Lo primero que hice fue hacer que se masturbara, para que estuviera mas receptiva, entonces yo tome un poco de gel y lo unte en uno de mis dedos, acercándolo a su ano entonces le dije te voy a meter un dedo tu me dices hasta donde aguantas, entonces coloque mi dedo en la entrada de su botoncito y empuje suavemente ella de momento hizo un movimiento de malestar, pero mi dedo ya estaba un poco adentro, me sorprendí al ver lo estrecho de su ano, y proseguí a meterselo poco a poco
Primero dirigió su boca hacia el interior de mis muslos. Me lamía desde los tobillos hasta mi sexo, pero no se detenía en él sino que pasaba a la otra pierna y hacia el recorrido en ella.
Era una chica muy linda de cara, medio petisa y pelo bien lacio, tenía unas tetas tremendas y era lo que más se le notaba, su culo no era tan bueno pero por lo menos se defendía.
La noche, es peligrosa, para muchos, pero para mí es encantadora, esconde, muchas cosas y deja al descubierto, siempre, los instintos sexuales de hombres y mujeres, ese verano, yo recién había cumplido 17 años, un grupo de amigas (cuatros) fuimos de vacaciones al departamento de mi padre, salimos fuimos a Constitución (un barrio de la ciudad) y nos fuimos a bailar entre nosotras, sentada en un momento, se acercó...
A la tarde llamo a Pedro, también me cogió, yo lloraba, mientras lo hacía, pero creo que lloraba, más por Oscar, que había perdido la oportunidad de que lo amaran.