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Mi inicio en el mundo de las ventas

Además de la minifalda que traía puesta, usaba medias de nylon ya que eso hace que las piernas se vean mas uniformes. Usaba también en ese momento una blusa pegada que me gustaba mucho, y que resaltaba mi busto el cual era el centro de atención de mis compañeros de oficina.

Amigas II

Me puse en cuatro, ella se arrodilló detrás de mí y guió el pene de goma hacia mi concha. Me lo hundió de un empujón y lancé un grito. Después empezó a bombear, amasándome las nalgas, las abría y cerraba y empujaba más y más fuerte.

Amigas I

Todo eso me calentó más y empecé a gemir y gritar. La verga de Rafael entraba y salía de mi concha mojada, empujaba cada vez más fuerte. Sus manos me sujetaban por los hombros para que yo no pudiera moverme, me empujaban hacia abajo y así recibía todo el impacto cuando me clavaba a fondo.

Mi tía y mi prima

Yo observaba como mi tía le labia la concha a mi prima, se la labia como se fuese un helado delicioso yo al no aguantar mas me decidí a masturbadme, después de un rato decidí entrar y poder follar alas dos pero no me atrevía fue tanto mi excitación que valiéndome lo que fuera decidí entrar

Mis hermanas las zorritas

Le metí la mano por toda su raja y de pronto se dio la vuelta y me dijo que ahora por delante. seguí metiéndole dos dedos en su concha y cuando vi que ya estaba excitada me abalancé sobre su concha y empecé a chuparle con la lengua, la verdad es que tenia un sabor delicioso.

Mi tía del campo

Me sumergí en el pecho de mi tía echándonos ambos en su cama, su olor a hembra ya no me dejaba pensar, quien iba a pensar que mi tía era una mujer tan ardiente, se movía apretando mi cabeza contra ella y me decía, dime que me quieres hacer, dime que le quieres hacer a tu tía, le dije tía quiero lamerte toda, quiero lamer tu concha y tu ojete.

La infracción de tránsito

Se acercó a mí y tomando mi cabeza la llevo a su verga para que se la chupara, no me cabe casi nada en la boca, me obliga a tragar mas, siento que mi boca se desencaja tratando de tragarla, logra meterla un poco más allá de su cabeza y se mueve cogiendome la boca, mientras Ignacio no deja de coger fuerte mi culo, gimo ahogada en la enorme verga, estoy así un rato y lo oigo decir, putita ahora es tiempo que tengas esta enorme verga en otro lado.

Los creativos

Te bese en la boca, compartimos tu leche en tu boca, toda tu acabada sobre mí volvió a excitarme, pero mi concha ya no resistía una verga adentro, así que volví a sentarme sobre tu cara, refregaba mi concha sobre tu boca, enterraste tu lengua en ella, y yo me movía sobre tu cara, refregándome sobre tu lengua, mis jugos comenzaron a caer sobre tu boca, los bebías y me lamías más fuerte

Al fin se lo propuso a su compañera de trabajo que aceptó encantada

Hasta este momento ella no había pronunciado ni un sola palabra. La habitación contaba con un jacuzzi a un lado de la cama, me levanté toma la botella de champaña y le pedí que se metiera conmigo me pidió que la esperara un poco se levantó fue al baño y tomó una rápida ducha regresó y se metió al jacuzzi tomamos unos copas más y la comencé a besar y su respuesta fue más apasionada que al principio, ya había perdido un poco la pena de saber que estaba siendo infiel.

Mi tía

Ella me atraía muchísimo y lo sabía, sus miradas, sus manos que disimuladamente me tocaban, incluso hasta rozaban mi verga, la forma en que su culo se apoyaba cada vez que podía en mi paquete, me mostraba sus pechos, yo estaba enloqueciendo y no sabia muy bien que hacer.

Calenturas con mi suegra III

Primero me desvistió, y me llevó al jacuzzi que estaba listo para ocuparlo, le tiró al agua unos polvos que dijo eran sales, mi suegra se empelotó y ya mi pichula comenzó a ponerse tiesa, ya quería chuparle la zorra y meterle mano por los orificios, calma me dijo, tranquilo que yo mando.

Atención personalizada

Mi jefe luego se retiró y me pidió que acompañara a Richard a su hotel, tuvo la sensación de que me estaba entregando, pero a mí no me disgustó la idea, a esta altura creo que deseaba tener algo con Richard, pero él me pidió primero ir a alguna lugar a beber algo y bailar para conocer un poco la noche de Buenos Aires.

Una extraña I

Mi lengua jugueteaba sobre todo el hermoso aparatito de mi extraña compañera. Acabó de una forma feroz, casi animal. Sus jadeos y suspiros eran como de otro mundo, su voz se había puesto ronca, me decía que no parase, que siguiera chupándole el pitilín, (Así ella lo denominaba) Sus manos se enredaban en mis cabellos haciendo mis movimientos sobre su concha aún más frenéticos.

Viaje de trabajo I

Eso calentó un poco la charla y mojo algo nuestras vaginas, me levanté como para vestirme, quite la toalla y quede desnuda frente a Adriana, ella me miró y me dijo que tenía un cuerpo hermoso, yo le dije que ella también era muy bella, entonces se aproximó a mí y me beso fuerte en la boca, fue apasionado, nuestras lenguas enseguida se buscaron y se entrecruzaron en mi boca, ella lentamente fue bajando sus besos por mi cuello, hasta llegar a mis pechos, mis pezones ya estaban totalmente duros, sentí su boca recorriendo mis pechos hasta llegar a mis pezones, los puso en su boca y los chupo fuerte, los apretaba y me los estiraba con sus labios, mi concha se humedecía con esa boca que chupaba mis pezones erectos y excitados

Los guardias de seguridad: la fiesta nunca termina

Me contó que hace algunas semanas no podía tener relaciones con su mujer, ya que no lograba tener una erección, mi jefe era un hombre de 60 años que se mantenía bastante bien físicamente y aun se lo veía atractivo, llevaba 35 años de casado y siempre el sexo con su mujer a pesar de ser clásico había sido muy satisfactorio para ambos. Le pregunte sí había visto un médico y me dijo que sí y que no tenía nada.

Presentación de Susana I

Al despertarme, así desnudita como estoy voy al baño, y luego de hacer pis, parada en puntas de pie frente al espejo miro mis tetas, las levanto aún más con mis manitas y viéndolas así, turgentes, infladas, pienso: cuántos hombres darían lo que no tienen por chuparlas; parece que fueran de una chica mayor, muy duras y firmes, con unas oscuras aureolas y en su centro dos protuberantes y rojos pezones. Luego observo mi cola paradita, aún más por estar en puntitas de pie, mis nalgas se contraen haciéndolas más redonditas.