, con cierta dificultad engullí casi la mitad y el tipo gemía y gritaba de placer. Puse en práctica mi técnica felatoria y lo dejé a punto de acabar.
Sin embargo, se puede encontrar de todo: desde mensajeros, algunos desempleados hasta profesionales y personas que cuentan con un buen trabajo; eso sí, todos jóvenes que por lo general no sobre pasan los treinta años.
Utiliza el taxi para volver a casa, pero después se da cuenta que no puede pagar al taxista... encontrará una forma de saldar la deuda.
Yo tenía ganas de más... no me animaba a llevarlo a mi casa, pero le hablé por mi celular a un amigo y le dije que llevaba un "invitado".... Me dio luz verde, le pregunté al taxista que si no le importaba que fuésemos tres en un lugar cómodo y me dijo que estaba puesto, que tenía ganas de disfrutar culo.
Desabroché sus pantalones y braguetas y me deleité viendo sus pollas, mientras ellos me desabrochaban la blusa y sobaban mis tetas, ahoras si, con deleite por su parte, y aún mas por la mía, pues estas son uno de mis puntos débiles.
Dejé escapar un tímido gemido y seguí observando las evoluciones de aquel maravilloso espectáculo. Los jugos vaginales fluían hasta el asiento de cuero del coche mientras un dedo inquieto bajó hasta la profundidad de aquella caverna misteriosa.