Su lengua comenzó a trabajar y cuando quise acordar se la estaba chupando frenéticamente, nuestras lenguas chocaban y se saboreaban, lentamente nos fuimos parando y la mano de él apretó el botón de detención del ascensor el cual quedó en un entrepiso
Me volvió a besar y caímos en la cama con una de sus manos me sobaba la verga y luego fue lamiendo mis tetillas y las chupaba y mordía con lascivia, luego su húmeda lengua lamió mi abdomen y finalmente se introdujo mi verga en su boca mamadora que debido a su experiencia pudo hacerme gozar tanto, sus labios apretando, subiendo y bajando desde el glande
El hermano necesita aprender a follar antes de hacerlo con su novia, para asi no defraudarla.
Los últimos acontecimientos entre dos hermanos aumentan la confianza entre ellos que llegará a ser especial.
Los quejidos y suspiros de Andrea no se hicieron esperar, me excitaba sobre manera oír un gemido agudo que salida de lo más profundo de su garganta. Era maravilloso sentir como yo la controlaba. Su cuerpo respondía totalmente a mis estímulos.
Y me chupaba la otra teta y de mi concha bajaban ríos por mis piernas, y él estaba como enloquecido, parecía que no había chupado unas tetas en años, desesperado me mamaba y apretaba mis pechos llevándome al borde del orgasmo, mientras yo apretaba aún más su cabeza contra mis tetas...
Yo estaba tan caliente que empujaba con mi culo hacia atrás para sentirlo lo más adentro posible, ya que me encantó la sensación de su pubis contra mis nalgas y sus huevos contra los míos, así que aprovechaba pasando una mano por entre mis piernas apretar sus cojones contra los míos.
Cojo dos cojines los pongo bajo su vientre, su culito respingon sobresale, entre sus nalgas su precioso coñito, su culito ya acepta dos dedos sin problemas, ella continua masturbandose, ha llegado mi hora, el premio al que sabe esperar.
Ella se despidio de mi dándome un beso en la boca, quedándome el sabor de mis jugos vaginales, y me dijo la próxima vez que no veamos te las regreso y veras que es lo que te tengo preparado.
Se desabrochó el vaquero negro y se lo bajó hasta las rodillas, dejando a la vista su precioso culazo que apenas si tapaba un tanga deportivo de color blanco. Él se puso de rodillas y le bajó el tanga hasta la mitad de sus muslos.
Ella se movía su clítoris la hacía gozar y yo me fui acostumbrando hasta que por fin el dolor se escondió detrás de lo sublime. Y volvimos a gozar los dos… Mara estiró su mano derecha y tomo mi polla, y eso solo fue suficiente para que mi leche estrellara contra las sabanas…
Así seguí un rato largo, hasta que volví a chuparle la cabeza de la pija otra vez mientras él se seguía dando, yo estaba recaliente y el gemía, sintiendo mi lengua en su agujerito, en su glande, mis labios y el calor de mi boca en la puntita.
Tengo un apartamento muy acogedor en la playa, al que suelo ir todos los fines de semana y temporadas de vacaciones como ahora a descansar y a ponerme morenita, me encanta tomar el sol y a veces voy a las maravillosas playas nudistas que tenemos por aquí.
Y el gozaba enormemente, estaba extraviado en el placer, agarraba mis caderas y se hundía cada vez más en mi, subió mis piernas a sus hombros para clavarme mas, mas adentro, más profundo.
Ahí empecé a chupar y lamer como un loco, primero sus muslos, que ya estaban secos, pues no los había mojado, luego me fui acercando, poco a poco a su clítoris.
En todo el fin de semana no ocurrió nada, pero el lunes por la tarde, de nuevo apareció mi vecinita con el tarro en la mano, esta vez en biquini, y como el viernes la chica y el perro comenzaron su placentero trueque que grabe de principio a fin.
Miré hacia atrás y contemplé una escena gloriosa: el cuerpo moreno y delicado de Bianca, bañado en sudor, se arqueaba hacia atrás, de forma que proyectaba hacia adelante aquel rabo fogoso, que yo notaba desaparecer rítmicamente entre mis glúteos.
Yo estaba avergonzado y más colorado que una grana, aquella chica me desconcertaba absolutamente, era totalmente desinhibida y no se cortaba por nada, el dominio de sí misma y las situaciones para mí eran totalmente desconcertantes, no obstante me sobrepuse y trate de coger las riendas de la situación.
Quiero que sepas que esto que hago, lo hago pensando en ti, en ese pedazo de polla juvenil que tienes la cual me pone muy caliente- dijo ella, quitándome la toalla que cubría mi sexo.
Nuestra charla iba de lo mas normal, y tal cual como cuando estábamos chateando, y tocamos el tema sexual, se puso muy nerviosa y melancólica.