Cuando estaba totalmente limpio Linda volvió a tomar a MinLi y recostándola en el sofá abrió sus piernas y comenzó a comerla chupando sus labios y atrapando su clítoris haciéndola retorcer de gusto. Yo las observé mientras recuperaba el aliento tras tan explosivo orgasmo que me habían causado esas dos bellas mujeres.
Habíamos terminado la secundaria, ese período que te habilita a la Universidad, con la convicción pajera de que las japonesas, u orientales en general, la tenían rasgada y acostada. Es decir que las conchas de raza amarilla además de sumisas, amarillas, lampiñas y menudas, estaban posicionadas transversalmente.
Kim tenia un porte atlético, no había terminado la secundaria y presentaba antecedentes de haber consumido drogas, MinLi tenía una figura muy femenina, con curvas pronunciadas en su cuerpo, su rostro era muy dulce y de aire tímido, había acabado la secundaria y era servicial y hogareña, según los antecedentes, y en destacado respecto a su Estado: VIRGEN. No quise pensar más y me decidí por ella.
Un joven recibe en la casa familiar a una japonesa que llega en un programa de intercambio. Desde el primer momento se queda prendado de ella y no para en sus acercamientos hasta ganar su virginidad.