Era una chica sencilla, yo tenía una jefatura de laboratorios en una escuela pública, ella era del personal de limpieza, Carolina era su nombre, y su afán era ascender al puesto administrativo siguiente.
Ya el autobús esta llegando a la escuela, ella me mira y me planta un beso rápido en la boca para que nadie se dé cuenta, baja primero del autobús y me hace una seña de que luego me buscará, se abraza a una amiga y se retira riendo.
Así se le alecciona a las muchachitas que no quieren obedecer...
Una vez en la universidad, me percaté que me convertía en el blanco de las miradas de compañeros y amigos, me repetían una y otra vez lo despampanante que me veía con mi nuevo look. Julio, uno de mis compañeros más atrevidos, me comentó que tenía un cuerpo de modelo, pero no lo tomé muy en serio.
Fue una gran casualidad que me encontrara con Antonio, pensé que nunca lo volvería a ver, cuando lo mire al voltear sentí que mi corazón se me saldría de mi pecho tenia tantas ganas de verlo en persona ,aunque siempre lo hago por las mañanas al mirar su foto y recordar los días en que siempre estábamos juntos…
Y ahí estaba yo en el auto, esperando, como un colegial de secundaria nervioso, la verdad es que no sabía hasta donde podía llegar con ella, Lu me había dado a entender que quería todo conmigo pero yo no estaba seguro, igual y a la hora de la hora me dejaba con un palmo de narices y la verga dura.
Cuando mas me suplico que no se la metiera se la deje ir completa sentí como apretaba su culo mi verga y se quiso zafar pero yo lo impedí ademas de que sentía como se me dificultaba la salida, pero ya después de un rato ella se acostumbro a mi tamaño sin problema.
Ante esta situación me sucede bastante seguido que me caliento y mi polla enseguida se queda erecta, a tal punto que una noche tuve que ir al baño y masturbarme violentamente. Error de mi parte, no era el lugar indicado. Ya lo se. Cuando termina la hora, salgo de la escuela rumbo a mi casa y me encuentro con un alumno que amablemente me ofrece a llevarme en su moto.
Entonces yo le dije que se arrodillara y me la chupara. Ante esto, hizo una cara de no querer y entonces apreté mi pija contra su ano pretendiendo metérsela, entonces accedió a mi pedido y arrodillándose ante mí comenzó a chupármela. Al principio lo hizo tímidamente pero luego lo hizo mucho mejor hasta que acabé en su boca.
Última entrega de esta pequeña serie de confesiones, videos y sexo con Gabriel.