Sin pensar lo que hacía me acerqué y estuve mirándola como dormía un par de minutos hasta que me atreví a apartar la bata hasta ver su braguita nuevamente.... me quedé mirándola embobado. El pequeño triangulo blanco de algodón sujeto por dos finas tiras apenas tapaba el sexo y unos pelitos asomaban por los lados.
Ella reaccionó y me dijo, que por allí no, que nunca lo había hecho por el culo, que por favor no se la meta por allí, pero sus súplicas no le sirvieron de nada, ya tenía la cabeza bien metida y ajustaba el esfínter de una manera deliciosa que me calentaba aún más, me dijo que ni a su marido le había dado el culo y que se la sacara que le dolía.
Mi edad (13) no reflejaba el falo que la naturaleza me había provisto, en ese momento tenia 11 cm. y en verdad siguió creciendo, la cama de por suerte era de plaza y media y podríamos dormir, no me extrañe que a esos de las tres de la mañana me había despertado, extrañaba mi cama y ese cuerpo de mujer, me recordaban que ya era hombre, pense que era mi hermana, pero me acorde que estaba en el mismo lugar que su novio, exactamente de la misma manera, cuando puse mi dedo en su sexo, como me había enseñado la puta, de esa manera que asentado un poco mas arriba de la raja le gustaba a las mujeres
Como una zombi, en sostén y tanga entré al baño con su ropa. El estaba bajo la ducha, su verga erecta casi vertical, tremendamente larga y gruesa, y cuando me vio en la plenitud de mi belleza, semidesnuda, con mis tetas bien al frente, tembló: "Ven, mami, ayudame a jabonarme". Sin decir palabra me acerqué y el agua me mojó todo el cuerpo, pero no me importaba, comencé a jabonar sus partes mientras él acariciaba mis senos por sobre el sostén
Por lo que veía, le encantaba que la forzasen. Uno de ellos la ato a la cama mientras se la tiraba, así que la idea de violar a su hermana empezó a rondar por la cabeza de Raúl. Seguro que la muy puta lo esta deseando, pensaba muchas veces. Además su hermana cuando no follaba, tenia a bien con masturbarse en la cama, metiéndose uno o dos consoladores.
Hice un pacto con ella a partir de ese día mama no trabajaría mas yo seria el sustento de casa y ella será mi mama y mi mujer en la cama, como yo gano muy bien en mi trabajo antes el dinero me lo patinaba en un montón de cosas innecesarias, ahora ya no, tengo una excelente mujer y una casa que sostener digamos que deberé hacer la vida de casado y la verdad vale la pena.
Me pidió el teléfono, para salir, hasta ese momento no había hablado, fue cuando le dije, vos lo sabes PAPA, al escucharme, me reconoció, creía me iba a pegar, por el contrario, me beso como un amante, nos fuimos a una pieza y esta vez lo cabalgue, otra vez en éxtasis, paso el tiempo mi vagina parecía una doble puerta, para sentir el goce que mi alma pedía, con todo su falo adentro lo besaba y le decía !!bien papi, bien!!
Dejo libres su senos y acerco mi tronco a su boca, que se adelanta a su encuentro y cubre su cabeza con sus labios. Con sus dos manos cubre mi verga y mis bolas, que acaricia con suavidad, mientras abre más aún su boca, de manera que mi pedazo de carne empieza a penetrarla lentamente. Mientras bombeo en su boca, llevo una de mis manos atrás hasta alcanzar su sexo y meto un dedo en él, de manera de darle un masaje.
El deseo sexual o el apetito sexual, nace con la propia vida del ser humano y la verdad sea dicha, desde que un hijo o una hija recién nacida, es amamantada por su madre, se despliega en su mente y en su vida, la primera relación sexual y nadie la cataloga de incesto.
Esas tetas... el brasier de mi primita casi y a ni aguantaba la presión y le podía ver como sus pezones casi me llamaban a comerlos. Y ni decir el culo que se le veía a Angelita con esa tanguita que andaba, daban ganas de morderle esas nalguitas y meterle toda mi verga por su ano que se notaba virgen, excepto, claro, por como se metía su tanga entre sus nalgotas.
De pronto una de sus manos se va en busca de mi verga, la que bajo el pantalón ha crecido a dimensiones lógicas de presumir. Pero pasado un instante, suelta mi instrumento y vuelve a apretar el posamanos, quizás intimidada por lo atrevido de su gesto o tal vez sorprendida por el tamaño de mi sexo.
La sala estaba vacía, seguí mi recorrido hasta la cocina y luego el patio trasero, nada, lo último eran las recámaras así que subí las escaleras con mucho cuidado, vi que la puerta del cuarto de mi prima estaba abierta pero no había nadie, solo me faltaba un cuarto y desde donde estaba se podía ver que la puerta estaba entrecerrada. Mi curiosidad hizo que abandonara mi sigilo y al llegar a la puerta pude ver a mi tío acostado en la cama y a su hija a un lado de él.
Ella metió sus manos debajo de mi traje de baño, lo desabrochó y sacó hábilmente mi guevo. La llevó a su boca y lo mamó de arriba abajo. Parecía que se trataba de una competencia con límite de tiempo. Estaba alborotada y disfrutaba cada lamida con cara de picardía. Yo estuve a punto de venirme (correrme) en varias ocasiones, pero me apretaba el pene fuertemente y respiraba hondo para bloquear la excitación.
Luego compró una paleta de dulce y la lamía con avidez y dijo: "¿no se te antoja que sea tu verga la que yo estuviera chupando?". Total que le dije que si por la tarde podía verla, pero me contesto que ya eran tres visitas a su casa y que hasta su hijo se podría dar cuenta. Además de las vecinas que son tan chismosas, y para mala suerte no podía dejar mucho tiempo a su hijo por la tarde para que fuéramos a un hotel.
Me acerqué y le di un fuerte beso en los labios, pasó mi mano por la cintura, cada roce de su cuerpo con el mío me excitaba aún más, sus manos resbalaron hasta apoyarse en mis nalgas, noté que bajaban un poco más y entraban por debajo mi falda, sus manos calientes se pasean por mis nalgas y hacen intentos de ir mas allá, sin atreverse a más.
Cerré entonces mi mano sobre su verga, siempre por encima de la sábana, y empecé a masturbarlo. Suave al principio, rápido después. Yo miraba a la cara de Rodrigo, él cerró los ojos y gimió de placer. En apenas un minuto soltó un torrente de su savia, y creció una gran mancha en la sábana. Su excitación era enorme, no había resistido más.
Es un poco fuerte saber que la madre de una está revolcándose con el mismísimo amante de una y en la propia cama de una ¿cierto?. En esas dos horas que les dí tuve un millón de orgasmos en el cerebro; si caminaba, el rozar de mis piernas me era insoportable, montada en un taburete de barra de un bar casi me corrí y huí presa de pánico y en el cine en el que me refugié dejé el asiento encharcado. Por suerte, a esas horas de la mañana no había más de tres o cuatro personas aisladas en la platea.
No pude dormir, pasé la noche pensando. Consideré que lo más conveniente sería no ir a la universidad (aun sabiendo que tenía examen) y me quedaría en casa teniendo sexo con ella mientras su mamá trabajaba. En la mañana, a la hora de los aeróbicos fui a la sala y la tomé por la cintura, lo extraño fue que me miro ofendida, me pegó una cachetada, me insultó y me preguntó que qué me pasaba.
El tiempo pasaba y estos fantasmas fueron aventándose, pero al mismo tiempo mi esclavitud se acentuaba no solo por la forma en que me trataban sino porque yo demostraba cada vez una mayor sumisión y aceptación de mi lugar en la casa. Me fui convenciendo de que no tenía ningún tipo de derechos y que era lógico que así fuera ya que ellas eran distintas y superiores a mí y les debía estar agradecido sirviéndolas lo mejor posible.
Sumida en la fiebre del deseo, flor comenzó a imaginar situaciones con su hijo para lograr lo que quería. Entre todas las posibilidades que pasaron por su afiebrada mente, finalmente se decidió por aquella en que ella instruía a su hijo en educación sexual y le hablaba de las relaciones entre hombre y mujer, ya que sabía bien que aunque Raúl ya estaba en edad de saber de esas cosas, su padre no le había dicho nada ni nunca le diría una palabra al respecto debido a su falta de carácter.
Al día siguiente cumplí mi promesa y me enfilé temprano hacia la facultad de mi cuñadita. Al llegar al sitio acordado volví a sentir cómo me hervía la sangre por todo el cuerpo. Rosy se encontraba platicando con una de sus amigas y desde lejos pude verla con su batita de dentista y unos mallones (de esos que parece que sólo se pintaron las piernas) color azul rey... se veía realmente buenísima. Para colmo el zíper de su bata estaba un poco bajado, así que aunque yo venía caminando de su lado derecho, alcancé a ver parte de sus tetas... la cosa estaba para morir de un infarto, dado lo que ya había presenciado en la casa.
A la noche nos fuimos a acostar temprano, ambos estábamos ansiosos, una vez más me pidió como esa vez (ver primer relato) y trate de que fuera como esa vez, lo logramos, porque, puteaba, por lo que había hecho con sus amigos, porque me había apartado de su lado, que era un estúpido, que tendría que haber sabido, que era imposible que nos separáramos.
Juliana me sacó de mis pensamientos cuando me dio su respuesta a lo que le había pedido; me dijo que todas sus pertenencias se encontraban en su domicilio y, que por obvias razones no podía ir, pero que con una de sus amigas tenía guardado un televisor y algunos libros los cuales me los daba como garantía del préstamo. Tomé una bocanada de aire tratando de calmar los nervios y le dije que ese no era el tipo de garantía que yo necesitaba, que lo que le solicitaba era otra cosa
Me incline y ahora si me ofreció su boca que bese con avidez. Puse mi mano en su entrepierna que estaba caliente y mojada. Le restregué mi mano sobre sus calzones y ella abría las piernas, me besaba introduciéndome su lengua que me absorbía, pero de reojo yo veía mi propio espectáculo: sus piernotas abiertas ya sin zapatos y la falda hasta la cintura.
Mónica lo cogió y empezó a oler profundamente el perfume que emanaba, al tiempo que su vulva empezó a segregar gran cantidad de líquido. Se estaba poniendo realmente cachonda, por si eso fuera poco Susana había empezado a deleitarla con expertos movimientos de lengua en su conejito. Susana estiró un brazo y cogió algo de entre la ropa y se lo tendió. Eran unas bragas de seda, color crema, las palpó, sus pezones se endurecieron más aún; se acarició interponiendo las bragas entre su mano y su piel. Sus poros se iban abriendo al contacto de la suave tela mientras con la otra mano acariciaba el pelo de Susana y la atraía más hacia sí.
Una noche estábamos los dos solos, mis padres estaban en una cena de negocios, y ella entro a bañarse. La situación de por si siempre me excitaba, mi hermana y yo solos en casa, y ella desnuda bañándose a pocos metros mío. Estaba por ir a mi cuarto para masturbarme, cuando se me ocurrió por fin espiarla para hacer real así mi fantasía de verla desnuda. Así lo hice. Espere a que dejara correr el agua en la ducha, sabía que le gustaba llenar la bañera con agua caliente para luego relajarse en ella.
Vivía sola con mis abuelos, pues seguía soltera, aunque nunca le faltaron pretendientes dispuestos a casarse con ella, pero mi tía resulto demasiado exigente con ellos y finalmente termino por desanimarlos uno tras otro. Por lo que supe, mi tía había tenido una desilusión amorosa con su primer pretendiente y eso la había marcado para siempre.
Sabrina es mi hermanita mayor... Y de un tiempo a esta parte me ha despertado en la cabeza fantasías sexuales que en más de una oportunidad me han hecho masturbarme, pensando en sus piernas que me ha mostrado involuntariamente cuando se acomoda en el sofá del salón a descansar.
En un primer momento me asusté, pero abro despacio la puerta, y pude ver a escondidas que mi hijo menor, Néstor, se estaba masturbando. La escena me produjo un morbo increíble, por lo que me quedé escondida mirando como mi hijo se satisfacía sexualmente. Observé como con su mano sostenía un respetable miembro al que sacudía con cierta violencia, sentado en el borde del inodoro, con sus ojos cerrados apuntando al techo.