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Mi vecino del noveno I

Su lengua comenzó a trabajar y cuando quise acordar se la estaba chupando frenéticamente, nuestras lenguas chocaban y se saboreaban, lentamente nos fuimos parando y la mano de él apretó el botón de detención del ascensor el cual quedó en un entrepiso

Mi primo Joaquín

Me volvió a besar y caímos en la cama con una de sus manos me sobaba la verga y luego fue lamiendo mis tetillas y las chupaba y mordía con lascivia, luego su húmeda lengua lamió mi abdomen y finalmente se introdujo mi verga en su boca mamadora que debido a su experiencia pudo hacerme gozar tanto, sus labios apretando, subiendo y bajando desde el glande

Mi amiga Andrea

Los quejidos y suspiros de Andrea no se hicieron esperar, me excitaba sobre manera oír un gemido agudo que salida de lo más profundo de su garganta. Era maravilloso sentir como yo la controlaba. Su cuerpo respondía totalmente a mis estímulos.

Arrodillada II

Y me chupaba la otra teta y de mi concha bajaban ríos por mis piernas, y él estaba como enloquecido, parecía que no había chupado unas tetas en años, desesperado me mamaba y apretaba mis pechos llevándome al borde del orgasmo, mientras yo apretaba aún más su cabeza contra mis tetas...

Así fue mi primera vez

Yo estaba tan caliente que empujaba con mi culo hacia atrás para sentirlo lo más adentro posible, ya que me encantó la sensación de su pubis contra mis nalgas y sus huevos contra los míos, así que aprovechaba pasando una mano por entre mis piernas apretar sus cojones contra los míos.

Elena

Se desabrochó el vaquero negro y se lo bajó hasta las rodillas, dejando a la vista su precioso culazo que apenas si tapaba un tanga deportivo de color blanco. Él se puso de rodillas y le bajó el tanga hasta la mitad de sus muslos.

Alta tecnología

En todo el fin de semana no ocurrió nada, pero el lunes por la tarde, de nuevo apareció mi vecinita con el tarro en la mano, esta vez en biquini, y como el viernes la chica y el perro comenzaron su placentero trueque que grabe de principio a fin.

La espía que me amó I

Yo estaba avergonzado y más colorado que una grana, aquella chica me desconcertaba absolutamente, era totalmente desinhibida y no se cortaba por nada, el dominio de sí misma y las situaciones para mí eran totalmente desconcertantes, no obstante me sobrepuse y trate de coger las riendas de la situación.